Habían pasado meses desde mi primer encuentro con Isabel. Ella ya había cumplido 41 años. Como regalo se hizo una glúteoplastia (agrandamiento de culo) y se había aumentado el pecho. Las operaciones le habían sentado muy bien. Una vez se recuperó de ellas, le sugerí que debíamos montar una fiesta para su cumpleaños. Podríamos invitar a varias chicas y chicos y pasárnoslas muy bien. La organizamos para Junio de 2013. En total los invitados éramos diez chicos, yo, mi primo Javi, Héctor y Mohamed, a quienes Isabel ya conocía, otros cinco chicos de mi equipo de futbol, y Moussa, un negro pollón, con una mástil de 30 cm. En cuanto a mujeres, además de Isabel estarían: Camila, una argentina de 22 años que trabaja de doméstica en lo de Isabel; Deborah, que es la hermana pequeña de Camila, de unos 18 años a quien aún no conocíamos; Bea, la vecina tetona de Isabel con 55 años; y su hija Carmen, una divorciada de 28 años, que a pesar de tener ya dos hijas resulto luego ser una bomba. Una mujer de 1.70 metros, de pelo castaño, en muy buena forma y con una tetas de 120 cm bien firmes.
La fiesta seria en el chalet de Bea, quien vive sola. La fecha escogida coincidía con el salón erótico en Valencia. Primero se me ocurrió que acudiésemos todos al salón y que después fuésemos a lo de Bea. Pero éramos multitud, lo cual complicaba la logística. Entonces le propuse a Isabel contratar a dos de las actrices que acudían al salón erótico para que monten una actuación para nosotros. Después de algunas averiguaciones, resulto que por unos 4000 euros podíamos traer a dos actrices. Entre los chicos juntamos unos 2000 e Isabel aceptó poner el resto. Con ese presupuesto pudimos apuntar a dos actrices maduras, una brasilera rubia de casi 40 años, Pamela B, a la cual yo conocía de una películas que hizo para su treinta cumpleaños, follando en una gangbang con 30 negros; y una argentina pelirroja de 50, que se mantiene muy bien y es muy atractiva y sugerente, Vanessa B. A esta también yo la conocía de sus películas. Llegado el día de la fiesta nos juntamos todos en casa de Bea. Carmen, su hija vino con una amiga. Pilar, una casada de unos treinta años, alta, de un 1.80 mm, también bien dotada de tetas. Camila y su hermana Deborah también trajeron una amiga, Yanina. Tanto Yanina como Deborah eran muy delgadas y apenas tenían tetas. A pesar de sus 18 años parecían dos crías, lo cual despertó el morbo de muchos. Héctor, Mohamed y Moussa al llegar lo hicieron con un travesti brasilero, algo que sorprendió a todos. Las últimas en llegar fueron Pamela B y Vanessa B. Lo hicieron en una limusina. Las dos llamaron la atención de hombres y mujeres. Bajaron de la limo vistiendo solamente lencería erótica y con unos tacones de 12 cm. Bea, por su parte invitó sensualmente al chofer de la limo a que se quedase.
El chalet de Bea es muy amplio y tiene un salón de fiestas muy cómodo con sillones y mesas donde había bebidas y aperitivos. Entramos todos al salón Y Pamela y Vanesa me preguntaron quién era la que cumplía años y yo las indique a Isabel. Aprovechando que estábamos en verano, Isabel llevaba un vestido muy corto y escotado que dejaba ver sus nuevas tetas y su tanga de color blanco. Vanesa y Pamela se acercaron a Isabel y se pudieron a bailar sensualmente alrededor de ella. De a poco le quitaron el vestido y comenzaron a manosearla. Isabel era receptiva a los tocamientos y tampoco desaprovechada la oportunidad de tocar a las otras dos mujeres. Pronto las tres estaban casi en pelotas rozándose entre ellas. Vanessa entonces le quito el sujetador a Isabel y a lamerle las tetas. Al mismo tiempo Pamela le quitó las bragas se arrodillo y pasó a comerle el coño. Vanessa abrazo a Isabel por la espalda mientras le pellizcaba los pezones. Isabel entonces giró su rostro y se besaron en un lascivo beso. Isabel ya estaba muy caliente, excitada se giró y abrazó a Vanessa frotándose contra ella sin descanso. Pamela, situándose tras Isabel besaba sus hombros y le clavaba los duros pechos en la espalda mientras sus manos recorrían sujetaban los glúteos de Isabel. Entonces entre las dos llevaron a Isabel a una mesa y la acostaron sobre ella. Mientras las dos le lamian las tetas, la penetraron vaginalmente con un vibrador dorado. Poco después lo hicieron analmente con otro vibrador. El cuerpo de Isabel comenzó a contorsionarse a causa del placer. El resto de los asistentes estábamos más que calientes con el espectáculo. Todos los hombres teníamos nuestras pollas afuera y enhiestas. El resto de las mujeres y el travesti se pusieron a mamárnoslas. Vanessa y Pamela se llevaron dos chicos cada una. Moussa se acercó a la mesa y le dio su polla de 30 cm a Isabel par que se la coma. Eso fue el sumun para Isabel. Por primeras vez saboreaba la polla de un negro, al mismo tiempo que dos vibradores la doble penetraban. En pocos minutos, todos los machos estábamos listos para eyacular. El primero fue Moussa que inundó la boca de Isabel, y con su leche también le mancho la cara. Al resto Vanessa y Pamela nos hicieron acercarnos a la mesa y eyacular sobre Isabel, quien quedó completamente bañada en esperma. Así Isabel llegó a su primer orgasmo.
Mientras Isabel se duchaba, el resto continuamos en acción. Cada una de las actrices se había llevado a dos machos con los que se entretenían. Bea mamaba y hacia una cubana a Moussa. Camila en cuatro patas era follada por el chofer mientras mamaba al travesti. Deborah y Yanina mamaban a mi primo Javi mientras este las penetraba con los vibradores. Otro chico follaba a lo perrito a Pilar. Héctor, Mohamed y yo nos habíamos quedado con Carmen, quien era la más atractiva de todas las mujeres. Ella primero nos mamaba. Después Mohamed le corrió la diminuta tanguita roja que llevaba y se preparó para partirle el culo. Apoyó la polla en su ano y comenzó con sus embates. Ella mamando mi polla mientras la excitaba frotándole el clítoris con sus dedos. Los gemidos de Vanessa y Pamela. Ambas estaban disfrutando una doble penetración. Yo así tuve mi eyaculación en la boca de Carmen quien se tragó hasta la última gota. Después de correrme, Héctor tomó mi lugar y Mohamed alternaba sus envestidas entre el culo y el coño de Carmen. Ya lo había hecho varias veces y su polla ya le calzaba de maravillas en ambos orificios. Al parecer a Carmen le encantaba ser follada alternando penetraciones anales con vaginales. Los gemidos de Vanessa y Pamela estimulaban a Carmen. Entonces Mohamed, la me recostó de espadas en el piso, le levanto las piernas por sobre sus hombros y la penetró analmente hasta el fondo. Ella explotó y nos pidió a Héctor y a mí que pusiéramos nuestras pollas en su boca mientras se corría.
Al terminar Mohamed con Carmen vi que Isabel estaba de regreso. Tenía al negro con ella, penetrándola por la vagina. Bea, aún caliente entonces se abalanzó sobre Héctor pidiéndole que la folle. Cerca de ella, Camila era duramente follada por el culo por el travesti y se retorcía entre gemidos. Este la tenía con las manos apoyadas en el sillón y con el culo lleno de polla. Lo mismo ocurría con Deborah y Yanina que eran penetradas analmente por Javi y el chofer.
