Crónicas de un matrimonio feliz. 5º parte. Gracias Faceboo

Crónicas de un matrimonio feliz. 5º parte. Gracias Facebook.

Si ya nos vienen siguiendo, demás está decirles como hemos disfrutado estos últimos meses. Si es su primer relato aconsejo leer los anteriores, no son largos.
Como ya les conté en la 3º parte, la contactó por Facebook un amigo de un antiguo ex. Primero me pareció simpático, me mostraba las fotos que Nico (así se llama o llamaba), de sus viajes, de lo bien que las sacaba. Obviamente y con total inocencia (¿?) empezó a comentarle las fotos y ponía “me gusta” si alguna le parecía interesante. Empezaron a chatear comentándose las fotos de sus viajes. No mucho más. Vinieron nuestras vacaciones, playa, sol, Pau empezó a broncearse (le queda muy lindas las marquitas de quemado). Teníamos unas lindas cabañas en metidas en el bosque con wifi, por ende foto que sacábamos, foto que la subía. Varias veces la vi conectada a Facebook viendo los comentarios que le hacían a sus fotos, principalmente familiares, y viendo fotos de paisajes, siempre que pregunté eran de este chico Nico.
Volvimos muy bronceados, después de pasar unos pocos días. Pau estaba como siempre muy sexy, y sumamente sexual, creo que el la costa no pasó un día sin querer tener relaciones. La verdad volví más cansado que antes, pero muy feliz. Indudablemente el sol le sentaba bien. Siguió subiendo fotos y respondiendo comentarios. De casualidad vi una foto que me gustaba mucho, estaba sola con la costa de fondo, muy sonriente y con sus pechos apretados en una hermosa bikini negra. Tenía un comentario mío y un “me gusta” de su nuevo amiguito.
Estando en la cama esa misma noche, empezó de manera poco brusca la charla.
-Parece que a todos le gusta la misma foto!!- bromeó.
-Perdón- le dije-no entiendo.
-Si hacete el nabo, a Nico le gusta mucho la foto que estoy sola e la playa. Poco desubicado, pensé yo, sabiendo que está comentando una foto de una señora casada.
-A sí, no me había fijado- y era cierto, apenas pude fue lo primero que chequeé.
-Es que estás muy linda, en esa foto- le dije acercándome a besarla.
Solo se rió, aceptó mis besos y cerró los ojos. – No será que estás celoso? Y que querés marcar terreno? No? – me dijo, separándose un segundo.
Ni loco – le dije- ya sabés podés hacer lo que quieras con quien quieras, solo quiero que me cuentes. Siempre le decía lo mismo, hasta ahora nunca me hizo caso o por lo menos nunca me lo contó.
-Es bueno que me lo digas, porque me invitó a salir- me retrucó. Mis ojitos se abrieron como dos huevos fritos, una cosa es jugar, fantasear y otra que se haga realidad. Me quedé mudo. No sabía que decir, el pibe era 6 o 7 años menor a ella, seguro que a mi mujer le iba a gustar, sino no le hubiera seguido la corriente de los mensajes y comentarios. Y ahora que lo pienso por eso siempre se ponía tan linda para las fotos.
-y que le dijiste?- le contesté poniendo mi mejor cara de “Acá no pasa nada”.
-Que lo iba a pensar, que entienda que soy casada y es una situación complicada.
-Pero, no le dijiste que no de una?- le pregunté.
-No, por? No era lo que vos quería? Aparte me dijo que solo quiere que salgamos para darme un beso y nada más. A esa altura no sabía si Pau era muy bolu o demasiado rápida.- A vos te molesta si salgo con el un día?- me preguntó.
No sabía que decir, me quedé otra vez mudo. Ella empezó a besarme el cuello y la boca.
-Querías que jugara?- me dijo- estoy jugando. Es un pendejo para mí, pero quien te dice, tal vez acepto su invitación.
No podía emitir palabra, solo la miraba como me besaba el cuello y no podía creer lo que estaba diciendo. Ya no era una fantasía, podía realizarse, tuve mucho miedo y mi corazón empezó a agitarse.
-No vas a decir nada? Es tu fantasía, verme con otro. No querías eso? – no dejaba de preguntar – no podía pensar, entre sus húmedos besos y sus palabras, estaba muy caliente.
-Me dijo que me quería invitar a tomar un café, que le digo? – me preguntó.
-No sé – atiné a decir – no sé.
-Es solo un café me dijo, me das permiso?- me preguntó irónicamente.
Si claro pensé yo, y sos tan ingenua que pensás que solo te quiere para tomar un café.- ya te dije, sos libre de hacer lo que quieras- atiné a decir con mucho miedo de que lo haga.
-No te molesta?- me preguntó.
-Te gusta?- le pregunté.
-No, pero me gusta como se te pone la pija cuando te cuento estas cosas, mirá- Me contestó. Levanté la cabeza y mi pija asomaba por el bóxer, Pau no perdió el tiempo y sin sacarse nada se subió arriba mío. Comenzó a lamerme el cuello y morderme la oreja.
-Te vas a bancar que otro me de un beso?- me preguntó.
-Sos una puta- atiné a decir.
-Si -me respondió-tu puta. Que le gusta calentar a los demás, contarte, para que se la cojas. Parece que da resultado, mirá como se te para.
-Sos una puta- le volví a decir. –y si te digo que vayas? Vas a ir? Te vas a animar?
-jaja- empezó a reírse- yo pregunté primera.
No sabía que decir, me miraba con una cara de puta que nunca había tenido, estaba muy caliente y me cogía como nunca lo había hecho. Sus tetas, hermosas con esas marquitas del sol, era mi centro de atención, no paraba de mirárselas.
-Te gustan?- me preguntó.
-Qué?-le dije entre jadeos.
-Si te gustan mis tetas? –me volvió a preguntar, parando de cogerme.
-Si- le respondí- son hermosas.
-Las querés tocar?- me preguntó
No dudé y puse mis manos sobre esas dos hermosas tetas. Las acaricié y toqué tanto como podía.
-Querés saber algo?-me susurró al oído- Nico me dijo que a él también le gustan mucho mis tetas.
-Sos una perra- le grité – PUTA!
La levante de un empujón, la giré, la puse en 4 y de un golpe la penetré. La cogí desaforadamente, ella gritaba como nunca, se la metía con mucha bronca y calentura a la vez.
-No podés ser tan puta- le dije, tomándola del pelo y haciendo que me mirara – esto querías, querías que te cogiera así?
-SIIIIII- grito ella, acabando descomunalmente.
Segundos después acabé en su espalda, de tan mojada que estaba su concha se resbaló mi pija en algún momento.
Se levantó y se fue a bañar, yo me quedé en la cama, solo pensando que debo responder si me vuelve a preguntar si puede o no salir.