Soy estudiante de medicina y en mi currícula tengo que hacer guardias como parte de mi formación, elegí la especialidad de ginecólogo y es en esa área donde realizo mis prácticas.
Como siempre hay mucho trabajo por hacer y es difícil que acordemos una hora para salir a almorzar, a un bar cerca del hospital donde estoy se le paga para que nos haga un servicio de catering a la hora que llamemos para que no traigan comida.
Hasta hace poco se habían quedado sin moza para que nos traiga por lo que nos traía el dueño, hasta que un día llegó con una chica para decirnos que ella nos iba a hacer el servicio que nos están proporcionando.
Cecilia es una chica de 19 años, por lo que con el tiempo las enfermeras nos fueron contando, de buena estatura, pelo castaño, largo y lacio, ojos de un color miel, labios tentadores...es lo que diré por el momento.
A nuestras salas siempre iba de jeanes medios sueltos y con una remera del bar suelta también y el pelo recogido en una sola cola de caballo, que siempre nos hizo preguntar como serían sus formas debajo de esas ropas. Algunos compañeros siempre le decían que tendría que usar alguna remera o blusa más ceñida o polleras, para "aumentar las ventas", seguido de miradas hasta incluso de alguna mano. Yo nunca me dirigí hacia ella de esas formas ni mucho menos la toqué, tengo novia y trabaja también y no me gustaría que la gente se propasase con ella de esas formas.
Pero en ella había algo algo. Cruzamos nuestras miradas en algunas ocasiones y había algo en ella.
Pasó el tiempo y nuestras conversaciones eran muy cortas, aunque noté que era con el único que sostenía una conversación. Un día le pregunté a qué se debía a lo que contesto simplemente "Sos el más serio y maduro, y eso me hace sentir cómoda al estar cerca tuyo". me quede boquiabierto pero enseguida lo noto y salgo de mi asombro bobo y le dedico una sonrisa.
Luego con el tiempo noté que las salidas de nuestros respectivos trabajos coincidían, así que siempre le pasaba la voz para saber si necesitaba que la alcanzara a algún lado en mi auto, siempre con gentileza y sin dobles intenciones; a lo que siempre contestó que no, y yo la entendía: recién salia del secundario y las historias y cómo están las cosas en las calles, son motivos para siempre tener precaución.
La tarde de un viernes hizo la diferencia. Ella accedió a que la alcanzar.
Se subió y la verdad que me quedé pasmado. Como siempre llevaba jeanes y remeras holgados al salir del trabajo, cuando salía se ponía una falda y una camisa. La camisa un tanto ceñida al cuerpo y la falda suelta, pero se pegaba a sus muslos marcándolos de una forma que deleitaba. Por adelante caía con gracia y por atrás se levantaba un poco debido a su cola. Sus piernas eran perfectas, marcadas por el deporte pero no demasiado, y unos muslos iguales. Tuve que contenerme mucho para no posar mi mano sobre ellos.
Cuando se acomodó se colocó el cinturón de seguridad y sus pechos se marcaron aun más. Eras unos pechos hermosos. Perfectos casi. Redondos, de buen tamaño y firmes, por lo que no necesitaba de "push-ups", y al no usarlos la tela del corpiño y de la camisa no eran suficientes para contener unos pezones que marcaban la tela, saliendo, duritos.
Le pregunto que a dónde quedaba su casa a lo que me contestó "No quiero ir a mi casa aún". Sus ojos invitaban. Le propuse ir a tomar algo a lo que si accedió con una sonrisa en sus labios. Me pongo en marcha y llegamos a un bar. Me dice que no quiere bajar, que si no es mucha molestia que compre algo para tomar y llevar, le digo que no hay problema y me dice que quiere unas cervezas, que con eso es suficiente. Bajo, compro y vuelvo al auto.
Le pregunto que si ella no tiene problema en acompañarme a mi departamento a por unas cosas y que después seguíamos viaje. Mientras en el auto tomábamos y conversábamos. Ella nunca había tenía un novio por mucho tiempo alegando que los chicos de su edad lo único que parecía importarles era el sexo y que ella se quería guardar para el casamiento, que los chicos solo parecía querer hablar de ellos sin escuchar nada, dándose mucha importancia. Yo me quedo sorprendido y le pregunto que por qué decidió subir a mi auto. "Me gustan los hombre maduros, me hacen sentir especial, única y así es como me siento con vos. Me gustan tus manos y tus miradas, me hacen sentir segura, que voy a estar bien". Yo solo atine a contestar que invitar a chicas a subir a mi auto no es usual en mí, pero que ella me pareció candorosa y muy linda, que siempre me gustó que fuera el elegido para tener esas conversaciones.