Yo me acerqué a Isabel, ella chupaba arrodillada chupando la polla de Moussa. Yo me eché boca arriba entre sus piernas. Ella las separó un poco más para dejar que entrase su cabeza, y así pudiera chuparle el coño y jugar con mis dedos en su culo. Estuve un rato haciéndolo, hasta que conseguí meterle cuatro dedos. Entonces Moussa se acostó en el piso boca arriba y ella fue a montarse sobre la polla de él. Por la fuerza y velocidad con que ella se movía, la polla daba la impresión de un pistón entrando y saliendo. Yo primero le lamí el ano y metí mi polla por él, quedando Isabel ensartada por ambos lados. Las lágrimas se le salían de los ojos, por el disfrute que le causaba para moverme con esas dos trancas dentro ella. A esas alturas, Pilar estaba sentada sobre un tipo que se encontraba en uno de los sillones y chupaba cualquier polla que se le pusiera enfrente. Ella tomaba las vergas chupándoselas consiguiendo que algunos se descargasen en su boca, su cara o en sus tetas.
Después de un rato se escuchó que Camila y Pamela conversaban animadamente. Camila argumentaba que la argentinas eran las mejores entregando el culo. Que disfrutaban muchísimos siendo enculadas. Que a pesar de no ser una puta actriz porno podía comerse más pijas por el culo que Pamela. Vanessa tercio en la discusión y sugirió que en lugar de seguir discutiendo se pusieran a prueba. Hizo que las dos se hincaran en cuatro patas, en un sillón de tres cuerpos que ahí había, y sus culos quedaron a la vista. Se formaron dos colas de cuatro hombres cada uno que simultáneamente las enculaban. Una vez que terminaban, dejaban su lugar al que seguía en la fila. Solamente no se sumaron a la fila Mohamed, que prefirió encular al travesti, el negro al que se lo llevo Bea y el chofer que aún tenía la polla flácida después de dos corridas. Al terminar la primera ronda, las dos mujeres seguían pidiendo más polla. Ambas tenían sus culos bien dilatados después de la sería de enculadas, pero estaban dispuestas a recibir más. Sin embargo, algunas de las otras mujeres reclamaron pollas para ellas y se decidió suspender el juego.
Al disgregarse nuestro grupo. Carmen decidió repetir con Mohamed junto con su amiga Pilar. Los sentaron en un sillón y después de mamarlo alternadamente se montaban sobre él y ensartaban la polla en sus coños. Isabel había vuelto a las doble penetraciones con dos de mis amigos. Vanessa y Pamela chupaban a Moussa. Después empezaron a jugar con sus dedos en el culo de él hasta que lo penetraron con un consolador. Luego lo hicieron sentar en el sillón y alternativamente lo follaban mientras él le chupaba las tetas. Parecía que el negro disfrutaba follándose a las dos hembras mientras estás le partían el culo. Bea por su parte follaba al chofer y a un chico que le daba por el culo. A pesar de ser la más mayor de todas las mujeres, sus grandes tetas y lo puta que era hacía que nunca le faltasen machos. Mientras un chico chupaba las tetas y mamaba la polla del travesti y un segundo lo enculaba. Camila y Deborah, las dos hermanas hacían un 69, y su amiga Yanina, la más pequeñita de todas las mujeres estaba frente a cuatro hombres que queríamos hacerla nuestra. Ella se arrodilló y empezó a mamarnos. Héctor se sentó en un sillón y le dijo, ven mi amor siéntate aquí, mostrándome una polla bien parada. Ella muy obediente se sentó introduciendo en su coñito la polla. Cuando estaba en esa posición me acerqué y ella se metió mi polla en la boca. Los otros se pusieron al costado de Yanina y ella agarró sus pollas, una con cada mano y comenzó a correrlas. Pronto Héctor descargó su semen dentro del chocho y seguidamente yo me corrí dentro de la boca. Entonces, uno a los Yanina había estado masturbando la hizo poner en cuatro patas y le empezó a lengüetear el ano. Dejándola en esa posición de perra, él se puso detrás de ella, le metió su polla en el culo y empezó a bombear. Luego, el otro que había sido masturbado se arrodilló frente a ella y le puso su polla en la boca. Así estuvieron hasta que los dos se corrieron.
Cuando terminamos Pamela y Vanessa estaban sentadas en un sillón con aires de divas. Desde su sillón llamaron Mohamed y comenzaron a chuparle los pezones y a toquetearlo. Una de ella se puso a lamerle el culo y a jugar con sus dedos en él. Eso al more no le gusto demasiado, pero ellas lo calentaban tanto que el no pida resistirse a lo que hacían. Al rato, repetía su escena con Moussa. Mohamed tenía un vibrador en el culo y ellas se montaban alternativamente sobre el dejando que les chupase las tetas. El chofer, algo cansado, se dedicaba a contemplar el espectáculo. En un rincón, Camila y Deborah follaban con Héctor y Javier. En otro, el travesti follaba a Yanina, mientras recibía por el culo a Moussa. Bea, su hija Carmen y Pilar, estaban las tres una al lado de la otra a lo perra, recibiendo cada una de ellas una polla en su culo. Yo y dos chicos más nos quedamos con Isabel. Ella estaba muy caliente, nosotros la chupábamos y toqueteábamos para que se caliente aún más. En un momento, un chico se acostó de espaldas en el piso y ella con ansias se abalanzó sobre él. Comenzó a cabalgarlo y sus gritos se oían en todo el salón. Ella estaba en trance cuando yo me acoplé por detrás. Le abrí el culo con los dedos y se la metí hasta lo más profundo del culo. El tercero se acercó a su boca y ella se puso a mamarlo desaforadamente. Estaba al límite. Los tres nos corrimos dentro de ella, casi en simultáneo y ella disfrutó de un orgasmo quedando casi desvanecida.
Habían pasado varía horas desde el inició de la orgia de cumpleaños de Isabel. Sin embargo, aquello no parecía decaer. Nos habíamos dado un respiro y bebíamos tragos que habían preparado Camila, Deborah y Yanina. También comíamos el resto de los aperitivos para recuperar fuerzas. Entonces, Vanessa y Pamela se tumbaron juntas y sin más preámbulos, se pusieron a comerse el coño la una a la otra, de tal forma que a mí se me hizo la boca agua y mi polla no paraba de palpitar. Yo me acerqué con mi polla tiesa y me coloqué entre ellas. Dos pares de manos agarraron con maestría mi polla y dos lenguas empezaron a chuparme. Yo gemía y jadeaba y ellas mamaban y se besaban, descargando lascivia en cada movimiento. Entonces las mandé cambiar de postura y las puse con el culo en pompa. Me las follé a las dos a intervalos, a ambas haciéndolas retorcerse. Ello reinició la orgía, las dos actrices porno se garraron dos machos cada una y para l goce de todos pidieron que les hagan una doble penetración anal. Era increíble ver como cada una de ella se tragaba dos pollas en simultáneo por el culo. Yo me limitaba a contemplar el espectáculo. Los seis hombres que quedaban libres eran insuficientes para las siete mujeres que quedaban. Entonces Yanina volvió a por el travesti. Así las siete mujeres fueron folladas simultáneamente por el culo. Mohamed y Moussa se encargaron de Isabel y Bea. Al rato las cosas habían cambiado. Vanessa y Pamela descansaban y bebían unos margaritas. Estoy había liberado a cuatro hombres para el resto de las mujeres. Yo y Mohamed volvimos a Carmen. Yo me acosté en el suelo y Carmen se sentó sobre mí, se la metí en su húmeda raja. De pronto ella gritó como puta desenfrenada, y era porque Mohamed le había metido su anaconda en el culo. Mientras yo me movía lentamente, Mohamed por el culo a 100 km/h. Entonces vino Javi y le metió su polla en la boca, pero no funcionaba. La polla se le salía de la boca con tanto grito. Entonces la jaló del cabello para que la polla le entrara toda. Ella se atragantaba pero comenzó a disfrutar del orgasmo de su vida, parecía que se iba a morir del orgasmo. Entonces, todos las sacamos al mismo tiempo, y ella quedó tirada en el sillón temblando, no podía hablar ni nada. De reojo pude ver como Bea e Isabel le hacían una doble mamada a Moussa. Además, Camila y Deborah eran penetradas doblemente. Ellas se besaban mientras ellos cuatro se la metían lo más duro que podían. Luego de un rato uno por uno empezaron a eyacular dentro ellas y ellas a gritar de placer. Por su parte, Carmen estaba fuera de sí en el suelo, reclamando que la volviésemos a penetrar.
