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Gerardo, un amigo casual

Un día soleado, decidí dar un paseo hasta el mirador, donde muchos hombres mayores bi y homosexuales salen de levante. Estacione el auto y salí y me senté en una mesa de picnic. Había unos pocos autos en el estacionamiento, pero no vi a nadie alrededor. Me imaginé que deben estar entre los eucaliptus de la costa de Martínez cercanos, o en el baño público. Decidí tomar un paseo por la calle paralela al río. Tan pronto como entro al barrio de pescadores cerca de San Isidro un tipo de edad madura y corpulento me sale al encuentro, típico levante. Intercambiamos unas palabras y luego continuamos. Sigo mirando hacia atrás para ver si iba a volver para avanzarme pero yo no vi ninguna señal de él. Por lo que seguí caminando por la calle y al llegar a una plaza, me senté en un banco junto a una mesa de ajedrez, así que decidí retomar mi aliento y pasar el rato como para ver si algo pasaba. Después de 10 minutos me di cuenta del tipo mayor corpulento acercándose a la mesa. Se sentó y se presentó como Gerardo. Gerardo era de unos 60 años de edad, 110 a 120 kg de peso, digamos gordito, y tenía cara de niño perverso con sus profundos ojos azules y el pelo gris. Charlamos sobre todo tipo de cosas no sexuales, cuando de repente me di cuenta de su gruesa poronga que salía de sus pantalones cortos. De repente me di vuelta mí y me puse en una posición en la que él se diera cuenta de mi terrible erección. Gerardo comenzó a centrarse en mi entrepierna y lentamente movió su mano hacia mis pantalones cortos. No me resisto a su toque y empecé a sentir su pija enorme. Dejamos nuestros cortos y comenzó a chupar desde mis bolas la pija.. Estaba tan emocionado que le di a Gerardo una acabada enorme en la garganta en ningún momento perdí la erección. Ahora me tocaba a mi debía hacer acabar a Gerardo. Me puse su pija en mi boca y él la empujó el final de mi garganta, serruchando un rato en mi boca y acabo una semen tan poderoso, que quedó inmóvil ahí por topar su pija el fondo. Nos miramos el uno al otro y agradecimos mutuamente por la gran mamada. Gerardo dejó bastante rápidamente el lugar alegando que vivía lejos y yo le explique que estaba cerca. Más tarde ese día, mi novia a quien acabo de conocer hace una semana quería que yo fuera con ella para conocer a sus padres. Me decidí a ir con ella y como nos detuvimos en el camino, empecé a preguntarme si ese camión era el mismo camión que había visto en San Isidro. Entramos en la casa y nos saludó su madre, poco después que mi novia me llevó a la recamara y lugar donde me estaba dispuesto todo para presentarme a su padre. Tan pronto como el resplandor del sol que brilla en la ventana aclaró pude ver a su padre sentado allí, lo presento y menciono su nombre era Gerardo. Casi me desmayo, pero mantuve mi entereza. Gerardo y yo dimos un paseo por el jardín y aire libre y hablábamos mientras mi novia y la madre preparaban la cena. Gerardo estaba totalmente sorprendido, pero lo calme caminamos hasta el fondo donde tenía su taller de bricolaje donde me estaba mostrando algunas cosas. Me froté las manos en su entrepierna, desabrochó la bragueta y le di otra mamada increíble. Él se retiró antes de eyacular y me pidió que me agachara. No resistí y me metí con todo los 14 cm de pija gruesa que Gerardo tenía en mi orto. Él gimió cuando se fue dentro de mi culo, y yo podía sentir cada chorro de semen como se deslizaba en mi culo. Rápidamente nos limpiamos y volvimos a casa para disfrutar de la cena. Gerardo y yo en los últimos años hemos tenido muchos encuentros, y todavía tenemos como este día, en el que celebro el primer aniversario de casado con su hija.

1 comentarios - Gerardo, un amigo casual

KaluraCD
Capoooo !!!
Excelente, esas cosas pasan, lo sabemos.