Es un poco raro escribir lo que, en algunos casos, siempre estuve leyendo pero voy a intentar contarles mi primer experiencia con un hombre, no cualquier hombre sino mi mejor amigo espero que les guste y les caliente un poco...
Hace algún tiempo atrás empecé a sentirme un poco (bastante) atraído hacía uno de mis mejores amigos, claro ¿Cómo no hacerlo si es un morocho increíble con una pija que se le marca muchísimo con cualquier cosa que se ponga? Somos amigos desde hace varios años, esto ocurrió cuando ambos teníamos 18 años. La cosa es que la confianza siempre fue mucha, llegando a cambiarnos juntos e intercambiar varias cosas. Nunca lo había visto desnudo, pero en algunas oportunidades logre verlo en bóxer y puedo asegurar que fue una de las experiencias más fuertes hasta ese momento. Me llamo la atención como la imagen de su bulto (gran bulto…) me daba vueltas en la cabeza, pero jamás le di demasiada importancia. A veces me animaba a tocarle el bulto “jugando” y él a veces venía y me apoyaba, pero siempre eran “inocentes juegos”…
Una noche, como tantas, vino a casa, charlamos, cenamos y tomamos algo. Una noche tranqui, como tanas que habíamos vivido. Llego la hora de dormir y cuando busco el colchón que siempre le ofrecía, se lo doy y lo armamos juntos.
Él- ¿No tenes algún shorsito o algo así me saco el Jean?
Yo- Si, tengo uno de rugby si te sirve
Él- Dale, genial así no duermo en pelotas
En ese instante no me di cuenta de que estaba perdiendo una gran oportunidad, pero no me di cuenta que al darle el short en realidad me estaba haciendo un gran favor…
Se saco el jean y tenía un bóxer Calvin Klein increíble. Quede un poco hipnotizado con esa imagen, pero rápidamente trate de seguir en lo que estaba. Me saque mi pantalón y me acosté en bóxer, él estaba tirado en el colchón del piso y yo en mi cama, solo un pequeño velador alumbraba la pieza. Después de charlar un rato, sobre sus chicas y algunos mambos decidimos que llego la hora de dormir. Apague el velador y la habitación quedo completamente a oscuras. En el sórdido silencio se escucho su voz diciendo “¿Te dormiste?”, “Todavía no” le respondí. Entre murmullos me empezó a decir que no podía dormirse, a lo que yo baje de mi cama para acostarme al lado suyo y poder escucharnos mejor. Entre hablar él levanto sus rodillas y yo puse mi mano arriba de una de ellas.
Él- Cuidado que no se te caiga porque me aplastas la pija
Yo- ¿tan chiquita es que se aplasta con tocarla?
Él- No te creas, solo es sensible... Por las dudas me pongo la mano para cuidarla.
Entonces para seguir con el juego, yo baje mi mano y la pegue a la suya.
Yo- Mientras este la mano, está todo bien…
Entre risas, hablamos un poco más y yo subía y bajaba la mano. En un momento él dejo de hablarme, volvió ese silencio profundo que solo se interrumpió por algunos espasmo de él. Me quede quieto, mi mano dejo de moverse y quedo apoyada en lo que creía era su mano, pero ya no. Había corrido la mano hace bastante por lo visto mientras yo hablaba y lo que siempre estuve tocando fue su pija, una pija que siempre había soñado, una pija a la cual había imaginado y ahora estaba tocando. Me quede inmóvil un momento, pero un instinto o las ganas inconscientes me llevaron a que le empiece a agarrar la pija con más fuerza, empecé a sentir pequeños latidos y que su verga empezaba a incrementar su tamaño cada vez más. En un momento, sentí que tenía que pararme y me arrodille delante de sus rodillas, él se acomodo y colaboro en bajarse el short. Todo estaba dicho y las palabras eran innecesarias desde hacía bastante. En plena oscuridad, mis manos encontraron una pija que me era ajena y yo tenía muchas ganas de conocerla. Se la seguí masajeando un poco más hasta que le empecé a bajar el bóxer y ahí estaba, la verga de mis sueños. Una verga que claramente superaba los 20 cm y con temor empecé a masturbarlo, su cuerpo empezó a moverse mostrando que disfrutaba lo que estaba pasando. Luego, mis labios se acercaron al calor que emanaba su verga y empecé a chuparla sin saber, pero gozando cada instante. Su cuerpo empezó a moverse cada vez más, cada tanto, acostado como estaba, intentaba cogerme la boca y por momentos me ahogaba con semejante cosa pero no quería sacármela de la boca. Llego el momento, aumento el calor, aumento la velocidad y acabo un gran chorro de leche dentro de mi boca. Sentí ese líquido espeso y desconocido, un gusto que no me fue desagradable y, que como una putita, trague sin desperdiciar una gota.
