Mi amigo debuta conmigo...

Conoci un hombre, que quería experimentar con hombres, debutar como mujer.... Una de las veces que fui a Capital, después de charlar bastante, dijo animarse, y me invitó a su departamento... El no quería debutar con alguien con mucha pija, tenía miedo de que le duela, así es que yo, que no soy LO pijudo, cumplía bien sus expectativas.
Cuando llegué, me dijo que se iba a producir, así que lo esperé, me sirvió un rico whisky, mientras miraba la tele. Vino, creo que para él era un poco violenta la situación, de golpe lo noté temeroso, me dijo que no se sentía bien, que se quería recostar.
Tenía una tanga negra, que lo hacía muy deseable. Se acostó, me pidió perdón, se dio vuelta, y comenzó como a dormitar.
Yo comencé a calentarme, viendo su cola bien sacadita para afuera, pero no dije nada, me puse a hojear una revista. De golpe se me ocurrió sacarme los pantalones, quedarme sólo con la remera, y acostarme a su lado. Lo sentís respirar acompasadamente, lo tomé de atrás, como formando una cuchara, mi cuerpo se fue adaptando al de él... comencé a besarle el cuello, de a poco mi sexo se fue inflamando, quise, malintencionadamente, que sintiera mi erección, seguí besándolo, no quería invadirlo, sino sentir como evolucionaban las cosas... noté que aumento su ritmo respiratorio, que se fue echando hacia atras, parece que le gustaba mi suavidad, de golpe su mano izquierda se estiró hacia atrás, y comenzó a tocar mi verga.... yo hacía como que dormitaba, los dos jugábamos un juego mezcla de inocencia y perversidad, Al rato ya me estaba pajeando delicadamente, yo le tomé las tetillas, comencé a apretárselas, sentí como se iba estremeciendo, ya era pasión total, le corrí la tanga hacia un costado, el m e bajó el boxer, despacito fuimos acomodando el cuerpo cada uno, con saliva le mojé el orificio ese que me esperaba, y de golpe, suavemente, como no queriendo la cosa, lo penetré.. pegó un gritito, se ve que algo le dolió, pero yo tuve paciencia, lo esperé, me agarró de los huevos, se ve que me deseaba mucho, comencé a metérsela más, y más, y más, y al rato ya estaba bombeando mientras escuchaba sus grititos, mitad placer, mitad dolor... al rato, ya era absolutamente mío, se amoldaba a mis deseos, así seguimos unos 15 minutos, hasta que no pude más, le pregunté si quería que le acabe adentro, y prácticamente me lo rogó. Así que le pegué la embestida final, tiré dentro suyo esas oleadas de leche, lo que para él era su debut y para mí fue la satisfacción de haber inaugurado otra colita. Al rato me dijo que me agradecía mucho, que era como él se había imaginado que tenía que ser, suave, no invasivo, pero hecho con autoridad y hombría. Le di un beso hermoso, y pensé que tenía ganas de gritárselo al mundo. Me pidió que no lo cuente, y como soy tipo de palabra no lo voy a mencionar. Pero seguro que va a leer estas líneas, y se va acordar de lo bien que lo pasamos. ¿No, XX?