Entonces intervinieron Pamela y Vanesa. Le dijeron a Carmen que era una buena puta, ninfómana insaciable. La pusieron de rodillas con la cabeza contra el suelo y metieron un vibrador en su chocho. Luego le hicieron que sacara culo y nos invitaron a encularla uno tras otro para satisfacerla. Su amiga Pilar dijo que eso era una bestialidad que la lastimaríamos. Dos chicos la se la llevaron con ellos y se encargaron de follársela para que no incordiase. Yo me acerqué a Carmen y lentamente pero de forma constante comencé a encularla. Al poco tiempo estaba toda dentro de ella quien arañaba el suelo, gemía de placer. Yo aceleré más, ella gritaba dolorida, hasta que minutos después, nos corrimos los dos, inundé su culo, momentos después saqué mi polla. Todas las otras mujeres, incluidas Pamela y Vanesa, y la travesti se dedicaban a mamar las otras pollas para que estén listas para continuar con la enculada masiva. Después de mi se acercó Héctor a Carmen y le preguntó – ¿Quieres otra polla yegua? A lo que ella contestó – Quiero sentir la polla de todos en mi culo. La excitación de los machos era tal que no lo dudaron. Héctor se corrió en menos de 5 minutos. Lo mismo les ocurrió a varios de los chicos. Los movimientos de las caderas y las nalgas de Carmen ayudaban a que todos acabarán rápidamente. Los últimos en encularla fueron Mohamed y Moussa. Metieron sus enormes pollas hasta el final. Después de que pasáramos los nueve por el culo de Carmen, su culo empezó a vomitar semen. Su ano estaba destrozado, abierto, enrojecido. Tras esto, la tumbamos en un sillón y ella se quedó dormida acurrucada.
Una vez terminamos con Carmen, Héctor cogió a Yanina de una brazo y le dijo – Ahora te toca a ti, flacucha. Es hora de que destrocemos tu lindo culito y goces como una perra. Entonces, Isabel interviene diciendo – Me decepcionáis mariquitas. Se levanta y se coloca frente a nosotros. – ¿Me vais a decir que preferís ese culito flacucho al mío, que está ansioso de ser follado? Entonces, nos dividimos en dos grupos y nos ponemos a sodomizarlas con violencia y velocidad. Al lado de Yanina e Isabel se coloca Bea, que solo consigue atraer a Mohamed. Moussa por su parte prefería encular al travesti. Camila y Deborah se entretenían en juegos lésbicos con Vanessa y Pamela. Pilar, estaba con Carmen algo preocupada por el estado en que había quedado después de la múltiple enculada. A Isabel y a Yanina le habían tocado cinco pollas por cabeza. Las dos nos dejan hacer complaciente, e incluso meneando el culo. A veces apretaban los dientes pues las embestidas les hacían doler. Sin embargo, nos pedían que no parásemos. Así estuvimos algo más de media hora. Cinco tres machos dedicados al ano de cada mujer, follándolo con violencia e intercambiándose cada cierto tiempo. Al terminar, las dos mujeres tienen su recto inundado de esperma. Las pobres no dan para más. Yanina se va a un sillón y se duerme. Pero Isabel, se mantiene aparentando estar entera y con aire lascivo.
Los hombres también estábamos cansados y ya se notaba la claridad de las primeras luces del día. Sin embargo, Camila, Deborah, Pamela y Vanessa que se habían estado tortilleando estaban con ganas de follar y se pusieron a mamarnos. Bea e Isabel se sumaron a ellas. Yo estaba con Vanessa. La muy puta es una excelente mamadora. Además de la mía se comía la polla del travesti. En un momento nos hizo dar vuelta y comenzó a chuparnos el culo mientras nos masturbaba con las manos. Rápidamente no penetró con dos vibradores. Después nos giró, acostó al travesti en el suelo y se montó sobre la polla de ella. A mí me hizo ir por su espalda y colocar mi polla en su esfínter. Yo se la metí de un golpe. Me sentía confortable con esa cosa me estaba llenando el culo y penetrándola a ella analmente. Me corrí dentro de ella. Su culo era espectacular, a pesar de lo trajinado que estaba ella conseguía apretar mi polla cerrando su esfínter. Mi polla quedaba tan bien calzada que no se escapó ni una gota de mi semen de su culo. Después de acabar ella me pidió que le sugiera dando hasta que ella se corriera. Después de llegar ella al orgasmo, Vanessa me chupo la polla hasta volver a ponerla enhiesta.
Al mirar a los demás vi como Camila y Deborah eran folladas doblemente por chicos que estaban parados. Al ser tan livianas, que las podían sostener solamente con sus pollas. Los cuerpos de ellas por la fuerza de gravedad se ensartaban tanto en las pollas que solamente dejaban ver los huevos de los chicos. Así estuvieron por varios minutos, en dos sándwiches sexuales exquisitos. Pamela por su parte practicaba un doble anal con Héctor y Javi. Por su parte, el chofer se concentraba en manosear el cuerpo de Bea mientras estas le hacia una cubana. Al mismo tiempo, ella estaba sentada sobre Moussa, con la polla de este dentro de su culo. Isabel por su parte estaba a lo perra mamado una polla y comiéndose la polla de Mohamed por el culo. El moro gritaba – tómala, tómala toda puta. Isabel disfrutaba e l enculada y se movía intensamente para hacerlo gozar a él. Al terminar Mohamed yo tomé su lugar. El ano de estaba ya muy dilatado, las gotas de semen de las anteriores enculadas lo inundaban y choreaban por su entrepierna. Al cabo de varios minutos gozando así, ella se zafó, me tumbó en el piso y se montó sobre mi polla y pidió que alguien se la metiese por el culo. Así fue y ella llegó de esa forma a un nuevo orgasmo.
Ya era casi de día, y a cada vez quedaba menos gente en pie. Camila y Deborah se había retirado a descansar. El chofer y el travesti dormían. Los chicos nos manteníamos en pie bebiendo bebidas energizante pero éramos diez piltrafas. Isabel estaba fuera de sí. Por su cumpleaños quería seguir follando, mostrar que podía más que ninguna. Incluso más que las dos actrices porno. Entonces, volvió a tomar la iniciativa. Se levantó y se acercó a mí, me besó y me cogió firmemente el pene, pasó la mano por mis testículos. Yo estaba caliente de nuevo, le aparté las manos y me tumbé en el piso. Se puso encima, pasé mis dedos por su mojada rajita, y se metió mi pene, ella soltó un gemido. Inmediatamente empezó a botar, quería sentir mi miembro dentro de ella, pero para mi sorpresa, a los pocos saltos ya estaba corriéndose y gritando de placer. Tras esto, me levanté, la lancé al suelo, ella cayó a cuatro patas, me puse detrás y la penetré bruscamente por el coño, tras esto, empecé a darle fuertemente, hincando profundamente mi polla. Ella tenía que hacer fuerza con los brazos para no irse hacia delante, hasta que ella nuevamente llegó a otro orgasmo, que coincidió con el mío.
