Como conté en el relato pasado, acostumbrada al ritmo de garche en las vacaciones , estaba re alzada. Me llevó varias semanas acostumbrarme a no garchar todos los días. Esa calentura me llevó a hacer cosas que no había hecho antes.
Un finde, en el boliche conocí un chico. Tenía un par de años más que yo, calculo que unos 20 / 22 años. Tan mal estaba, que casi ni lo dejé chamuyar. Me lo comí de una. Estaba más o menos lindo, de físico zafaba bastante y para mis hormonas era suficiente. Después de besarnos el chabón me propuso irnos. Meses atrás, hubiese dicho un rotundo NO, pero el calor que brotaba de mi cuerpo me hizo aceptar sin vueltas.
Fuimos hasta su auto y encaramos para un telo en las afueras de Rosario. Ahí me cayó la ficha, que si este pibe era un loquito estaba hasta las manos mal. Entramos a la habitación, muy linda con jacuzzi y boludeces varias. Nos besábamos mientras nos sacábamos la ropa. Le bajé el pantalón y lo tiré a la cama.
Me arrodillé entre sus piernas, y tomando su pija con mis manos empecé a chuparla despacio, rozando mi lengua en su cabeza. Las reacciones que tenía me indicaban que le gustaba, así que ahora empecé a tragarla un poco más, mientras lo pajeaba. Después de un rato, me subí arriba y me senté en su pija. Empecé a moverme despacio hasta que mi concha se acostumbró. Entonces con mis piernas me impulsaba hacia arriba y me dejaba caer violentamente clavándome su pija por completo.
El pibe me frenó, me acostó y me puso boca arriba. Antes de volver a ponermela, pasó su lengua por mi concha y mojando sus dedos en mi boca comenzó a tocarme las tetas. Su lengua era una cosa de locos!! Me hacía desear con más ganas su caliente pija adentro mío.
Como si leyera mi mente, se levantó de entre mis piernas y me la clavó de una hasta el fondo. Agarró mis manos por arriba de mi cabeza y moviendo sus caderas empezó a garcharme muy fuerte... tan fuerte que acabó, sacando su pija largando un chorro espeso de leche sobre mi panza.
Cuando volví de lavarme, me acosté al lado de él. Momento incómodo si los hay! Después de un rato, empezamos de nuevo a los besos. Con mis manos tocaba su pija y la pajeaba, para despertarla. Él acariciaba todo mi cuerpo y me encendía de solo rozarme. Sus dedos bajaron despacio hasta mi clítoris y lo tocaban con mucha suavidad pero con los movimientos justos. No daba más: quería pija! Me acosté al lado suyo y empecé a chuparsela.
Estuve un rato chupando, pero "el amiguito" no despertaba. Después de unos minutos de intentar y no poder, el chabón me levantó y me dijo "dejá no insistas, ya está... no se levanta más". Yo me quedé 😮 no lo podía creer. Encima me salía fuego por todos lados!
Pero lejos de quedarse con el pequeño problemita, el pibe me volvió a acostar boca arriba, abrió mis piernas y susurrándome al oído me dijo "no te preocupes, vos vas a gozar igual". Dicho esto, enterró (porque fue así literal) su cabeza en mi concha. Esto que voy a contar, fue el mejor sexo oral que me hayan dado en toda mi vida.
Abría su boca cubriendo toda mi argolla, la cerraba besando con sus labios mi clítoris, después mis labios (de abajo). Con su lengua recorría cada rincón. Besaba mis piernas, rozando sus labios con la parte interior de mis muslos. Con sus labios agarraba mi clítoris, como si lo estuviera chupando. Yo volaba. No lo podía creer. Para ese entonces ya había acabado al menos una vez.
Ahora era el turno de empezar a jugar con sus dedos. Sin dejar de chupar mi clítoris, metió uno de sus dedos en mi vagina. Lo giraba y lo movía para adentro y para afuera, para arriba y abajo. Dibujaba círculos adentro mío. Después metió otro. Terminé con 3 dedos jugando adentro de mi concha, moviéndose de manera magistral. La penetración no era profunda pero me daba un placer inimaginable
Sacó su cabeza de abajo y pude tomar aire. Pero no por mucho: me levantó y me acomodó en 4 poniendo mi cabeza en la almohada. Abrió mi cola con sus manos y escupió mi culito para luego empezar a jugar con sus dedos. No se como se puso, pero con su dedo en mi culo se las ingenió para seguir chupándome la concha.
Sólo sentía su lengua rozar con rapidez mi clítoris. Yo gritaba como si me estuvieran garchando entre 20. Cuando me quise dar cuenta, tenía un dedo en la cola y otro en la concha, los dos moviéndose casi sincronizadamente adentro mío.
