Señoras y señores. Terminé mi último relato. Como siempre agradezco todo el feedback que les nazca aportar
Agradecido de antemano por leerme. Así empieza
Los hombres tenemos una característica representativa global, no importa la cultura,
la religión, la forma de pensar o las costumbres mas extravagantes que tengamos.
Cogemos.
Y digo "cogemos" referiéndome al acto en sí, con el fin de hacer una descarga masiva de
testosterona y endorfinas; y muy relegado, prácticamente nulo queda el hecho de que
naturalmente es un fin reproductivo. No nos importa (casi). Lo primero más importante es
ponerla y en segundo lugar es contárselo a un amigo.
A toda hora, con (casi) quien sea. No coger por mucho tiempo se vuelve una tortura
mental, que se potencia si vivimos en un contexto de machos que cuentan como se la
pasan cogiendo. Siempre estamos dispuestos y alertas...lastima que las minas son tan
jodidas... Si nos ponemos en pareja, estamos felices porque cogemos seguido. Si hay
problemas de discusiones o desencuentros, nos alteramos porque no cogemos tanto. Si
cortamos la relación nos preocupamos al pensar con quién vamos a coger ahora, y es
justamente esto último lo que desencadenó el siguiente relato:
El dia que me separé de mi ex fué un sábado. Por supuesto que sentía la angustia y
conmoción de toda ruptura, pero como fui yo el que le dio un fin al asunto, no estuve
revolcado por el suelo. Obviamente no me iba a quedar solo en casa deprimido un sábado
a la noche. Quería salir, quería coger! Y junto con mi pija, va de copiloto mi dignidad, así
que no tenia ganas de pagarle a un puta, queria volver a sentir la satisfacción de
salir de cacería, levantarme una mina y llevarla a la cama. Sentirme un macho ponedor
pero sin la facilidad de pagar, se entiende, no?
Agarro mi celular y recorro mi agenda, como venía de romper con una mina celosa, mis
contactos femeninos desaparecieron, así que traté de ubicar a mis viejos amigos
fiesteros, contarles mi situación y mis planes. Ya tengo 33 años, asi que encontrar
amigos solteros, sin hijos, con ganas de salir a último momento es complicado,
imposible en mi caso. Me quedo solo este sábado bajón con ganas de colocarla? Ni en
pedo, tengo auto así que salí solo.
Elegí un boliche donde hay variedad de edad, en este las chicas oscilaban entre 20 y
60 años, con mayoría de jovencitas... como para tener opciones de alto espectro.
Llegué temprano así que me dispuse a tomar bebidas fuertes sentado un rato, para
potenciar mi desinhibición y euforia, mientras el lugar se llenaba.
Busqué primero el camino fácil, pasearme ida y vuelta con paradas aleatorias,
esperando que alguna chica me mire con buena onda para hablarle. Nada.
Pasé a la segunda, decirle halagos rápidos (linda, hermosa, divina) a las que pasen
cerca mío. Cero.
Tercera, meterme decidido y corajudo a grupos de mujeres bailando solas, despilfarrar carisma
hacerme el chistoso, el copado, el despechado. Fracaso.
Me había olvidado lo difícil que es romper el escudo antisocial de las minas. Más
solo, sin tu amigo careta, rey del chamuyo que te palanquee.
Prohibido rendirse, me pedí otro trago y ya caí en el vergonzoso cuarto camino del
perdedor. Buscar minas medio entonaditas y convertirme en un oportunista... y parecía
que ellas toleraban mejor el alcohol que yo, o que ninguna tomaba. Ya medio furioso,
mordiéndome el labio volví a la opción uno de pasearme por el lugar, reconsiderando la
opción cinco, humillante para mi ego, que es pagarle a una puta. La sequía seguía dura
y pareja. Ya el subconsciente me taladraba la cabeza ¿Como podés ser tan marginal?
Realmente empecé a desesperarme, cuando distraídamente casi choco con una morocha, que
me mira por medio segundo. Yo arremeto velozmente:
_¿Te dejaron sola?