Al rato, se levantó, y caminó hacia Héctor, agarró su pene con la mano, y se lo metió en la boca. Entonces, un chico se acercó a ella y se dedicó a lamerla y a meterle levemente los dedos en el coño. Ella se sentó en la polla de Héctor y volvió a botar, estuvo así hasta que nuevamente se corrió, se quitó de encima y le pidió al tercer chico que la follase. Mientras tanto, el resto no había perdido el tiempo. Bea estaba tumbada boca arriba, y era follada por un chico. Vanessa y Pamela se tragaban por el culo cada otra polla mientras mamaban a Mohamed y Moussa respectivamente. Entonces Bea hizo algo nuevo. Se puso en cuclillas y recogió con su mano parte del semen que salía de su culo y de su coño. Luego se lo esparció por el pecho, tas lo cual se lamió el dedo anular y empezó a introducírselo por el ano, hasta que se lo metió hasta el fondo. Lo dejó dentro unos minutos, después se lo sacó y se puso a cuatro patas. Llamó a un chico, le chupó un poco la polla y le pido que la enculara. Este lo hizo bruscamente. Ella soltaba en cada movimiento grandes alaridos y disfrutaba fuera de sí. Después descansó unos minutos. Vanessa y Pamela se acercaron a ella. Llamarón a Moussa le chuparon la polla y le dijeron que se tumbe. Cuando lo hizo, ordenaron a Isabel que se siente encima de él y se la meta en el coño. Entonces llamaron al moro, lo mamaron hasta pararle la polla e hicieron que penetrase analmente a Isabel. La polla de Mohamed entra con violencia y parce que destroza el recto de Isabel. Ella vuelve a gritar de dolor y placer. Durante más de un cuarto de hora, ambos hombres no cesan en su empeño de infringirla dolor y placer hasta que consiguen que ella se corra entre jadeos y gritos de placer. Al mismo tiempo el negro se corre también. Él e Isabel entonces se quedan quietos tras terminar, pero el enculador no pierde el ritmo y continúa hasta correrse dentro del recto de Isabel.
Los tres cuerpos se separan y Vanessa le dice a Isabel – Ahora vas a saber lo que es una buena enculada. Isabel mira algo extrañada. Vanessa y Pamela llevan a Isabel a un taburete. La colocan sobre dejando el culo bien expuesto, con las piernas por ambos lados del taburete y con las manos detrás de la cabeza atadas fuertemente con unas medias de mujer. Con otra media le amordazaron la boca. Entonces hacen que un chico se coloqué detrás de ella y la embista por el culo sin mediar palabra, comenzando a follarla sin piedad. Isabel apenas puede moverse. Así es sodomizada por cada uno de nosotros una vez más. Totalmente inmovilizada nos corremos dentro de ella inundando de nuevo el recto. Entonces, Vanessa y Pamela nos hacen alejarnos de Isabel. Isabel, esta extenuada y algo asustada. Pregunta que le van a hacer y no obtiene respuesta. A Isabel le preocupa haber perdido el control de la situación. Pero sale de dudas cuando Vanessa se acerca a ella y le dice – Ahora vas a tener lo que buscabas. Te voy a ensartar con mi brazo hasta tus entrañas. Agarra sus dedos y primero los mete en el coño de Isabel. Los saca y están empapados de esperma y de los jugos de la vagina de Isabel. Luego mete cuatro dedos en el culo de Isabel. Así dilata el culo de Isabel. Sonia intenta gritar y desligarse sin éxito. Pero Pamela la sujeta. La situación ha cambiado de forma muy radical. Isabel se ha convertido en la esclava de las dos actrices porno. Los que seguimos en pie solo atinamos a mirar extasiados por lo que vemos. Vanessa continua trabajando en el culo de Isabel, ya ha metido su mano completa. Entonces la retira. Cierra el puño y penetra a Isabel de golpe con su puño, ensanchando el esfínter al máximo y robando un par de lágrimas de dolor de los ojos de Isabel, que, sin poder gritar se limita a intentar moverse para zafarse. No lo consigue y siente como, sin remisión, aquello le dilata el ano como nunca antes lo había sentido. Al llegar a la mitad del antebrazo, Vanessa se detiene. – ¿Verdad que esto es lo que querías, guarra? – le increpa a Isabel al tiempo que sigue profundizando hasta meter su brazo casi hasta el codo. Isabel no disimula el gesto de dolor mientras siente como aquello el brazo de Vanessa entra y sale cada vez con más ligereza de su culo. Sin duda el esfínter no da más de sí pero cede lo suficiente. Tras unos interminables minutos, Vanessa introduce su otro brazo por el coño de Isabel. La folla con ganas con ambos brazos metiéndolos y sacándolos del recto y la vagina. Parece que la situación excita bastante a Vanessa y Pamela. Después de un rato Vanessa retira sus dos brazos de golpe y deja a Isabel sufriendo temblores como una epiléptica. .- ¿Verdad que te ha gustado puta? ¿Es esto lo que querías? – Pregunta Vanessa con aire socarrón. Isabel que si con la cabeza y con los ojos encharcados en lágrimas. Entonces Vanessa le libera la boca y hace que Isabel le limpie con su lengua los dedos de la mano derecha que están llenos de mierda. Cuando termina le dice de forma compasiva, ahora te dejaremos que le hagas una buena mamada al moro y al negro y te dejamos en paz mientras nosotras dos nos divertimos con los machos que aún quedan. Isabel responde afirmativamente con la cabeza ya que no tiene fuerzas para otra cosa. Entonces la trasladan a un sillón y sin más explicaciones, el negro mete su polla hasta los huevos en la boca de Isabel. Esta entre arcadas se esmera en hacerlo lo mejor que puede. Tras unos minutos consigue que el negro se corra llenando su boca de leche. Ella traga como puede y se dispone a recibir la segunda polla en la boca. Ésta, al ser más gruesa entra menos, pero del mismo modo se emplea a fondo para que se corra el moro. Tras bastantes minutos lo consigue, recibiendo de nuevo en su boca un par de descargas de leche que traga. Ambos hombres se separan de ella y ella queda sola en situación, completamente exhausta, inerme, y desamparada.
Por su parte, Vanesa y Pamela solo tuvieron que decirnos, chicos vengan a follarnos. Las dos en simultaneo de metieron un vibrador en sus coños y se llevaron cada una a cuatro de nosotros. Las dos se pusieron en cuatro patas como perras y nos pidieron que las penetremos analmente. Comenzaron dos chicos. Mientras eran penetradas ellas rotaban las caderas acompasadamente. El resto nos pusimos en fila esperando nuestros turnos más que calientes. Entonces, reaparecieron Moussa y Mohamed y le pidieron a Pamela y Vanessa que se las chupen. Antes de que terminen su petición las pollas ya estaban entre los labios de ellas. La primera pareja de chicos se corrió dentro de sus culos. Con gran destreza el resto de nosotros procedimos a hacer relevos. Javi y yo fuimos la cuarta pareja en encargarnos de los culos de Vanessa y Pamela. La cincuentona y al cuarentona eran realmente buenas follando y sus culo eran más que apetecibles a pesar de sus edades. Al final, las dos mujeres llegaron al orgasmo y el negro y el moro eyacularon en las bocas de ellas, quienes a pesar de nuestro cansancio consiguieron que nos comportásemos como unos sementales y nos dieron un servicio de primera dejándonos absolutamente satisfechos. Ellas por su parte, estaban felices y listas para marcharse. Habían pasado una noche de lujuria y se llevaban 2000 euros cada una en su cartera. Antes de marcharse, Pamela y Vanessa pasaron a saludar a Isabel. Le dieron un beso de lengua en la boca y la dejaron de regalo sus dos vibradores dentro del culo y la vagina. Isabel sin fuerzas solo esbozo una sonrisa de aprobación.
