Una frase de impacto, fue todo lo que necesitó para sacarme una sonrisa. Así nos conocimos, hablamos sin parar durante horas, donde nos hicimos preguntas, nos reímos, jugamos, averiguamos, devorábamos información uno del otro.
Sin muchas vueltas sugirió verme
Invitación que acepté y salimos a caminar por la cuidad.
Una cuidad chica del sur. Divina. Sin humedad. Con Ríos que la limitan. Hermosa en su mejor expresión. Yo de vacaciones y él con tiempo libre.
No tuve mejor idea que sugerir que me acompañe a otra cuidad, cercana, solo 400 km de distancia. Él la conocía. La propuesta era fácil: un agente turístico, o este morocho que me hacía reír? Él era mi mejor opción.
Al principio dudó, es claro, sólo habían pasado 72 horas, una porteñita colorada de risa pegadiza, lo estaba invitando a dar un paseo con ella, raro…
Aun así, y vaya a saber porque, acepto la propuesta. A la noche saldríamos. Solo estaríamos un día en la cuidad y volveríamos a la capital. Sonaba divertido.
En viaje nos mostraba un escenario de película. Mates. Buena conversación. Montañas y ese cielo tan divino y no sabemos ver.
Mi cabeza no pensaba más que en su boca. Aun así algo me tenía hipnótica. No podía dejar de
escucharlo.
Claro, no conoce a la colorada. No sabe cómo es, así que jugó el personaje. Si iba a pasar algo. Él lo debía decidir. Yo no iba a dar un paso en falso.
Me costó. Y mucho. Sabemos que soy de armas tomar. Sabía que tenía un arma que nunca falla. Así que cuando me vestí. La ropa debería ser escotada. De esta manera podía mostrar mis curvas. Las nenas iban a ser centro de observación. Sí, siempre lo son, para que evitarlo?
Estaba hablando cuando me robó un beso y nuestras lenguas danzaron por primera vez. Mi cabeza y mi cuerpo querían más. Era necesario. Mis manos lo acariciaban y jugaban dentro de su remera. Explorando. Y como no puedo con mi genio, tuve que ir más allá.
Desabroche su pantalón y empecé a tocar su dura pija.
Subía y bajaba con mis manos.
Ahí.
En el micro.
Mi fantasía de hace días, concretada.
Hubiera ido por más aún. Pero la Sra. que estaba al lado nos inhibía.
Aun así, la acción no quedaba ahí. Mis manos aceleraban el proceso mientras que mis besos lo excitaban de tal manera que atino a abrazarme.
No falto mucho para que sus manos se clavaran en mis costillas, indicándome que está a punto de llegar. Mis besos fueron más intensos que los primeros y mis manos no dejaban de tocarlo.
Fue así cuando recibí mi premio y el enchastre cobro vida. Lo mime un rato más hasta que su respiración se calmó. Me di vuelta y me dormité un rato.
No sé cuántos km o cuánto tiempo habrá pasado pero en un momento sentía que me abrazaba. Iba ser el momento de devolver favores? Evidentemente lo fue.
Puso sus manos en mi cadera y encaro mi cuello con sus dulces besos. Su mano escurridiza se metió dentro de mi pantalón. Me asegure que tuviera un libre acceso así que se puso a jugar con mi venus. Acariciaba, frotaba empapaba todo lo que quería.
Mientras que mi cabeza iba subiendo a pasos agigantados. Al fin uno que tiene la idea de cómo tratarlo!… o tal vez haya sido el morbo de la situación.
Divina.
Prohibida.
Adrenalina en su estado puro.
Mi cabeza estalló en cuestión de segundos haciendo que me aflojara, a pesar que mi cuerpo continuaba temblando. Volví a dormirme
El viaje llegó a su fin y llegamos a la cuidad. Actuamos como si nada, pero con esa mirada cómplice que tanto me gusta encontrar en el otro.
El destino nos encontrará en otra aventura en breves... pero eso es parte de otra historia…
Nota de la autora: Cambie el tema...ups!
Sin muchas vueltas sugirió verme
Invitación que acepté y salimos a caminar por la cuidad.
Una cuidad chica del sur. Divina. Sin humedad. Con Ríos que la limitan. Hermosa en su mejor expresión. Yo de vacaciones y él con tiempo libre.
