Nos casamos hace tiempo , yo tengo 47 y Susana 41 , tenemos hijos , tanto mi esposa como yo trabajamos profesionalmente .
Yo hace un tiempo que se que soy un buen cornudo y lo estoy disfrutando.Hace unas noches nos visitó Leandro, que trabaja conmigo y está casado con una de las mejores amigas de Susana, y nos suelen visitar con bastante frecuencia, tanto en pareja como por separado, ya que la esposa de Leandro que es ginecóloga , cuando no trabaja o sale de una de sus guardias, se pasa por casa y hace compañía a Susana, se van de compras juntas, etc. Leandro también suele acompañarme a casa muchas veces, ya que por el horario de trabajo de su esposa, cuando hace esas guardias de 24 horas, aprovecha y viene a comer o cenar con nosotros y así evita tener que hacerlo solo o en alguno de los bares de la ciudad.
Fue en abril , un día caluroso y estresantes en el trabajo, aprovechando nuestro trabajo quedó finalizado sobre las 16 horas , le pregunté a Leandro si estaba solo para comer y él me contestó que sí, que su esposa no volvería del hospital hasta la noche, por lo que le propuse que viniese a comer a casa, que estábamos Susana y yo solos, que las chicas estaban en el casa de otras amigas y así nos podría acompañar en la comida, él por supuesto aceptó, ya que así no se quedaba tirado toda la tarde y disfrutaría de una buena comida, tan acostumbrado a comer fuera de casa, así yo avisé a Susana y le informé de la visita de nuestro amigo para que estuviese preparada.
Cuando llegamos a casa, Susy nos recibió con la mesa preparada y uno de nuestros platos favoritos sobre la misma, tras saludarnos invité a Leandro a entrar en el interior y le presté uno de mis pantalones cortos y una camiseta, para que se pusiese cómodo, ya que hacía calor y la ropa que llevábamos no era la más adecuada. Pues bien pasados unos minutos, los tres nos sentamos a la mesa y charlamos de diversos temas, como tantas otras veces, pero esa tarde y no sé muy bien por qué, el calor las copas de vino, la confianza que existía ya entre los tres, Leandro que muy extrovertido, siempre bromea con lo relativo al sexo, la verdad es que esa tarde como os decía casi todos los temas eran referidos al sexo . Que si teníamos suerte de tener esta casa, que si lo habíamos hecho alguna vez en la piscina, en fin esas cosas que en los matrimonios de algunos años se toman un poco a pitorreo, pero que en el fondo nos remueve un poquito por dentro porqué no decirlo, y viendo como se lo tomaba mi esposa que parecía muy desinhibida y nos seguía la corriente, he de confesar que me excitó la situación.
De momento ahí quedó la cosa, pero digo ahí porque pasados unos minutos, mi esposa se disculpó con nosotros y entró en casa para cambiarse, ya que nos dijo que le apetecía tomar un poco el sol antes de que bajase, ya que eran las 18 de la tarde, nosotros seguimos charlando, hasta que pudimos ver a Susy salir al exterior metida en un súper mini bikini, yo no lo había visto antes, que nos dejó a ambos sin palabras, disimulé un poco no dándole importancia, pero Leandrono se pudo resistir y exclamó: “ por Dios que fuerte está tu mujer , que ganas de …”, Susy se echó a reír y haciéndose un poco la avergonzada, se colocó delante de nosotros y muy inocentemente mientras se daba la vuelta y sujetaba con las manos su culo, nos dijo: ¿No os parece que me he engordado un poco? Como que un poco, pensé, si estaba tremenda exhibiéndose ante nosotros, con un mini tanga que se perdía en su hermoso culo, yo la verdad no supe reaccionar, pero si a mí me impresionó verla así, imagino lo que debía de pensar Leandro, con aquella hembra delante preguntando si estaba gorda, yo soy hombre y sabía perfectamente lo que pasaba por su cabeza.