Ya de mañana todos nos fuimos marchando. Varias de las mujeres por la forma de caminar claramente evidenciaban que tenían escozor y molestias anales. Una de las que más lo evidenciaba era Carmen. En un futuro encuentro con Bea, esta nos contó que por un tiempo su hija estuvo con problemas de incontinencia anal. Sin embargo, nos contó que le gustaría repetir la experiencia. La que llevaba las peores consecuencias era Isabel. Casi no podía caminar y tenía fiebre, por lo cual se quedó en casa de Bea. Le tomó más de una semana moverse con comodidad. Sin embargo, quedó completamente feliz por su fiesta de cumpleaños elucubrando planes para su 42 cumpleaños.
La fiesta seria en el chalet de Bea, quien vive sola. La fecha escogida coincidía con el salón erótico en Valencia. Primero se me ocurrió que acudiésemos todos al salón y que después fuésemos a lo de Bea. Pero éramos multitud, lo cual complicaba la logística. Entonces le propuse a Isabel contratar a dos de las actrices que acudían al salón erótico para que monten una actuación para nosotros. Después de algunas averiguaciones, resulto que por unos 4000 euros podíamos traer a dos actrices. Entre los chicos juntamos unos 2000 e Isabel aceptó poner el resto. Con ese presupuesto pudimos apuntar a dos actrices maduras, una brasilera rubia de casi 40 años, Pamela B, a la cual yo conocía de una películas que hizo para su treinta cumpleaños, follando en una gangbang con 30 negros; y una argentina pelirroja de 50, que se mantiene muy bien y es muy atractiva y sugerente, Vanessa B. A esta también yo la conocía de sus películas. Llegado el día de la fiesta nos juntamos todos en casa de Bea. Carmen, su hija vino con una amiga. Pilar, una casada de unos treinta años, alta, de un 1.80 mm, también bien dotada de tetas. Camila y su hermana Deborah también trajeron una amiga, Yanina. Tanto Yanina como Deborah eran muy delgadas y apenas tenían tetas. A pesar de sus 18 años parecían dos crías, lo cual despertó el morbo de muchos. Héctor, Mohamed y Moussa al llegar lo hicieron con un travesti brasilero, algo que sorprendió a todos. Las últimas en llegar fueron Pamela B y Vanessa B. Lo hicieron en una limusina. Las dos llamaron la atención de hombres y mujeres. Bajaron de la limo vistiendo solamente lencería erótica y con unos tacones de 12 cm. Bea, por su parte invitó sensualmente al chofer de la limo a que se quedase.
El chalet de Bea es muy amplio y tiene un salón de fiestas muy cómodo con sillones y mesas donde había bebidas y aperitivos. Entramos todos al salón Y Pamela y Vanesa me preguntaron quién era la que cumplía años y yo las indique a Isabel. Aprovechando que estábamos en verano, Isabel llevaba un vestido muy corto y escotado que dejaba ver sus nuevas tetas y su tanga de color blanco. Vanesa y Pamela se acercaron a Isabel y se pudieron a bailar sensualmente alrededor de ella. De a poco le quitaron el vestido y comenzaron a manosearla. Isabel era receptiva a los tocamientos y tampoco desaprovechada la oportunidad de tocar a las otras dos mujeres. Pronto las tres estaban casi en pelotas rozándose entre ellas. Vanessa entonces le quito el sujetador a Isabel y a lamerle las tetas. Al mismo tiempo Pamela le quitó las bragas se arrodillo y pasó a comerle el coño. Vanessa abrazo a Isabel por la espalda mientras le pellizcaba los pezones. Isabel entonces giró su rostro y se besaron en un lascivo beso. Isabel ya estaba muy caliente, excitada se giró y abrazó a Vanessa frotándose contra ella sin descanso. Pamela, situándose tras Isabel besaba sus hombros y le clavaba los duros pechos en la espalda mientras sus manos recorrían sujetaban los glúteos de Isabel. Entonces entre las dos llevaron a Isabel a una mesa y la acostaron sobre ella. Mientras las dos le lamian las tetas, la penetraron vaginalmente con un vibrador dorado. Poco después lo hicieron analmente con otro vibrador. El cuerpo de Isabel comenzó a contorsionarse a causa del placer. El resto de los asistentes estábamos más que calientes con el espectáculo. Todos los hombres teníamos nuestras pollas afuera y enhiestas. El resto de las mujeres y el travesti se pusieron a mamárnoslas. Vanessa y Pamela se llevaron dos chicos cada una. Moussa se acercó a la mesa y le dio su polla de 30 cm a Isabel par que se la coma. Eso fue el sumun para Isabel. Por primeras vez saboreaba la polla de un negro, al mismo tiempo que dos vibradores la doble penetraban. En pocos minutos, todos los machos estábamos listos para eyacular. El primero fue Moussa que inundó la boca de Isabel, y con su leche también le mancho la cara. Al resto Vanessa y Pamela nos hicieron acercarnos a la mesa y eyacular sobre Isabel, quien quedó completamente bañada en esperma. Así Isabel llegó a su primer orgasmo.
Mientras Isabel se duchaba, el resto continuamos en acción. Cada una de las actrices se había llevado a dos machos con los que se entretenían. Bea mamaba y hacia una cubana a Moussa. Camila en cuatro patas era follada por el chofer mientras mamaba al travesti. Deborah y Yanina mamaban a mi primo Javi mientras este las penetraba con los vibradores. Otro chico follaba a lo perrito a Pilar. Héctor, Mohamed y yo nos habíamos quedado con Carmen, quien era la más atractiva de todas las mujeres. Ella primero nos mamaba. Después Mohamed le corrió la diminuta tanguita roja que llevaba y se preparó para partirle el culo. Apoyó la polla en su ano y comenzó con sus embates. Ella mamando mi polla mientras la excitaba frotándole el clítoris con sus dedos. Los gemidos de Vanessa y Pamela. Ambas estaban disfrutando una doble penetración. Yo así tuve mi eyaculación en la boca de Carmen quien se tragó hasta la última gota. Después de correrme, Héctor tomó mi lugar y Mohamed alternaba sus envestidas entre el culo y el coño de Carmen. Ya lo había hecho varias veces y su polla ya le calzaba de maravillas en ambos orificios. Al parecer a Carmen le encantaba ser follada alternando penetraciones anales con vaginales. Los gemidos de Vanessa y Pamela estimulaban a Carmen. Entonces Mohamed, la me recostó de espadas en el piso, le levanto las piernas por sobre sus hombros y la penetró analmente hasta el fondo. Ella explotó y nos pidió a Héctor y a mí que pusiéramos nuestras pollas en su boca mientras se corría.
Al terminar Mohamed con Carmen vi que Isabel estaba de regreso. Tenía al negro con ella, penetrándola por la vagina. Bea, aún caliente entonces se abalanzó sobre Héctor pidiéndole que la folle. Cerca de ella, Camila era duramente follada por el culo por el travesti y se retorcía entre gemidos. Este la tenía con las manos apoyadas en el sillón y con el culo lleno de polla. Lo mismo ocurría con Deborah y Yanina que eran penetradas analmente por Javi y el chofer.
Yo me acerqué a Isabel, ella chupaba arrodillada chupando la polla de Moussa. Yo me eché boca arriba entre sus piernas. Ella las separó un poco más para dejar que entrase su cabeza, y así pudiera chuparle el coño y jugar con mis dedos en su culo. Estuve un rato haciéndolo, hasta que conseguí meterle cuatro dedos. Entonces Moussa se acostó en el piso boca arriba y ella fue a montarse sobre la polla de él. Por la fuerza y velocidad con que ella se movía, la polla daba la impresión de un pistón entrando y saliendo. Yo primero le lamí el ano y metí mi polla por él, quedando Isabel ensartada por ambos lados. Las lágrimas se le salían de los ojos, por el disfrute que le causaba para moverme con esas dos trancas dentro ella. A esas alturas, Pilar estaba sentada sobre un tipo que se encontraba en uno de los sillones y chupaba cualquier polla que se le pusiera enfrente. Ella tomaba las vergas chupándoselas consiguiendo que algunos se descargasen en su boca, su cara o en sus tetas.
