Bueno, aqui les dejo la segunda entrega de esta intensa noche que sigue vagando por mis recuerdos! Como siempre gracias por los comentarios, los puntitos y los mensajes que me mandan!
Para los que no lo hicieron, recomiendo antes de empezar con este relato leer el capítulo I (casi que los obligo eh...): http://www.poringa.net/posts/relatos/2483522/H-S-A-Hermoso-Sexo-Atipico-Capitulo-I.html
Entonces con su mano libre, Martín se desató su mano izquierda, para incorporarse y abrazarme. Le dije "esto fue increible, no puedo más"... A lo que me contestó, casi en secreto al oído... "Mas te vale que puedas, porque esto recien arranca putita"...
Escuchar esa frase me sacudió el agotamiento y me renovó la calentura. Martín me empujó a mi contra la cama, me acostó y me dijo "Ahora la que se queda quietita sos vos, pero no te voy a encintar la boca, putita. Te quiero escuchar sofocándote de placer...". Yo encantada con el violento cambio de roles que proponía la situación, no atiné a quejarme. Con extrema suavidad pero con firmeza, ató las cuerdas a mis muñecas y tobillos y aseguró los nudos en las patas de la cama. Ahora yo estaba expuesta, vulnerable, indefensa, lista para ser poseída por su cuerpo. Entonces lo sorprendí una vez más... "Buscá en mi bolso, hay una bolsita con algo que te puede gustar...".
Entre mis compras de aquella tarde, una de mis ocurrencias fue comprar un consolador/vibrador. Era la primera vez que compraba uno, y la primera vez que usaría uno... Mi idea original era la de masturbarme mientras el estaba atado, viendome dehacerme de placer orgasmo tras orgasmo, torturandolo con la mera idea de poder hacerme acabar del mismo modo... Finalmente, sería un objeto de "tortura" y de desesperante placer sexual para mí...
Entonces, retiró de la bolsa ese brillante cilindro rosado, al cual inspeccionó y observó con cierta duda... Pero inmediatamente entendió de que se trataba. Encendió el pequeño aparato, el cual comenzó a zumbar suavemente, casi como si fuese un susurro que auguraba la intensidad del momento a venir... Entonces comenzó a besar mi vientre, mientras pasaba el vibrador por mis tetas. La vibración constante hacía que se me erizara la piel y mis pezones se endurecieron instantaneamente. Necesitaba tocarlo, sentirlo, pero mis manos estaban atadas y la desesperación comenzaba a invadirme... Fue bajando lentamente con su boca hasta que llegó a mi indefensa conchita que esperaba lista y humeda para ser estimulada. Comenzó a pasar su lengua suavemente, aplicando una suave presion sobre mi clitoris y despertando en mi un infierno de sensaciones. Mis puños cerrados tensaban todos mis brazos y mi cuerpo se arqueaba de placer, su hermosa lengua recorría toda la extensión de mis labios y culminaba en ese pequeño centro de placer que desencadenaba una y otra vez olas de electricidad en todo mi cuerpo. Mis ojos estaban cerrados hace rato ya. No necesitaba ver nada. Quería dejar toda mi mente dedicada a disfrutar ese mar de sensaciones, de placer, de calentura, de morbo...
Entonces sentí como esa vibración que corría por mi cuerpo se trasladaba directamente a mi entrepierna... hundió el consolador dentro mio con suavidad y determinación al mismo tiempo. Mi cuerpo se sacudió involuntariamente, sentí como dentro mío, un dique comenzara a desbordar vertiendo todos los jugos en mi conchita, por la cual se deslizaban hasta su lengua. Mientras me garchaba suavemente con el consolador su lengua aplicaba cada vez mas presion sobre mi clitoris generando un encadenamiento de placer que no me daba aire para descansar. Me cogía cada vez mas fuerte con el consolador mientras la vibración me estremecía y sus lamidas me explotaban la cabeza... era inevitable, necesitaba acabar, necesitaba explotar por dentro. Mis talones se clavaban en la cama y mis manos intentaban, en vano, zafarse de la cuerda sintiendo como las cuerdas marcaban mi suave piel. Entonces comenzó a succionar suavemente mi clítoris y todo mi cuerpo estalló... Esa hermosa electricidad me daba descargas a cada uno de mis músculos, comencé a expulsar cada gota de mis fluidos, las cuales eran atrapadas por su lengua con la que saboreaba mi placer... Me retorcía cerrando y abriendo mis piernas, buscando un alivio a la intensidad de aquel orgasmo, pero no terminaba nunca... Tuve la sensación de estar acabando por unos 2 minutos seguidos. Pero antes de poder relajar mi cuerpo, sentí como algo tibio, suave y rígido se apoyaba en mis labios mayores... abrí los ojos y lo vi a Martín, imponente, arodillado entre mis piernas con todo su pedazo firme y venoso listo para hacerse de mi cuerpo. Le rogué "Por favor, no seas hijo de puta, dame 5 minutos...", sentía que el alma se iba a salir de mi cuerpo, pero no tuvo ningun tipo de piedad conmigo.