Luego él empieza a moverse como si quisiera vestirse, pero le agarré la mano y solo pude decir “Espera. Quiero más”. Esas palabras, domaron a la fiera que, soltando su mano, volví a acostarse y quedo completamente desnudo para mí. Luego de chuparle la pija y volver a acabar dos veces más, sin decir una palabra, ambos quedamos satisfechos. Yo me levante fui al baño y me limpie, no podía creer lo que había pasado. ¿Con qué cara iba a volver a mirarlo? Volví a la habitación, entré en esa luz y rompiendo el silencio con mis pisadas, me acosté en mi cama y dormí un rato más.
A la mañana nos levantamos y al mirarlo, algo tímido, él me pregunta “¿Dormiste bien?”, “Si” le respondí “¿Vos?”. “La verdad que muy bien, ese colchón está muy bueno”. Desayunamos y todo paso como si nada hubiera ocurrido. Agarro sus cosas, le abrí la puerta y cuando se estaba yendo me abraza y me dice al oído “Ojala se repita pronto. Hasta el próximo finde”
Hace algún tiempo atrás empecé a sentirme un poco (bastante) atraído hacía uno de mis mejores amigos, claro ¿Cómo no hacerlo si es un morocho increíble con una pija que se le marca muchísimo con cualquier cosa que se ponga? Somos amigos desde hace varios años, esto ocurrió cuando ambos teníamos 18 años. La cosa es que la confianza siempre fue mucha, llegando a cambiarnos juntos e intercambiar varias cosas. Nunca lo había visto desnudo, pero en algunas oportunidades logre verlo en bóxer y puedo asegurar que fue una de las experiencias más fuertes hasta ese momento. Me llamo la atención como la imagen de su bulto (gran bulto…) me daba vueltas en la cabeza, pero jamás le di demasiada importancia. A veces me animaba a tocarle el bulto “jugando” y él a veces venía y me apoyaba, pero siempre eran “inocentes juegos”…
Una noche, como tantas, vino a casa, charlamos, cenamos y tomamos algo. Una noche tranqui, como tanas que habíamos vivido. Llego la hora de dormir y cuando busco el colchón que siempre le ofrecía, se lo doy y lo armamos juntos.
Él- ¿No tenes algún shorsito o algo así me saco el Jean?
Yo- Si, tengo uno de rugby si te sirve
Él- Dale, genial así no duermo en pelotas
En ese instante no me di cuenta de que estaba perdiendo una gran oportunidad, pero no me di cuenta que al darle el short en realidad me estaba haciendo un gran favor…
Se saco el jean y tenía un bóxer Calvin Klein increíble. Quede un poco hipnotizado con esa imagen, pero rápidamente trate de seguir en lo que estaba. Me saque mi pantalón y me acosté en bóxer, él estaba tirado en el colchón del piso y yo en mi cama, solo un pequeño velador alumbraba la pieza. Después de charlar un rato, sobre sus chicas y algunos mambos decidimos que llego la hora de dormir. Apague el velador y la habitación quedo completamente a oscuras. En el sórdido silencio se escucho su voz diciendo “¿Te dormiste?”, “Todavía no” le respondí. Entre murmullos me empezó a decir que no podía dormirse, a lo que yo baje de mi cama para acostarme al lado suyo y poder escucharnos mejor. Entre hablar él levanto sus rodillas y yo puse mi mano arriba de una de ellas.