Después de un rato se escuchó que Camila y Pamela conversaban animadamente. Camila argumentaba que la argentinas eran las mejores entregando el culo. Que disfrutaban muchísimos siendo enculadas. Que a pesar de no ser una puta actriz porno podía comerse más pijas por el culo que Pamela. Vanessa tercio en la discusión y sugirió que en lugar de seguir discutiendo se pusieran a prueba. Hizo que las dos se hincaran en cuatro patas, en un sillón de tres cuerpos que ahí había, y sus culos quedaron a la vista. Se formaron dos colas de cuatro hombres cada uno que simultáneamente las enculaban. Una vez que terminaban, dejaban su lugar al que seguía en la fila. Solamente no se sumaron a la fila Mohamed, que prefirió encular al travesti, el negro al que se lo llevo Bea y el chofer que aún tenía la polla flácida después de dos corridas. Al terminar la primera ronda, las dos mujeres seguían pidiendo más polla. Ambas tenían sus culos bien dilatados después de la sería de enculadas, pero estaban dispuestas a recibir más. Sin embargo, algunas de las otras mujeres reclamaron pollas para ellas y se decidió suspender el juego.
Al disgregarse nuestro grupo. Carmen decidió repetir con Mohamed junto con su amiga Pilar. Los sentaron en un sillón y después de mamarlo alternadamente se montaban sobre él y ensartaban la polla en sus coños. Isabel había vuelto a las doble penetraciones con dos de mis amigos. Vanessa y Pamela chupaban a Moussa. Después empezaron a jugar con sus dedos en el culo de él hasta que lo penetraron con un consolador. Luego lo hicieron sentar en el sillón y alternativamente lo follaban mientras él le chupaba las tetas. Parecía que el negro disfrutaba follándose a las dos hembras mientras estás le partían el culo. Bea por su parte follaba al chofer y a un chico que le daba por el culo. A pesar de ser la más mayor de todas las mujeres, sus grandes tetas y lo puta que era hacía que nunca le faltasen machos. Mientras un chico chupaba las tetas y mamaba la polla del travesti y un segundo lo enculaba. Camila y Deborah, las dos hermanas hacían un 69, y su amiga Yanina, la más pequeñita de todas las mujeres estaba frente a cuatro hombres que queríamos hacerla nuestra. Ella se arrodilló y empezó a mamarnos. Héctor se sentó en un sillón y le dijo, ven mi amor siéntate aquí, mostrándome una polla bien parada. Ella muy obediente se sentó introduciendo en su coñito la polla. Cuando estaba en esa posición me acerqué y ella se metió mi polla en la boca. Los otros se pusieron al costado de Yanina y ella agarró sus pollas, una con cada mano y comenzó a correrlas. Pronto Héctor descargó su semen dentro del chocho y seguidamente yo me corrí dentro de la boca. Entonces, uno a los Yanina había estado masturbando la hizo poner en cuatro patas y le empezó a lengüetear el ano. Dejándola en esa posición de perra, él se puso detrás de ella, le metió su polla en el culo y empezó a bombear. Luego, el otro que había sido masturbado se arrodilló frente a ella y le puso su polla en la boca. Así estuvieron hasta que los dos se corrieron.
Cuando terminamos Pamela y Vanessa estaban sentadas en un sillón con aires de divas. Desde su sillón llamaron Mohamed y comenzaron a chuparle los pezones y a toquetearlo. Una de ella se puso a lamerle el culo y a jugar con sus dedos en él. Eso al more no le gusto demasiado, pero ellas lo calentaban tanto que el no pida resistirse a lo que hacían. Al rato, repetía su escena con Moussa. Mohamed tenía un vibrador en el culo y ellas se montaban alternativamente sobre el dejando que les chupase las tetas. El chofer, algo cansado, se dedicaba a contemplar el espectáculo. En un rincón, Camila y Deborah follaban con Héctor y Javier. En otro, el travesti follaba a Yanina, mientras recibía por el culo a Moussa. Bea, su hija Carmen y Pilar, estaban las tres una al lado de la otra a lo perra, recibiendo cada una de ellas una polla en su culo. Yo y dos chicos más nos quedamos con Isabel. Ella estaba muy caliente, nosotros la chupábamos y toqueteábamos para que se caliente aún más. En un momento, un chico se acostó de espaldas en el piso y ella con ansias se abalanzó sobre él. Comenzó a cabalgarlo y sus gritos se oían en todo el salón. Ella estaba en trance cuando yo me acoplé por detrás. Le abrí el culo con los dedos y se la metí hasta lo más profundo del culo. El tercero se acercó a su boca y ella se puso a mamarlo desaforadamente. Estaba al límite. Los tres nos corrimos dentro de ella, casi en simultáneo y ella disfrutó de un orgasmo quedando casi desvanecida.
Habían pasado varía horas desde el inició de la orgia de cumpleaños de Isabel. Sin embargo, aquello no parecía decaer. Nos habíamos dado un respiro y bebíamos tragos que habían preparado Camila, Deborah y Yanina. También comíamos el resto de los aperitivos para recuperar fuerzas. Entonces, Vanessa y Pamela se tumbaron juntas y sin más preámbulos, se pusieron a comerse el coño la una a la otra, de tal forma que a mí se me hizo la boca agua y mi polla no paraba de palpitar. Yo me acerqué con mi polla tiesa y me coloqué entre ellas. Dos pares de manos agarraron con maestría mi polla y dos lenguas empezaron a chuparme. Yo gemía y jadeaba y ellas mamaban y se besaban, descargando lascivia en cada movimiento. Entonces las mandé cambiar de postura y las puse con el culo en pompa. Me las follé a las dos a intervalos, a ambas haciéndolas retorcerse. Ello reinició la orgía, las dos actrices porno se garraron dos machos cada una y para l goce de todos pidieron que les hagan una doble penetración anal. Era increíble ver como cada una de ella se tragaba dos pollas en simultáneo por el culo. Yo me limitaba a contemplar el espectáculo. Los seis hombres que quedaban libres eran insuficientes para las siete mujeres que quedaban. Entonces Yanina volvió a por el travesti. Así las siete mujeres fueron folladas simultáneamente por el culo. Mohamed y Moussa se encargaron de Isabel y Bea. Al rato las cosas habían cambiado. Vanessa y Pamela descansaban y bebían unos margaritas. Estoy había liberado a cuatro hombres para el resto de las mujeres. Yo y Mohamed volvimos a Carmen. Yo me acosté en el suelo y Carmen se sentó sobre mí, se la metí en su húmeda raja. De pronto ella gritó como puta desenfrenada, y era porque Mohamed le había metido su anaconda en el culo. Mientras yo me movía lentamente, Mohamed por el culo a 100 km/h. Entonces vino Javi y le metió su polla en la boca, pero no funcionaba. La polla se le salía de la boca con tanto grito. Entonces la jaló del cabello para que la polla le entrara toda. Ella se atragantaba pero comenzó a disfrutar del orgasmo de su vida, parecía que se iba a morir del orgasmo. Entonces, todos las sacamos al mismo tiempo, y ella quedó tirada en el sillón temblando, no podía hablar ni nada. De reojo pude ver como Bea e Isabel le hacían una doble mamada a Moussa. Además, Camila y Deborah eran penetradas doblemente. Ellas se besaban mientras ellos cuatro se la metían lo más duro que podían. Luego de un rato uno por uno empezaron a eyacular dentro ellas y ellas a gritar de placer. Por su parte, Carmen estaba fuera de sí en el suelo, reclamando que la volviésemos a penetrar.
