La vorágine de una aventura pasajera.

He vuelto mis estimados! Pido disculpas por la ausencia prolongada pero unas lindas vacaciones nunca vienen mal! No?

Listos? Arrancamos...

Hace algun tiempo hice un intercambio con una facultad yanqui para cursar un par de materias de mi carrera allá (ese viaje será relatado proximamente ya que tiene más de una historia interesante...). Para ello se me requería rendir un determinado examen internacional de inglés. En aquel momento faltaban pocas semanas para mi viaje y los cupos para rendir el examen en argentina estaban agotados por los siguientes 4 meses, pero una amiga que habia hecho el mismo intercambio el año anterior me comentó que ella habia tenido el mismo problema y lo habia solucionado yéndose a rendir el examen a Brasil. El examen se rendía en 2 partes, 2 días distintos por ende era simplemente viajar por 2 días a rendir y listo.

Efectivamente, reservé mi cupo para rendir el examen en Porto Alegre. A la hora de sacar el pasaje, me dije a mi misma "ya estas yendo para alla, aprovecha y quedate un par de días en la playa". Por ende saqué la ida a Porto Alegre y la vuelta la saqué desde Florianópolis 3 días despues de los examenes para poder pasarlos en la playa antes de volverme.

Viajé, rendí, aprobé, me tomé un micro y despues de un lento y largo viaje llegué a las bonitas playas de Florianópolis. Me habia reservado una habitacion privada en un hostel a 1 cuadra de la playa así que ni bien llegué, me cambié y sali directo a aprovechar las ultimas horas de sol. Tenía una bikini nueva que pedía a gritos ser estrenada asi que evidentemente esa fue mi elección. Lo que me encantaba de esa malla era que me levantaba las tetas dejandolas paradas y redondas, y la parte de abajo era tipo culotte marcandome bien las curvas de mi culito. Si bien era diciembre, ya habia bastante gente en la playa y tenía la esperanza de enganchar algun lindo brazuca que pasara por ahi...

Me acosté a tomar sol y alrededor de media hora despues escucho que alguien muy cerca mio dice "que haces vos acá pendex?". La voz me sonaba perfectamente conocida, entonces abrí los ojos y giré. A pocos metros vi un pibe divino, alto, no le podía ver la cara porque lo tenía a contraluz pero era evidente que me estaba mirando y que él habia sido el que habia hablado. Me quede mirándolo y cuando se dio cuenta que no lo reconocía se acercó hasta que pude verle la cara.

Damián era el novio de una amiga de la facu, con la cual en aquellos tiempos nos habiamos empezado a juntar muy seguido a estudiar los fines de semana. Muchas veces él estaba en lo de ella mientras estudiábamos o la pasaba a buscar por casa cuando terminabamos por ende nos habiamos visto en unas cuantas ocasiones. Hasta aquel momento jamás lo habia mirado con interés, era un pibe tranqui, perfil bajo, no decía demasiado...

Me preguntó qué hacía ahi, a lo cual procedí a explicarle mi historia del examen y él me contó que estaba ahi con la familia, que alquilaban una casa por todo el verano.

Nos quedamos charlando un rato largo, de la facu, respectivas carreras, mi intercambio, planes a futuro... Siempre me habia parecido un pibe bastante tibio, pero resultó siendo un flaco bastante interesante. Para cuando nos dimos cuenta se habia hecho de noche practicamente entonces me dijo "Venite a cenar a casa, al pedo que cenes sola en el hostel". Entonces quedamos en que yo pasaba a cambiarme y ducharme, y él estaría 1 hora despues en la puerta del hostel para acompañarme hasta su casa.

La caminata fue la continuación de la charla de la playa, pero de a poco fue virando hacia otros terrenos. Me preguntó sobre mi vida amorosa, si habia alguien, y despues le pregunté a él como estaban con Flor, y me empezó a contar que las cosas no estaban tan bien, que se estaban peleando mucho y demás... Era evidente que estaba arrancando el chamuyo anti-culpa para ver si yo picaba pero por una cuestión de cortesía, segui escuchandolo y haciendome la boluda.

Llegamos, cenamos con la familia, me trataron divino, entonces en un momento me paro de la mesa cuando ya habiamos terminado y voy para el baño. Atrás mio se levanta él y antes de llegar al baño me empuja adentro de una habitación y cierra la puerta. Automaticamente se me empezó a acelerar el corazón y una ola de calentura me recorrió el cuerpo. Me puso contra lapared y sin decir palabra me estampó un beso. Intenté empujarlo al principio pero me agarró las muñecas y me las aprisionó contra la pared mientras apoyaba todo su cuerpo contra el mio mientras su lengua recorría la mia. Sentí como su pija crecía contra mi cuerpo, mientras mis pezones se ponian duros y sensibles y comenzaba a sentir ese mariposeo en la conchita... Entonces hice fuerza y me zafé de sus manos y lo frené. Le dije "pará, pensa bien si queres esto. No sirve si despues te sentis un pelotudo culpógeno porque Flor la va a pasar como el orto". Me acomodé la ropa y volví al living. Estaba prendida fuego, tenia una calentura tremenda y más me calentaba pensar lo prendido fuego que se habia quedado el pibe. Pero me sentí orgullosa de frenar mi "putismo" y darle la opción de elegir, aunque sin demasiada duda de lo que iba a pasar. Al ratito agarré mis cosas y me fui, él me ofreció acompañarme hasta el hostel asi que caminamos juntos esas 5 o 6 cuadras. Me tocaba el culo, me tiraba la boca, y yo lo frenaba. "Si mañana seguis queriendo lo mismo, sabes donde encontrarme" le decía... Lo histeriqueaba un poco y eso me gustaba. Y a él tambien. Me dejó en el hostel. Esa noche me masturbé como pocas veces. Estaba super humeda, hipersensible, me acariciaba el cuerpo con una mano mientras la otra trabajaba sobre mi clitoris y exploraba mi conchita. Despues de pocos minutos acabé violentamente en mi mano y caí profundamente dormida.

