Antes de darnos cuenta, caro y yo eramos literalmente arrastradas al centro del salón, donde los chicos y las turras de mis amigas ya habían dispuesto sillones y almohadones para montarnos nuestra fiestita.
Vi que Lara le decía algo a Sabrina al oído. Me olvidé de contarles que Sabri es locutora nacional. Tiene una voz grave y super sexy, y en ese momento no dudó en usarla para calentar a los muchachos, que según pude ver por arriba de sus boxers, ya venían bastante exitados:
-Este es un precioso día de sol en la quinta de Javi. Acabamos de sorprender a Carito y a Lore chupándose y metiendo deditos en el baño, lo que nos dejó a todos y todas con ganas de más.
La muy puta me estaba calentando de nuevo. Martín se había pegado a Lara de atrás y le masajeaba las tetas, mientras ella se mordía el labio y acariciaba su terrible bulto que luchaba por salirse del bóxer. A todo esto Sabri seguía:
-Ahora las nenas nos vamos a sentar en el sillón y los chicos van a tener que trabajar para ver si después les hacemos algo a ellos- y después, mirándonos- chicas, vamos todas a sentarnos así nos chupan bien la conchita a todas.
Lara y yo nos sacamos a los pedos la bombachita y nos ubicamos con Sabri en el sillón, abriendo las piernas una al lado de la otra mientras pasábamos los brazos por arriba de los hombros de las que teníamos al lado. Yo, que no soy ninguna boluda, me puse al medio, así que mis amigas me amasaban las tetas entre las dos, mientras los chicos ponían almohadones a nuestros pies y hundían las caras en nuestras conchitas mojadas.
Empezaba a delirar, cuando me di cuenta que Caro se había sentado en un sillón al frente nuestro.
-Caro, vení que hay lugar- le dije riéndome, pero ella me dijo que se quedaba un ratito ahí porque quería ver. Me daba lo mismo… yo sabía que la muy mojigata se iba a terminar sumando.
Los chicos empezaron a chupar, cada a uno a su ritmo. Martín estaba dándome lengua a mí. Yo quería que fuera Seba, que cada vez me volvía más loquita, pero este estaba ocupado lengüeteando a Sabri, que seguía usando su voz de locutora porno:
-Son las dieciséis horas en la ciudad de Río Ceballos, y a mis amiguitas y a mí nos están pegando una chupada de concha espectacular tres machos pijudos que después seguro nos violan a todas.
Con Lara nos reíamos, intercalando las risas con gemidos y quejidos, ya que los chicos habían empezado a meternos dedos.
-Martín, méteme un dedito en la cola…- le rogué. Estaba decidida a que me hicieran el culo, y si podía ser más de una vez, mejor todavía.
Caro se toqueteaba la conchita por arriba de la bombacha, se había levantado la remera y se la sostenía con la pera, agarrándose las tetas de vez en cuando. Tenía los pezones super paraditos.
Martín hizo lo que le pedí: empezó a empujar su índice contra mi agujerito trasero, entrando de a poco. Yo sentía su lengua por toda mi concha, su dedo en mi culo, los gemidos de mis amigas, las caras que ponía la puta de Caro mientras se cogía sola… era demasiado.
Lara acabó en un grito.
-Ahhhh, culiado!! Acabo hijo de puta!- gritaba mientras se contorsionaba como una yegua. Sabri era más lady para acabar.
-Mmm, así mi amor, chúpame la conchita que acabo bebé…¿me vas a adar tu pija? ¿querés que te la chupe mi amor? Mmmm, si..así…
Pusimos a los chicos en nuestro lugar, todos con la pija apuntando al techo de lo duras que estaban. Lara no dudó y se metió todo el pedazo de Martín hasta la garganta, mientras pajeaba a mi macho con la otra mano.
Como estuve un ratito libre, aproveche para traer a Caro, que sonrió y vino sumisa y sin oponer resistencia.
Enre las dos empezamos a lamer la chota de Javier. Yo le pasaba la lengua por los dedos mientras ella le lengüeteaba la puntita, abriendo bien los ojos y mirándolo como nena sorprendida por el papá. Por los gemidos de Javi, sabía que lo estábamos haciendo bastante bien.
Sabri pajeaba despacito a Seba mientras lo miraba y sacaba bien la lengua. Yo estaba obsesionada con los culos de mis amigas… mientras chupábamos las cuatro esas pijas, empezaba a meter dedos en la conchita y en las colas. Ninguna me dijo nada, al contrario, todas empezaron a moverse al ritmo de mis manoseos.