Llegamos al departamento y la invito a subir. De camino por las escaleras no podía evitar mirarle las piernas tan bien torneadas. No hacía más que pensar en besarla en el próximo decanso, pero no lo hice. Llegamos por fin a mi departamento.
Entramos y ella se sienta en mi cama, solo porque es el unio lugar libre de tantos libros, seguimos charlando y bebiendo pero algo rondaba en mi cabeza. Le pregunto que como era eso que una chica tan linda no haya tenido nunca una relación larga, a lo que me contesta "Quiero guardarme para mi esposo cuando el momento llegue, y eso es algo que los chicos no entienden. Quiero mantenerme virgen, pero...", ahí se detuvo y ocupo su boca con el pico de la botella. Yo le dije que estaba bien, que me podía confiar lo que quisiese, que sus secretos conmigo estaban a salvo. "En realidad también es mi sueño tener a un hombre que me haga mujer, que me haga sentir deseada.....pero no quiero perder mi virginidad..." "Virgen de donde?", le pregunto. La miro a los ojos y ella me miraba como sorprendida. "Cómo virgen de dónde", pregunta sin salir de su asombro. "Claro, porque si lo que querés es entregarle a tu esposo tu virginidad vaginal, hay otras formas de sentir placer, como por ejemplo....", y le beso en los labios. La comienzo a besar tomando las cervezas y dejándolas a un lado con mi mano presiono sobre su hombro para acostarla en la cama a lo que ella no opone ninguna resistencia. Nos besamos, recorro sus labios y comienzo a meter mi lengua para que comience a entender la referencia que hice al decirle que por aquí se puede sentir placer, meto mi lengua hasta que encuentro la suya, siento que ella quiere mi lengua y juega con ella, los dos jugamos entendiendo en eso momento que ella entiende que puede ser mi verga que esté en su boca. "Y por acá...", le digo al separarme de sus labios mientras miro esos ojos color miel, al tiempo que paso mi mano debajo de su falda, rozando el interior de sus piernas hasta alcanzar su vagina para buscar su ano, el cual oprimo con delicadeza por encima de la tela de la cola less. Vuelvo a besarla para que entienda la referencia, ella se deja ir aflojando todo su cuerpo en un suspiro lleno de placer.
Paro para mirarla y la ví embelesada, ida con mis palabras. Comienzo a desvestirla, primero su camisa la cual desabotono botón por botón, mirándola a los ojos para hacerle saber que algo maravilloso va a suceder. Dejo al descubierto sus pechos y los rozo con mi mano. Recorro sus curvas con mis dedos, retiro su corpiño y los veo firmes, suaves, preciosos, con los pezones erectos debido a mis caricias, invitándome a que los bese. Lo hago, recorro cada centrimetro de la piel de sus pechos, tan suaves, tan firmes. Los recojo en mis manos y los aprieto al momento que le planto un beso en sus labios. Termino de sacarle la camisa y el corpiño para agarrar sus pechos y besar esos pezones que piden por mi boca. Los beso con ternura al principio para después aumentar la velocidad, cada vez con más pasión, a lo que ella responde con un gemido ahogado. Vuelvo a besarla hasta sentarla en la cama,m e paro y saco mi verga, que a estas alturas mostraba una erección importante. Ella me mira y con su mano agarra mi pija y se la lleva a la boca y comienza a chupar, primero la cabeza, como saboreandla, lo hace con ternura y usa su lengua me mira...Me excita más, me sigue mirando mientras me la chupa como nunca, hasta que lo pone todo en su boca, con un poco de dificultad mientras abre mas grande y me me sigue chupando, yo me iba ne palabras de placer, me daba tanto que las piernas se aflojaban, acompañaba los movimientos con su mano, hasta que no logré contener la leche de tal chupada que me daba, le agarro la cabeza al momento que le digo que le va toda la leche en la boca, que no desperdicie nada y como buena nena se lo toma toda. "Me encanta papito!!! No se que me hiciste pero quiero más, enseñame por dónde más ahora!!!...."; "Ahora te toca a vos, te voy a dar placer yo...", le respondo. La acuesto sobre la cama, me arrodillo en el piso y le abro las piernas, hermosas. Comienzo a besarla desde sus rodillas hacía adentro, Sintiendo su calor, sintiendo la humedad sin tocarla siquiera...la tela de la bombacha dejaba pasar sus jugos que me moría por probar. Le corro la cola less hacia un lado y por fín la pruebo, delicioso néctar que destilaba en su