Me agarró con sus 2 grandes manos de la cintura y comenzó a introducir esa enorme cabeza dentro mio, haciendo una presión constante, llenando lentamente todo mi cuerpo con el suyo. Mis manos se enroscaban en las cuerdas que las ataban y no pude evitar emitir un par de gritos. Estaba caliente como no había estado en mucho tiempo. La sensación de desesperación, de no poder moverme, de no poder evitar que me garcharan como a un objeto, de perder el control de la situación y estar a merced de esa hermosa pija, todo eso aumentaba mi temperatura corporal y mental a niveles desconocidos...
Sentía como su pija entraba, permanecía allí un par de segundos y luego salía... Sentía que no iba a aguantar mas que unos pocos minutos más sin deshacerme en otro brutal orgasmo... Tenía mis pezones tan duros que le pedí "Comeme los pezones, no puedo más!!!"... (Sí, algo que aprenderan de mis relatos es que tengo una enorme sensibilidad en mis tetas...), entonces por primera vez respondió a mi pedido y recostó su cuerpo sobre el mio mientras me seguia cogiendo cada vez con más firmeza. Envolvía mis pezones, uno con su lengua y el otro con sus suaves y largos dedos, haciendome gemir cada vez mas fuerte. Entonces luego de unos minutos se incorporó y desató mis tobillos... Puso mis piernas en sus hombros y volvió a insertar toda la extension de su carne dentro mio. Su pija me penetró tan profundo que mis piernas atinaron a caerse de esos hombros pero me las tenía fuertemente con sus manos, entonces sentí que había llegado su momento, nuestro momento, el momento en el que su leche volviera a inundar mis cavidades y nuestro placer volviera a materializarse en ese momento cúlmine... Envolvió mis piernas con sus brazos y aceleró el ritmo, el gemía y yo tambien, nuestros cuerpos se amalgamaron en un ritmo frenetico de penetración, yo cerraba mis piernas para envolver con más presion aún todo el contorno de esa hermosa pija que entraba y salía con firmeza. Ambos empezamos a respirar con mayor agitación, las respiraciones iban transformandose en gemidos cada vez mas profundos. Entonces sentí como los dedos de sus manos apretaron mis piernas con una fuerza sobrehumana, mientras su pija se clavaba hasta el fondo de mi conchita y permanecía allí. Los latidos, violentos, se convirtieron en chorros de hermosa leche que recorría mi interior. Sentía toda esa leche, mezclada con mis jugos, escurriendose por entre mi cuerpo y su pija, derramando sobre las sabanas revueltas de su cama.
Dejó caer su cuerpo encima del mío y permanecimos allí durante varios minutos hasta que pudimos recuperar el aliento. Luego me desató las muñecas, las cuales tenian claras marcas de mi forcejeo... "Como te hice gozar pendeja..." me dijo... No atiné a decirle otra cosa sino "Gracias...". Habia sido la mejor noche de sexo en mucho tiempo, y habia descubierto el morbo que vivía escondido dentro de mi cuerpo.
Luego de esa noche, Martín y yo nos seguimos viendo con cierta regularidad... Solía aparecerme con algun conjuntito nuevo, y nos dedicabamos a ser esclavos del placer por una noche...
Poco tiempo después Martín se fue a vivir al exterior, y si bien seguimos en contacto, nuestros encuentros se hicieron historia. Es al día de hoy que aún busco a un hombre que me esclavice y me haga sentir el rigor de su cuerpo dentro del mío como lo supo hacer él.
