“En cambio el cuerpo de Dario era mas femenino que masculino. Menudo y androgino, ni en axilas ni en pubis tenia pelos, era como Agustina Cherri pero con un pene diminuto”.
Buenos Aires, 3 de abril, 22 hs.
Carlos y Dario.
Carlos, 44 años, casado con 3 hijos varones. Alto, con algunas canas, flaco pero robusto y con porte de macho.
Dario, 21 años, de novio hace 2 con Marina. Morocho de pelo corto, tez blanca y con aspecto delicado. Demasiado lindo para ser varon.
Era Jueves y como todos los Jueves, los hombres de la oficina iban a jugar al futbol.
Para Dario no era un jueves mas, era la primera vez que iba a ser participe de esto.
Como llegó apenas unos minutos antes de que empieze el partido, fue directamente para la cancha.
Luego de unos intensos 60 minutos de futbol, fueron todos al vestuario a cambiarse. A partir de ese momento la vida de Dario y de Carlos cambiaria para siempre.
Toalla en mano, Dario se dirigio a las duchas y encontro libre la que estaba enfrentada a Carlos.
Abrio ambos grifos de agua y se dio cuenta que no tenia shampoo. Giro para pedirselo a algun compañero y se encontro con un espectaculo unico...la pija de Carlos.
Asombrosa, petulante, soberbia, arrogante eran todos adjetivos que cuadraban con ella pero el mas acorde era imponente.
Sintio un leve cosquilleo en su panza, una pequeña excitación y se puso muy incomodo, no estaba en su naturaleza sentirse atraido por un pene.
Durante el tiempo que duro la ducha le costo dejar de mirarla.
Carlos se dio cuenta pero no le dijo absolutamente nada.
Ya todos duchados, el grupo decidio ir a cenar.
Casualidad o causalidad, como Dario estaba sin auto, fue Carlos quien se ofrecio a llevarlo junto con otros dos compañeros. Lo hizo sentar adelante, al lado de el.
Dario disimuladamente miraba de reojo la entrepierna de Carlos y mas cosquilleos sentia.
Luego de cenar, Carlos decidio volver a su casa en vez de ir a tomar algo.
Como lo hacia habitualmente, se ofrecio para acercar a alguien.
Solo uno acepto, Dario.
Llegaron a destino y el dueño de casa lo invito a subir y tomar algo. Carlos, no dijo que no.
El departamento era de dos ambientes, muy confortable y tenia una ambientacion zen. Cada cosa y adorno en su lugar, todo estaba sincronizado.
El anfitrion ofrecio café y comenzo a contar sus planes de boda con Marina.
En medio de la conversación, Carlos le freno el habla. Se levanto del sillon, se puso frente a él y saco su enorme miembro poniendoselo a centimetros de la cara…
-Dale!, date el gusto!, le dijo.
Dario se quedo helado.
Miro detenidamente la verga de Carlos y trago saliva.
Ofrecio una tenue resistencia, queriendo demostrar su hombria pero Carlos, en cambio, sabiendose ganador, insistio.
-Dale!, terminemos con esta parodia, yo vi como la mirabas!.
Sin decir una palabra, y con la respiracion acelerada, Dario abrio sus labios y se la metio entera haciendo que su nariz tocara el pubis de “su semental”.
La primera sensación fue ambigua. No tenia sabor pero le gustó. A medida que la verga fue creciendo dentro de su boca, la empezo a disfrutar. La mamaba con pasion y no de compromiso. Habia momentos en los cuales lo miraba a Carlos a los ojos y su mirada era de embelesamiento.
Por su parte, Carlos lo disfrutaba muchísimo y con su mano acariciaba la cabeza de el de manera paternal. En menos de un minuto sus 22 x 6 cm habian aceptado los mimos de Dario.
Despues de un buen rato hicieron una pausa para desnudarse.
El cuerpo de Carlos era fibroso, robusto y atletico. Pecho depilado, al igual que su enorme pija, era un chongo con todas las letras.
En cambio el cuerpo de Dario era mas femenino que masculino. Menudo y androgino, ni en axilas ni en pubis tenia pelos, era como Agustina Cherri pero con un pene diminuto.
Carlos se sento en el sillon y Dario se recosto a su lado para seguir chupandosela. Si le daban a elegir, podia estar haciendo esto toda la noche. Por momentos la besaba y le pegaba chupones que se escuchaban por todo el departamento, por momentos la mimaba y por momentos se la tragaba toda, haciendo que llegara hasta la campanilla de la garganta.
Carlos, en cambio, con sus dedos jugueteaba con el culo de Dario y lo iba preparando para desvirgarlo.