Tras esta pequeña exhibición ella salió y se colocó en la perezoza tendida boca abajo, quedando de espaldas a nosotros, por lo que la panorámica era espléndida, ese precioso trasero, partido por el minúsculo bikini, quedaba expuesto a nuestra mirada, cosa que en un principio me incomodaba, ya que veía que mi amigo no desaprovechaba ninguna ocasión para mirar a mi esposa. En ese momento y para salir un poco de la misma, me puse de pie y me excusé para ir al baño, ya que después de comer y a esas horas soy un reloj biológico. Mi esposa bromeó con lo de ir al baño, ya que suelo aprovechar para leer el periódico sentado en el inodoro , pero que le vamos a hacer cada uno tiene sus manías.
Pues bien cuando entro en la casa y antes de ir al baño, voy primero al salón para tomar uno de los periódicos que allí había dejado y a través de las ventanas, veo como nuestro amigo aprovechado mi ausencia, cosa lógica por otra parte, mira fijamente el culo de mi esposa. He de confesar que ese espionaje furtivo me calentó y en lugar de ir al baño seguí observado desde el interior mientras me acerqué hasta situarme casi detrás de nuestro amigo, él por supuesto no podía verme, desde donde tenía la misma visión que él de mi esposa. Puede ver como él se movía ligeramente hacia un lado para verla mejor, yo no pude evitarlo y sin saber muy bien porqué metí mi mano en el interior del pantalón y comencé a acariciarme la pija, mientras miraba como Leandro se recreaba con mi esposa que no se daba cuenta de nada.
Pero mi sorpresa llegó cuando veo que él tiene la misma ocurrencia y sentado como estaba, también mete su mano bajo el pantalón y comienza a masturbarse aceleradamente, no lo podía creer, se estaba haciendo una paja mientras le miraba el culo a mi esposa, yo no pude más y me corrí de inmediato, soltando grandes chorros de leche que llegaron al vidrio de la ventana que nos separaba, pero casi de inmediato y mientras degustaba los últimos espasmos, pude ver como mi amigo sacó la punta de su pija por encima del elástico del pantalón y se corrió en su propia barriga, tapando con su camiseta todo ese río que había soltado, fue la ostia, tanto es así que observando que mi pija seguía dura aún continué sacudiéndola, hasta tener otro orgasmo consecutivo.
Pero como todos los buenos comienzos, estos tienen mejores finales, lo que sucedió a partir de ese momento, forma parte y lo seguirá haciendo durante muchos años, de nuestras mejores tardes en este mundo.
Yo me dirigí hasta el baño y recompuse un poco mi aspecto, pasados unos 10 minutos salí de nuevo , me senté frente a él que no perdió tiempo en excusarse y marcharse al baño , yo sabía que iba a lavarse esa corrida que escondía bajo la camiseta y mi esposa que seguía sin darse cuenta de nada tomando sol. Yo rápidamente me levanté de la silla y fui a dialogar con mi esposa, ella con cara de no saber nada e indiferente continuó con su ritual .
Susy que aquella tarde estaba que hervía de calentura , se tiró ala pileta ya l reresar así húmeda de quitó el corpiño y nos obsequió con un topless (no lo había hecho nunca ante desconocidos), con la excusa de tomar el sol y que no le quedasen marcas, por supuesto de nuevo la miramos como dos perros en celo mientras se tumbaba de nuevo boca abajo.
En ese momento y pensando que era el idóneo me volví a excusar para ir al baño y entrar de nuevo en el comedor a ver qué sucedía, y no fue otra cosa, que ver como Leandro de nuevo sacaba su pija del pantalón y comenzaba una nueva paja, al igual que yo, pero con lo que no contaba fue con el efecto que en nuestro amigo había hecho el cuerpo de mi esposa, desnudo ante él, y pude asistir a la mejor visión que un hombre creo que puede tener en esta vida, lo digo de verdad, si alguien lo ha experimentado me entenderá, vi como mi mejor amigo, se bajó el pantalón, se sacó la camiseta y quedó desnudo en la silla, a dos metros de mi esposa haciéndose una paja descomunal, se la iba a arrancar, imagino la excitación que sentía de ser sorprendido, pero lo que vino a continuación culminó ya todas las mejores expectativas, ya que mi esposa sabiéndose observada y pensando que tenía que calentar algo más (no sabía cómo le tenía ya), hizo un gesto con ambas manos y metió la braguita del bikini en los cachetes de su culo, lo que desde donde la mirábamos parecía estar ya completamente desnuda, esto hizo que mi amigo ya poseído de lujuria, se levantase de la silla y se colocase justo detrás de ella, haciéndose la paja justo detrás de su culo.