Entonces intervinieron Pamela y Vanesa. Le dijeron a Carmen que era una buena puta, ninfómana insaciable. La pusieron de rodillas con la cabeza contra el suelo y metieron un vibrador en su chocho. Luego le hicieron que sacara culo y nos invitaron a encularla uno tras otro para satisfacerla. Su amiga Pilar dijo que eso era una bestialidad que la lastimaríamos. Dos chicos la se la llevaron con ellos y se encargaron de follársela para que no incordiase. Yo me acerqué a Carmen y lentamente pero de forma constante comencé a encularla. Al poco tiempo estaba toda dentro de ella quien arañaba el suelo, gemía de placer. Yo aceleré más, ella gritaba dolorida, hasta que minutos después, nos corrimos los dos, inundé su culo, momentos después saqué mi polla. Todas las otras mujeres, incluidas Pamela y Vanesa, y la travesti se dedicaban a mamar las otras pollas para que estén listas para continuar con la enculada masiva. Después de mi se acercó Héctor a Carmen y le preguntó – ¿Quieres otra polla yegua? A lo que ella contestó – Quiero sentir la polla de todos en mi culo. La excitación de los machos era tal que no lo dudaron. Héctor se corrió en menos de 5 minutos. Lo mismo les ocurrió a varios de los chicos. Los movimientos de las caderas y las nalgas de Carmen ayudaban a que todos acabarán rápidamente. Los últimos en encularla fueron Mohamed y Moussa. Metieron sus enormes pollas hasta el final. Después de que pasáramos los nueve por el culo de Carmen, su culo empezó a vomitar semen. Su ano estaba destrozado, abierto, enrojecido. Tras esto, la tumbamos en un sillón y ella se quedó dormida acurrucada.
Una vez terminamos con Carmen, Héctor cogió a Yanina de una brazo y le dijo – Ahora te toca a ti, flacucha. Es hora de que destrocemos tu lindo culito y goces como una perra. Entonces, Isabel interviene diciendo – Me decepcionáis mariquitas. Se levanta y se coloca frente a nosotros. – ¿Me vais a decir que preferís ese culito flacucho al mío, que está ansioso de ser follado? Entonces, nos dividimos en dos grupos y nos ponemos a sodomizarlas con violencia y velocidad. Al lado de Yanina e Isabel se coloca Bea, que solo consigue atraer a Mohamed. Moussa por su parte prefería encular al travesti. Camila y Deborah se entretenían en juegos lésbicos con Vanessa y Pamela. Pilar, estaba con Carmen algo preocupada por el estado en que había quedado después de la múltiple enculada. A Isabel y a Yanina le habían tocado cinco pollas por cabeza. Las dos nos dejan hacer complaciente, e incluso meneando el culo. A veces apretaban los dientes pues las embestidas les hacían doler. Sin embargo, nos pedían que no parásemos. Así estuvimos algo más de media hora. Cinco tres machos dedicados al ano de cada mujer, follándolo con violencia e intercambiándose cada cierto tiempo. Al terminar, las dos mujeres tienen su recto inundado de esperma. Las pobres no dan para más. Yanina se va a un sillón y se duerme. Pero Isabel, se mantiene aparentando estar entera y con aire lascivo.
Los hombres también estábamos cansados y ya se notaba la claridad de las primeras luces del día. Sin embargo, Camila, Deborah, Pamela y Vanessa que se habían estado tortilleando estaban con ganas de follar y se pusieron a mamarnos. Bea e Isabel se sumaron a ellas. Yo estaba con Vanessa. La muy puta es una excelente mamadora. Además de la mía se comía la polla del travesti. En un momento nos hizo dar vuelta y comenzó a chuparnos el culo mientras nos masturbaba con las manos. Rápidamente no penetró con dos vibradores. Después nos giró, acostó al travesti en el suelo y se montó sobre la polla de ella. A mí me hizo ir por su espalda y colocar mi polla en su esfínter. Yo se la metí de un golpe. Me sentía confortable con esa cosa me estaba llenando el culo y penetrándola a ella analmente. Me corrí dentro de ella. Su culo era espectacular, a pesar de lo trajinado que estaba ella conseguía apretar mi polla cerrando su esfínter. Mi polla quedaba tan bien calzada que no se escapó ni una gota de mi semen de su culo. Después de acabar ella me pidió que le sugiera dando hasta que ella se corriera. Después de llegar ella al orgasmo, Vanessa me chupo la polla hasta volver a ponerla enhiesta.
Al mirar a los demás vi como Camila y Deborah eran folladas doblemente por chicos que estaban parados. Al ser tan livianas, que las podían sostener solamente con sus pollas. Los cuerpos de ellas por la fuerza de gravedad se ensartaban tanto en las pollas que solamente dejaban ver los huevos de los chicos. Así estuvieron por varios minutos, en dos sándwiches sexuales exquisitos. Pamela por su parte practicaba un doble anal con Héctor y Javi. Por su parte, el chofer se concentraba en manosear el cuerpo de Bea mientras estas le hacia una cubana. Al mismo tiempo, ella estaba sentada sobre Moussa, con la polla de este dentro de su culo. Isabel por su parte estaba a lo perra mamado una polla y comiéndose la polla de Mohamed por el culo. El moro gritaba – tómala, tómala toda puta. Isabel disfrutaba e l enculada y se movía intensamente para hacerlo gozar a él. Al terminar Mohamed yo tomé su lugar. El ano de estaba ya muy dilatado, las gotas de semen de las anteriores enculadas lo inundaban y choreaban por su entrepierna. Al cabo de varios minutos gozando así, ella se zafó, me tumbó en el piso y se montó sobre mi polla y pidió que alguien se la metiese por el culo. Así fue y ella llegó de esa forma a un nuevo orgasmo.
Ya era casi de día, y a cada vez quedaba menos gente en pie. Camila y Deborah se había retirado a descansar. El chofer y el travesti dormían. Los chicos nos manteníamos en pie bebiendo bebidas energizante pero éramos diez piltrafas. Isabel estaba fuera de sí. Por su cumpleaños quería seguir follando, mostrar que podía más que ninguna. Incluso más que las dos actrices porno. Entonces, volvió a tomar la iniciativa. Se levantó y se acercó a mí, me besó y me cogió firmemente el pene, pasó la mano por mis testículos. Yo estaba caliente de nuevo, le aparté las manos y me tumbé en el piso. Se puso encima, pasé mis dedos por su mojada rajita, y se metió mi pene, ella soltó un gemido. Inmediatamente empezó a botar, quería sentir mi miembro dentro de ella, pero para mi sorpresa, a los pocos saltos ya estaba corriéndose y gritando de placer. Tras esto, me levanté, la lancé al suelo, ella cayó a cuatro patas, me puse detrás y la penetré bruscamente por el coño, tras esto, empecé a darle fuertemente, hincando profundamente mi polla. Ella tenía que hacer fuerza con los brazos para no irse hacia delante, hasta que ella nuevamente llegó a otro orgasmo, que coincidió con el mío.