Para los que no lo hicieron, recomiendo antes de empezar con este relato leer el capítulo I (casi que los obligo eh...): http://www.poringa.net/posts/relatos/2483522/H-S-A-Hermoso-Sexo-Atipico-Capitulo-I.html
Entonces con su mano libre, Martín se desató su mano izquierda, para incorporarse y abrazarme. Le dije "esto fue increible, no puedo más"... A lo que me contestó, casi en secreto al oído... "Mas te vale que puedas, porque esto recien arranca putita"...
Escuchar esa frase me sacudió el agotamiento y me renovó la calentura. Martín me empujó a mi contra la cama, me acostó y me dijo "Ahora la que se queda quietita sos vos, pero no te voy a encintar la boca, putita. Te quiero escuchar sofocándote de placer...". Yo encantada con el violento cambio de roles que proponía la situación, no atiné a quejarme. Con extrema suavidad pero con firmeza, ató las cuerdas a mis muñecas y tobillos y aseguró los nudos en las patas de la cama. Ahora yo estaba expuesta, vulnerable, indefensa, lista para ser poseída por su cuerpo. Entonces lo sorprendí una vez más... "Buscá en mi bolso, hay una bolsita con algo que te puede gustar...".
Entre mis compras de aquella tarde, una de mis ocurrencias fue comprar un consolador/vibrador. Era la primera vez que compraba uno, y la primera vez que usaría uno... Mi idea original era la de masturbarme mientras el estaba atado, viendome dehacerme de placer orgasmo tras orgasmo, torturandolo con la mera idea de poder hacerme acabar del mismo modo... Finalmente, sería un objeto de "tortura" y de desesperante placer sexual para mí...
Entonces, retiró de la bolsa ese brillante cilindro rosado, al cual inspeccionó y observó con cierta duda... Pero inmediatamente entendió de que se trataba. Encendió el pequeño aparato, el cual comenzó a zumbar suavemente, casi como si fuese un susurro que auguraba la intensidad del momento a venir... Entonces comenzó a besar mi vientre, mientras pasaba el vibrador por mis tetas. La vibración constante hacía que se me erizara la piel y mis pezones se endurecieron instantaneamente. Necesitaba tocarlo, sentirlo, pero mis manos estaban atadas y la desesperación comenzaba a invadirme... Fue bajando lentamente con su boca hasta que llegó a mi indefensa conchita que esperaba lista y humeda para ser estimulada. Comenzó a pasar su lengua suavemente, aplicando una suave presion sobre mi clitoris y despertando en mi un infierno de sensaciones. Mis puños cerrados tensaban todos mis brazos y mi cuerpo se arqueaba de placer, su hermosa lengua recorría toda la extensión de mis labios y culminaba en ese pequeño centro de placer que desencadenaba una y otra vez olas de electricidad en todo mi cuerpo. Mis ojos estaban cerrados hace rato ya. No necesitaba ver nada. Quería dejar toda mi mente dedicada a disfrutar ese mar de sensaciones, de placer, de calentura, de morbo...
Entonces sentí como esa vibración que corría por mi cuerpo se trasladaba directamente a mi entrepierna... hundió el consolador dentro mio con suavidad y determinación al mismo tiempo. Mi cuerpo se sacudió involuntariamente, sentí como dentro mío, un dique comenzara a desbordar vertiendo todos los jugos en mi conchita, por la cual se deslizaban hasta su lengua. Mientras me garchaba suavemente con el consolador su lengua aplicaba cada vez mas presion sobre mi clitoris generando un encadenamiento de placer que no me daba aire para descansar. Me cogía cada vez mas fuerte con el consolador mientras la vibración me estremecía y sus lamidas me explotaban la cabeza... era inevitable, necesitaba acabar, necesitaba explotar por dentro. Mis talones se clavaban en la cama y mis manos intentaban, en vano, zafarse de la cuerda sintiendo como las cuerdas marcaban mi suave piel. Entonces comenzó a succionar suavemente mi clítoris y todo mi cuerpo estalló... Esa hermosa electricidad me daba descargas a cada uno de mis músculos, comencé a expulsar cada gota de mis fluidos, las cuales eran atrapadas por su lengua con la que saboreaba mi placer... Me retorcía cerrando y abriendo mis piernas, buscando un alivio a la intensidad de aquel orgasmo, pero no terminaba nunca... Tuve la sensación de estar acabando por unos 2 minutos seguidos. Pero antes de poder relajar mi cuerpo, sentí como algo tibio, suave y rígido se apoyaba en mis labios mayores... abrí los ojos y lo vi a Martín, imponente, arodillado entre mis piernas con todo su pedazo firme y venoso listo para hacerse de mi cuerpo. Le rogué "Por favor, no seas hijo de puta, dame 5 minutos...", sentía que el alma se iba a salir de mi cuerpo, pero no tuvo ningun tipo de piedad conmigo.
