Un par de semanas habían pasado desde la vuelta de Gesell. De tener sexo y joda todos los días, pasé a una abstinencia full. Estaba re caliente, en resumidas palabras.
El fin de semana, arreglamos la salida al boliche con mis amigas. Durante la noche, me había tranzado 2 pibes y re contra franeleado, todo había quedado ahí. Mi nivel de excitación aumentaba a medida que la noche avanzaba. Mi suerte empezó a cambiar, cuando en la barra vi a Fede, mi chongo de verano.
Estaba hablando con dos zorras putas baratas (nada que ver conmigo, obvio) que seguro me lo querían robar. Me acerqué y lo saludé. Nos quedamos charlando un rato y lo dejé que que siga hablando con los gatos.
Me puse a bailar cerca de él con otro pibe. Me lo comí y empezamos un show porno en el medio del boliche: le abrí casi toda la camisa y lo arañaba, me dejaba meter mano por debajo de la pollera (que era bastante corta) y casi que cuando la levantaba se me veía la cola. Después de un rato de calentarnos a full y asegurarme que Fede haya mirado lo suficiente, lo dejé y me fui. Otra vez para la barra.
Me quedé parada sola esperando por comprar algo. No pasó mucho tiempo hasta que Fede se acercó. Charlamos un rato, hasta que terminamos comiéndonos la boca. "A mi no me vas a dejar caliente como a ese flaco, no?", me preguntó. Me sonreí y le dije al oído que tenía ganas de irme.
Salimos a buscar el auto. En el camino me dijo que no podíamos ir a la casa, se había gastado toda la plata adentro y no había encontrado al hermano para que le preste. Por dentro un poco puteaba, pero al final pensé "ya fue, me lo garcho en el auto... para sacarme un poco la calentura sirve".
Le dije que no importaba, que podíamos ir a pasear un rato. Creo que entendió la indirecta. Nos subimos al auto y encaró para la zona norte de Rosario. Su mano derecha estaba en mi pierna. El solo roce con mi piel me encendía. En un semáforo le arranqué (literal) los botones del pantalón y se lo bajé.
Empecé a chuparle la pija como si de eso dependiera mi vida. El semáforo se puso en verde y Fede me dijo que parara. "No podés manejar mientras te la chupo?" le dije, sin levantar la cabeza. Si, estaba MUY caliente. Puso primera y arrancamos. Nunca lo había hecho con el auto en marcha en el medio de la ciudad y la verdad que (tal vez por mi estado) me recontra calentó más de lo que pensaba.
Durante todo el trayecto no saqué su pija de mi boca, hasta que sentí que apagó el motor. Su mano la usaba para poner los cambios y luego la apoyaba sobre mi cabeza acompañando mi movimiento. Suave por momentos, desenfrenado en otros. Cuando me levanté no veía nada.
Estábamos vaya uno a saber en qué descampado de no se que parte de la ciudad. Poco me importó. Me trepé arriba suyo y lo besé con lujuria mientras arrancaba su remera y la tiraba atrás. Me corrí la tanga y así como estaba me senté en su pija. Estaba tan mojada que prácticamente resbaló dentro mío hasta el fondo.
Empecé a moverme despacio en círculos, con la verga toda enterrada. Luego me puse a saltar en su pija y a gritar como una condenada a muerte. Sus manos apretaban mi culo sin poder hacer otra cosa. "Meteme el dedo.." le supliqué, a lo que me obedeció, con una cara de terror hermosa.
Inmediatamente sentí como su dedo buscaba entrar en mi culo. Me frené hasta que lo sentí y volví a moverme. El doble placer que sentía era incomparable. Cuando me movía para adelante me clavaba su pija en mi concha, y cuando iba hacia atrás su dedo entraba en mi culo.
Cuando empecé a moverme más rápido y a sentir mi orgasmo más cerca, Fede sacó su dedo y me dio más libertad de movimientos... me enloquecí y mi cuerpo empezó a temblar haciéndome explotar en un orgasmo que lo había estado aguantando desde hacía mucho tiempo. Clavé mis uñas en su espalda, y me aferré a él hasta que mi cuerpo dejó de temblar. Al rato él también acabó. Nos calmamos y tomamos aire un rato. Nos sentamos atrás a descansar
Charlamos un poco, pero verlo sentado desnudo con su pija colgando me hizo calentar de nuevo. Volví abajo otra vez. Se la chupé hasta ponérsela durísima de nuevo, ante la sorpresa de Fede de lo caliente e insaciable que estaba.
Fede me agarró, me dio vuelta y pegó mi cara contra el vidrio del auto. Me arrodillé en el asiento y abrí un poco mis piernas, mientras él acomodaba su cabeza abajo para chuparme la concha. Su lengua me violaba con fuerza penetrando mi concha que chorreaba flujos de la calentura que tenía. Subía de mi concha a mi cola y yo me volvía loca, agarrándome fuerte del techo y gimiendo con la cara apoyada en el vidrio de la ventanilla.
