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Mi madre paso a ser mi mujer (6) (para +18)

( CONTINUANDO LOS RELATOS ANTERIORES )


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Lejos de amainar en mi deseo, la sorprendente sesión con Pilar, la puritana madre de Sebas, me azuzó más el deseo de sexo y perversión. Me ponía la polla dura cada dos por tres pensando en ella y en mi madre, tan diferentes, y tan putas las dos.

Algunas mañanas cuando mi padre marchaba a trabajar, me metía en la cama con mi madre y me la follaba. Ella, por supuesto, no sólo no me protestaba, sino que me recibía como buena puta, yo disfrutaba de su cuerpo lascivo y caliente, me comía sus melones y sus estupendos pezonacos, aquellos que me amamantaron de pequeño, ahora me estremecían de placer de macho, ella disfrutaba acogiendo mi polla y mi semen en su boca y en su chocho de madre incestuosa y esposa adúltera. Una de las imágenes y sensaciones a la que no me podía acostumbrar era ver a mi madre comiéndome la polla, su boca y su cara, tan familiares, pero asociadas a la respetable y tierna vida materna, ahora al lado de mi polla, saboreándola golosamente. Y la sensación de placer en mi glande de la lengua de mi propia madre. Y sin pensar me venía a la boca la palabra:

- PUTA, qué bien me comes el cipote.

- Pues tú eres el hijo de una puta – clásica broma, sonríe

- Soy el hijo de mi puta. Tengo mi puta en casa…

Una mañana vino ella a mi cuarto, apenas cubierta con un camisón corto y transparente:

- Te has dormido, cariño, veo que ya no te interesas por tu mama.

- Ufff, mama, vaya sexy que vienes - me encantaba hablar obscenamente a mi madre - ¿tienes ganas de ración de polla de tu hijo? –ella sonrió – mira que eres puta, mama.

- Te he criado desde bebé y nunca me podría haber imaginado que me estás haciendo sentir la más puta. No sé qué me gusta más, tu polla o el morbo que mi precioso niño me esté jodiendo…– me sonrió. - ¿Estás disponible para pegarle un viaje a tu mama? – contoneó las caderas desde la puerta, libidinosa.

- Ummmm, estoy medio dormido aún…- simulaba hacerme el estrecho, se me acercaba como una gata en celo

- ¿ Y no te apetece pegarme unos cuantos pollazos, hijo? – ahora era yo el que alucinaba, mi madre iba perdiendo cualquier vestigio de vergüenza o de pudor, excitante oír a tu propia madre pedirte pollazos - me pone muy guarra pedirte que me folles…

- Es que ERES una GUARRA, mama - se quitó el camisoncito, quedándose desnuda, cerca de mi cama, las manos en su cintura, mostrándome obscenamente su chocho peladito y balanceando sus tetazas – no me puedo creer que tengo una madre tan guarra…ni que llegaría a meterle tanta leche…

- Semen de mi niño para mamá… ¿te gusta enlechar a tu mamita, eh? …me encanta llevar leche tuya todo el día… soy muy perversa, me gusta la leche de mi nene… ¿Te apetece hacer a la mama tu hembra…? - yo ya tenía la polla dura de oírla, así que me destapé y se la mostré – ¡guau! veo que la mama se va ir de aquí bien follada…

- Mi hembra… - ella se me montó encima y se empaló sin más, gimiendo de placer, le palmeé las tetas – mmmmmmmm, ¿te gusta mi leche, eh, puta? Te gusta tu hijo…eres mía…hasta qué punto…

- - OOOOOOhhhh sí, siiii, me encanta tu lechada…tienes mucha…me vuelves loca…soy tuya, toda tuya, te quiero…eres mi macho…el mejor que he tenido…totalmente tuya, hasta donde tú quieras…te quiero…cariño… - ella cabalgaba sobre mi polla con evidente placer, mirándome.

