Primer relato, con mi cuñada jugando a las escondidas

Esta relato sucedió el verano pasado cuando con mi familia nos fuimos de vacaciones. Siempre tratamos que nuestra rutina se modifique y buscamos momentos y espacios de intimidad que durante el resto del año no tenemos.

Este verano finalmente nos decidimos a dejar a nuestros hijos en la casa de mis suegros en San Bernardo, los chicos felices de estar con los abuelos y nosotros contentos de tener una semana tranquila donde pese a estar trabajando, disponemos de tiempo y ganas de pasarla bien.

Como yo estaba cansado como para ir a la playa decido quedarme un rato, y mi mujer, salio con toda la familia los chicos y mis suegros y se fueron tranquilos... Yo no me había dado cuenta que en casa se quedó mi cuñada que también vino por el fin de semana. y mientras estaba en mi cuarto me empiezo a masturbar tranquilo para relajarme y dormir una siesta, en ese momento veo que se abre la puerta y me quedé duro. Mas duro de lo que ya estaba ya que mi hermosa cuñada vino a buscarme. Sin decir una palabra se me sienta al pie de la cama y se mete en la boca mi pija, yo de la sorpresa no sabia lo que hacer y le digo que pare que iba a acabar, eso en lugar de calmarla hizo que chupara con mas ganas y no pude hacer mucho para no acabarle en la cara al minuto.
Yo estaba muerto de vergüenza y ella con ganas de mas. Se para con su cuerpo bronceado delante mio y me pide que le practique sexo oral. a mi es algo que nunca me fascino pero me sentí completamente obligado a chupar esa conchita deliciosa, al rato de estar jugando con lengua y dedos nuevamente siento como viene una nueva erección, en ese momento ella ya estaba completamente lubricada y con ganas de más... Me susurra al oído que me tuvo ganas desde el momento en que me casé y me pregunta si ella lo hacia mejor.. Sentía que la pija estaba por explotar, y en ese momento lo único que pensaba era que en cualquier momento podía caer mi mujer, mis suegros, los chicos o mi cuñado. Rápidamente me monta y empieza a cabalgar hasta que los dos caemos en un éxtasis de placer... Finalmente me dice que su pareja no sabe como cogerla y me dice que me va a buscar cada vez que ella quiera..

De regreso a Buenos Aires, y con los chicos en la playa, nosotros pasamos una semana espectacular pero cada vez que cogimos con mi mujer, no pude sacarme de la cabeza a su hermana melliza. Y todavía no me animé a preguntarles quien estuvo esa tarde conmigo.