"Cogeme fuerte Fede dale" le supliqué. Apoyó su pija en mi concha y con eso casi me hace acabar. Me dio un par de embestidas y yo acabé otra vez. Lejos de calmarme quería más. Me empujaba con fuerza contra el vidrio, ya empañado, para tomar envión y clavarme más fuerte su verga.
Estábamos más que transpirados por el calor que hacía adentro y afuera. Cuando sentí que se estaba cansando, empecé a moverme yo. No podía creer que estaba a punto de tener otro orgasmo.
Lo senté y me subí arriba, para acabar más fácil. Ya no dábamos más. Me moví tan fuerte que lo hice acabar. No me importó y me seguí moviendo, a pesar que él me decía que había acabado. Por suerte su pija seguía bien dura penetrándome con violencia. Acabé de nuevo, pero no podía parar. No sé que me pasaba, pero me seguía moviendo. Seguí cabalgando en su pija hasta que la sentí flácida y se salió sola.
"Pará un toque Juli, estás a full hoy!", me dijo cuando me desplomé contra el asiento. Estuvimos unos minutos en silencio, recuperando el aliento. Después de un rato, Fede me dijo: "desayunamos?" y nos fuimos a una estación de servicio. Se habían hecho las 7 de la mañana casi, cuando el hermano de Fede llamó para avisarle que había vuelto a su casa. Apenas me lo dijo, una sonrisa se dibujó en mi rostro. Llamé a mi casa para avisar que me quedaba a dormir de una amiga, y volvía a la tarde.
Casi salimos corriendo y subimos al auto para volver a la casa de Fede. En el camino, empecé a manosearle la pija en señal que quería más. "Estás re puta Juli" repetía ante mi sonrisa perversa de mi rostro. Cuando llegamos, el hermano ya estaba acostado, y nos encerramos en su habitación toda la mañana.
Cuando la pija de Fede no se le paró más, agarré mis cosas y me fui. "Nos vemos en la semana?", me dijo aún agitado. "No. Vos sos el de los findes. El sábado que viene, puede ser". No me interesaba nada más con él. Había cumplido su función. Calmar la calentura que tenía acumulada.
**************************************************
Indice
El fin de semana, arreglamos la salida al boliche con mis amigas. Durante la noche, me había tranzado 2 pibes y re contra franeleado, todo había quedado ahí. Mi nivel de excitación aumentaba a medida que la noche avanzaba. Mi suerte empezó a cambiar, cuando en la barra vi a Fede, mi chongo de verano.
Estaba hablando con dos zorras putas baratas (nada que ver conmigo, obvio) que seguro me lo querían robar. Me acerqué y lo saludé. Nos quedamos charlando un rato y lo dejé que que siga hablando con los gatos.
Me puse a bailar cerca de él con otro pibe. Me lo comí y empezamos un show porno en el medio del boliche: le abrí casi toda la camisa y lo arañaba, me dejaba meter mano por debajo de la pollera (que era bastante corta) y casi que cuando la levantaba se me veía la cola. Después de un rato de calentarnos a full y asegurarme que Fede haya mirado lo suficiente, lo dejé y me fui. Otra vez para la barra.
Me quedé parada sola esperando por comprar algo. No pasó mucho tiempo hasta que Fede se acercó. Charlamos un rato, hasta que terminamos comiéndonos la boca. "A mi no me vas a dejar caliente como a ese flaco, no?", me preguntó. Me sonreí y le dije al oído que tenía ganas de irme.
Salimos a buscar el auto. En el camino me dijo que no podíamos ir a la casa, se había gastado toda la plata adentro y no había encontrado al hermano para que le preste. Por dentro un poco puteaba, pero al final pensé "ya fue, me lo garcho en el auto... para sacarme un poco la calentura sirve".
Le dije que no importaba, que podíamos ir a pasear un rato. Creo que entendió la indirecta. Nos subimos al auto y encaró para la zona norte de Rosario. Su mano derecha estaba en mi pierna. El solo roce con mi piel me encendía. En un semáforo le arranqué (literal) los botones del pantalón y se lo bajé.
Empecé a chuparle la pija como si de eso dependiera mi vida. El semáforo se puso en verde y Fede me dijo que parara. "No podés manejar mientras te la chupo?" le dije, sin levantar la cabeza. Si, estaba MUY caliente. Puso primera y arrancamos. Nunca lo había hecho con el auto en marcha en el medio de la ciudad y la verdad que (tal vez por mi estado) me recontra calentó más de lo que pensaba.
Durante todo el trayecto no saqué su pija de mi boca, hasta que sentí que apagó el motor. Su mano la usaba para poner los cambios y luego la apoyaba sobre mi cabeza acompañando mi movimiento. Suave por momentos, desenfrenado en otros. Cuando me levanté no veía nada.