Yo no lo podía creer, era inminente que ella lo iba a descubrir, y así sucedió, cuando se dio cuenta de su presencia sobre ella se giró sobre sí misma en la perezoza y quedó bajo él, Leandro no hizo nada, aceleró el ritmo y pude ver como mi esposa quedó un momento parada y sorprendida viendo el espectáculo a escasos 30 centímetros de su cara.
Yo desde mi posición sólo veía a Leandro de espaldas y no sabía que hacía mi esposa, hasta que mi amigo cayó hacia delante y vi las piernas de mi esposa aparecer en el aire una a cada lado de nuestro amigo, lo que era evidente sucedió, abrió las piernas de mi mujer apartó a un lado su diminuto tanga y la empaló contra la perezoza salvajemente. En ese momento no pude más y me corrí nuevamente contra el cristal de la vidriera, viendo como mi mejor amigo se follaba a mi esposa en mi jardín. Fueron 20 minutos de locura, me hice dos pajas en ese tiempo, pude ver como la cojió por todas partes, coño, culo, boca, fue tremendo, sobre todo ver la cara de perra que tenía mi esposa mientras miraba furtivamente hacia mi posición.
Yo por supuesto no supe que hacer y para guardar las formas esperé a que terminaran, supongo que Leandro supo perfectamente que yo lo había visto todo, pero tampoco dijo nada, los tres esa tarde hicimos como si allí no hubiese sucedido nada.
Cuando mi amigo nos dejó, mi esposa vino a mi rápidamente y me pidió perdón, me dijo, que no supo qué hacer cuando se dio la vuelta y le vio allí con esa enorme pija en la mano, que estaba tan caliente pensando que se estaba masturbando mientras la miraba, que ya no pudo reaccionar, incluso me confesó que estuvo esperando a que yo me uniese a ellos para ser cojida por los dos, pero que entendió que me quedase dentro para guardar las formas.
.
Para empezar esa misma semana dejé que mi esposa acompañase a Leandro de compras, como si ellos fuesen pareja, y a la vuelta ella me contó lo que habían hecho en los probadores de una tienda de ropa.
Me confesó que durante un rato se exhibió ante él con todo tipo de modelitos y cuando pudieron aprovechar la ocasión Leandro entró con ella y la cojió salvajemente en el interior, me contó cómo le llenó su culo de leche, en ese momento me puse tan caliente, que mientras comprobaba que efectivamente era así, levanté su falda y pude ver corriendo a un costado su tanguita que aún chorreaba leche seca, me contó mientras la desnudaba que se había limpiado la corrida con su pañuelo que llevaba en el bolso, y tras sacarlas y dejármelas oler, no pude resistir más y me la cojí ahí mismo.
Me puso tan caliente que lo primero que hice fue como un perro, lamer y chupar su culo recién cojido, el cual tras lubricar, volví a cojer como un endomoniado violador
Debo confesar que me regusta a que mi esposa fuese la puta de otro, pero como os he dicho entes esa sensación es única.
De ahora en adelante sólo pienso en la siguiente vez que venga y me cuente lo que ha hecho con alguno de sus conocidos, aunque también he de confesar que me da un poco de miedo si abre la veda en su gimnasio, ya que son muchos los hombres que me ha confesado que la cortejan y que a ella le ponen. Me imagino que ahí tendremos otras historias que contar en un futuro, lo estoy deseando. Os imagináis lo que pueden llegarle a hacer en la sauna del gym, no puedo más os dejo para hacerme una paja.