Sacó sus dedos, y otra vez volvió a chuparme la concha. Ahora se había acostado boca arriba entre mis piernas. Me hizo sentar en su boca clavando su lengua en mi agujerito. Me empecé a mover como si estuviera cogiendo mientras él no dejaba ni un centímetro de concha sin chupar.
Me hizo acabar dos veces más. La segunda tuvo que correr la cara porque se ahogaba con mis jugos... que se los chupó todos! No lo podía creer. Con mis manos recorría mi piel, desde la panza hasta las tetas. Mi cuerpo hervía.
Me acostó de nuevo boca arriba y empezó a limpiarme la concha hasta dejarla seca. Se acomodó arrodillado a mi lado, y mientras una mano acariciaba mis pezones sólo apretándolos y moviéndolos en círculos, la otra mano se enterró en mi concha. Sus dedos se movían velozmente hacia arriba y hacia abajo.
Cuando empecé a temblar, porque estaba por acabar, apoyó la otra mano en mi panza presionando hacia abajo como queriendo juntarse con la mano que estaba dentro mío. Mis manos se aferraron de las sábanas antes de acabar de forma violenta en un grito que de afuera, debía parecer que me habían matado.
La sensibilidad que tenía en la zona era muy fuerte. Le pedí que parara porque realmente no podía más. No podía creer cómo había dejado la cama de mojada, toda chorreada por mis flujos. Quedé exhausta como si me hubiesen cogido toda la noche. Perdí la noción del tiempo, pero al rato nos llamaron porque teníamos que entregar la habitación. Al final resultó ser un loquito, pero del sexo oral.
Me llevó hasta mi casa. Le pedí el teléfono para volver a encontrarnos. Pero me dijo que no. Nunca supe porqué, pero el chabón prefirió que quedara el recuerdo de esa noche así como estaba. Y qué recuerdo!! Nunca me imaginé poder llegar a disfrutar tanto sin penetración. La calentura que tenía se aplacó a niveles más normales. Al parecer, necesitaba una buena chupada de concha.
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Indice
Un finde, en el boliche conocí un chico. Tenía un par de años más que yo, calculo que unos 20 / 22 años. Tan mal estaba, que casi ni lo dejé chamuyar. Me lo comí de una. Estaba más o menos lindo, de físico zafaba bastante y para mis hormonas era suficiente. Después de besarnos el chabón me propuso irnos. Meses atrás, hubiese dicho un rotundo NO, pero el calor que brotaba de mi cuerpo me hizo aceptar sin vueltas.
Fuimos hasta su auto y encaramos para un telo en las afueras de Rosario. Ahí me cayó la ficha, que si este pibe era un loquito estaba hasta las manos mal. Entramos a la habitación, muy linda con jacuzzi y boludeces varias. Nos besábamos mientras nos sacábamos la ropa. Le bajé el pantalón y lo tiré a la cama.
Me arrodillé entre sus piernas, y tomando su pija con mis manos empecé a chuparla despacio, rozando mi lengua en su cabeza. Las reacciones que tenía me indicaban que le gustaba, así que ahora empecé a tragarla un poco más, mientras lo pajeaba. Después de un rato, me subí arriba y me senté en su pija. Empecé a moverme despacio hasta que mi concha se acostumbró. Entonces con mis piernas me impulsaba hacia arriba y me dejaba caer violentamente clavándome su pija por completo.
El pibe me frenó, me acostó y me puso boca arriba. Antes de volver a ponermela, pasó su lengua por mi concha y mojando sus dedos en mi boca comenzó a tocarme las tetas. Su lengua era una cosa de locos!! Me hacía desear con más ganas su caliente pija adentro mío.
Como si leyera mi mente, se levantó de entre mis piernas y me la clavó de una hasta el fondo. Agarró mis manos por arriba de mi cabeza y moviendo sus caderas empezó a garcharme muy fuerte... tan fuerte que acabó, sacando su pija largando un chorro espeso de leche sobre mi panza.
Cuando volví de lavarme, me acosté al lado de él. Momento incómodo si los hay! Después de un rato, empezamos de nuevo a los besos. Con mis manos tocaba su pija y la pajeaba, para despertarla. Él acariciaba todo mi cuerpo y me encendía de solo rozarme. Sus dedos bajaron despacio hasta mi clítoris y lo tocaban con mucha suavidad pero con los movimientos justos. No daba más: quería pija! Me acosté al lado suyo y empecé a chuparsela.
Estuve un rato chupando, pero "el amiguito" no despertaba. Después de unos minutos de intentar y no poder, el chabón me levantó y me dijo "dejá no insistas, ya está... no se levanta más". Yo me quedé 😮 no lo podía creer. Encima me salía fuego por todos lados!
