You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Súper Orgía en la Quinta

Hola gente! Comparto el relato caliente de una amiga mía! Espero que les guste!
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

La verdad que nunca imaginé que una cosa así me pudiera pasar. Ni a mí ni a mis amigas. Y eso que las conozco de casi toda la vida. Hicimos todo el primario y el secundario juntas en Córdoba, y nos seguimos viendo cuando todas empezamos la facultad. Ya tenemos cerca de 30 todas, pero ninguna está casada.
Las cuatro tratamos de mantenernos en forma yendo juntas al gimnasio: Carolina, Sabrina, Lara y yo.

Me llamo Lorena y esto nos pasó hace un año aproximadamente en la quinta que un flaco amigo nuestro tiene en Río Ceballos, a poco menos de 30 kms de la capital cordobesa.
Nunca habíamos sido esos grupetes de pendejas calentonas que viven ratoneando a los tipos con calcitas y top apretados.
Todas tenemos buen lomo, pero no somos de lucirlo. Nos gustaba vestirnos bien (todavía nos gusta), pero sensuales con sutileza, no como esas trolas que quieren que permanentemente les realcen las tetas o el culo que tienen. Nosotros tenemos una autoestima bastante alta, pero estoy segura que acá nadie entró para hacer un análisis de personalidad, así que sigo con el relato:

Un fin de semana largo, acordamos con un grupo de amigos de Sabri de la facu ir a la quinta de Javier en las sierras. Como nosotros íbamos a ser cuatro, supuse que ellos también, pero se les cayó un comensal a última hora y sólo iban a ir tres: Javier (el dueño de casa), Martín y Seba.
Los chicos estaban bastante bien. Estudiaban todos ciencias económicas con Sabrina, como ya dije, jugaban al fútbol, así que tenían físicos bastante atléticos, sin llegar a ser desproporcionados.
Así las cosas, encaramos para la quinta en el auto de Caro.

Era pleno enero, así que la ola de calor arreciaba con fura: casi cuarenta grados de térmica.
Apenas llegamos, saludamos a los vagos y fuimos literalmente de cabeza a la pileta.
Yo a los chicos los conocía de un par de previas y ya había confianza, pero noté que Seba me miraba demasiado… a lo mejor era porque era la primera vez que me veía en biquini.
No voy a presumir de mi cuerpo. Tengo unas medidas normales, salvo las tetas. Un poco grandes pero ya dejaron de ser hace rato un complejo. Yo sabía que las demás me las envidiaban (Lari incluso se las había operado), pero todas eramos tetonas. De abajo tampoco veníamos tan mal. Nos dimos cuenta por cómo miraban los chicos cuando salíamos de la pileta.
Lara siempre había sido, de las tres, la más atrevida. Le encantaba hablar de sexo y se autoelogiaba las tetas hechas permanentemente. Ene se momento estaba en su salsa: al darse cuenta de que los chicos le relojeaban el culo, la muy turra salía de la pileta moviéndolo disimuladamente y sonriendo.

Los chicos empezaron a secretear entre ellos mientras admiraban el culito de Lari al sol chorreando agua.
De reojo nos miramos con Sabrina y nos sonreímos, incómodas. Lara los estaba provocando más de la cuenta, así que nos preguntábamos si todo eso en una quinta perdida en medio de las sierras con tres vagos solos y excitados era una buena idea… mientras que Caro, inocente y casta como era, seguía tomando sol sin darse cuenta de nada.
En un momento, Lara se acercó a nosotras:
-Che, se les paró a los muchachos…
-Vos seguí así y a Córdoba nos volvemos violadas- contestó Lorena, desafiante.
-Boluda, son amigos, no se van a desubicar.
-A eso no lo sabés- intervine- pero por las dudas dejá de calentarlos, haceme el favor.
-A ver, a ver- terció Lari- ustedes vinieron a qué acá? ¡Es obvio que vamos a coger! Lo único que estoy haciendo es ahorrarnos tiempo a las cuatro… bueno, a las tres, porque esta- dijo señalando a Caro, tendida al sol- no creo que se anime a hacer nada.
Ninguna de las dos le contestó, a lo mejor sabiendo que la situación nos había calentado más de la cuenta.

Yo veía a los chicos haciendo pases con la pelota de fútbol. La transpiración empezaba a bañarlos… y me imaginé con Seba en una cama.
Ahí comenzó a pudrirse todo. Yo sabía que no se me iban a apaciguar los ánimos hasta que no me pegue una toqueteadita, así que dije que iba al baño y entré a la casa.
Ya en el baño, me bajé la bombachita de mi malla y me senté en el inodoro. Liberé mis tetas de adentro del bretel y comencé a tocarme despacito. Era increíble cómo se me había mojado la conchita, así que empecé a meterme uno, dos y después tres dedos. Me mordía los labios para no gemir, pero suspiraba bastante fuerte. Despacito, y con la lubricación de la concha, empecé a puertearme despacito el culo. Nunca había tenido sexo anal en mi vida. Era una de las fantasías que me quedaban pendientes, pero ninguno de los flacos con los que había estado habían sido lo suficientemente suaves.
Ene se momento, pensando en los abdominales y en el terrible bulto de Seba, me imaginé en cuatro con él entrando despacito por atriqui…y empecé a cogerme la conchita cada vez más rápido. Estaba a punto de acabar cuando escuché la puerta que se movía. En medio de mi calentura, no me había dado cuenta de que la había dejado entreabierta, y había alguien ahí atrás.