Después de petear un buen rato, los chicos nos agarraron y nos sentaron de una arriba de sus porongas. Al instante me vi cabalgando junto a Lara y Sabri, al principio de manera bastante irregular, pero después encontramos el ritmo y empezamos a gritar, cerca del orgasmo mientras disfrutábamos de esas pijas adentro ensartándose adentro nuestro.
Caro, a todo esto, lengüeteaba la puertita de la concha de cada una mientras se nos clavaban las pijas de los vagos.
De golpe, Seba la puso a Sabri contra el sillón y empezó a pajearse sobre la carita de ella. Me di cuenta que la iba a llenar de leche, así que le saqué la mano y empecé a sacudirle la chota yo, mientras Sabrina lo miraba sonriendo y con la boca abierta, volviendo a su rol de locutora: -Mmm dale bebé, que quiero probar esa leche.. a ver cómo me bañás.
-¿Querés que te tire la leche, Sabri?- le pregunté, mientras pajeaba a Seba y Javier me ensartaba con su verga.
-Uyyy seeeeeeee, quiero tener toda la carita llena de leche! Tengo mucha hambre, a ver si me la das.
De la pija de Seba empezaron a volar chorros de leche que enchastraron toda la carita de Sabri, que se reía y abría bien la boca mientras sacaba la lengua y la movía para todos lados.
Seba se tiró al sillón, extasiado, mientras Sabri se fue al baño.
Aproveché para manotearle la chota de nuevo, mientras le decía:
-No te duermas papito, que tenés que culiarme a mí todavía.
Seba se reía. Aproveché para salir de arriba de Javi. Casi no tuve tiempo de correrme cuando Caro se sentó arriba, dándole la espalda. Vi que sacaba cola y que Javi aprovechaba para meterle el dedo. Ahí nomás vi a Tincho tirándole toda la leche a Lari en la cara y las tetas, mientras ella lo miraba con su mejor cara de puta.
Ya que Javi me había estado bombeando la concha un rato largo, no tardó casi nada en querer acabar, así que nos agachamos con Caro y pegamos las caritas, tocándonos la punta de la lengua y mirándolo sonriendo, tocándole entre las dos los huevos a Javier mientras él se pajeaba frenéticamente. Al segundo empezaron a volar los chorros de leche que nos taparon al cara a mi y a la putita de Caro, que cerraba los ojos, pero se relamía como una gatita trola.
Dejamos a los chicos en el primer round y fuimos al baño, donde Sabrina y Lara estaban lavándose, mientras se cagaban de risa.
-¡Qué guachos son estos!- decía Lari- parecen vacas lecheras, boluda! Mirá como nos dejaron.
Nos reíamos todas, pero seguíamos calientes. Yo me moría por que me hicieran al fin el orto, así que fui la primera en volver al living y llevarme a Caro de la mano.
-Chicos- dije- Caro ha demostrado que sabe chupar pijas como al mejor, pero yo quiero que me hagan la cola mientras uno me coge por la concha, así que rodeénla a Carito para que se las chupe y los deje a todos bien paraditos de nuevo para mí.
Sin hacerse rogar, Caro se arrodilló en el medio de los chicos, que la rodearon con sus pijas a media asta. Se metió primero la de Tincho en la boca y empezó a atragantarse cada vez más fuerte mientras sacudía la de los otros dos, intercalando para chupar una y después la otra.
-Chicas, por favor- les pedí a Sabri y Lari- no me quiero ir sin que me culeen, así que ayúdenme a abrirme la colita. Apenas dije esto, me pusieron en cuatro, y Lari empezó a lamerme el hoyo, meintras Sabri jugaba con mis tetas y bajaba a mi conchita. Empezaron a meterme los dedos… yo sabía que quería más que nunca que me rompieran el culo, así que las dos empezaron a concentrar esfuerzos ahí.
Después de un rato, Sabri dictaminó:
-Chicos, alguno que se la meta un rato a Caro, necesito a dos para que le hagan la doble pe a Lore.
Seba y Javier se acercaron, mientras Tincho ponía en cuatro a Caro, que abrazó los almohadones y empezó a gemir despacito mientras se la cogían:
-Mmmmm así…se… siente bien… dale… más fuerte… ohhhh.
Los gemiditos de Caro me calentaron más, y me senté en la pija de Javier otra vez, que se había acostado en el piso.
-Sacá bien el ojete para afuera Lore- me pidió Sabri, a lo cual obedecí con gusto. Empecé a sentir las lenguas de mis dos amigas jugando en el agujerito de mi culo, me sentía enloquecer.
