Qué hay de perfecto.

Si, qué hay de perfecto en nosotros, en ambos sexos. Serán penes largos, angostos, pequeños. ¿Serán Vaginas? Serán rostros ocultos, piernas, muslos, culos. Qué es. Dónde está la perfección que nos hace sentir calor aun con frio. Lo que nos hace encumbrarnos y jadear como perros con cada imagen. ¿Serán los relatos, los videos?
Tal vez algo oculto, secreto y majestuoso que se abre paso a través de cada existencia. ¿La vida? ¿La sexualidad? Sexualidad negada, tabú, promiscua, oscura y religiosamente tapada, marcada, sesgada y cortada como bolas de perro. ¿Castrada?
Tal vez un poco de todo y algo de nada, pero es un hecho. Un hecho innegable que se abre paso y es un hecho.
¿Perfecto. Acaso hay perfección?. Ni lo uno ni lo otro. Ni éste mi aquel. Ni ella o la otra. Cada uno siente y vibra su sexualidad como quiere en libertad. ¿O es que acaso hasta en eso somos esclavos? No quiero pensarlo.
Mientras tú te muestras, yo te miro. Y mientras yo te veo, tú miras también. Puede ser de arqueólogos. Puede ser de sociólogos. Incluso de psiquiatras y psicólogos.
Nada es perfecto, ni una uña, ni un pelo. Sin embargo somos perfectos en nuestra infinita maravilla de nuestro ser y esa es exactamente la perfección. La tuya, la mía. No hay otra.