- Ummmm mama, hasta donde yo quiera…

- Ummmm sí hijo…soy tu hembra, tu puta …hasta donde quieras…

- Mama, yo también te quiero… - hice una pausa- quiero preñarte…preñar a mi hembra…quiero preñar a mi madre…hacerte un bebé en tu vientre…tú y yo…sólo tú y yo sabremos que es mío…- estaba excitadísimo, yo también le bombeaba a pollazos – y estar jodiéndote siempre.

- OOOOOH, por dios, un hijo contigo…ufff…preñada de mi hijo…- se paró un momento, sentada con mi polla metida hasta los huevos – es…es…muy perverso…y hasta peligroso…ooooh, por dios que dura la tienes… - le acaricié el vientre y moví suavemente mi polla – aaaaaaaa qué gusto…nunca he estado tan bien follada…

- Ummmmmmm, mama, ver crecer tu vientre de hembra…ponerte preciosa…cómplices tu y yo, un hijo, mejor una nena …una putita como su madre…una preciosa putita…-movía mi polla en círculos, bien dentro de ella, notaba su vagina suave, la acerqué y la besé largamente en los labios – mi hembra me va a dar una nena de su vientre…te quiero, mama, y me gusta joderte. Córrete, me gusta tener a mi madre corriéndose mientras la lleno de esperma preñador…

- OOOOohhh, hijo, eres un diablo…me matas…qué gusto…qué dura…jódeme más…me voy a correr…no pares de joderme…siiiiii…lléname de esperma…JÓDEMEEEEEEEEE - se corría en mis manos.

- Toma leche, mama, te preñooooo….tomaaaa

Por supuesto, no la dejé en aquel momento, pero la idea estaba ya entre los dos. Vaya morbazo que me daba y a ella también, pero debía madurarlo un poco más. No era fácil para ella decidir una cosa así.

No descuidaba mi otra puta, Pilar. También me la repasaba a menudo. Me ponía mucho su total entrega, era lo que a ella le excitaba más. Y la vulgaridad. Y también pensé en decirle lo de la preñamenta. En su caso, el morbo era distinto, como más cercano. Ya sabía cuando estaba sola, a veces ella misma me llamaba.

- Hola, furcia.

- Que voy a estar sola esta tarde a las seis, por si te quieres pasar a verme…

- ¿A verte, sucia puta?

- A joderme o a darme por el culo…o lo que quieras…si te apetece…

- Pasaré a ver si me apetece…¿vas a comerme la polla, pijilla infiel?

- Umm sí, sí voy a chuparte la polla y… todo lo que me pidas…

- Espérame totalmente desnuda y me abres así…no quiero perder tiempo con mis rameras adúlteras…para ponerle cuernos a tu marido.

- Ummmmm sí, así te esperaré…

Por supuesto, obediente, me abrió la puerta completamente desnuda, perfumadita, maquilladita como para ir de fiesta, a puntito de caramelo.

- Mira que llegas a ser guarra, Pilar, si tu marido supiera que abres la puerta a un chico, en su casa y desnuda… no tiene idea de lo que te gusta estar bien llena de polla y de leche…que no son las suyas…

- Quiero ser una buena puta, he perdido mucho tiempo estos años y quiero que me ayudes a recuperar ese tiempo. Contigo he visto lo que me he perdido. Y sin ñoñerías…joder y follar, correrme como una perra, tragar leche, estar enculada, y tú eres un diablo del morbo…

Le agarré de su liso cabello rubio, me la acerqué y le morreé metiéndole la lengua hasta el fondo, mientras le magreaba el culo y le daba palmadas. El culo era más menudo que el de mi madre, bueno, toda ella era más menuda, lo tenía duro, se cuidaba. Una señora fina.

- Una buena jaca casi cuarentona para montármela. Y con unas piernas de lujo. Y estás ansiosa de leche de macho joven. Anda, chúpame la polla.

