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Me gustan las perras obedientes

Este es mi segundo relato que espero les guste y comenten me ocurrió hace unos cuantos años pero es un encuentro que siempre recuerdo

Alguna vez la vi detenerse a mirar los departamentos que estaban en alquiler, colgando de la vidriera ; y muchas veces la había visto pasar por delante de la puerta del negocio. Bien émpilchada caminando segura, con ese andar que tienen las personas sin problemas de plata
Ahora estaba delante mío preguntándome si alguien de la empresa podría realizar una tasación, lo que necesitaba era saber el valor de su departamento porque estaba por ponerlo a la venta “Por supuesto que sí”
le conteste y le propuse, ir dentro de una hora más o menos en cuanto me desocupase, ella lo pensó por un instante y me dijo
“No……… mejor mañana que no voy salir en todo el día”
Me pareció bien y quedamos en que yo pasaría a las 10 de la mañana

Llegue a las 10 como le había dicho (estaba con bronca el día anterior cuando arregle la hora para venir no recordé que ese día era feriado ), desde la vereda de enfrente mire el edificio, una torre, ya en la puerta anote la cantidad de departamentos que indicaba el portero eléctrico y pulse el botón del 13 C Escuche su voz que me pedía que pasara.
Salude al de seguridad y subí al ascensor

