Baje por las escaleras que daban a la calle, camine solo unos pasos y, de una camioneta que estaba estacionada en la acera salieron dos tipos con pasamontañas y me amordazaron, quise resistirme pero eran mas fuertes, me subieron sin mucha dificultad y solo me arrojaron al fondo del carro, donde habían quitado los asientos traseros, la mordaza me impedía hablar, me pusieron una venda en los ojos y no supe del resto del camino.
La camioneta detuvo su marcha y sin retirarme la venda me hicieron caminar por una camino irregular y maltrecho, pronto sentí que el piso se volvía mas estable hasta llegar a la puerta que por el sonido que hizo, era grande y de madera, continuamos la marcha, por suerte habíamos salido de la intemperie y adentro,se sentía un clima cálido, -espera aquí putita, no te muevas- me arrojaron sobre un sofá, que al recibir mi peso estuvo a puto de romperse, espere por unos 20 minutos hasta que oí voces que se acercaban, una de ellas reclamo -¿pero como la dejaron tendida ahí?, levan tenla y llévenla a bañar- me quitaron la mordaza y la venda de los ojos, era una habitación embodegada, con un foco blanco iluminando la estancia, quise forcejear pero un golpe en el estomago me dejo sin conocimiento.
Desperté, estaba asustado,hacia horas que me habían llevado, había salido en dirección de la escuela esa mañana, pero nunca imagine que me esperaría un futuro de mamar vergas y recibir cogidas en trajes de sirvientas o cualquier otro que ami amo le gustara, pero eso lo contare mas adelante, me ordenaron levantarme e ir a la habitación del fondo, cuando entre, la luz azulada que tenia en el fondo la tina me dejo perplejo, el baño era muy elegante, de un empujón me hicieron entrar -báñate, el jefe quiere que estés lista para la cena, tu ropa esta en aquel cajón- llevaba un rato que me llamaban en femenino, y no me molestaba, ya que era un secreto el que me gustara que me trataran como mujer, me saque la ropa y obedecí cabalmente las ordenes, había visto esta escena en una película porno, un joven llegaba a trabajar a una mansión y era afeminado por el dueño, en ese momento pensé -si ese es mi destino aquí, sera mejor que me acostumbre- así es, acepte mi futuro sin siquiera saber si estaba en lo correcto, pero lo estaba, una mujer entro de improvisto, quise tapar mi pene pero me jalo de la bañera y me costo sobre una toalla en el piso y me embarro una sustancia caliente, no pude responder ni siquiera cuando mis bellos fueron arrancados con la cera, y mi pene rasurado junto a mi culo con crema depilatoria, -regresa a bañarte y apresúrate, el jefe esta apunto de cenar- con las piel sensible me metí a latina y complete el baño, ropa que estaba en el cajón era una vestido corto de sirvienta francesa sin la parte de los pechos, de modo que mis pezones quedaban al descubierto, unas medias negras con liguero, no había bragas.
Me dirigí vestida de aquella forma, con la falda del vestido tapando un poco mas arriba de las rodillas, el aire le daba a mi mi pequeño y rasurado pene, el pasillo era largo, al llegar al final, uno de los tipos que me había raptado, me dirigió al comedor, no era grande, mas bien era una mesa redonda con una silla en un extremo, el jefe estaba sentado del otro lado, me veía, sus ojos me desnudaban, -acércate- obedecí y me acerque, no era feo, pero tampoco una belleza, mas bien parecía una persona promedio entre los cuarenta y cinco años, -sube a la mesa- obedecí de nuevo, me senté frente a el con las piernas cruzadas, -sube las piernas y ábrelas- lo hice, vio mis genitales rasurados, me dio una mirada de aprobación y empezó a jugar con mi pene, -valla, te has adaptado muy rápido, o es que ya te resignaste o eres una putita que nacido para que se vinieran en ella, ¿cual eres?- creo que no se esperaba mi respuesta, -Soy su puta amo, abuse de mi todo lo que quiera- sorprendido y complacido, ordeno que trajeran la comida, ya avanzada la cena, unto su pene con crema y me hizo limpiarlo, lo deje sin ningún rastro de crema, se vino en mi boca y también me trague su delicioso y cálido semen, -bien echo, mañana iniciara tu entrenamiento-.