_Si_ Señalando con la cabeza a dos chicas muy abotonadas lingüísticamente con un par
de flacos. Le extiendo mis manos para bailar, y tras un titubeo brebe y una insistencia mia,
me las toma con una pequeña sonrisa, haciendo acallar mi subconsciente maldito y abriendo
las compuertas del flujo sanguíneo de mi pene:
_Disculpá si no se seguirte este ritmo_ digo yo
_Todo bien, yo no soy muy buena bailando_ dice ella
_¿Tu nombre?_ digo yo
_Susana_ dice ella
_Que linda sos, Susana_ digo yo, tras una pausa
_Gracias! Sos muy simpático_ dice ella
_Que grande papá! La tenes adentro Susi!_ dice mi pene, pero no se escucha
Ella me cuenta, luego de un ping-pong de preguntas, que tiene 47 años, 3 hijos,
separada, ama de casa, va al gim 4 veces a la semana. Y yo le cuento a uds: No
aparentaba su edad ni de casualidad. Pelo negro largo, planchado y algo alborotado;
fornida, pero no gorda, bien formada, torneadita. Con un vestido tipo tubo
animal-print cortito y escotado, lo que develaba unas lindas gomas, tamaño normal. En
un momento bailamos bachata, luego de frotársela un poco, levanto su mano con el fin
de que dé una vueltita, pero para mi sorpresa se queda en media vuelta y sutilmente me
mira de reojo como diciendo "tengo esto para ofrecerte, fijate si te interesa"
Gracias viejos por hacerme hombre! Si, un culo que mas que siete era un diez, y lo
movía como una experta la veterana, nada que envidiarle a las pendejitas de alrededor.
Prácticamente la violé con ropa puesta, le chuponee el cuello y terminamos en una
tranza.
Tal vez después de eso le agarró remordimiento moral y me dice:
_Ya es tarde, me tengo que ir yendo_ Me había dicho anteriormente que no vivía lejos
de ahí, así que creo que fue mi pene hinchado haciendo ventriloquismo con mi garganta
que contestó rápidamente
_Después de esta maravillosa noche, lo menos que puedo hacer es llevarte
Ella duda unos segundos y finalmente acepta pero añadiendo:
_Ok, pero a mi casa ¿Eh?
_Si, obvio
Sabiendo que los hijos vivían con ella, la chance de ponerla era remota, pero la
esperanza es lo último que se pierde. Jugándomela a la alta probabilidad que sea una
calienta-pava aprovechadora, y me deje con la bombilla tapada y el mate lleno, emprendemos el viaje.
Ella muy callada y nerviosa, se notaba que medio se arrepentía de haber aceptado, no
solía subirse a cualquier auto y estaba bastante alerta y a la defensiva. Yo sabía que
el viaje iba a ser corto, así que hice un acribillamiento de frases melosas para
calmarla:
_No puedo creer que te dejaron sola_ digo
_Todo bien, siempre que salimos nos volvemos cada una por su lado
_En realidad lo digo por tu ex, sos divina por dentro y por fuera
_Es un hijo de puta, yo lo eché a la mierda, sorete_ contesta con furia, rozando un
llanto resentido
_Alerta! Acción evasiva urgente, cambiá de tema YA!_ me implora la pija
_Me encanta como te cuidas y prestás atención a cada detalle, hacés de tu belleza
natural algo sobrenatural, sin caer en banalidades; y lo complementás con tu frescura
y transparencia. Sos única, tuve suerte en encontrarte
Me mira como si acabara de recitar un teorema algebraico, la verdad que piropear con
elegancia a una mujer y que no parezca chamuyo de bailanta, me resulta una odisea. Sin
embargo, ella sonríe y contesta:
_Ja, ja que lindo que sos, lástima que casi podrías ser mi hijo
_Gracias al destino que no lo soy, sino me quedaría con las ganas de hacer esto
Tiro el auto a un costado y tirándome encima con un salto, acecho a mi presa, que con
una risa nerviosa y corriendo la cara, me repelía diciendo:
_Ja, ja, no. Salí
_Solo quiero darte un abrazo mimoso por la linda noche que pasamos_ digo haciéndome el
tierno
_Bueno dale, y vamos que quiero llegar a casa. No falta mucho
Le apoyo el mentón en el hombro y la empiezo a rodear con los brazos. Le respiro
suavemente en la oreja y le susurro otro vagón de melosidades, para que se siga
calmando y entrando en confianza. Le doy besitos en el cuello hasta que suelta un
suspiro relajado. La agarro la cara con una mano y le como la boca. Mientras, con la
otra mano, tocaba todo lo que la define como mujer. Era muy de madrugada, una calle
vacía y tengo los vidrios polarizados, así que no había riesgos de hacer
exhibicionismo. Con los vidrios semiempañados por los jadeos de ambos, le entierro la
mano por debajo de la pollera, buscando su zona caliente. Le encantó mi intrepidez,
dió un pequeño gritito y me agarró fuerte la nuca. Me chupo dos dedos y le acaricio la
vagina superficialmente, corriendo su bombacha a un costado. Ella se echa para atras
retorcida de placer. Le pongo su mano en mi pija y la comienza a masajear por encima
de la ropa. Le hago chupar mis dedos y se los enchufo en la concha, con un poco más de
profundidad. Ella grita aún mas fuerte y me clava la mirada. No dijo nada, pero sus
ojos gritaban "cogeme", y "cogela" gritaba mi pija. Obedecí a ambos, como mi coche es
chico la hice arrodillarse en el asiento, abrazando el respaldo, así pude subirle un
poco el vestido y bajarle la ropa interior. Colocado atrás de ella le puerteo la
concha hasta que cedió (se dió de poder ponerla!). Haciéndole sutiles movimientos
circulares suaves con mi pelvis, me apoyo en su espalda y le pregunto suavemente en el
oído:
_Despacio o fuerte?