Al día siguiente me levanté, desayuné, me puse la misma malla, agarre una toalla, mi libro y encaré para la playa. Me acomodé en el mismo lugar que el día anterior y arranqué a leer mientras tomaba sol. Pasó el mediodía, volví a comer algo y volví a la playa. Me extrañaba que Damián no apareciera... Seguí leyendo un rato y mientras tanto pensaba "Este hijo de puta, me quise hacer la buena pensando que hoy me volvía a buscar, me quedé prendida fuego y ahora no aparece...". Se empezó a hacer de noche así que me volví al hostel. Estaba por entrarme a bañar y me tocan la puerta de la habitación. La mina me dice algo que no entiendo del todo pero llegué a distinguir que me decía algo de "abajo" y "Damián" y supuse que el pibe estaba abajo. Bajé en malla, como estaba. Lo saludo y le digo "Apareciste...". Me dice "Callate y seguime, de esta no te vas a olvidar...". No me dejó ni subir a buscar nada. "Estas perfecta" me dijo. Así que lo seguí. Salimos del hostel y me llevó para la playa. Yo le insistía "Qué vamos a hacer Dami?" pero el flaco no emitía palabra. Caminaba decidido y me agarraba de la mano, casi tironeandome para que le siguiera el ritmo.

Llegamos a la playa y me llevó hacia un costado donde había una especie de habitación de madera. "Vení" me dijo. Entonces llegamos, abrió la puerta y entramos. Con un fosforo encendió 2 velas que evidentemente había dejado ahí a la tarde, entonces miré alrededor. Era una especie de depósito de tablas de surf y windsurf. Casi no habia lugar. Entonces mientras yo miraba me agarró la cara casi con violencia y me estampó un tremendo beso. Esta vez no me resistí, esta vez no habia vuelta atrás. Nos empezamos a besar cada vez con mas pasion y desesperacion, mientras tratabamos de arrancarnos la ropa como podíamos. Nos chocabamos con las tablas a los costados, nos reiamos y seguiamos besandonos. Con sus manos iba recorriendo todo mi cuerpo mientras, sin siquiera hacer el intento de desatar mi malla, trataba de sacarmela como fuera. Él estaba con una camisa y una malla tipo surf. La camisa se la volé a la mierda en pocos segundos, pero antes de poder sacarle la malla me agarró de la cintura, me levantó y me sentó sobre unas tablas. Abrió mis piernas y se apoyó contra mi. Sentí toda la fuerza de su pija que crecía dura contra mi conchita. Me siguió besando mientras se frotaba contra mi. Instantaneamente sentí como me mojaba. Mi respiración se empezó a agitar. Me sacó finalmente ambas partes de la bikini y me recostó sobre las tablas, entonces se agachó y empezó a devorarme cada centímetro de mi humeda concha. Sentía como su lengua recorria mi clitoris, luego los labios y se introducía suavemente en mi para volver a hacer el mismo recorrido luego, continuamente. Mis piernas se tensaban y abrazaban su cabeza, presionandola más aun contra mi sexo. Después fue un dedo, después fueron dos. Entraban y salían suavemente, acariciando con sus yemas las paredes internas de mi concha mientras con su lengua rozaba suave pero rapidamente mi pequeño clitoris. No tardé demasiado en empezar a temblar. Sentí la electricidad en mi cuerpo mientras mis jugos empezaban a deslizarse hacia fuera. Me sacudí varias veces, de manera violenta y descontrolada. No pude evitar emitir algunos grititos de placer mientras él saboreaba todos mis jugos en su boca.

Entonces me bajé de la tabla y lo hice sentarse a él. Le saqué la malla y quedó su prominente pija al aire. Estaba totalmente al palo. Entonces empecé a jugar con sus huevos acariciandolos con mis manos mientras con mi lengua recorría suavemente sus piernas y su vientre. Mis labios se apoyaron en su cabeza y lentamente fui envolviendo toda esa carnosa pija con mi boquita. Sentia como lentamente me llenaba la boca a medida que se acercaba a mi garganta. Mi saliva iba cayendo sobre su tronco lubricandolo y dejandolo brillante mientras yo sacaba la pija de mi boca para volver a introducirla por completo hasta el fondo de mi garanta una y otra vez. Ahora era su respiración la que se agitaba cada vez mas, mientras se escuchaba como su pija contra mi garganta me ahogaba, para luego dejarme respirar nuevamente.