-No aguanto mas!, la quiero toda adentro, le rogo Dario y se lo llevo para su habitacion arrastrandolo de la pija.
Carlos, al paso, agarro del baño un aceite aromatico que Marina tenia para cuando se quedaba los fines de semana, y se envadurno la verga.
Luego Dario se subio a la cama, se acosto boca abajo y puso una almohada debajo de su pelvis para que su culo quedara levantado. Carlos comenzo a besarle las nalgas.
Dario estaba en un nirvana y cuando no aguanto mas, le volvio a suplicar a su semental que se lo coja.
Carlos lo tomó por detras y se la fue poniendo muy delicadamente para que no sufriera.
Al principio le dolio y bastante, mordia la otra almohada y con sus manos apretaba el colchon pero despues la empezo a disfrutar como nunca lo hubiera imaginado.
La tremenda verga de Carlos entraba y salia, abriendo ese culo virgen, mientras los gemidos de placer de Dario, que se parecian mas a los de una mujer que a los de un hombre, retumbaban por todo el departamento.
-Que pija tenes hijo de puta!!!, no pense que me iba a gustar tanto!, le decía mientras sacaba desde su interior esa nena que siempre llevo.
Luego Carlos se acosto.
Dario, en cambio, se le sento arriba y de frente, y lo comenzo a cabalgar. Habia momentos en los que esa enorme poronga desaparecia por completo dentro del culo del dueño de casa.
-Por Dios, que lindo es esto!!!. Dario estaba enloquecido.
En ningun momento se besaron.
Carlos, a pesar de estar teniendo una relacion homosexual, queria demostrar que era bien macho. En cambio a Dario ganas de hacerlo no le faltaron.
Luego de varios minutos el semental de la oficina le aviso que iba a acabar. Dario empezo a sentir como la pija de Carlos escupia leche dentro suyo, eran “toneladas” de semen descargardas adentro de su culo.
En simultaneo a esto Dario, que se estaba masturbando tambien acababa.
Ambos quedaron extenuados, tirados en la cama.
Carlos se pego una ducha y volvio a su casa con su familia.
Dario, en cambio, no pudo dormir en toda la noche pensado en lo maravilloso que habia sido el encuentro.
Después de esto, cada uno siguio con su vida pero ambos sabian que los Jueves tenian una cita.
Buenos Aires, 3 de abril, 22 hs.
Carlos y Dario.
Carlos, 44 años, casado con 3 hijos varones. Alto, con algunas canas, flaco pero robusto y con porte de macho.
Dario, 21 años, de novio hace 2 con Marina. Morocho de pelo corto, tez blanca y con aspecto delicado. Demasiado lindo para ser varon.
Era Jueves y como todos los Jueves, los hombres de la oficina iban a jugar al futbol.
Para Dario no era un jueves mas, era la primera vez que iba a ser participe de esto.
Como llegó apenas unos minutos antes de que empieze el partido, fue directamente para la cancha.
Luego de unos intensos 60 minutos de futbol, fueron todos al vestuario a cambiarse. A partir de ese momento la vida de Dario y de Carlos cambiaria para siempre.
Toalla en mano, Dario se dirigio a las duchas y encontro libre la que estaba enfrentada a Carlos.
Abrio ambos grifos de agua y se dio cuenta que no tenia shampoo. Giro para pedirselo a algun compañero y se encontro con un espectaculo unico...la pija de Carlos.
Asombrosa, petulante, soberbia, arrogante eran todos adjetivos que cuadraban con ella pero el mas acorde era imponente.
Sintio un leve cosquilleo en su panza, una pequeña excitación y se puso muy incomodo, no estaba en su naturaleza sentirse atraido por un pene.
Durante el tiempo que duro la ducha le costo dejar de mirarla.
Carlos se dio cuenta pero no le dijo absolutamente nada.
Ya todos duchados, el grupo decidio ir a cenar.
Casualidad o causalidad, como Dario estaba sin auto, fue Carlos quien se ofrecio a llevarlo junto con otros dos compañeros. Lo hizo sentar adelante, al lado de el.
Dario disimuladamente miraba de reojo la entrepierna de Carlos y mas cosquilleos sentia.
Luego de cenar, Carlos decidio volver a su casa en vez de ir a tomar algo.
Como lo hacia habitualmente, se ofrecio para acercar a alguien.
Solo uno acepto, Dario.
Llegaron a destino y el dueño de casa lo invito a subir y tomar algo. Carlos, no dijo que no.
El departamento era de dos ambientes, muy confortable y tenia una ambientacion zen. Cada cosa y adorno en su lugar, todo estaba sincronizado.