Enojada, creyendo que era uno de los pajeros de mis amigos, abrí la puerta de golpe… y vi a la mojigata de Carolina espiándome!
Al principio ninguna de las dos supo bien cómo reaccionar. Se le llenaron los ojos de lágrimas y empezó a hacer pucheros, como una nena que sabe que se portó mal.
-Perdoname, Lore, yo… no sabía que seguías acá. Te oí quejarte y pensé que…
-Está bien, Caro, no te hagás drama.
-No, soy una desubicada…ya me voy, perodoname- me dijo mientras seguía llorando como nenita.

El hecho de verla así, toda lágrimas e inocencia, sumado a que no había acabado de tocarme, y pensando en Seba haciéndome la cola, hizo que me encegueciera. Tenía a Caro abrazada tratando de calmarla, pero la sentía pegada a mí y eso me terminó de decidir. La metí al baño y corrí el pestillo de la puerta.
-¿Sabés lo que estaba haciendo?
-Sí, boluda, obvio, te estabas pajeando.
Me reí, era raro escucharla hablar así, justamente a ella que no se perdía un capítulo de “Vampire Diaries”.
-Si, me estaba tocando porque me calenté mal con Seba y el calor, jeje… y si sos mi amiga, Caro- le dije, clavándole la mirada- me vas ayudar.
Se quedó callada, mirándome. Seguíamos abrazadas, así que sin pensarlo mucho, acerqué mi boca a la suya y la besé. Suavecito al principio, noté que se ponía tensa, pero no hizo ningún esfuerzo real en apartarme. Por las dudas, le agarré la parte de atrás de la cabeza, intensificando el beso metiéndole despacito toda mi lengua en su boquita.
Caro abrió grande los ojos, pero nos e corrió. Yo tomé eso como una invitación y comencé a acariciarle la cola despacito. De las cuatro, Caro tenía la cola más redonda y durita. Había tenido novio mucho tiempo, pero ya se había peleado. No pude dejar de preguntarme si su ex le habría hecho ese culo tan hermoso.

Seguí acaricándola y besándola. Mis dedos se empezaron a colar en su conchita, que estaba empapada. Agarré su mano y la dirigí a mi entrepierna. Caro empezó a franelear, rápido y sin experiencia.
-Shhh…-le dije- tenés que ir despacito, dulce.
-Ay, perdón…me dijo en voz baja, buscando mi boca de nuevo.
Sin saber bien lo que estaba haciendo, le bajé la mallita a Caro y la puse de espaldas contra la pared.
-Caro, quédate un ratito así dada vuelta, si?
-S..sí- me dijo entre suspiros.
Riéndome para mí misma (nunca había estado con otra chica, pero siempre me calentó la idea) empecé a besar la espalda de Caro hasta llegar a su cola. Con la puntita de la lengua bajé hasta su conchita y empecé a recorrerla de arriba abajo.

Carito se mordía sus dedos, y apretaba su cara contra la pared para contenerse las ganas de gritar.
-¿Caro?- le pregunté.
-Mmmm?- me dijo, se la notaba embolada porque había cortado.
-Alguna vez te culiaron?
-¡Ay, no! ¡Qué asco!
-¿Cómo sabés que es un asco?- le pregunté mientras le metía despacito un dedo en la concha. Caro ya no gemía, pero movía el culo despacio, acompañando mis movimientos.
-Porque sí, boluda, qué se yo… no me gusta…
-Te voy a hacer la colita ahora, Caro.
-Ay…no, no sé…- me dijo. Se ve que estaba moviendo del dedito bastante bien.
-Escuchame, Seba me encanta, y estoy segura que me quiere coger… pero nunca lo hice por la cola. Si yo te ayudo a vos ahora vos me ayudás a mí después ¿estás de acuerdo?
-Ay, boluda, es muy loco esto… no puedo ni pensar.

Cuando dijo esto, le abrí despacito los cachetes con una mano y empecé a meter el dedo más y más fuerte.
-¡Ay! ¡Ay, sí, no parés!
-¿Me vas ayudar?
-Sí, sí, pero seguí! Seguí que acabo, culiada!
Le saqué los dedos de la conchita y le abrí los cachetitos con mis dos manos. Era una vista hermosa, así que sin más preliminares, hundí mi cara en ese culo perfecto y empecé a lamer el agujerito del ojete de una de mis mejores amigas.
-Ayy, por favor… que puta sos… -Caro no paraba de gemir- que puta… chúpalo, chúpalo bien, Lore.
-Mmmm, ¿Qué te chupe qué Caro?- le decía entre lengüetazos.
-El culo- dijo en voz baja, y riéndose, mientras se seguía quejando- chúpame bien el culo, que me encanta.
Seguí lengüeteando ese culo precioso mientras seguía cogiendo a Caro con los dedos. En el momento en que manoteó una toalla y hundió la cara para gritar, supe que había acabado.
-Me toca a mí- le dije, poniéndome en cuatro como pude sobre el inodoro, con el culito bien en pompa.