Pero lejos de quedarse con el pequeño problemita, el pibe me volvió a acostar boca arriba, abrió mis piernas y susurrándome al oído me dijo "no te preocupes, vos vas a gozar igual". Dicho esto, enterró (porque fue así literal) su cabeza en mi concha. Esto que voy a contar, fue el mejor sexo oral que me hayan dado en toda mi vida.
Abría su boca cubriendo toda mi argolla, la cerraba besando con sus labios mi clítoris, después mis labios (de abajo). Con su lengua recorría cada rincón. Besaba mis piernas, rozando sus labios con la parte interior de mis muslos. Con sus labios agarraba mi clítoris, como si lo estuviera chupando. Yo volaba. No lo podía creer. Para ese entonces ya había acabado al menos una vez.
Ahora era el turno de empezar a jugar con sus dedos. Sin dejar de chupar mi clítoris, metió uno de sus dedos en mi vagina. Lo giraba y lo movía para adentro y para afuera, para arriba y abajo. Dibujaba círculos adentro mío. Después metió otro. Terminé con 3 dedos jugando adentro de mi concha, moviéndose de manera magistral. La penetración no era profunda pero me daba un placer inimaginable
Sacó su cabeza de abajo y pude tomar aire. Pero no por mucho: me levantó y me acomodó en 4 poniendo mi cabeza en la almohada. Abrió mi cola con sus manos y escupió mi culito para luego empezar a jugar con sus dedos. No se como se puso, pero con su dedo en mi culo se las ingenió para seguir chupándome la concha.
Sólo sentía su lengua rozar con rapidez mi clítoris. Yo gritaba como si me estuvieran garchando entre 20. Cuando me quise dar cuenta, tenía un dedo en la cola y otro en la concha, los dos moviéndose casi sincronizadamente adentro mío.
Sacó sus dedos, y otra vez volvió a chuparme la concha. Ahora se había acostado boca arriba entre mis piernas. Me hizo sentar en su boca clavando su lengua en mi agujerito. Me empecé a mover como si estuviera cogiendo mientras él no dejaba ni un centímetro de concha sin chupar.
Me hizo acabar dos veces más. La segunda tuvo que correr la cara porque se ahogaba con mis jugos... que se los chupó todos! No lo podía creer. Con mis manos recorría mi piel, desde la panza hasta las tetas. Mi cuerpo hervía.
Me acostó de nuevo boca arriba y empezó a limpiarme la concha hasta dejarla seca. Se acomodó arrodillado a mi lado, y mientras una mano acariciaba mis pezones sólo apretándolos y moviéndolos en círculos, la otra mano se enterró en mi concha. Sus dedos se movían velozmente hacia arriba y hacia abajo.
Cuando empecé a temblar, porque estaba por acabar, apoyó la otra mano en mi panza presionando hacia abajo como queriendo juntarse con la mano que estaba dentro mío. Mis manos se aferraron de las sábanas antes de acabar de forma violenta en un grito que de afuera, debía parecer que me habían matado.
La sensibilidad que tenía en la zona era muy fuerte. Le pedí que parara porque realmente no podía más. No podía creer cómo había dejado la cama de mojada, toda chorreada por mis flujos. Quedé exhausta como si me hubiesen cogido toda la noche. Perdí la noción del tiempo, pero al rato nos llamaron porque teníamos que entregar la habitación. Al final resultó ser un loquito, pero del sexo oral.
Me llevó hasta mi casa. Le pedí el teléfono para volver a encontrarnos. Pero me dijo que no. Nunca supe porqué, pero el chabón prefirió que quedara el recuerdo de esa noche así como estaba. Y qué recuerdo!! Nunca me imaginé poder llegar a disfrutar tanto sin penetración. La calentura que tenía se aplacó a niveles más normales. Al parecer, necesitaba una buena chupada de concha.
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37 comentarios - Una buena alternativa
a rosario podes ir cualquier fin de semana!! pero no mas de 3 o 4 dias no hay mucho! 😛
gracias por comentar 🙂
Como siempre, te amoooo!! 😍 😍
Como siempre Juli, una pendeja hermosa calentadora de pijas. Siga asi y espero que tengas una buena pretemporada de hockey y porque no seas una de las hermosas leonas 🙂
gracias por comentar! 😉
Muy caliente!!
Cada vez mejor!!
Gracias por compartir
van los puntos a pesar de la envidia 😉
saludosssss
ahora solo me keda ponerlo en practica
gracias por comentar
Pero si queres te hago un buen oral en tu conchita...
lee mis ultimos relatos y te vas a enterar donde estoy 😉
Hermoso relato!!! Ojalá encuentres otro loquito o eduques a uno para que lo sea 😉