autor:desconocido
Yo hace un tiempo que se que soy un buen cornudo y lo estoy disfrutando.Hace unas noches nos visitó Leandro, que trabaja conmigo y está casado con una de las mejores amigas de Susana, y nos suelen visitar con bastante frecuencia, tanto en pareja como por separado, ya que la esposa de Leandro que es ginecóloga , cuando no trabaja o sale de una de sus guardias, se pasa por casa y hace compañía a Susana, se van de compras juntas, etc. Leandro también suele acompañarme a casa muchas veces, ya que por el horario de trabajo de su esposa, cuando hace esas guardias de 24 horas, aprovecha y viene a comer o cenar con nosotros y así evita tener que hacerlo solo o en alguno de los bares de la ciudad.
Fue en abril , un día caluroso y estresantes en el trabajo, aprovechando nuestro trabajo quedó finalizado sobre las 16 horas , le pregunté a Leandro si estaba solo para comer y él me contestó que sí, que su esposa no volvería del hospital hasta la noche, por lo que le propuse que viniese a comer a casa, que estábamos Susana y yo solos, que las chicas estaban en el casa de otras amigas y así nos podría acompañar en la comida, él por supuesto aceptó, ya que así no se quedaba tirado toda la tarde y disfrutaría de una buena comida, tan acostumbrado a comer fuera de casa, así yo avisé a Susana y le informé de la visita de nuestro amigo para que estuviese preparada.
Cuando llegamos a casa, Susy nos recibió con la mesa preparada y uno de nuestros platos favoritos sobre la misma, tras saludarnos invité a Leandro a entrar en el interior y le presté uno de mis pantalones cortos y una camiseta, para que se pusiese cómodo, ya que hacía calor y la ropa que llevábamos no era la más adecuada. Pues bien pasados unos minutos, los tres nos sentamos a la mesa y charlamos de diversos temas, como tantas otras veces, pero esa tarde y no sé muy bien por qué, el calor las copas de vino, la confianza que existía ya entre los tres, Leandro que muy extrovertido, siempre bromea con lo relativo al sexo, la verdad es que esa tarde como os decía casi todos los temas eran referidos al sexo . Que si teníamos suerte de tener esta casa, que si lo habíamos hecho alguna vez en la piscina, en fin esas cosas que en los matrimonios de algunos años se toman un poco a pitorreo, pero que en el fondo nos remueve un poquito por dentro porqué no decirlo, y viendo como se lo tomaba mi esposa que parecía muy desinhibida y nos seguía la corriente, he de confesar que me excitó la situación.
De momento ahí quedó la cosa, pero digo ahí porque pasados unos minutos, mi esposa se disculpó con nosotros y entró en casa para cambiarse, ya que nos dijo que le apetecía tomar un poco el sol antes de que bajase, ya que eran las 18 de la tarde, nosotros seguimos charlando, hasta que pudimos ver a Susy salir al exterior metida en un súper mini bikini, yo no lo había visto antes, que nos dejó a ambos sin palabras, disimulé un poco no dándole importancia, pero Leandrono se pudo resistir y exclamó: “ por Dios que fuerte está tu mujer , que ganas de …”, Susy se echó a reír y haciéndose un poco la avergonzada, se colocó delante de nosotros y muy inocentemente mientras se daba la vuelta y sujetaba con las manos su culo, nos dijo: ¿No os parece que me he engordado un poco? Como que un poco, pensé, si estaba tremenda exhibiéndose ante nosotros, con un mini tanga que se perdía en su hermoso culo, yo la verdad no supe reaccionar, pero si a mí me impresionó verla así, imagino lo que debía de pensar Leandro, con aquella hembra delante preguntando si estaba gorda, yo soy hombre y sabía perfectamente lo que pasaba por su cabeza.
Tras esta pequeña exhibición ella salió y se colocó en la perezoza tendida boca abajo, quedando de espaldas a nosotros, por lo que la panorámica era espléndida, ese precioso trasero, partido por el minúsculo bikini, quedaba expuesto a nuestra mirada, cosa que en un principio me incomodaba, ya que veía que mi amigo no desaprovechaba ninguna ocasión para mirar a mi esposa. En ese momento y para salir un poco de la misma, me puse de pie y me excusé para ir al baño, ya que después de comer y a esas horas soy un reloj biológico. Mi esposa bromeó con lo de ir al baño, ya que suelo aprovechar para leer el periódico sentado en el inodoro , pero que le vamos a hacer cada uno tiene sus manías.