No tuve mejor idea que sugerir que me acompañe a otra cuidad, cercana, solo 400 km de distancia. Él la conocía. La propuesta era fácil: un agente turístico, o este morocho que me hacía reír? Él era mi mejor opción.
Al principio dudó, es claro, sólo habían pasado 72 horas, una porteñita colorada de risa pegadiza, lo estaba invitando a dar un paseo con ella, raro…
Aun así, y vaya a saber porque, acepto la propuesta. A la noche saldríamos. Solo estaríamos un día en la cuidad y volveríamos a la capital. Sonaba divertido.
En viaje nos mostraba un escenario de película. Mates. Buena conversación. Montañas y ese cielo tan divino y no sabemos ver.
Mi cabeza no pensaba más que en su boca. Aun así algo me tenía hipnótica. No podía dejar de
escucharlo.
Claro, no conoce a la colorada. No sabe cómo es, así que jugó el personaje. Si iba a pasar algo. Él lo debía decidir. Yo no iba a dar un paso en falso.
Me costó. Y mucho. Sabemos que soy de armas tomar. Sabía que tenía un arma que nunca falla. Así que cuando me vestí. La ropa debería ser escotada. De esta manera podía mostrar mis curvas. Las nenas iban a ser centro de observación. Sí, siempre lo son, para que evitarlo?
Estaba hablando cuando me robó un beso y nuestras lenguas danzaron por primera vez. Mi cabeza y mi cuerpo querían más. Era necesario. Mis manos lo acariciaban y jugaban dentro de su remera. Explorando. Y como no puedo con mi genio, tuve que ir más allá.
Desabroche su pantalón y empecé a tocar su dura pija.
Subía y bajaba con mis manos.
Ahí.
En el micro.
Mi fantasía de hace días, concretada.
Hubiera ido por más aún. Pero la Sra. que estaba al lado nos inhibía.
Aun así, la acción no quedaba ahí. Mis manos aceleraban el proceso mientras que mis besos lo excitaban de tal manera que atino a abrazarme.
No falto mucho para que sus manos se clavaran en mis costillas, indicándome que está a punto de llegar. Mis besos fueron más intensos que los primeros y mis manos no dejaban de tocarlo.
Fue así cuando recibí mi premio y el enchastre cobro vida. Lo mime un rato más hasta que su respiración se calmó. Me di vuelta y me dormité un rato.
No sé cuántos km o cuánto tiempo habrá pasado pero en un momento sentía que me abrazaba. Iba ser el momento de devolver favores? Evidentemente lo fue.
Puso sus manos en mi cadera y encaro mi cuello con sus dulces besos. Su mano escurridiza se metió dentro de mi pantalón. Me asegure que tuviera un libre acceso así que se puso a jugar con mi venus. Acariciaba, frotaba empapaba todo lo que quería.
Mientras que mi cabeza iba subiendo a pasos agigantados. Al fin uno que tiene la idea de cómo tratarlo!… o tal vez haya sido el morbo de la situación.
Divina.
Prohibida.
Adrenalina en su estado puro.
Mi cabeza estalló en cuestión de segundos haciendo que me aflojara, a pesar que mi cuerpo continuaba temblando. Volví a dormirme
El viaje llegó a su fin y llegamos a la cuidad. Actuamos como si nada, pero con esa mirada cómplice que tanto me gusta encontrar en el otro.
El destino nos encontrará en otra aventura en breves... pero eso es parte de otra historia…
Nota de la autora: Cambie el tema...ups!
28 comentarios - Viajando
Gracias por compartir.
Angie te deja Besos y Lamiditas !!!
La mejor forma de agradecer la buena onda que se recibe es comentando, al menos al que te comenta. Yo comenté tu post, vos comentaste el mío?
Compartamos, comentemos, apoyemos, hagamos cada vez mejor esta maravillosa Comunidad !!!
Excelente!!
Gracias por compartir
Me imagino la cara de la señora que estaba al lado ....
Me encantó!
gracias bitch!
siempre hay mas 😉
Prohibida.
Adrenalina en su estado puro.
No hay mucho más para agregar...
👏 👏 👏
El tipo sumo dos más dos y le dio 4. Muy buenooo. Te dejo puntos
gracias por leermeee... y por soportarmeee 😉
besos Misko
Grosa 😉
Me encanta el morbo que transmitís en tus relatos!
Que lindo es leerteee Belooocuraaaaa
Besos hermosa!
jajajajaja
gracias lindo por tus palabras y leerme
muack! 😘