Me agarró con sus 2 grandes manos de la cintura y comenzó a introducir esa enorme cabeza dentro mio, haciendo una presión constante, llenando lentamente todo mi cuerpo con el suyo. Mis manos se enroscaban en las cuerdas que las ataban y no pude evitar emitir un par de gritos. Estaba caliente como no había estado en mucho tiempo. La sensación de desesperación, de no poder moverme, de no poder evitar que me garcharan como a un objeto, de perder el control de la situación y estar a merced de esa hermosa pija, todo eso aumentaba mi temperatura corporal y mental a niveles desconocidos...
Sentía como su pija entraba, permanecía allí un par de segundos y luego salía... Sentía que no iba a aguantar mas que unos pocos minutos más sin deshacerme en otro brutal orgasmo... Tenía mis pezones tan duros que le pedí "Comeme los pezones, no puedo más!!!"... (Sí, algo que aprenderan de mis relatos es que tengo una enorme sensibilidad en mis tetas...), entonces por primera vez respondió a mi pedido y recostó su cuerpo sobre el mio mientras me seguia cogiendo cada vez con más firmeza. Envolvía mis pezones, uno con su lengua y el otro con sus suaves y largos dedos, haciendome gemir cada vez mas fuerte. Entonces luego de unos minutos se incorporó y desató mis tobillos... Puso mis piernas en sus hombros y volvió a insertar toda la extension de su carne dentro mio. Su pija me penetró tan profundo que mis piernas atinaron a caerse de esos hombros pero me las tenía fuertemente con sus manos, entonces sentí que había llegado su momento, nuestro momento, el momento en el que su leche volviera a inundar mis cavidades y nuestro placer volviera a materializarse en ese momento cúlmine... Envolvió mis piernas con sus brazos y aceleró el ritmo, el gemía y yo tambien, nuestros cuerpos se amalgamaron en un ritmo frenetico de penetración, yo cerraba mis piernas para envolver con más presion aún todo el contorno de esa hermosa pija que entraba y salía con firmeza. Ambos empezamos a respirar con mayor agitación, las respiraciones iban transformandose en gemidos cada vez mas profundos. Entonces sentí como los dedos de sus manos apretaron mis piernas con una fuerza sobrehumana, mientras su pija se clavaba hasta el fondo de mi conchita y permanecía allí. Los latidos, violentos, se convirtieron en chorros de hermosa leche que recorría mi interior. Sentía toda esa leche, mezclada con mis jugos, escurriendose por entre mi cuerpo y su pija, derramando sobre las sabanas revueltas de su cama.
Dejó caer su cuerpo encima del mío y permanecimos allí durante varios minutos hasta que pudimos recuperar el aliento. Luego me desató las muñecas, las cuales tenian claras marcas de mi forcejeo... "Como te hice gozar pendeja..." me dijo... No atiné a decirle otra cosa sino "Gracias...". Habia sido la mejor noche de sexo en mucho tiempo, y habia descubierto el morbo que vivía escondido dentro de mi cuerpo.
Luego de esa noche, Martín y yo nos seguimos viendo con cierta regularidad... Solía aparecerme con algun conjuntito nuevo, y nos dedicabamos a ser esclavos del placer por una noche...
Poco tiempo después Martín se fue a vivir al exterior, y si bien seguimos en contacto, nuestros encuentros se hicieron historia. Es al día de hoy que aún busco a un hombre que me esclavice y me haga sentir el rigor de su cuerpo dentro del mío como lo supo hacer él.
10 comentarios - H.S.A. (Hermoso Sexo Atipico). Capitulo II.
gracias
Muuy caliente!
Gracias por compartir
🤘 🤘 🤘 🤘