_Matame hijo de puta
Me cogí ese culo sin tregua, sus tetas bailaban, su boca aullaba y sus manos arañaban
mi tapizado. Le agarré fuerte las tetas mientras me la montaba, aumenté mi ritmo y
ella cerró los ojos con esa clásica expresión dual femenina de placer y sufrimiento.
Le dí una estocada bien dura y me eché un poco para atrás para tomar aire de tanta
violencia. Su colita se empezó a mover solita. Se deslizó expertamente por mi chota y
me decía como bebota:
_Dame, dame, papito damelá
Le abofetee el ojete y con su grito volví al sexo violento. Su concha comenzó a hacer
convulsiones y me ordeñó la pija. Le deposité la leche de una semana en la espalda. Cagándole el vestido, cosa que me reprochó de muy mal humor (no iba a lechear mi auto), e inmediatamente me tiré exhausto, boqueando el aire viciado y caluroso, al asiento del conductor.
Transpirados nos acomodamos la ropa, le facilité la franela naranja para limpiarle la ropa, la acerqué un par de cuadras más y me volví a casa. Mi pija dormida y feliz, no dijo pabra por un buen rato.
Saludos con la mano izquierda
Kiki
Agradecido de antemano por leerme. Así empieza
Los hombres tenemos una característica representativa global, no importa la cultura,
la religión, la forma de pensar o las costumbres mas extravagantes que tengamos.
Cogemos.
Y digo "cogemos" referiéndome al acto en sí, con el fin de hacer una descarga masiva de
testosterona y endorfinas; y muy relegado, prácticamente nulo queda el hecho de que
naturalmente es un fin reproductivo. No nos importa (casi). Lo primero más importante es
ponerla y en segundo lugar es contárselo a un amigo.
A toda hora, con (casi) quien sea. No coger por mucho tiempo se vuelve una tortura
mental, que se potencia si vivimos en un contexto de machos que cuentan como se la
pasan cogiendo. Siempre estamos dispuestos y alertas...lastima que las minas son tan
jodidas... Si nos ponemos en pareja, estamos felices porque cogemos seguido. Si hay
problemas de discusiones o desencuentros, nos alteramos porque no cogemos tanto. Si
cortamos la relación nos preocupamos al pensar con quién vamos a coger ahora, y es
justamente esto último lo que desencadenó el siguiente relato:
El dia que me separé de mi ex fué un sábado. Por supuesto que sentía la angustia y
conmoción de toda ruptura, pero como fui yo el que le dio un fin al asunto, no estuve
revolcado por el suelo. Obviamente no me iba a quedar solo en casa deprimido un sábado
a la noche. Quería salir, quería coger! Y junto con mi pija, va de copiloto mi dignidad, así
que no tenia ganas de pagarle a un puta, queria volver a sentir la satisfacción de
salir de cacería, levantarme una mina y llevarla a la cama. Sentirme un macho ponedor
pero sin la facilidad de pagar, se entiende, no?
Agarro mi celular y recorro mi agenda, como venía de romper con una mina celosa, mis
contactos femeninos desaparecieron, así que traté de ubicar a mis viejos amigos
fiesteros, contarles mi situación y mis planes. Ya tengo 33 años, asi que encontrar
amigos solteros, sin hijos, con ganas de salir a último momento es complicado,
imposible en mi caso. Me quedo solo este sábado bajón con ganas de colocarla? Ni en
pedo, tengo auto así que salí solo.
