Poema...

No busco la eternidad a través de ella
al contrario
busco lo efímero
lo urgente;
la necesidad de un cuerpo transitado
varias veces
también provoca emoción
porque aun así es único
y mis pasos lo transitan
como si fuera la primera vez
para mí, para ella;
sin embargo explota
la necesidad imperiosa
por saborear esa piel desconocida,
por explorar primitivamente
los secretos que para otros
ya no lo son ni serán
pero que aún para mí son un misterio
a desentrañar
noche tras noche, tarde tras tarde;
plazas, calles, esquinas
oscuridades varias
a las que poco a poco echamos la luz
de la pasión y el sexo;
oscuridades y secretos y escondites
que vamos dejando atrás
a fuerza de palpitación, sudor
gemidos, contracciones y orgasmos
solo para descubrir
que no sabemos quienes somos,
solo para reconocernos
desconocidos una vez más,
solo para tener la inocente esperanza
de volver por más
a esos lugares ahora
ligeramente desconocidos
porque poco a poco
nuestros cuerpos van reconociendo
los gestos del otro
los tiempos, los ritmos, las pausas
y van teniendo la memoria necesaria
para recordarnos
durante la ausencia, que es mucha
(tal vez demasiada)
esperando acortar el tiempo
que transcurre hasta el próximo encuentro.