- Umm sii, soy una jaca para montar…necesito tu leche de macho, te la chupo, lo que me digas…-se arrodilló, me encanta cuando una mujer me busca la polla con la mano, más una puritana madura, me sacó la polla por la bragueta y me la comenzó a mamar – uuuuummmm cómo me gusta chuparte la polla…qué grandota…¿me vas a joder?

- Vamos a poner los cuernos a tu marido en su propia cama. Te he traído algo, póntelo – le di un par de medias de rejilla fina, negra.

Se las puso encantada, le llegaban hasta más arriba de medio muslo, tal como pensaba, sus piernas aún mejoraron.

La enfrenté al espejo de cuerpo entero, conmigo detrás. Le sujeté los brazos por detrás con el brazo izquierdo, de manera que sus pechos y su vientre se pronuncian, me daba, aún me da, un morbo bestial enfrentar una puta a su imagen, y mi mano derecha sobándola:

- Mírate, desnuda, obscena, ofrecida, mira como te sobo a placer, puedo hacer lo que quiera contigo, mírate, toda una puta, y te ves mucho más hermosa y guapa. –le palmeé los pechos desde abajo arriba, no bailaban tanto como los de mi madre, que eran como flanes bien rellenos, los de Pilar caían a plomo – puedo pegarte en tus colgantes tetas de pera y te excita – gimió de gusto, le di varias palmadas más, me encantaba, tenía los pezones más estrechos que los pezonazos de mi madre pero erectos le sobresalían más, como pitones de 2 cm. y no tan duros, en unas aréolas enormes, media teta era aréola, le cogí del pezón y estiré hacia arriba, balanceando la teta, hasta que ya no subía más, entonces lo solté y la teta caía a plomo, ella hacía mueca de dolor, gimiendo, me excitaba, se lo hice varias veces en cada teta – te excita que te trabaje las peras, ¿eh? –bajé la mano y le acaricié el vientre, bien plano para haber tenido dos hijos – tu vientre de hembra fértil es mío, lo enlecho cuando quiero, y soy el dueño de tu coño de casada -le di unas palmadas en el coño, ella gimió profundamente – te lo jodo cuando me apetece, mírate, despatarrada y preciosa, tus piernas son de una jaca de primera.

- Ummmm siiii, soy una buena jaca para que la jodas a tu gusto…mi coño y mi vientre son tuyos…me gusta que me trabajes las peras…

- Voy a enlecharte, putón. Quiero dejarte preñada. Hacerte una ventrada en la misma cama de tu marido – le pasaba la mano pos su vientre suave y cálido – inflarte esas tetas de pera de buena leche de hembra.

- Ooooh, por diosss,...preñada …no creo que pueda…hace años que no me quedo…

- ¿No tomas nada para no quedarte embarazada?

- Hace años que no…no lo consigue…

- Te refieres al semen de tu marido. Yo te meto más y mejor leche, y más profunda… voy a hacerte un bombo…un bastardo… vas a hacerme padre, putita preciosa…- seguía acariciándole el vientre fino – quiero mi bastardito aquí dentro…

- Pero… oh, por dios, no imaginaba… un hijo…es muy… fuerte…de todas maneras no me podré quedar…no creo que pueda dártelo…ya me has… enlechado muchas veces…

- ¿Y has tenido la regla?

- No, pero es que la tengo irregular…no ovulo bien…

- Igual ya estás preñada – le di un empujón y cayó en la cama, de cara – Despatárrate que me voy a calzar una jaca de primera y le voy regar la vagina de esperma preñador hasta hacerle un buen bombo – como supuse, las palabras vulgares le pusieron a cien.