Elegí un boliche donde hay variedad de edad, en este las chicas oscilaban entre 20 y
60 años, con mayoría de jovencitas... como para tener opciones de alto espectro.
Llegué temprano así que me dispuse a tomar bebidas fuertes sentado un rato, para
potenciar mi desinhibición y euforia, mientras el lugar se llenaba.
Busqué primero el camino fácil, pasearme ida y vuelta con paradas aleatorias,
esperando que alguna chica me mire con buena onda para hablarle. Nada.
Pasé a la segunda, decirle halagos rápidos (linda, hermosa, divina) a las que pasen
cerca mío. Cero.
Tercera, meterme decidido y corajudo a grupos de mujeres bailando solas, despilfarrar carisma
hacerme el chistoso, el copado, el despechado. Fracaso.
Me había olvidado lo difícil que es romper el escudo antisocial de las minas. Más
solo, sin tu amigo careta, rey del chamuyo que te palanquee.
Prohibido rendirse, me pedí otro trago y ya caí en el vergonzoso cuarto camino del
perdedor. Buscar minas medio entonaditas y convertirme en un oportunista... y parecía
que ellas toleraban mejor el alcohol que yo, o que ninguna tomaba. Ya medio furioso,
mordiéndome el labio volví a la opción uno de pasearme por el lugar, reconsiderando la
opción cinco, humillante para mi ego, que es pagarle a una puta. La sequía seguía dura
y pareja. Ya el subconsciente me taladraba la cabeza ¿Como podés ser tan marginal?
Realmente empecé a desesperarme, cuando distraídamente casi choco con una morocha, que
me mira por medio segundo. Yo arremeto velozmente:
_¿Te dejaron sola?
_Si_ Señalando con la cabeza a dos chicas muy abotonadas lingüísticamente con un par
de flacos. Le extiendo mis manos para bailar, y tras un titubeo brebe y una insistencia mia,
me las toma con una pequeña sonrisa, haciendo acallar mi subconsciente maldito y abriendo
las compuertas del flujo sanguíneo de mi pene:
_Disculpá si no se seguirte este ritmo_ digo yo
_Todo bien, yo no soy muy buena bailando_ dice ella
_¿Tu nombre?_ digo yo
_Susana_ dice ella
_Que linda sos, Susana_ digo yo, tras una pausa
_Gracias! Sos muy simpático_ dice ella
_Que grande papá! La tenes adentro Susi!_ dice mi pene, pero no se escucha
Ella me cuenta, luego de un ping-pong de preguntas, que tiene 47 años, 3 hijos,
separada, ama de casa, va al gim 4 veces a la semana. Y yo le cuento a uds: No
aparentaba su edad ni de casualidad. Pelo negro largo, planchado y algo alborotado;
fornida, pero no gorda, bien formada, torneadita. Con un vestido tipo tubo
animal-print cortito y escotado, lo que develaba unas lindas gomas, tamaño normal. En
un momento bailamos bachata, luego de frotársela un poco, levanto su mano con el fin
de que dé una vueltita, pero para mi sorpresa se queda en media vuelta y sutilmente me
mira de reojo como diciendo "tengo esto para ofrecerte, fijate si te interesa"
Gracias viejos por hacerme hombre! Si, un culo que mas que siete era un diez, y lo
movía como una experta la veterana, nada que envidiarle a las pendejitas de alrededor.
Prácticamente la violé con ropa puesta, le chuponee el cuello y terminamos en una
tranza.
Tal vez después de eso le agarró remordimiento moral y me dice:
_Ya es tarde, me tengo que ir yendo_ Me había dicho anteriormente que no vivía lejos
de ahí, así que creo que fue mi pene hinchado haciendo ventriloquismo con mi garganta
que contestó rápidamente
_Después de esta maravillosa noche, lo menos que puedo hacer es llevarte
Ella duda unos segundos y finalmente acepta pero añadiendo:
_Ok, pero a mi casa ¿Eh?
_Si, obvio
Sabiendo que los hijos vivían con ella, la chance de ponerla era remota, pero la
esperanza es lo último que se pierde. Jugándomela a la alta probabilidad que sea una
calienta-pava aprovechadora, y me deje con la bombilla tapada y el mate lleno, emprendemos el viaje.