-¿Lista, Lore? Se viene, se viene…- dijo Lara riéndose.
Miré a Seba, con mi mejor cara de perra y le susurré: -Partime el orto, papi…
Seba empezó a meterla por atriqui, y en segundos estaba gozando de mi primera doble penetración, al tiempo que oía gritar a Carito, ya sin tanta dulzura.
-Ayyyyy, culiado!!!! Acabo!!!
Caro quedó rendida en el piso, sonriendo y mordiéndose los labios, la conchita palpitante después de la cogida que se comió.
En ese momento, supe que Martín no había acabado, porque se acercó a mí y, sin dilaciones, metió su tremenda poronga en mi boquita.
La sensación de tener mis tres agujeritos tapados por tres pijas fue demasiado, y empecé a acabar una y otra vez. Me excitaba sentir una pija en mi culo, otra abriéndome la concha y otra en mi boca, tapando mis gemidos.
Sabrina y Lara se dedeaban y gozaban a más no poder, y me di cuenta que los chicos estaban por acabar.
Después de un rato, nos acostamos las cuatro una al lado de la otra, mientras nos acariciábamos las tetas y las conchitas, que ya estaban ardidas de tanta verga.
A mí me dolía terriblemente el culo pero estaba feliz, y quería más, así que saqué la lengua y me preparé para la segunda lluvia blanca de la tarde, que no se demoró en llegar.
Los chicos, arrodillados arriba nuestro, empezaron a tirarnos la lechita. Nosotras gemíamos, abríamos la boca y sacábamos la lengua mientras esas hermosas porongas empezaron a llenarnos las tetas, el cuello y la cara de leche calentita. Estuvieron un rato lloviendo los chorros, dejándonos totalmente agotadas y llenas de leche, pero felices y muy muy satisfechas.
Me besé con Caro, chupándole la leche de su carita hermosa, y nos levantamos todas para ir a darnos una ducha.
Ese finde continuó con mucho sexo. Con los chicos nos seguimos viendo de vez en cuando, pero nunca solas… siempre en grupo. Y cuando todas vieron la carita de feliz cumpleaños que tuve durante todo ese día, bueno…
Ninguna se volvió a Córdoba con el culito virgen.
Espero les haya gustado. Besos a todos y todas!
Vi que Lara le decía algo a Sabrina al oído. Me olvidé de contarles que Sabri es locutora nacional. Tiene una voz grave y super sexy, y en ese momento no dudó en usarla para calentar a los muchachos, que según pude ver por arriba de sus boxers, ya venían bastante exitados:
-Este es un precioso día de sol en la quinta de Javi. Acabamos de sorprender a Carito y a Lore chupándose y metiendo deditos en el baño, lo que nos dejó a todos y todas con ganas de más.
La muy puta me estaba calentando de nuevo. Martín se había pegado a Lara de atrás y le masajeaba las tetas, mientras ella se mordía el labio y acariciaba su terrible bulto que luchaba por salirse del bóxer. A todo esto Sabri seguía:
-Ahora las nenas nos vamos a sentar en el sillón y los chicos van a tener que trabajar para ver si después les hacemos algo a ellos- y después, mirándonos- chicas, vamos todas a sentarnos así nos chupan bien la conchita a todas.
Lara y yo nos sacamos a los pedos la bombachita y nos ubicamos con Sabri en el sillón, abriendo las piernas una al lado de la otra mientras pasábamos los brazos por arriba de los hombros de las que teníamos al lado. Yo, que no soy ninguna boluda, me puse al medio, así que mis amigas me amasaban las tetas entre las dos, mientras los chicos ponían almohadones a nuestros pies y hundían las caras en nuestras conchitas mojadas.
Empezaba a delirar, cuando me di cuenta que Caro se había sentado en un sillón al frente nuestro.
-Caro, vení que hay lugar- le dije riéndome, pero ella me dijo que se quedaba un ratito ahí porque quería ver. Me daba lo mismo… yo sabía que la muy mojigata se iba a terminar sumando.
Los chicos empezaron a chupar, cada a uno a su ritmo. Martín estaba dándome lengua a mí. Yo quería que fuera Seba, que cada vez me volvía más loquita, pero este estaba ocupado lengüeteando a Sabri, que seguía usando su voz de locutora porno:
-Son las dieciséis horas en la ciudad de Río Ceballos, y a mis amiguitas y a mí nos están pegando una chupada de concha espectacular tres machos pijudos que después seguro nos violan a todas.