Él- Cuidado que no se te caiga porque me aplastas la pija
Yo- ¿tan chiquita es que se aplasta con tocarla?
Él- No te creas, solo es sensible... Por las dudas me pongo la mano para cuidarla.
Entonces para seguir con el juego, yo baje mi mano y la pegue a la suya.
Yo- Mientras este la mano, está todo bien…
Entre risas, hablamos un poco más y yo subía y bajaba la mano. En un momento él dejo de hablarme, volvió ese silencio profundo que solo se interrumpió por algunos espasmo de él. Me quede quieto, mi mano dejo de moverse y quedo apoyada en lo que creía era su mano, pero ya no. Había corrido la mano hace bastante por lo visto mientras yo hablaba y lo que siempre estuve tocando fue su pija, una pija que siempre había soñado, una pija a la cual había imaginado y ahora estaba tocando. Me quede inmóvil un momento, pero un instinto o las ganas inconscientes me llevaron a que le empiece a agarrar la pija con más fuerza, empecé a sentir pequeños latidos y que su verga empezaba a incrementar su tamaño cada vez más. En un momento, sentí que tenía que pararme y me arrodille delante de sus rodillas, él se acomodo y colaboro en bajarse el short. Todo estaba dicho y las palabras eran innecesarias desde hacía bastante. En plena oscuridad, mis manos encontraron una pija que me era ajena y yo tenía muchas ganas de conocerla. Se la seguí masajeando un poco más hasta que le empecé a bajar el bóxer y ahí estaba, la verga de mis sueños. Una verga que claramente superaba los 20 cm y con temor empecé a masturbarlo, su cuerpo empezó a moverse mostrando que disfrutaba lo que estaba pasando. Luego, mis labios se acercaron al calor que emanaba su verga y empecé a chuparla sin saber, pero gozando cada instante. Su cuerpo empezó a moverse cada vez más, cada tanto, acostado como estaba, intentaba cogerme la boca y por momentos me ahogaba con semejante cosa pero no quería sacármela de la boca. Llego el momento, aumento el calor, aumento la velocidad y acabo un gran chorro de leche dentro de mi boca. Sentí ese líquido espeso y desconocido, un gusto que no me fue desagradable y, que como una putita, trague sin desperdiciar una gota.
Luego él empieza a moverse como si quisiera vestirse, pero le agarré la mano y solo pude decir “Espera. Quiero más”. Esas palabras, domaron a la fiera que, soltando su mano, volví a acostarse y quedo completamente desnudo para mí. Luego de chuparle la pija y volver a acabar dos veces más, sin decir una palabra, ambos quedamos satisfechos. Yo me levante fui al baño y me limpie, no podía creer lo que había pasado. ¿Con qué cara iba a volver a mirarlo? Volví a la habitación, entré en esa luz y rompiendo el silencio con mis pisadas, me acosté en mi cama y dormí un rato más.
A la mañana nos levantamos y al mirarlo, algo tímido, él me pregunta “¿Dormiste bien?”, “Si” le respondí “¿Vos?”. “La verdad que muy bien, ese colchón está muy bueno”. Desayunamos y todo paso como si nada hubiera ocurrido. Agarro sus cosas, le abrí la puerta y cuando se estaba yendo me abraza y me dice al oído “Ojala se repita pronto. Hasta el próximo finde”
23 comentarios - Primera vez con mejor amigo
Gracias por los puntos y comentar!
Gracias por pasarte! Subí otro hace un ratito 🙂
jajaja
Gracias por pasarte! 😃
@sedesama @Saeglaepour @RenzoWib @fl22lf @nenecachondo @fackcan
http://www.poringa.net/posts/relatos/2617192/La-despedida---Relato-con-mi-mejor-amigo.html