El anfitrion ofrecio café y comenzo a contar sus planes de boda con Marina.
En medio de la conversación, Carlos le freno el habla. Se levanto del sillon, se puso frente a él y saco su enorme miembro poniendoselo a centimetros de la cara…
-Dale!, date el gusto!, le dijo.
Dario se quedo helado.
Miro detenidamente la verga de Carlos y trago saliva.
Ofrecio una tenue resistencia, queriendo demostrar su hombria pero Carlos, en cambio, sabiendose ganador, insistio.
-Dale!, terminemos con esta parodia, yo vi como la mirabas!.
Sin decir una palabra, y con la respiracion acelerada, Dario abrio sus labios y se la metio entera haciendo que su nariz tocara el pubis de “su semental”.
La primera sensación fue ambigua. No tenia sabor pero le gustó. A medida que la verga fue creciendo dentro de su boca, la empezo a disfrutar. La mamaba con pasion y no de compromiso. Habia momentos en los cuales lo miraba a Carlos a los ojos y su mirada era de embelesamiento.
Por su parte, Carlos lo disfrutaba muchísimo y con su mano acariciaba la cabeza de el de manera paternal. En menos de un minuto sus 22 x 6 cm habian aceptado los mimos de Dario.
Despues de un buen rato hicieron una pausa para desnudarse.
El cuerpo de Carlos era fibroso, robusto y atletico. Pecho depilado, al igual que su enorme pija, era un chongo con todas las letras.
En cambio el cuerpo de Dario era mas femenino que masculino. Menudo y androgino, ni en axilas ni en pubis tenia pelos, era como Agustina Cherri pero con un pene diminuto.
Carlos se sento en el sillon y Dario se recosto a su lado para seguir chupandosela. Si le daban a elegir, podia estar haciendo esto toda la noche. Por momentos la besaba y le pegaba chupones que se escuchaban por todo el departamento, por momentos la mimaba y por momentos se la tragaba toda, haciendo que llegara hasta la campanilla de la garganta.
Carlos, en cambio, con sus dedos jugueteaba con el culo de Dario y lo iba preparando para desvirgarlo.
-No aguanto mas!, la quiero toda adentro, le rogo Dario y se lo llevo para su habitacion arrastrandolo de la pija.
Carlos, al paso, agarro del baño un aceite aromatico que Marina tenia para cuando se quedaba los fines de semana, y se envadurno la verga.
Luego Dario se subio a la cama, se acosto boca abajo y puso una almohada debajo de su pelvis para que su culo quedara levantado. Carlos comenzo a besarle las nalgas.
Dario estaba en un nirvana y cuando no aguanto mas, le volvio a suplicar a su semental que se lo coja.
Carlos lo tomó por detras y se la fue poniendo muy delicadamente para que no sufriera.
Al principio le dolio y bastante, mordia la otra almohada y con sus manos apretaba el colchon pero despues la empezo a disfrutar como nunca lo hubiera imaginado.
La tremenda verga de Carlos entraba y salia, abriendo ese culo virgen, mientras los gemidos de placer de Dario, que se parecian mas a los de una mujer que a los de un hombre, retumbaban por todo el departamento.
-Que pija tenes hijo de puta!!!, no pense que me iba a gustar tanto!, le decía mientras sacaba desde su interior esa nena que siempre llevo.
Luego Carlos se acosto.
Dario, en cambio, se le sento arriba y de frente, y lo comenzo a cabalgar. Habia momentos en los que esa enorme poronga desaparecia por completo dentro del culo del dueño de casa.
-Por Dios, que lindo es esto!!!. Dario estaba enloquecido.
En ningun momento se besaron.
Carlos, a pesar de estar teniendo una relacion homosexual, queria demostrar que era bien macho. En cambio a Dario ganas de hacerlo no le faltaron.
Luego de varios minutos el semental de la oficina le aviso que iba a acabar. Dario empezo a sentir como la pija de Carlos escupia leche dentro suyo, eran “toneladas” de semen descargardas adentro de su culo.
En simultaneo a esto Dario, que se estaba masturbando tambien acababa.
Ambos quedaron extenuados, tirados en la cama.
Carlos se pego una ducha y volvio a su casa con su familia.
Dario, en cambio, no pudo dormir en toda la noche pensado en lo maravilloso que habia sido el encuentro.
Después de esto, cada uno siguio con su vida pero ambos sabian que los Jueves tenian una cita.
9 comentarios - Casado cazado
las ganas de cojer . Voy a tener que pagar algún chongo.
.
. gracias
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