Anabela con sus 18 años, muy amiga de mi hija acababa de ser aceptada en un nuevo colegio y ella estaba molesta, ya que se iba a una ciudad diferente a la que vivimos "¿Por qué no puedes simplemente ir a mi colegio" mi hija se quejó, "te voy a extrañar tanto! " "lo siento" sollozó Anabela. "No puedo cambiar ahora, es ahora demasiado tarde. Después de algunas lágrimas y mocos, las chicas que finalmente se calmaron. Mi hija, Aldana, y mi esposa decidieron ir a buscar algo de cenar para nosotros y Anabela, mientras ella se quedaba en nuestra casa durante el fin de semana, optó por tomarse una ducha y hacer su pelo durante esta ausencia. Me senté en mi sillón viendo el partido en la tele cuando oí el comienzo agua. Empecé a pensar en la mamada increíble mi esposa me había dado la noche anterior en la ducha, y mis pensamientos se dirigieron a Anabela, desnudarse en medio del vapor. Realmente no había pensado en ello antes, pero en realidad era bastante sexy. El cabello largo rubio, grandes tetas y un buen culo apretado. Al instante me sentí que mi re excitado ante la idea de esos jeans ajustados deslizándose por el culo y las piernas. Antes de que supiera lo que estaba haciendo, me había levantado de la silla y me acercó a la puerta del baño. Me quedé allí durante un minuto, y luego trató lentamente la manija de la puerta. Con suerte, se desbloquea. Poco a poco se abrió la puerta, y me asomé a través del vapor. Pude ver la silueta de Anabela y como se lava el pelo detrás de la cortina de la ducha, que no era lo suficientemente despejado para que no se vea a través. Lentamente me desabroché el cinturón, y quite la camisa. Saqué mis pantalones y tiró lentamente por mis calzoncillos, mi erección dura es terrible. Poco a poco corro la cortina; ella no lo oyó. Vi su culo desnudo y mi pija ardía. Me metí en la ducha, y mi choto al palo le golpea contra su pierna. Ella se dio la vuelta en un susto, y tenía una mirada de asombro cuando vio que era yo. Sus ojos bajaron hasta mi poronga al palo, y su boca se abrió en una O. perfectamente redonda Agarré sus tetas y empezó a masajear ellos. "Mmm", gimió "que se siente bien, pero el señor López Fuentes (me dijo) usted tiene que parar!" Apoyé labios contra los suyos en un beso apasionado. Al principio se resistió, pero pronto su lengua estaba forzando su camino en mi boca. Y lo que decía su lengua era que para sexo estaba!. Ella agarró mi verga y comenzó a trabajar el eje, girando la mano apretando bien mi pomo. Mi mano bajó por su estómago, la búsqueda de una concha afeitada sorprendentemente suave. Mis dedos encontraron su clítoris, que empecé a frotar con dos dedos. Ella comenzó a gemir más y más fuerte. La di vuelta y ella se agacho, exponiendo el culo más lindo que había visto nunca. Llegué a través de sus piernas y comenzó a frotar su clítoris de nuevo, mientras mi pulgar masajeaba su culo. Ella empezó a moverse salvajemente, empujando mis manos a su agujero mientras sus dedos trabajaban su clítoris. Deslicé un dedo, encontrando el ambiente bien mojado. Empujé adentro y hacia fuera, la adición de otro dedo. Por esta vez estaba a punto de correrse. "Oh, Dios mío! ¡Oh mi dios de mierda! No me jodas! Cógeme bien!" -gritó ella. Rápidamente me saque mis dedos y metí mi palpitante pija. Todo su cuerpo exhaló con el ahhhhhhhhhhh de placer , al mismo tiempo, mientras que con furia frota su clítoris y gritando "¡MIERDA! JODER! JODER! Y se vino en un orgasmo explosivo. Seguí trabajando dentro y fuera, empujando más y más, dando un gruñido de esfuerzo con cada embestida. Había terminado ella de acabar y empezó a frotar mis bolas con la mano, mientras apoyaba sus tetas contra la pared . Seguí mi embestida, empujando lentamente el pulgar en su culo. Empujaba contra mi pulgar, forzándolo casi todo hacia adentro cuando estaba yo a punto de acabar, ella dio un salto repentino dejando mi pija, se puso de rodillas y se la metió en la boca. Ella comenzó a trabajar dentro y fuera, frotar el eje hacia arriba y hacia abajo mientras intentaba chupar tan fuerte como podía, haciendo una pausa al azar de vez en cuando para chasquear esa lengua de lagarto alrededor de mi choto y hasta mi escroto. Esta, honestamente, fue la mayor mamada que jamás había recibido. La agarré por el pelo, embistiendo mi pija en su garganta. Esta chica había sin duda chupado unas cuantas porongas en sus pocos años de vida. Estaba a punto de correrme, así que le advertí, ya que soy un caballero educado. Ella tomo mi poronga con toda su garganta, y sentí que me estaba invitando a acabar completamente dentro de su boca, largando toda mi leche en ella y empujando tan fuerte como pude en su boca. Saqué mi pija y bajé de la ducha, agarrando una toalla. Me sequé bien el choto enrojecido, viendo a Anabela volver a lavarse el cabello como si nada hubiera pasado. Me vestí y volví a mi sillón, sentado justo cuando oí el coche de mi esposa estacionarse en la puerta de entrada. Aldana me gritaba a través de la puerta con su cara radiante. "Hola papá!" Ella dijo. "¿Dónde está Anabela?" "No la he visto desde que te fuiste", le contesté, volviendo a poner mis ojos en la tele.
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