La camioneta detuvo su marcha y sin retirarme la venda me hicieron caminar por una camino irregular y maltrecho, pronto sentí que el piso se volvía mas estable hasta llegar a la puerta que por el sonido que hizo, era grande y de madera, continuamos la marcha, por suerte habíamos salido de la intemperie y adentro,se sentía un clima cálido, -espera aquí putita, no te muevas- me arrojaron sobre un sofá, que al recibir mi peso estuvo a puto de romperse, espere por unos 20 minutos hasta que oí voces que se acercaban, una de ellas reclamo -¿pero como la dejaron tendida ahí?, levan tenla y llévenla a bañar- me quitaron la mordaza y la venda de los ojos, era una habitación embodegada, con un foco blanco iluminando la estancia, quise forcejear pero un golpe en el estomago me dejo sin conocimiento.
Desperté, estaba asustado,hacia horas que me habían llevado, había salido en dirección de la escuela esa mañana, pero nunca imagine que me esperaría un futuro de mamar vergas y recibir cogidas en trajes de sirvientas o cualquier otro que ami amo le gustara, pero eso lo contare mas adelante, me ordenaron levantarme e ir a la habitación del fondo, cuando entre, la luz azulada que tenia en el fondo la tina me dejo perplejo, el baño era muy elegante, de un empujón me hicieron entrar -báñate, el jefe quiere que estés lista para la cena, tu ropa esta en aquel cajón- llevaba un rato que me llamaban en femenino, y no me molestaba, ya que era un secreto el que me gustara que me trataran como mujer, me saque la ropa y obedecí cabalmente las ordenes, había visto esta escena en una película porno, un joven llegaba a trabajar a una mansión y era afeminado por el dueño, en ese momento pensé -si ese es mi destino aquí, sera mejor que me acostumbre- así es, acepte mi futuro sin siquiera saber si estaba en lo correcto, pero lo estaba, una mujer entro de improvisto, quise tapar mi pene pero me jalo de la bañera y me costo sobre una toalla en el piso y me embarro una sustancia caliente, no pude responder ni siquiera cuando mis bellos fueron arrancados con la cera, y mi pene rasurado junto a mi culo con crema depilatoria, -regresa a bañarte y apresúrate, el jefe esta apunto de cenar- con las piel sensible me metí a latina y complete el baño, ropa que estaba en el cajón era una vestido corto de sirvienta francesa sin la parte de los pechos, de modo que mis pezones quedaban al descubierto, unas medias negras con liguero, no había bragas.
Me dirigí vestida de aquella forma, con la falda del vestido tapando un poco mas arriba de las rodillas, el aire le daba a mi mi pequeño y rasurado pene, el pasillo era largo, al llegar al final, uno de los tipos que me había raptado, me dirigió al comedor, no era grande, mas bien era una mesa redonda con una silla en un extremo, el jefe estaba sentado del otro lado, me veía, sus ojos me desnudaban, -acércate- obedecí y me acerque, no era feo, pero tampoco una belleza, mas bien parecía una persona promedio entre los cuarenta y cinco años, -sube a la mesa- obedecí de nuevo, me senté frente a el con las piernas cruzadas, -sube las piernas y ábrelas- lo hice, vio mis genitales rasurados, me dio una mirada de aprobación y empezó a jugar con mi pene, -valla, te has adaptado muy rápido, o es que ya te resignaste o eres una putita que nacido para que se vinieran en ella, ¿cual eres?- creo que no se esperaba mi respuesta, -Soy su puta amo, abuse de mi todo lo que quiera- sorprendido y complacido, ordeno que trajeran la comida, ya avanzada la cena, unto su pene con crema y me hizo limpiarlo, lo deje sin ningún rastro de crema, se vino en mi boca y también me trague su delicioso y cálido semen, -bien echo, mañana iniciara tu entrenamiento-.
4 comentarios - Soy su esclava: Rapto