Caro me miró, sonriendo tímidamente.
-Bueno, pero… que hago?
-Chupame bien toda de arriba abajo como te hice yo…usando mucha saliva, Caro.
Ella obedeció, y casi enloquezco cuando empecé a sentir la lengua de mi amiga recorriéndome toda la raja primero, para hundirse en mi concha después, dándole lengüetazos, abriéndola con los dedos…
-Así…así, Carito…seguí chupándome así, bebé… así.
Caro se reía entre dientes. Era evidente que la situación la calentaba mucho. Casi sin decir nada, y cuando tuvo sus dedos bien lubricados de tanto dedearme la concha, empezó a hacer circulitos alrededor de mi culo.
-Upa ¿ya estamos?
-No hay que perder tiempo ¿no?- dijo mientras empujaba despacito, empezando a meter la punta de su dedito.
Fue impresionante lo rápido que empezó a entrar… supongo que por la calentura yo casi no sentía dolor. Solo una presión bastante linda en mi cola… me estaba convirtiendo en una viciosa del orto.

Caro seguía metiéndome el dedo bien adentro del ojete. Me di vuelta a mirarla y vi que tenía una cara de sorprendida que en ese momento me pareció súper cómica.
-Boluuuuda, se lo está comiendo todo- me dijo, y se largó a reír de nuevo.
Empezó a culiarme cada vez más fuerte, mientras yo gemía y me apretaba las tetas para acelerar el orgasmo, que ya sentía que se venía.
Se dio cuenta y me pasó la toalla que ella habá usado antes. Me tapé la cara y empecé a acabar. Sentía que la concha se me llenaba de flujo, empapándole a Caro su carita, pero no se alejó. Al contrario… hundió su cara y me lengueteó con más fuerza mientras me metía el dedo en el culo.
-Caro, méteme los dedos por los dos huequitos, porfa- dije entre suspiros.
Ella sonrió, se alejó un poquito y empezó a darme en la concha y en el culo, con los dedos índica de cada mano. En ese momento, y mientras empezaba a disfrutar del primer orgasmo del fin de semana, supe que no me iba a ir de ahí hasta sentir una pija en el orto y otra en la concha al mismo tiempo.
-Ay, dale, puta! Dale con todo que acabo!
Caro se había calentado de nuevo.
-Sí dale, Lore…dale putita acabá…acabá, dale.
Enterré la cara en la toalla y acabé, largando un chorro de flujo a la carita de mi amiga, que me sacó la toalla para limpiarse, mientras se reía.

Un rato después, y ya recuperadas, juramos nunca contarle a nadie.
Pero entonces, me quedé dura cuando abrí la puerta y vi a los tres chicos: Javier, Martín y Seba, que se reían junto a Lara y Sabrina.
-¿Lo pasaron bien, chicas?
-Se oyó todo!
Caro estaba pálida, pero la abracé para tranquilizarla, y después de cruzar miradas con las chicas, todos empezamos a reírnos.
Ahí nomás, y tomando la iniciativa, agarré el bulto de Seba por arriba de su malla y lo llevé al living.
Me di vuelta y comprobé que todos y todas me seguían, con la calentura marcada a fuego en sus caras.
Era hora del descontrol.

Si les gustó, publico la segunda parte. Saludos!

13 comentarios - Súper Orgía en la Quinta

Oktubre_71
Me recalento
espero la segunda parte
ELSORONGO_72
Uuuuyhhhghg q buena historiaaaaaa!!! Estoy esperando la continuacion...aunq creo saber como sigue.... Jejjeje
hector876
Conta la segunda parte que esta genial !!!
pasto183
me encanto me re calento
montoya14
👏 👏 👏 👏 👏 🔥 🔥
ozitoSL
esta vez las segundas partes vab a estar buenisima
SebaGordillo
Uh! Como se me paro al leer. Pone la segunda parte por favor!!
mendocino35ar
me encantó super bien relatado y muy caliente, que buena onda!
javitocbacba
buen relato,me calenté mal...sobretodo porque me llamo javier,tengo un matrimonio amigo que se llaman martín y sabrina y somos de córdoba...coincidencias que al lee el relato cerrando los ojos me transporté y generé una calentura que me hizo explotar las cabezas...felicitaciones!!!
lucho1967
Muy bueno, espero la segunda!!!
DanyFonta
¡¡¡Muy buen relato!!! +10, ahora voy a leer la segunda parte