Entonces se paró, me dió vuelta, me hizo inclinarme hacia abajo sobre otra pila de tablas y lentamente posicionó la cabeza de su pija en la estrecha entrada de mi conchita. La presion empezó a incrementarse y lentamente mi concha se fue tragando toda la carne de su pija, lentamente hasta que todo su pedazo llenó mi cuerpo. Comenzó a cogerme por atrás mientras con sus brazos me agarraba las tetas, rozando con sus dedos mis duros pezones. Yo levantaba el culo cada vez mas para que toda esa pija entrase hasta el fondo. Yo gemía cada vez mas fuerte, intercalando mis gemidos con "Ay Dami, dame toda esa pija, llename toda con tu pija" a lo que el contestaba "Como te gusta mi pija guachita... Como te gusta!!!". Y sí, me encantaba. Me hizo subirme a las tablas y me puso en cuatro, volvio a meter, ahora con fuerza y determinación, su hermosa pija adentro mio. Me cogia cada vez mas fuerte, agarrandome de la cintura con firmeza, cada tanto me pegaba una linda nalgada, suave pero precisa, lo cual me calentaba todavia más. Entonces nos paramos ambos y el se recostó sobre las tablas. Yo me puse encima, en cuclillas. Volvi a meter toda esa pija adentro mio, pero ahora para cabalgarla salvajemente. Yo estaba completamente empapada por lo que su pija deslizaba perfectamente por toda mi concha, entrando y saliendo con gran velocidad. Mi culito se agitaba haciendo que mi conchita devore y expulse repetidamente esa pija. La hacía salir casi completamente, sintiendo como su cabeza practicamente salía de mi, para luego bajar hasta el fondo haciendo que ambos nos estremecieramos de placer. Me di vuelta para seguir cabalgandolo y regalarle a su vez una panoramica de mi culo que se agitaba hacia arriba y abajo mientras su pija se escondía para luego quedar al descubierto nuevamente. Entonces mi cuerpo comenzó a tensarse nuevamente, mi calentura estaba al maximo. Yo me pellizcaba los pezones mientras su pija me garchaba salvajemente y su tronco rozaba mi clitoris haciendolo casi explotar. Empecé a gemir mucho mas intensamente, el orgasmo era ya inevitable e incontrolable. Ya se habia desatado. Mis musculos se contraían invluntariamente mientras esa sensación de placer y desesperación se adueñaban de mi cuerpo. Sentí como todos mis jugos bañaban su pija mientras yo acababa en un orgasmo casi eterno que me dejó sin aliento. Mi cuerpo lentamente se relajó y pude volver a tomar control mientras volvía a acelerar el ritmo. "Quiero que me acabes hijo de puta, quiero que me llenes de leche. Que no te quede una sola gota.". Entonces me agarró de la cintura mientras yo estaba en cuclillas, dejandome quieta, como suspendida en el aire, y él empezó a cogerme violentamente. Se escuchaba como las tablas se movian y chocaban entre ellas mientras su pija arremetía contra toda mi conchita. Entonces sentí esos hermosos latidos, esos que anuncian que la erupción esta cerca. Sentí como cada vez me cogía mas fuerte y más hasta el fondo y entonces su carne empezó a bombear chorros y chorros de leche que llenaron y rebalsaron mi concha.

Dejó su pija adentro mio durante un par de minutos en los cuales ambos nos quedamos en silencio, disfrutando simplemente el tacto de cada centímetro de nuestros cuerpos que estaba en contacto con el otro. Entonces saqué su pija de mi, y me senté a su lado mientras blancas y brillantes perlas liquidas se deslizaban por mi conchita. Las fui recogiendo una por una con mis dedos para chuparlos y saborear su leche.

Nos quedamos dormidos ahí mismo, acostados sobre las tablas. Nos levantamos a las pocas horas, estaba amaneciendo. Me acompañó hasta mi hostel y luego se fue a su casa. En el camino me dijo "Lo unico que se, es que te volvería a coger así una y otra vez." Le dije "Me encantó, quiero que me cojas así de nuevo, pero sólo mientras estamos acá. Allá la tenes a Flor." Y así fue. Las 2 noches siguientes repetimos el mismo plan. Cogimos cada noche en ese mismo lugar, disfrutando nuestros cuerpos, saboreando el placer de una aventura pasajera que dejaría de existir en el mismisimo segundo en el que yo me fuera de allí, pero que quedaría por siempre calentandonos en nuestras mentes.

Volví de viaje y al poco tiempo me fui de intercambio. Volví a los 6 meses y como me había desfasado en algunas materias, no volví a cursar con Flor nuevamente. Me la crucé una que otra vez en la facu pero simplemente nos saludamos. Por ende tampoco volví a ver a Damián.

Podría haberlo buscado, pero creo que nunca quise realmente. Creo que la magia entre nosotros la generó ese hecho de ser desconocidos conocidos. De descubrirnos para luego escondernos. La excitación, el placer, el deseo, la vorágine de una aventura pasajera.