excitación. Comienzo a pasar mi lengua por los costados, saco su cola less y la beso a toda, recorro cada centímetro de su conchita afeitadita y me detengo en su clítoris, lo estimulo con mi lengua, juego en él haciendo pequeños circulitos hasta morderlos a fín con mis labios para chuparlo bien. ella gima, se dobla, me agarra la cabeza y los brazos al momento que gime y me dice que le gusta, que siga, que no pare, que le gusta mucho, que se siente muy bien, como nunca antes nadie la hizo sentir...hasta que en un gemido acaba y me deja todo su placer en la boca. "Ahora te voy a mostrar por donde más" le digo mientras me paro y la pongo de pie frente a mí, para ponerla en cuatro sobre la cama. Le retiro la falda y de la mesita de luz saco un tarrito de vaselina. Le beso la cola con delicadeza y con un dedo lleno de la vaselina comienzo a engrasar ese culito para que mi pene no encuentre problemas. Le digo que se relaje al momento que introduzco un dedo, ella gime y me pide que no pare. Me pongo que pie y enfilo mi verga parada nuevamente hacia su culito. Primero meto la cabeza y al momento que le tomo de los pelos y la traigo hacia mí le introduzco toda la verga a lo que contesta con una mueca de placer. Le bombeo ese hermoso culito que tiene...Me muevo de atrás hacia adelante, despacio al principio, para que se acostumbre al grosor, pero cada vez más rápido, con más fuerza, escuchando sus gemidas, mirando como se curva y aprieta las sábanas con las manos como queriendo rasgarlas. sigo bombeando hasta que los dos explotamos en un orgasmo....su conchita volvía a despedir jugos y yo le llene la colita de leche caliente. Ella inmediatamente se da vuelta y me la lmpia con la boca, como agradeciéndome, con delicadeza y ternura. Nos tiramos en la cama y luego de un momento ella comienza a pajearme y se sube sobre mí enfilando mi pija hacia su conchita húmeda de nuevo. Yo la detengo y logro convencerla de que no, que luego se iba a arrepentir. Ella comienza a chuparmela hasta que de nuevo le acabo en la boquita.
Luego de allí la llevé a su casa y siempre nos cruzamos e intercambiamos miradas confiando de que algún día ella volverá a aceptar subir a mi auto.
Como siempre hay mucho trabajo por hacer y es difícil que acordemos una hora para salir a almorzar, a un bar cerca del hospital donde estoy se le paga para que nos haga un servicio de catering a la hora que llamemos para que no traigan comida.
Hasta hace poco se habían quedado sin moza para que nos traiga por lo que nos traía el dueño, hasta que un día llegó con una chica para decirnos que ella nos iba a hacer el servicio que nos están proporcionando.
Cecilia es una chica de 19 años, por lo que con el tiempo las enfermeras nos fueron contando, de buena estatura, pelo castaño, largo y lacio, ojos de un color miel, labios tentadores...es lo que diré por el momento.
A nuestras salas siempre iba de jeanes medios sueltos y con una remera del bar suelta también y el pelo recogido en una sola cola de caballo, que siempre nos hizo preguntar como serían sus formas debajo de esas ropas. Algunos compañeros siempre le decían que tendría que usar alguna remera o blusa más ceñida o polleras, para "aumentar las ventas", seguido de miradas hasta incluso de alguna mano. Yo nunca me dirigí hacia ella de esas formas ni mucho menos la toqué, tengo novia y trabaja también y no me gustaría que la gente se propasase con ella de esas formas.
Pero en ella había algo algo. Cruzamos nuestras miradas en algunas ocasiones y había algo en ella.
Pasó el tiempo y nuestras conversaciones eran muy cortas, aunque noté que era con el único que sostenía una conversación. Un día le pregunté a qué se debía a lo que contesto simplemente "Sos el más serio y maduro, y eso me hace sentir cómoda al estar cerca tuyo". me quede boquiabierto pero enseguida lo noto y salgo de mi asombro bobo y le dedico una sonrisa.
Luego con el tiempo noté que las salidas de nuestros respectivos trabajos coincidían, así que siempre le pasaba la voz para saber si necesitaba que la alcanzara a algún lado en mi auto, siempre con gentileza y sin dobles intenciones; a lo que siempre contestó que no, y yo la entendía: recién salia del secundario y las historias y cómo están las cosas en las calles, son motivos para siempre tener precaución.
La tarde de un viernes hizo la diferencia. Ella accedió a que la alcanzar.