Con Lara nos reíamos, intercalando las risas con gemidos y quejidos, ya que los chicos habían empezado a meternos dedos.
-Martín, méteme un dedito en la cola…- le rogué. Estaba decidida a que me hicieran el culo, y si podía ser más de una vez, mejor todavía.
Caro se toqueteaba la conchita por arriba de la bombacha, se había levantado la remera y se la sostenía con la pera, agarrándose las tetas de vez en cuando. Tenía los pezones super paraditos.
Martín hizo lo que le pedí: empezó a empujar su índice contra mi agujerito trasero, entrando de a poco. Yo sentía su lengua por toda mi concha, su dedo en mi culo, los gemidos de mis amigas, las caras que ponía la puta de Caro mientras se cogía sola… era demasiado.
Lara acabó en un grito.
-Ahhhh, culiado!! Acabo hijo de puta!- gritaba mientras se contorsionaba como una yegua. Sabri era más lady para acabar.
-Mmm, así mi amor, chúpame la conchita que acabo bebé…¿me vas a adar tu pija? ¿querés que te la chupe mi amor? Mmmm, si..así…
Pusimos a los chicos en nuestro lugar, todos con la pija apuntando al techo de lo duras que estaban. Lara no dudó y se metió todo el pedazo de Martín hasta la garganta, mientras pajeaba a mi macho con la otra mano.
Como estuve un ratito libre, aproveche para traer a Caro, que sonrió y vino sumisa y sin oponer resistencia.
Enre las dos empezamos a lamer la chota de Javier. Yo le pasaba la lengua por los dedos mientras ella le lengüeteaba la puntita, abriendo bien los ojos y mirándolo como nena sorprendida por el papá. Por los gemidos de Javi, sabía que lo estábamos haciendo bastante bien.
Sabri pajeaba despacito a Seba mientras lo miraba y sacaba bien la lengua. Yo estaba obsesionada con los culos de mis amigas… mientras chupábamos las cuatro esas pijas, empezaba a meter dedos en la conchita y en las colas. Ninguna me dijo nada, al contrario, todas empezaron a moverse al ritmo de mis manoseos.
Después de petear un buen rato, los chicos nos agarraron y nos sentaron de una arriba de sus porongas. Al instante me vi cabalgando junto a Lara y Sabri, al principio de manera bastante irregular, pero después encontramos el ritmo y empezamos a gritar, cerca del orgasmo mientras disfrutábamos de esas pijas adentro ensartándose adentro nuestro.
Caro, a todo esto, lengüeteaba la puertita de la concha de cada una mientras se nos clavaban las pijas de los vagos.
De golpe, Seba la puso a Sabri contra el sillón y empezó a pajearse sobre la carita de ella. Me di cuenta que la iba a llenar de leche, así que le saqué la mano y empecé a sacudirle la chota yo, mientras Sabrina lo miraba sonriendo y con la boca abierta, volviendo a su rol de locutora: -Mmm dale bebé, que quiero probar esa leche.. a ver cómo me bañás.
-¿Querés que te tire la leche, Sabri?- le pregunté, mientras pajeaba a Seba y Javier me ensartaba con su verga.
-Uyyy seeeeeeee, quiero tener toda la carita llena de leche! Tengo mucha hambre, a ver si me la das.
De la pija de Seba empezaron a volar chorros de leche que enchastraron toda la carita de Sabri, que se reía y abría bien la boca mientras sacaba la lengua y la movía para todos lados.
Seba se tiró al sillón, extasiado, mientras Sabri se fue al baño.
Aproveché para manotearle la chota de nuevo, mientras le decía:
-No te duermas papito, que tenés que culiarme a mí todavía.
Seba se reía. Aproveché para salir de arriba de Javi. Casi no tuve tiempo de correrme cuando Caro se sentó arriba, dándole la espalda. Vi que sacaba cola y que Javi aprovechaba para meterle el dedo. Ahí nomás vi a Tincho tirándole toda la leche a Lari en la cara y las tetas, mientras ella lo miraba con su mejor cara de puta.
Ya que Javi me había estado bombeando la concha un rato largo, no tardó casi nada en querer acabar, así que nos agachamos con Caro y pegamos las caritas, tocándonos la punta de la lengua y mirándolo sonriendo, tocándole entre las dos los huevos a Javier mientras él se pajeaba frenéticamente. Al segundo empezaron a volar los chorros de leche que nos taparon al cara a mi y a la putita de Caro, que cerraba los ojos, pero se relamía como una gatita trola.