Ella muy callada y nerviosa, se notaba que medio se arrepentía de haber aceptado, no
solía subirse a cualquier auto y estaba bastante alerta y a la defensiva. Yo sabía que
el viaje iba a ser corto, así que hice un acribillamiento de frases melosas para
calmarla:
_No puedo creer que te dejaron sola_ digo
_Todo bien, siempre que salimos nos volvemos cada una por su lado
_En realidad lo digo por tu ex, sos divina por dentro y por fuera
_Es un hijo de puta, yo lo eché a la mierda, sorete_ contesta con furia, rozando un
llanto resentido
_Alerta! Acción evasiva urgente, cambiá de tema YA!_ me implora la pija
_Me encanta como te cuidas y prestás atención a cada detalle, hacés de tu belleza
natural algo sobrenatural, sin caer en banalidades; y lo complementás con tu frescura
y transparencia. Sos única, tuve suerte en encontrarte
Me mira como si acabara de recitar un teorema algebraico, la verdad que piropear con
elegancia a una mujer y que no parezca chamuyo de bailanta, me resulta una odisea. Sin
embargo, ella sonríe y contesta:
_Ja, ja que lindo que sos, lástima que casi podrías ser mi hijo
_Gracias al destino que no lo soy, sino me quedaría con las ganas de hacer esto
Tiro el auto a un costado y tirándome encima con un salto, acecho a mi presa, que con
una risa nerviosa y corriendo la cara, me repelía diciendo:
_Ja, ja, no. Salí
_Solo quiero darte un abrazo mimoso por la linda noche que pasamos_ digo haciéndome el
tierno
_Bueno dale, y vamos que quiero llegar a casa. No falta mucho
Le apoyo el mentón en el hombro y la empiezo a rodear con los brazos. Le respiro
suavemente en la oreja y le susurro otro vagón de melosidades, para que se siga
calmando y entrando en confianza. Le doy besitos en el cuello hasta que suelta un
suspiro relajado. La agarro la cara con una mano y le como la boca. Mientras, con la
otra mano, tocaba todo lo que la define como mujer. Era muy de madrugada, una calle
vacía y tengo los vidrios polarizados, así que no había riesgos de hacer
exhibicionismo. Con los vidrios semiempañados por los jadeos de ambos, le entierro la
mano por debajo de la pollera, buscando su zona caliente. Le encantó mi intrepidez,
dió un pequeño gritito y me agarró fuerte la nuca. Me chupo dos dedos y le acaricio la
vagina superficialmente, corriendo su bombacha a un costado. Ella se echa para atras
retorcida de placer. Le pongo su mano en mi pija y la comienza a masajear por encima
de la ropa. Le hago chupar mis dedos y se los enchufo en la concha, con un poco más de
profundidad. Ella grita aún mas fuerte y me clava la mirada. No dijo nada, pero sus
ojos gritaban "cogeme", y "cogela" gritaba mi pija. Obedecí a ambos, como mi coche es
chico la hice arrodillarse en el asiento, abrazando el respaldo, así pude subirle un
poco el vestido y bajarle la ropa interior. Colocado atrás de ella le puerteo la
concha hasta que cedió (se dió de poder ponerla!). Haciéndole sutiles movimientos
circulares suaves con mi pelvis, me apoyo en su espalda y le pregunto suavemente en el
oído:
_Despacio o fuerte?
_Matame hijo de puta
Me cogí ese culo sin tregua, sus tetas bailaban, su boca aullaba y sus manos arañaban
mi tapizado. Le agarré fuerte las tetas mientras me la montaba, aumenté mi ritmo y
ella cerró los ojos con esa clásica expresión dual femenina de placer y sufrimiento.
Le dí una estocada bien dura y me eché un poco para atrás para tomar aire de tanta
violencia. Su colita se empezó a mover solita. Se deslizó expertamente por mi chota y
me decía como bebota:
_Dame, dame, papito damelá
Le abofetee el ojete y con su grito volví al sexo violento. Su concha comenzó a hacer
convulsiones y me ordeñó la pija. Le deposité la leche de una semana en la espalda. Cagándole el vestido, cosa que me reprochó de muy mal humor (no iba a lechear mi auto), e inmediatamente me tiré exhausto, boqueando el aire viciado y caluroso, al asiento del conductor.
Transpirados nos acomodamos la ropa, le facilité la franela naranja para limpiarle la ropa, la acerqué un par de cuadras más y me volví a casa. Mi pija dormida y feliz, no dijo pabra por un buen rato.
Saludos con la mano izquierda
Kiki
4 comentarios - Bailando por un garche