Se subió y la verdad que me quedé pasmado. Como siempre llevaba jeanes y remeras holgados al salir del trabajo, cuando salía se ponía una falda y una camisa. La camisa un tanto ceñida al cuerpo y la falda suelta, pero se pegaba a sus muslos marcándolos de una forma que deleitaba. Por adelante caía con gracia y por atrás se levantaba un poco debido a su cola. Sus piernas eran perfectas, marcadas por el deporte pero no demasiado, y unos muslos iguales. Tuve que contenerme mucho para no posar mi mano sobre ellos.
Cuando se acomodó se colocó el cinturón de seguridad y sus pechos se marcaron aun más. Eras unos pechos hermosos. Perfectos casi. Redondos, de buen tamaño y firmes, por lo que no necesitaba de "push-ups", y al no usarlos la tela del corpiño y de la camisa no eran suficientes para contener unos pezones que marcaban la tela, saliendo, duritos.
Le pregunto que a dónde quedaba su casa a lo que me contestó "No quiero ir a mi casa aún". Sus ojos invitaban. Le propuse ir a tomar algo a lo que si accedió con una sonrisa en sus labios. Me pongo en marcha y llegamos a un bar. Me dice que no quiere bajar, que si no es mucha molestia que compre algo para tomar y llevar, le digo que no hay problema y me dice que quiere unas cervezas, que con eso es suficiente. Bajo, compro y vuelvo al auto.
Le pregunto que si ella no tiene problema en acompañarme a mi departamento a por unas cosas y que después seguíamos viaje. Mientras en el auto tomábamos y conversábamos. Ella nunca había tenía un novio por mucho tiempo alegando que los chicos de su edad lo único que parecía importarles era el sexo y que ella se quería guardar para el casamiento, que los chicos solo parecía querer hablar de ellos sin escuchar nada, dándose mucha importancia. Yo me quedo sorprendido y le pregunto que por qué decidió subir a mi auto. "Me gustan los hombre maduros, me hacen sentir especial, única y así es como me siento con vos. Me gustan tus manos y tus miradas, me hacen sentir segura, que voy a estar bien". Yo solo atine a contestar que invitar a chicas a subir a mi auto no es usual en mí, pero que ella me pareció candorosa y muy linda, que siempre me gustó que fuera el elegido para tener esas conversaciones.
Llegamos al departamento y la invito a subir. De camino por las escaleras no podía evitar mirarle las piernas tan bien torneadas. No hacía más que pensar en besarla en el próximo decanso, pero no lo hice. Llegamos por fin a mi departamento.
Entramos y ella se sienta en mi cama, solo porque es el unio lugar libre de tantos libros, seguimos charlando y bebiendo pero algo rondaba en mi cabeza. Le pregunto que como era eso que una chica tan linda no haya tenido nunca una relación larga, a lo que me contesta "Quiero guardarme para mi esposo cuando el momento llegue, y eso es algo que los chicos no entienden. Quiero mantenerme virgen, pero...", ahí se detuvo y ocupo su boca con el pico de la botella. Yo le dije que estaba bien, que me podía confiar lo que quisiese, que sus secretos conmigo estaban a salvo. "En realidad también es mi sueño tener a un hombre que me haga mujer, que me haga sentir deseada.....pero no quiero perder mi virginidad..." "Virgen de donde?", le pregunto. La miro a los ojos y ella me miraba como sorprendida. "Cómo virgen de dónde", pregunta sin salir de su asombro. "Claro, porque si lo que querés es entregarle a tu esposo tu virginidad vaginal, hay otras formas de sentir placer, como por ejemplo....", y le beso en los labios. La comienzo a besar tomando las cervezas y dejándolas a un lado con mi mano presiono sobre su hombro para acostarla en la cama a lo que ella no opone ninguna resistencia. Nos besamos, recorro sus labios y comienzo a meter mi lengua para que comience a entender la referencia que hice al decirle que por aquí se puede sentir placer, meto mi lengua hasta que encuentro la suya, siento que ella quiere mi lengua y juega con ella, los dos jugamos entendiendo en eso momento que ella entiende que puede ser mi verga que esté en su boca. "Y por acá...", le digo al separarme de sus labios mientras miro esos ojos color miel, al tiempo que paso mi mano debajo de su falda, rozando el interior de sus piernas hasta alcanzar su vagina para buscar su ano, el cual oprimo con delicadeza por encima de la tela de la cola less. Vuelvo a besarla para que entienda la referencia, ella se deja ir aflojando todo su cuerpo en un suspiro lleno de placer.