Me abrió la puerta descalza y con un jogging rosa con vivos negros, que no dejaba ver nada de su cuerpo pero sus tetas se destacaban y yo las adivinaba sin corpiño, Tenía los ojos apenas pintados y sus lindas facciones enmarcadas por un pelo corto que sujetaba con una vincha ancha Una vez adentro y después que cerró la puerta le explique que necesitaba tomar las medidas de los ambientes, me pidió que empezara por la cocina o el living y me dejo solo
Como había completado la planilla con las medidas del living, la cocina y el balcón me dirigí al dormitorio donde suponía que estaba, cuando pasaba por delante de la puerta del baño escuche la ducha, así que en voz alta le dije
“Señora me faltarían las medidas del dormitorio y del baño”. A lo que me contesto
“Dame un minuto ya salgo”
No daba que la esperara en la puerta del baño, así que volví al living y me senté en el sillón, a los pocos minutos la veo en el pasillo que iba hacia el dormitorio diciéndome
“Vení…. vení, hablemos en el cuarto”
Ella caminaba delante mío, yo la seguía.
Ella descalza, envuelta en un gran toallón con el pelo revuelto y húmedo, yo imaginando su cuerpo desnudo
El departamento, originalmente debería tener dos dormitorios y habían demolido la pared que lo separaba para dejar un solo dormitorio en el que entraba una cama muy grande un silloncito bajo, al costado de una mesa ratona sobre la que estaban un diario, una botella de whisky y unos vasos Una cómoda con un espejo y delante del placar que ocupaba toda la pared un biombo. Ni bien entramos al cuarto fue detrás del biombo, mientras que me decía
“Sentate”
Reapareció con un bata muy corta de raso negra se sentó delante de la cómoda en la que había varios frascos de perfume , abrió un cajón y después de sacar algo comenzó a pintarse yo a todo esto seguía sentado en el silloncito y sin saber que hacer miraba su espalda y me la imaginaba en bolas en esa cama enorme
Me saco de mis pensamientos diciéndome.
“Pero que haces tan lejos sentate acá”.
Y con la mano golpeaba la cama, me acerque mientras pensaba linda cama para romperte el culo y que si me das pie te recojo, me senté en la cama como me había pedido estábamos tan cerca que podía oler el perfume de su pelo recién lavado. No sé si a propósito o por accidente se le cayó un delineador de ojos, se agacho para levantarlo, como la bata solo estaba sujeta por un cinturón anudado a su cintura se abrió dejando ver sus magníficas tetas en todo su esplendor eran medianas y se notaban muy firmes (un milagro del gimnasio lo mismo que su cola super trabajada era redonda y bien parada) como me quede embobado mirándole las tetas ella se sonrío me miro sus ojos y actitud me dieron coraje y dije “La verdad es que son muy lindas”
A lo que me retruco
“Naturales nada de plástico”
Me tire a la pileta y diciéndole
“Tendría que tocarlas para estar seguro”
“Y bueno que esperas”
Me contesto mientras se inclinaba hacia mí, me pare y le tome una teta con cada mano eso fue suficiente para que ella se parase por lo que quedamos enfrentados y yo con sus tetas en mis manos. Paso sus brazos por encima de mis hombros y acerco su cara a la mía yo le comí la boca y mi lengua jugo por un ratito con la suya, mientras mis manos lo hacían con sus pezones después de unos minutos comencé a besarla en el cuello y hombros nos dejamos caer sobre la cama
Poco menos que la arranque la bata que fue a dar al piso ya totalmente desnuda la acomode de tal manera que quedase con las piernas colgando de la cama me arrodille delante de ella y comencé a chuparle la concha y las piernas mientras que con mis manos le acariciaba la cintura. Buscaba el clítoris con la punta de la lengua y una vez que lo ubicaba los succionaba suavemente o le pasaba toda la lengua haciendo una suave presión, le metía los dedos en la concha primero uno y después dos para moverlos con rapidez esto hacia que ella se arrastrase de espalda alejándose de mi boca por lo que me obligaba a seguirla subiéndome a la cama con mi cara incrustada entre sus piernas yo a esta altura estaba recaliente y con la chota súper dura, me desabroche el pantalón y lo baje junto con los calzoncillos mi poronga iba a meterse dentro en esa concha que la llamaba.
Deje de chupársela pero seguí con mis dedos dentro de su concha, le separe las piernas me coloque entre ellas arrodillado, mientras que le acariciaba uno de los pezones con una mano mientras que los dedos de la otra seguían ya totalmente empapados dentro de su concha que se dilataba y inflamaba cada vez más en esa posición podía ver claramente su concha depilada eso aumento mi calentura, así que apoye mi poronga sobre los labios y se la fui metiendo lentamente, entro con facilidad cuando sentí que mis huevos ya estaban golpeando contra su cola se la retiraba un poco y volvía a metérsela con fuerza y moviéndola más rápido . La verdad que ella gemía y demostraba que le gustaba,
Pero a mí me daba la sensación que a ella le faltaba algo como si no gozara todo lo que ella esperaba (en realidad lo que yo siempre quiero es que la mujer que cojo goce al máximo) se la saque por completo de la concha y en un solo movimiento la hice girar dejándola boca abajo agarre una de las almohadas y la coloque debajo ella de tal manera que se le levanto la cola un poco así la concha quedaba más expuesta a mi poronga que se la puse sin piedad hasta el fondo, ella gimió fuerte y empezó a moverse con rapidez yo la acompañaba en su movimiento y lo gozaba .
Como su culo estaba al alcance de mis manos comencé acariciarlo a humedecerlo con los jugos que salían de su concha cuando sintió a mis dedos jugar con su culo me dijo “En el cajón de la mesa de luz”