Estábamos vaya uno a saber en qué descampado de no se que parte de la ciudad. Poco me importó. Me trepé arriba suyo y lo besé con lujuria mientras arrancaba su remera y la tiraba atrás. Me corrí la tanga y así como estaba me senté en su pija. Estaba tan mojada que prácticamente resbaló dentro mío hasta el fondo.
Empecé a moverme despacio en círculos, con la verga toda enterrada. Luego me puse a saltar en su pija y a gritar como una condenada a muerte. Sus manos apretaban mi culo sin poder hacer otra cosa. "Meteme el dedo.." le supliqué, a lo que me obedeció, con una cara de terror hermosa.
Inmediatamente sentí como su dedo buscaba entrar en mi culo. Me frené hasta que lo sentí y volví a moverme. El doble placer que sentía era incomparable. Cuando me movía para adelante me clavaba su pija en mi concha, y cuando iba hacia atrás su dedo entraba en mi culo.
Cuando empecé a moverme más rápido y a sentir mi orgasmo más cerca, Fede sacó su dedo y me dio más libertad de movimientos... me enloquecí y mi cuerpo empezó a temblar haciéndome explotar en un orgasmo que lo había estado aguantando desde hacía mucho tiempo. Clavé mis uñas en su espalda, y me aferré a él hasta que mi cuerpo dejó de temblar. Al rato él también acabó. Nos calmamos y tomamos aire un rato. Nos sentamos atrás a descansar
Charlamos un poco, pero verlo sentado desnudo con su pija colgando me hizo calentar de nuevo. Volví abajo otra vez. Se la chupé hasta ponérsela durísima de nuevo, ante la sorpresa de Fede de lo caliente e insaciable que estaba.
Fede me agarró, me dio vuelta y pegó mi cara contra el vidrio del auto. Me arrodillé en el asiento y abrí un poco mis piernas, mientras él acomodaba su cabeza abajo para chuparme la concha. Su lengua me violaba con fuerza penetrando mi concha que chorreaba flujos de la calentura que tenía. Subía de mi concha a mi cola y yo me volvía loca, agarrándome fuerte del techo y gimiendo con la cara apoyada en el vidrio de la ventanilla.
"Cogeme fuerte Fede dale" le supliqué. Apoyó su pija en mi concha y con eso casi me hace acabar. Me dio un par de embestidas y yo acabé otra vez. Lejos de calmarme quería más. Me empujaba con fuerza contra el vidrio, ya empañado, para tomar envión y clavarme más fuerte su verga.
Estábamos más que transpirados por el calor que hacía adentro y afuera. Cuando sentí que se estaba cansando, empecé a moverme yo. No podía creer que estaba a punto de tener otro orgasmo.
Lo senté y me subí arriba, para acabar más fácil. Ya no dábamos más. Me moví tan fuerte que lo hice acabar. No me importó y me seguí moviendo, a pesar que él me decía que había acabado. Por suerte su pija seguía bien dura penetrándome con violencia. Acabé de nuevo, pero no podía parar. No sé que me pasaba, pero me seguía moviendo. Seguí cabalgando en su pija hasta que la sentí flácida y se salió sola.
"Pará un toque Juli, estás a full hoy!", me dijo cuando me desplomé contra el asiento. Estuvimos unos minutos en silencio, recuperando el aliento. Después de un rato, Fede me dijo: "desayunamos?" y nos fuimos a una estación de servicio. Se habían hecho las 7 de la mañana casi, cuando el hermano de Fede llamó para avisarle que había vuelto a su casa. Apenas me lo dijo, una sonrisa se dibujó en mi rostro. Llamé a mi casa para avisar que me quedaba a dormir de una amiga, y volvía a la tarde.
Casi salimos corriendo y subimos al auto para volver a la casa de Fede. En el camino, empecé a manosearle la pija en señal que quería más. "Estás re puta Juli" repetía ante mi sonrisa perversa de mi rostro. Cuando llegamos, el hermano ya estaba acostado, y nos encerramos en su habitación toda la mañana.
Cuando la pija de Fede no se le paró más, agarré mis cosas y me fui. "Nos vemos en la semana?", me dijo aún agitado. "No. Vos sos el de los findes. El sábado que viene, puede ser". No me interesaba nada más con él. Había cumplido su función. Calmar la calentura que tenía acumulada.
**************************************************
Indice
35 comentarios - El regreso
un beso !
excelente
gracias y besos! puntos como siempre
gracias por pasar!
Lo que si tenes que dejarlo recuperar fuerzas...dale una biandita entre cogida y cogida..llega a ser verano y se te desidrata cogiendo el pibe jajaja.
Besotes diosa...un gusto que seas rosarina como yo!!!
gracias por comentar
cuando pedis el dedo me mato!
gracias por pasar! 😉
Cada vez mas calientes tus relatos!!
Gracias por compartir
gracias por comentar! 😉
" Me corrí la tanga y así como estaba me senté en su pija" waooo jejej