Pues bien cuando entro en la casa y antes de ir al baño, voy primero al salón para tomar uno de los periódicos que allí había dejado y a través de las ventanas, veo como nuestro amigo aprovechado mi ausencia, cosa lógica por otra parte, mira fijamente el culo de mi esposa. He de confesar que ese espionaje furtivo me calentó y en lugar de ir al baño seguí observado desde el interior mientras me acerqué hasta situarme casi detrás de nuestro amigo, él por supuesto no podía verme, desde donde tenía la misma visión que él de mi esposa. Puede ver como él se movía ligeramente hacia un lado para verla mejor, yo no pude evitarlo y sin saber muy bien porqué metí mi mano en el interior del pantalón y comencé a acariciarme la pija, mientras miraba como Leandro se recreaba con mi esposa que no se daba cuenta de nada.
Pero mi sorpresa llegó cuando veo que él tiene la misma ocurrencia y sentado como estaba, también mete su mano bajo el pantalón y comienza a masturbarse aceleradamente, no lo podía creer, se estaba haciendo una paja mientras le miraba el culo a mi esposa, yo no pude más y me corrí de inmediato, soltando grandes chorros de leche que llegaron al vidrio de la ventana que nos separaba, pero casi de inmediato y mientras degustaba los últimos espasmos, pude ver como mi amigo sacó la punta de su pija por encima del elástico del pantalón y se corrió en su propia barriga, tapando con su camiseta todo ese río que había soltado, fue la ostia, tanto es así que observando que mi pija seguía dura aún continué sacudiéndola, hasta tener otro orgasmo consecutivo.
Pero como todos los buenos comienzos, estos tienen mejores finales, lo que sucedió a partir de ese momento, forma parte y lo seguirá haciendo durante muchos años, de nuestras mejores tardes en este mundo.
Yo me dirigí hasta el baño y recompuse un poco mi aspecto, pasados unos 10 minutos salí de nuevo , me senté frente a él que no perdió tiempo en excusarse y marcharse al baño , yo sabía que iba a lavarse esa corrida que escondía bajo la camiseta y mi esposa que seguía sin darse cuenta de nada tomando sol. Yo rápidamente me levanté de la silla y fui a dialogar con mi esposa, ella con cara de no saber nada e indiferente continuó con su ritual .
Susy que aquella tarde estaba que hervía de calentura , se tiró ala pileta ya l reresar así húmeda de quitó el corpiño y nos obsequió con un topless (no lo había hecho nunca ante desconocidos), con la excusa de tomar el sol y que no le quedasen marcas, por supuesto de nuevo la miramos como dos perros en celo mientras se tumbaba de nuevo boca abajo.
En ese momento y pensando que era el idóneo me volví a excusar para ir al baño y entrar de nuevo en el comedor a ver qué sucedía, y no fue otra cosa, que ver como Leandro de nuevo sacaba su pija del pantalón y comenzaba una nueva paja, al igual que yo, pero con lo que no contaba fue con el efecto que en nuestro amigo había hecho el cuerpo de mi esposa, desnudo ante él, y pude asistir a la mejor visión que un hombre creo que puede tener en esta vida, lo digo de verdad, si alguien lo ha experimentado me entenderá, vi como mi mejor amigo, se bajó el pantalón, se sacó la camiseta y quedó desnudo en la silla, a dos metros de mi esposa haciéndose una paja descomunal, se la iba a arrancar, imagino la excitación que sentía de ser sorprendido, pero lo que vino a continuación culminó ya todas las mejores expectativas, ya que mi esposa sabiéndose observada y pensando que tenía que calentar algo más (no sabía cómo le tenía ya), hizo un gesto con ambas manos y metió la braguita del bikini en los cachetes de su culo, lo que desde donde la mirábamos parecía estar ya completamente desnuda, esto hizo que mi amigo ya poseído de lujuria, se levantase de la silla y se colocase justo detrás de ella, haciéndose la paja justo detrás de su culo.