- Ummmmmm siiii, cómo me excitas…me despatarro para ti…cálzame, méteme tu cipote, jódeme, lléname de esperma preñador…hazme un bombo…soy puta tuya…- se la metí de golpe –aaaaaaaaaaa siiiiiiiiii, …bien dentro, muy adentro…qué polla…soy una puta…

- Guarra, adúltera, vas a darle a tu marido la sorpresa de una ventrada…una ventrada de perra…- mientras me la calzaba le comía los pezones, dios cómo disfrutaba calzándome aquella tía. Y sus convulsiones de los orgasmos tan seguidos que tenía. Esperé a que acabara de correrse y entonces, totalmente relajada, me acerqué a besarle los labios – mírame a los ojos mientras descargo mi leche, putita, esta noche con tu marido en esta misma cama recordarás que te he hecho un bombo…

- Ooooh siiiiii, disfruta conmigo , goza…siiiii…lléname…qué gusto

Me descargué a gusto, ya lo creo, cuando la saqué rebosaba su coño entre flujo y semen. Nos quedamos echados, desnudos en su cama. Ella como una gatita, agradecida, me besó.

- No sabía que se pudiera gozar tanto, me sorprendió mucho el primer día, cuando me violaste, se me rompieron los esquemas…tanto tiempo pensando que eso del sexo no daba más de sí…no entendía a las mujeres que se lanzaban a follar y follar…pensando que eran unas viciosas, unas putas…y ahora…yo…viciosa…y encantada…de ser puta…y son las que más viven, como tu m…uy

- Ya puedes acabar, ya, como mi madre. No te cortes, ya sé cómo es mi madre.

- Ahora la tengo envidia, ha tenido que disfrutar mucho con tantos hombres…ahora sé lo que es sentirse puta…

- Y tú puedes disfrutar mucho, aún te queda por aprender…y probar…yo te acompañaré a los placeres que te has perdido. Tus fantasías…como satisfacer a varios a la vez…una verdadera puta, como mi madre.

- Ufffffff, varios hombres…¿a la vez? – su mano bajó a acariciarme la polla y los huevos

- Sí, ser hembra de dos o más, copular con varios, turnándose para metértela, babeándote las dos tetas a la vez, sobándote a 4 manos o más, dos pollas, una en cada mano, comiéndote una mientras la otra te folla, jodiéndote el chocho y el culo a la vez, morreándote con uno y con otro, una buena jaca montada por varios, y mucha leche, tragándote varias leches…usándote como una ramera…y tu corriéndote como una perra con todos…dejándolos a todos vacíos de lefa…mientras te dicen lo puta que eres…

- Uf, me estás excitando, sólo de pensarlo, pero…no sé cómo…pero es una fantasía…muy excitante…¿hay mujeres que lo hacen? ¿Tú lo has visto? – seguía meneándome la polla y me estaba excitando de nuevo

- Hay muchas mujeres que lo hacen, mi madre, por ejemplo, oí un tipo que contaba que una vez estuvo con cinco tíos, se la pasaron de mano en mano y se la acabaron calzando todos, tu marido fue uno de ellos. Mientras a ti te tenía mal follada.

- Qué cerdo, me ha engañado siempre. Ahora es un buen cornudo.

- Un cornudo que será el padre putativo del hijo que te voy a hacer, si no lo llevas ya. Tendrás que follar con él para que piense que es suyo.

- De vez en cuando follamos pero no me da placer. Me excita mucho que me quieras preñar…- se quedó pensando - Tu madre sí que sabe. Ufff, cinco tíos…y pudo con ellos – se estaba excitando – qué pasada…follar con cinco…

- Cinco rabos le metieron. Pudo con todos y se corrió a gusto como quiso – noté que me meneaba la polla con más ganas - Y tú has de saber lo que es. Necesitas mucho rabo para recuperar el tiempo, hay muchos tipos que les gusta joder mujeres casadas …y no veas si están preñadas…

- Estoy mojadísima…te apetece joderme…

- Me apetece preñarte, perra. Y entregarte a otros hombres. Que se pasen por la piedra a mi puta. Que se calcen una buena jaca.