Me estire y abrí el cajón había un pomo de gel, lo saque le puse un buen chorro sobre el culo que comencé a esparcir sobre sus nalgas y culo mientras hacía esto mire el cajón que había quedado abierto y vi un collar de perro con una correa de tela de más o menos un metro y medio perfectamente arrollada, saque mis dedos de su culo y tome el collar con cuidado se lo coloque en el cuello, ella se puso como loca comenzó a gemir y se daba nalgadas ella misma. Me di cuenta que era eso lo que le faltaba lo que le daba actitud y ganas, le gustaba sentirse sometida este descubrimiento me desubico un poco le pegue un tirón a la correa eso hizo que se calmara me volví a acomodar entre su piernas y le metí la poronga nuevamente en la concha cuando la sintió empezó a moverse frenéticamente, como eso iba hacer que me acabase le pegue un nuevo tirón a la correa y ella se calmó y se movía más lentamente el descubrir que respondía a las órdenes de la correa, me encanto.
Era una experiencia totalmente nueva para mí la iba a disfrutar. Así que comencé a moverme nuevamente con más fuerza y velocidad le di unas palmadas en las nalgas con ambas manos eso la hizo acelerar sus movimientos comenzó nuevamente con los gemidos y ese movimiento frenético que precede al orgasmo. Ya a esa altura no la iba a parar así que disfrute su orgasmo, su cuerpo se arqueaba y los gemidos se habían convertidos en grititos entre cortados, cuando su orgasmo estaba llegando al final aumente el ritmo y fuerza de mis movimientos hasta que acabe. Le llene la concha de leche. Me acosté junto a ella que seguía de espalda nuestras caras estaban muy cerca, ojos que me sonreían
Después de unos minutos me pare y como seguía la correa en mi mano le di un tirón firme ella se puso en cuatro patas sobre la cama, me miro como esperando una orden, yo tenía curiosidad de saber cómo seguía esto, para mí era totalmente nueva la situación, fui a sentarme en el sillón ella bajo de la cama gateando y me siguió cuando estuve sentado, ella se arrodillo frente a mi apoyando sus nalgas sobre sus talones con las rodillas bien separadas por lo que yo podía ver perfectamente su entrepierna y su concha chorreándole leche, por tener su torso bien erguido las tetas se mostraban en todo su esplendor, sus manos descansaban sobre sus muslos con las palmas hacia arriba.
Tome uno de los vasos me serví whisky y le dije sin levantar la voz pero firme “Hielo”
Ella giro y se fue gateando para volver gateando a los pocos minutos trayendo una hielera de plástico que sostenía tomándola por manija con la boca, cuando estuvo frente a mí se detuvo y dejo la hielera en piso quedándose en cuatro patas yo la mire y no sé porque le dije
“Junto” (orden que le daba aun perro que tuve, cuando quería que se colocara a mi lado)
Ella volvió a levantar la hielera con la boca y la acerco (gateando) hasta dejarla entre mis pies, se volvió a arrodillar como antes me incline, saque un hielo que puse en el vaso.
Deje el vaso me pare y pase la correa por entre mis piernas con suavidad tire de la correa hasta que su cara estuvo contra mis huevos que ella comenzó a lamer, con las manos me pajeaba por lo que mi poronga empezó nuevamente a enderezarse, estar parado no era cómodo así que le pegue un tirón a la correa y ella dejo de chuparme la bolas y sus manos soltaron mi chota deje caer la correa al suelo y fui hasta la cama.
Ella seguía de rodillas esperando que yo le dijese que hacer, subí a la cama y me senté con la espalda apoyada en el respaldo y golpee con la palma de la mano el colchón giro sobre sus rodillas y se acercó a la cama gateando, subió, estaba fascinado la tome por la nuca y lleve su cabeza hacia mi poronga para que la siguiera chupando, cuando la tuve bien dura le dije “Subí” ella se montó sobre mi chota y muy lentamente se la fue tragando con la concha, cuando los labios de su concha tocaron mis bolas comenzó a mover lentamente su concha en redondo alternando este movimiento con un subir y bajar pero sin sacarse la pija de la concha era una maravilla que yo gozaba ella también después de unos minutos su cuerpo se tensó y comenzó a moverse más rápido y a temblar, gemía cada vez más fuertes yo le chupaba los pezones y lamia las tetas para aumentar su placer y el mío acabamos juntos cuando su orgasmo termino se recostó sobre mi pecho quedándose con la chota adentro de la concha, eso me gusto.
Cerré mis brazos sobre su espalda y sosteniéndola con fuerza gire de forma quede sobre ella le saque la poronga de la concha y me acosté boca arriba junto a ella, se enderezo y apoyada sobre su codo comenzó a lamerme la chota y la panza que estaba cubierta con restos de leche cuando termino de limpiarme.
Me levante y parado junto a la cama tire de la correa ella nuevamente se colocó en cuatro patas sobre la cama acerque la palma de mi mano a su cara y tal como yo lo esperaba me la lamio, mientras que lo hacía con la otra mano jugué con su pelo como lo hubiera hecho en la cabeza de mi perro. Sin sacarle el collar desprendí de el la correa fui baño me duche Cuando regrese a la habitación ella seguía sobre la cama al verme entrar volvió a ponerse de rodillas en la posición que lo había hecho antes, yo me senté en la cama y le dije
“Ahora te voy a sacar el collar y cada vez que nos encontremos te lo voy a poner, lo vas a tener puesto hasta que que yo decida sacártelo……. vas a ser mi perra" Tomándola de la barbilla y mirando sus ojos agregue
“Me gustan las perra obedientes”
Ella sonreía
Después de este primer encuentro seguí viendo a Claudia durante mucho tiempo salíamos a bailar para volver al rato casi corriendo y recalientes para encamarnos hasta el otro día. La acompañe a algunas de las reuniones que hacían sus amigos, pero esas son otras historia que les iré relatando

1 comentarios - Me gustan las perras obedientes

bovary2
que buen relato!! sos recaliente papito!!