Yo no lo podía creer, era inminente que ella lo iba a descubrir, y así sucedió, cuando se dio cuenta de su presencia sobre ella se giró sobre sí misma en la perezoza y quedó bajo él, Leandro no hizo nada, aceleró el ritmo y pude ver como mi esposa quedó un momento parada y sorprendida viendo el espectáculo a escasos 30 centímetros de su cara.
Yo desde mi posición sólo veía a Leandro de espaldas y no sabía que hacía mi esposa, hasta que mi amigo cayó hacia delante y vi las piernas de mi esposa aparecer en el aire una a cada lado de nuestro amigo, lo que era evidente sucedió, abrió las piernas de mi mujer apartó a un lado su diminuto tanga y la empaló contra la perezoza salvajemente. En ese momento no pude más y me corrí nuevamente contra el cristal de la vidriera, viendo como mi mejor amigo se follaba a mi esposa en mi jardín. Fueron 20 minutos de locura, me hice dos pajas en ese tiempo, pude ver como la cojió por todas partes, coño, culo, boca, fue tremendo, sobre todo ver la cara de perra que tenía mi esposa mientras miraba furtivamente hacia mi posición.
Yo por supuesto no supe que hacer y para guardar las formas esperé a que terminaran, supongo que Leandro supo perfectamente que yo lo había visto todo, pero tampoco dijo nada, los tres esa tarde hicimos como si allí no hubiese sucedido nada.
Cuando mi amigo nos dejó, mi esposa vino a mi rápidamente y me pidió perdón, me dijo, que no supo qué hacer cuando se dio la vuelta y le vio allí con esa enorme pija en la mano, que estaba tan caliente pensando que se estaba masturbando mientras la miraba, que ya no pudo reaccionar, incluso me confesó que estuvo esperando a que yo me uniese a ellos para ser cojida por los dos, pero que entendió que me quedase dentro para guardar las formas.
.
Para empezar esa misma semana dejé que mi esposa acompañase a Leandro de compras, como si ellos fuesen pareja, y a la vuelta ella me contó lo que habían hecho en los probadores de una tienda de ropa.
Me confesó que durante un rato se exhibió ante él con todo tipo de modelitos y cuando pudieron aprovechar la ocasión Leandro entró con ella y la cojió salvajemente en el interior, me contó cómo le llenó su culo de leche, en ese momento me puse tan caliente, que mientras comprobaba que efectivamente era así, levanté su falda y pude ver corriendo a un costado su tanguita que aún chorreaba leche seca, me contó mientras la desnudaba que se había limpiado la corrida con su pañuelo que llevaba en el bolso, y tras sacarlas y dejármelas oler, no pude resistir más y me la cojí ahí mismo.
Me puso tan caliente que lo primero que hice fue como un perro, lamer y chupar su culo recién cojido, el cual tras lubricar, volví a cojer como un endomoniado violador
Debo confesar que me regusta a que mi esposa fuese la puta de otro, pero como os he dicho entes esa sensación es única.
De ahora en adelante sólo pienso en la siguiente vez que venga y me cuente lo que ha hecho con alguno de sus conocidos, aunque también he de confesar que me da un poco de miedo si abre la veda en su gimnasio, ya que son muchos los hombres que me ha confesado que la cortejan y que a ella le ponen. Me imagino que ahí tendremos otras historias que contar en un futuro, lo estoy deseando. Os imagináis lo que pueden llegarle a hacer en la sauna del gym, no puedo más os dejo para hacerme una paja.
autor:desconocido
8 comentarios - mi esposa lo hace en mis narices
Muy bueno
pasaste por mis aportes a la comunidad?
comentar es el mejor agradecimiento.
de esta forma te digo GRACIAS.
Me motivo una paja también y casi llego a la segunda...
Es exactamente lo que anhelo pase con mi esposa!!! +10!!!