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Una noche de boliche con Putitamia...continuación.

Seguimos con el relato de esa noche caliente de boliche con mi putita....



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La situación se había ido de las manos, mi novia loca y borracha bailando en medio de un boliche, besando a un desconocido mientras yo le metia dedos en la conchita desde atrás, una locura, muy excitante. En ese momento me di cuenta que debíamos salir de ahí para seguir con la fantasía, miré a Lucas y le hice un gesto para sacarla de ahí, poco a poco fuimos moviendonos al ritmo de la música saliendo del centro de la pista para acercarnos a un lugar mas reservado y oscuro. Yo me apoyé contra una pared e hice que Maria se apoyara contra mi, sintiendo toda mi verga parada en su culo, que como habrán visto es una delicia. La tomé de la cintura y la traje mas hacia mi para apoyarla totalmente, al momento que el desconocido se le acercaba de frente, besándola locamente, al tiempo que ella contestaba los besos de la misma manera. Lucas tomó sus tetas y las masajeo largo rato sin dejar de besarla, luego fue besando su cuello hasta llegar a su escote. Maria estaba muy excitada, estiró su brazo izquierdo hacia atrás buscando mi pija, que no tardó en encontrar, me tocaba por encima del pantalón. Su mano derecha fue a la entrepierna de Lucas, que para ese momento ya debe haber estado explotando. De solo recordar ese momento tengo una erección. Maria apoyada por mi, siendo comida por un desconocido, mientras tocaba la pija de los dos, excitación al 100%. Yo bajé mi mano y comencé a tocar su conchita nuevamente, empapada ya, chorreando por la entrepierna, meti un dedo y luego dos, para que ella se retuerza de placer. Lucas comía sus tetas de forma salvaje. Maria comenzó a buscar la forma de sacar las vergas de los pantalones, yo me desabroché para dejar salir la mia y Lucas hizo lo mismo, y mi putita nos empezó a pajear rápidamente. Mi verga explotaba y la de Lucas con seguridad que también aunque no la podía ver. Podría haberla cogido ahí, haber seguido con todo en ese lugar, pero decidí ir a un sitio mas tranquilo y cómodo. Nuevamente miré a nuestro invitado y le dije que nos fueramos. Tomé a Maria de la mano y nos dirigimos hacia la puerta, Lucas nos siguió. El camino al auto fue eterno, estábamos desesperados por seguir en lo que estábamos. Se me ocurrió algo muy excitante y loco, que ellos dos subieron en el asiento de atrás mientras yo conducía. Abrí la puerta de atrás y los invité a subir, Maria me miró con cara rara y yo le dije que se quedara tranquila. Salí del estacionamiento.
Miré por el espejo retrovisor y solo pude ver a Lucas, mi putita ya estaba agachada, chupando su verga, no puedo explicar la excitación que sentí, mi erección se triplicó al ver la escena, desde siempre había fantaseado con algo asi, mi novia comiéndole la pija a otro. Mire para atrás y pude ver como la devoraba con locura, debo decir que Maria es una experta en chupar verga, como ya han visto en algunos videos. Por primera vez vi la pija de Lucas, y me quedé admirado, era muy grande, con seguridad que llegaría a 20 cm, además de que era gruesa y estaba totalmente parada, y para gusto de mi putita, era rosadita como a ella le gusta, con un glande bien redondo. La lengua de Maria recorría la cabeza de la verga, jugando con el orificio, de donde ya salía ese liquido que a ella tanto le gusta. Su mano izquierda tomaba el pene para asegurarlo en la base junto a las bolas. Era tan excitante verla chupar ese pito con las bolas totalmente peladas como a ella le gusta. Salivó bien la cabeza y con sus dedos comenzó a acariciarla rápidamente, ella sabe que eso me enloquecé, y a Lucas también lo puso a mil. Nuestro invitado empujó la cabeza de mi putita para que vuelva a comerse la verga ya no aguantando la excitación, Maria respondió bajando, comiéndose todo lo que le entraba en la boca, sacándosela y chupando ahora las bolas. Las lamió y se las metió a la boca, disfrutaba cada segundo de chupar esas bolas peladitas, mientras que con una mano acariciaba el glande, que a esa altura estaba mas rosado que nunca. Yo trataba de ver todo lo que podía mientras manejaba, a 20 km por hora, para no perderme detalle. Estabamos yendo al motel.
Lucas tomó su verga y comenzó a restregarla por la cara de mi novia, fuera de si, los dos, ella sacaba la lengua tratando de lamer ese palo duro que le rosaba la cara. Lucas sujetó la cara de mi putita y comenzó a cogerla por la boca, bombeando fuerte y rápido, al tiempo que Maria abria la boca para dejar entrar ese pene. Yo estaba que no daba mas tocándome mientras manejaba, y por suerte llegamos al motel. Pedí habitación y me indicaron una, estacioné el auto y me di la vuelta para ver la escena e invitarlos a bajarse. Maria me miró fijamente con cara de perra mientras tenía la verga en la boca, sin querérsela sacar. Nos bajamos del auto y entramos a la habitación…

2 comentarios - Una noche de boliche con Putitamia...continuación.

faos00
a mi tambien me encanta