Al rato, se levantó, y caminó hacia Héctor, agarró su pene con la mano, y se lo metió en la boca. Entonces, un chico se acercó a ella y se dedicó a lamerla y a meterle levemente los dedos en el coño. Ella se sentó en la polla de Héctor y volvió a botar, estuvo así hasta que nuevamente se corrió, se quitó de encima y le pidió al tercer chico que la follase. Mientras tanto, el resto no había perdido el tiempo. Bea estaba tumbada boca arriba, y era follada por un chico. Vanessa y Pamela se tragaban por el culo cada otra polla mientras mamaban a Mohamed y Moussa respectivamente. Entonces Bea hizo algo nuevo. Se puso en cuclillas y recogió con su mano parte del semen que salía de su culo y de su coño. Luego se lo esparció por el pecho, tas lo cual se lamió el dedo anular y empezó a introducírselo por el ano, hasta que se lo metió hasta el fondo. Lo dejó dentro unos minutos, después se lo sacó y se puso a cuatro patas. Llamó a un chico, le chupó un poco la polla y le pido que la enculara. Este lo hizo bruscamente. Ella soltaba en cada movimiento grandes alaridos y disfrutaba fuera de sí. Después descansó unos minutos. Vanessa y Pamela se acercaron a ella. Llamarón a Moussa le chuparon la polla y le dijeron que se tumbe. Cuando lo hizo, ordenaron a Isabel que se siente encima de él y se la meta en el coño. Entonces llamaron al moro, lo mamaron hasta pararle la polla e hicieron que penetrase analmente a Isabel. La polla de Mohamed entra con violencia y parce que destroza el recto de Isabel. Ella vuelve a gritar de dolor y placer. Durante más de un cuarto de hora, ambos hombres no cesan en su empeño de infringirla dolor y placer hasta que consiguen que ella se corra entre jadeos y gritos de placer. Al mismo tiempo el negro se corre también. Él e Isabel entonces se quedan quietos tras terminar, pero el enculador no pierde el ritmo y continúa hasta correrse dentro del recto de Isabel.
Los tres cuerpos se separan y Vanessa le dice a Isabel – Ahora vas a saber lo que es una buena enculada. Isabel mira algo extrañada. Vanessa y Pamela llevan a Isabel a un taburete. La colocan sobre dejando el culo bien expuesto, con las piernas por ambos lados del taburete y con las manos detrás de la cabeza atadas fuertemente con unas medias de mujer. Con otra media le amordazaron la boca. Entonces hacen que un chico se coloqué detrás de ella y la embista por el culo sin mediar palabra, comenzando a follarla sin piedad. Isabel apenas puede moverse. Así es sodomizada por cada uno de nosotros una vez más. Totalmente inmovilizada nos corremos dentro de ella inundando de nuevo el recto. Entonces, Vanessa y Pamela nos hacen alejarnos de Isabel. Isabel, esta extenuada y algo asustada. Pregunta que le van a hacer y no obtiene respuesta. A Isabel le preocupa haber perdido el control de la situación. Pero sale de dudas cuando Vanessa se acerca a ella y le dice – Ahora vas a tener lo que buscabas. Te voy a ensartar con mi brazo hasta tus entrañas. Agarra sus dedos y primero los mete en el coño de Isabel. Los saca y están empapados de esperma y de los jugos de la vagina de Isabel. Luego mete cuatro dedos en el culo de Isabel. Así dilata el culo de Isabel. Sonia intenta gritar y desligarse sin éxito. Pero Pamela la sujeta. La situación ha cambiado de forma muy radical. Isabel se ha convertido en la esclava de las dos actrices porno. Los que seguimos en pie solo atinamos a mirar extasiados por lo que vemos. Vanessa continua trabajando en el culo de Isabel, ya ha metido su mano completa. Entonces la retira. Cierra el puño y penetra a Isabel de golpe con su puño, ensanchando el esfínter al máximo y robando un par de lágrimas de dolor de los ojos de Isabel, que, sin poder gritar se limita a intentar moverse para zafarse. No lo consigue y siente como, sin remisión, aquello le dilata el ano como nunca antes lo había sentido. Al llegar a la mitad del antebrazo, Vanessa se detiene. – ¿Verdad que esto es lo que querías, guarra? – le increpa a Isabel al tiempo que sigue profundizando hasta meter su brazo casi hasta el codo. Isabel no disimula el gesto de dolor mientras siente como aquello el brazo de Vanessa entra y sale cada vez con más ligereza de su culo. Sin duda el esfínter no da más de sí pero cede lo suficiente. Tras unos interminables minutos, Vanessa introduce su otro brazo por el coño de Isabel. La folla con ganas con ambos brazos metiéndolos y sacándolos del recto y la vagina. Parece que la situación excita bastante a Vanessa y Pamela. Después de un rato Vanessa retira sus dos brazos de golpe y deja a Isabel sufriendo temblores como una epiléptica. .- ¿Verdad que te ha gustado puta? ¿Es esto lo que querías? – Pregunta Vanessa con aire socarrón. Isabel que si con la cabeza y con los ojos encharcados en lágrimas. Entonces Vanessa le libera la boca y hace que Isabel le limpie con su lengua los dedos de la mano derecha que están llenos de mierda. Cuando termina le dice de forma compasiva, ahora te dejaremos que le hagas una buena mamada al moro y al negro y te dejamos en paz mientras nosotras dos nos divertimos con los machos que aún quedan. Isabel responde afirmativamente con la cabeza ya que no tiene fuerzas para otra cosa. Entonces la trasladan a un sillón y sin más explicaciones, el negro mete su polla hasta los huevos en la boca de Isabel. Esta entre arcadas se esmera en hacerlo lo mejor que puede. Tras unos minutos consigue que el negro se corra llenando su boca de leche. Ella traga como puede y se dispone a recibir la segunda polla en la boca. Ésta, al ser más gruesa entra menos, pero del mismo modo se emplea a fondo para que se corra el moro. Tras bastantes minutos lo consigue, recibiendo de nuevo en su boca un par de descargas de leche que traga. Ambos hombres se separan de ella y ella queda sola en situación, completamente exhausta, inerme, y desamparada.
Por su parte, Vanesa y Pamela solo tuvieron que decirnos, chicos vengan a follarnos. Las dos en simultaneo de metieron un vibrador en sus coños y se llevaron cada una a cuatro de nosotros. Las dos se pusieron en cuatro patas como perras y nos pidieron que las penetremos analmente. Comenzaron dos chicos. Mientras eran penetradas ellas rotaban las caderas acompasadamente. El resto nos pusimos en fila esperando nuestros turnos más que calientes. Entonces, reaparecieron Moussa y Mohamed y le pidieron a Pamela y Vanessa que se las chupen. Antes de que terminen su petición las pollas ya estaban entre los labios de ellas. La primera pareja de chicos se corrió dentro de sus culos. Con gran destreza el resto de nosotros procedimos a hacer relevos. Javi y yo fuimos la cuarta pareja en encargarnos de los culos de Vanessa y Pamela. La cincuentona y al cuarentona eran realmente buenas follando y sus culo eran más que apetecibles a pesar de sus edades. Al final, las dos mujeres llegaron al orgasmo y el negro y el moro eyacularon en las bocas de ellas, quienes a pesar de nuestro cansancio consiguieron que nos comportásemos como unos sementales y nos dieron un servicio de primera dejándonos absolutamente satisfechos. Ellas por su parte, estaban felices y listas para marcharse. Habían pasado una noche de lujuria y se llevaban 2000 euros cada una en su cartera. Antes de marcharse, Pamela y Vanessa pasaron a saludar a Isabel. Le dieron un beso de lengua en la boca y la dejaron de regalo sus dos vibradores dentro del culo y la vagina. Isabel sin fuerzas solo esbozo una sonrisa de aprobación.
Ya de mañana todos nos fuimos marchando. Varias de las mujeres por la forma de caminar claramente evidenciaban que tenían escozor y molestias anales. Una de las que más lo evidenciaba era Carmen. En un futuro encuentro con Bea, esta nos contó que por un tiempo su hija estuvo con problemas de incontinencia anal. Sin embargo, nos contó que le gustaría repetir la experiencia. La que llevaba las peores consecuencias era Isabel. Casi no podía caminar y tenía fiebre, por lo cual se quedó en casa de Bea. Le tomó más de una semana moverse con comodidad. Sin embargo, quedó completamente feliz por su fiesta de cumpleaños elucubrando planes para su 42 cumpleaños.
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