Paro para mirarla y la ví embelesada, ida con mis palabras. Comienzo a desvestirla, primero su camisa la cual desabotono botón por botón, mirándola a los ojos para hacerle saber que algo maravilloso va a suceder. Dejo al descubierto sus pechos y los rozo con mi mano. Recorro sus curvas con mis dedos, retiro su corpiño y los veo firmes, suaves, preciosos, con los pezones erectos debido a mis caricias, invitándome a que los bese. Lo hago, recorro cada centrimetro de la piel de sus pechos, tan suaves, tan firmes. Los recojo en mis manos y los aprieto al momento que le planto un beso en sus labios. Termino de sacarle la camisa y el corpiño para agarrar sus pechos y besar esos pezones que piden por mi boca. Los beso con ternura al principio para después aumentar la velocidad, cada vez con más pasión, a lo que ella responde con un gemido ahogado. Vuelvo a besarla hasta sentarla en la cama,m e paro y saco mi verga, que a estas alturas mostraba una erección importante. Ella me mira y con su mano agarra mi pija y se la lleva a la boca y comienza a chupar, primero la cabeza, como saboreandla, lo hace con ternura y usa su lengua me mira...Me excita más, me sigue mirando mientras me la chupa como nunca, hasta que lo pone todo en su boca, con un poco de dificultad mientras abre mas grande y me me sigue chupando, yo me iba ne palabras de placer, me daba tanto que las piernas se aflojaban, acompañaba los movimientos con su mano, hasta que no logré contener la leche de tal chupada que me daba, le agarro la cabeza al momento que le digo que le va toda la leche en la boca, que no desperdicie nada y como buena nena se lo toma toda. "Me encanta papito!!! No se que me hiciste pero quiero más, enseñame por dónde más ahora!!!...."; "Ahora te toca a vos, te voy a dar placer yo...", le respondo. La acuesto sobre la cama, me arrodillo en el piso y le abro las piernas, hermosas. Comienzo a besarla desde sus rodillas hacía adentro, Sintiendo su calor, sintiendo la humedad sin tocarla siquiera...la tela de la bombacha dejaba pasar sus jugos que me moría por probar. Le corro la cola less hacia un lado y por fín la pruebo, delicioso néctar que destilaba en su excitación. Comienzo a pasar mi lengua por los costados, saco su cola less y la beso a toda, recorro cada centímetro de su conchita afeitadita y me detengo en su clítoris, lo estimulo con mi lengua, juego en él haciendo pequeños circulitos hasta morderlos a fín con mis labios para chuparlo bien. ella gima, se dobla, me agarra la cabeza y los brazos al momento que gime y me dice que le gusta, que siga, que no pare, que le gusta mucho, que se siente muy bien, como nunca antes nadie la hizo sentir...hasta que en un gemido acaba y me deja todo su placer en la boca. "Ahora te voy a mostrar por donde más" le digo mientras me paro y la pongo de pie frente a mí, para ponerla en cuatro sobre la cama. Le retiro la falda y de la mesita de luz saco un tarrito de vaselina. Le beso la cola con delicadeza y con un dedo lleno de la vaselina comienzo a engrasar ese culito para que mi pene no encuentre problemas. Le digo que se relaje al momento que introduzco un dedo, ella gime y me pide que no pare. Me pongo que pie y enfilo mi verga parada nuevamente hacia su culito. Primero meto la cabeza y al momento que le tomo de los pelos y la traigo hacia mí le introduzco toda la verga a lo que contesta con una mueca de placer. Le bombeo ese hermoso culito que tiene...Me muevo de atrás hacia adelante, despacio al principio, para que se acostumbre al grosor, pero cada vez más rápido, con más fuerza, escuchando sus gemidas, mirando como se curva y aprieta las sábanas con las manos como queriendo rasgarlas. sigo bombeando hasta que los dos explotamos en un orgasmo....su conchita volvía a despedir jugos y yo le llene la colita de leche caliente. Ella inmediatamente se da vuelta y me la lmpia con la boca, como agradeciéndome, con delicadeza y ternura. Nos tiramos en la cama y luego de un momento ella comienza a pajearme y se sube sobre mí enfilando mi pija hacia su conchita húmeda de nuevo. Yo la detengo y logro convencerla de que no, que luego se iba a arrepentir. Ella comienza a chuparmela hasta que de nuevo le acabo en la boquita.
Luego de allí la llevé a su casa y siempre nos cruzamos e intercambiamos miradas confiando de que algún día ella volverá a aceptar subir a mi auto.
25 comentarios - La Chica del Catering
Muy bueno!
Yo comenté tu post. Vos... ¿comentaste alguno de los míos?
Sí, fue real.
🙌
Excelente Amigo... nos dejaste re caliente con tu experiencia...
_PUNTOS para VOS