Dejamos a los chicos en el primer round y fuimos al baño, donde Sabrina y Lara estaban lavándose, mientras se cagaban de risa.
-¡Qué guachos son estos!- decía Lari- parecen vacas lecheras, boluda! Mirá como nos dejaron.
Nos reíamos todas, pero seguíamos calientes. Yo me moría por que me hicieran al fin el orto, así que fui la primera en volver al living y llevarme a Caro de la mano.
-Chicos- dije- Caro ha demostrado que sabe chupar pijas como al mejor, pero yo quiero que me hagan la cola mientras uno me coge por la concha, así que rodeénla a Carito para que se las chupe y los deje a todos bien paraditos de nuevo para mí.
Sin hacerse rogar, Caro se arrodilló en el medio de los chicos, que la rodearon con sus pijas a media asta. Se metió primero la de Tincho en la boca y empezó a atragantarse cada vez más fuerte mientras sacudía la de los otros dos, intercalando para chupar una y después la otra.
-Chicas, por favor- les pedí a Sabri y Lari- no me quiero ir sin que me culeen, así que ayúdenme a abrirme la colita. Apenas dije esto, me pusieron en cuatro, y Lari empezó a lamerme el hoyo, meintras Sabri jugaba con mis tetas y bajaba a mi conchita. Empezaron a meterme los dedos… yo sabía que quería más que nunca que me rompieran el culo, así que las dos empezaron a concentrar esfuerzos ahí.
Después de un rato, Sabri dictaminó:
-Chicos, alguno que se la meta un rato a Caro, necesito a dos para que le hagan la doble pe a Lore.
Seba y Javier se acercaron, mientras Tincho ponía en cuatro a Caro, que abrazó los almohadones y empezó a gemir despacito mientras se la cogían:
-Mmmmm así…se… siente bien… dale… más fuerte… ohhhh.
Los gemiditos de Caro me calentaron más, y me senté en la pija de Javier otra vez, que se había acostado en el piso.
-Sacá bien el ojete para afuera Lore- me pidió Sabri, a lo cual obedecí con gusto. Empecé a sentir las lenguas de mis dos amigas jugando en el agujerito de mi culo, me sentía enloquecer.
-¿Lista, Lore? Se viene, se viene…- dijo Lara riéndose.
Miré a Seba, con mi mejor cara de perra y le susurré: -Partime el orto, papi…
Seba empezó a meterla por atriqui, y en segundos estaba gozando de mi primera doble penetración, al tiempo que oía gritar a Carito, ya sin tanta dulzura.
-Ayyyyy, culiado!!!! Acabo!!!
Caro quedó rendida en el piso, sonriendo y mordiéndose los labios, la conchita palpitante después de la cogida que se comió.
En ese momento, supe que Martín no había acabado, porque se acercó a mí y, sin dilaciones, metió su tremenda poronga en mi boquita.
La sensación de tener mis tres agujeritos tapados por tres pijas fue demasiado, y empecé a acabar una y otra vez. Me excitaba sentir una pija en mi culo, otra abriéndome la concha y otra en mi boca, tapando mis gemidos.
Sabrina y Lara se dedeaban y gozaban a más no poder, y me di cuenta que los chicos estaban por acabar.
Después de un rato, nos acostamos las cuatro una al lado de la otra, mientras nos acariciábamos las tetas y las conchitas, que ya estaban ardidas de tanta verga.
A mí me dolía terriblemente el culo pero estaba feliz, y quería más, así que saqué la lengua y me preparé para la segunda lluvia blanca de la tarde, que no se demoró en llegar.
Los chicos, arrodillados arriba nuestro, empezaron a tirarnos la lechita. Nosotras gemíamos, abríamos la boca y sacábamos la lengua mientras esas hermosas porongas empezaron a llenarnos las tetas, el cuello y la cara de leche calentita. Estuvieron un rato lloviendo los chorros, dejándonos totalmente agotadas y llenas de leche, pero felices y muy muy satisfechas.
Me besé con Caro, chupándole la leche de su carita hermosa, y nos levantamos todas para ir a darnos una ducha.
Ese finde continuó con mucho sexo. Con los chicos nos seguimos viendo de vez en cuando, pero nunca solas… siempre en grupo. Y cuando todas vieron la carita de feliz cumpleaños que tuve durante todo ese día, bueno…
Ninguna se volvió a Córdoba con el culito virgen.
Espero les haya gustado. Besos a todos y todas!
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