- Hazme una ventrada. Entrégame a muchos…ummm…que me pasen por la piedra…bien calzada…

Como podéis suponer, yo estaba radiante de placer, placer físico por lo buena que estaba la tía y del morbo, preñar a la madre de mi amigo….uffff… un “hermanito” para él y también a la mujer que podría haber preñado mi padre… y mientras ella se corría debajo de mi, follada como nunca…totalmente entregada. Y le volví a enlechar el coño a aquella mujer tan fina y burguesita.

Por supuesto, ya pensaba en entregarla, pero también a mi madre, tenía que pensar cómo y dónde. Un problema de logística importante cuando no se es económicamente potente.

La respuesta me vino de cara, sin más, aunque acompañada de mucho morbo. Pero antes, por respeto a la cronología, he de explicar el capítulo de Sara, una cosa excepcional, sorprendente.

Ya llevaba tiempo planteándome en serio tirarme a Sara, la del instituto, bastante estirada y distante con los tíos, altiva, pero guapa y buena hembra, la que su padre había dicho que le gustaría tirarse a mi madre y yo me había dicho que me tiraría yo antes a su hija.

No fue fácil acercarme a ella, no admitía tíos en sus amistades, pero me busqué la manera a través de su madre, una tía que me sorprendió e, incluso, hoy aún recuerdo con desconcierto. El proceso fue largo pero lo sintetizaré. Sus padres estaban separados, vivía con su padre y averigüé que su madre era fotógrafa de modelos. Un día le pedí que hablara con su madre porque quería saber si me podía hacer un book para dedicarme a ello, y ver si podía ganar dinero. Conseguí que me diera una cita, nada fácil, por ser compa de su hija. Le pedí a Sara que me acompañara y accedió.

No la conocía, era una mujer delgada, nerviosa, de edad incierta pero que debía andar por los 40, pelo muy corto, morena, vestida un tanto extravagante y muy enérgica, una mirada bastante escrutadora, que asustaba un poco, pero que contrastaba con una expresión medio de burla en los labios. No era fea ni guapa, pero tenía morbo. Y vi que Sara la miraba con una mezcla de respeto, admiración y también de desaprobación.

Después de los saludos de rigor y los comentarios sobre el instituto y tal, me hizo pasar al estudio y Sara se quedó en la salita.

- Veremos si sirves para modelo, desnúdate y ponte ahí, en ese podio.

- ¿Del todo?

- ¡Coño, claro! Hay que buscar todos los aspectos que puedas, y la polla también es uno. No tengo demasiado tiempo así que rapidito.

Me sentí incómodo mientras me observaba como una mercancía.

- Um, no está mal, pero a ver cómo das en las fotos. –empezó a tomarme fotos desde varios ángulos y me hacía ponerme en muchas posturas. Levaba una falda ajustada y al acuclillarse me di cuenta que no llevaba bragas, mi polla empezó a enderezarse, cada vez le veía mejor su coño al tomarme las fotos, entonces ella paró - ¡qué te pasa, chico! Si te quieres dedicar a esto, tienes que controlarte más – no podía evitar que mi polla creciera.

- Uff, perdone, es que no sé qué me pasa….no lo puedo evitar… - sonreí.

- No te pases de listo, chico – se me heló la sonrisa, era una mujer de armas tomar – Tienes que venir tranquilo, mejor si te haces una paja antes, ¿no te lo ha dicho Sara? – por supuesto no me había dicho nada – joder con la niña, tan mojigata, seguro que le daba vergüenza. No das mal en la fotos, pero no podemos presentar nada con una erección.

- ¿Y qué hago?

- Hazte una paja, ya espero.

- Uf, no creo que pueda, estoy nervioso.

- Dile a Sara que te ayude – alzó la voz – ¡SARA! Pasa un momento – al entrar, Sara se quedó un tanto parada, me miró la polla casi enhiesta – tienes que ayudar a tu novio a bajar la erección, o no puedo seguir.

- No es mi novio, mamá –respondió, nerviosa- y no sé cómo voy a ayudarle – me miraba de reojo. Yo, sin poder bajar mi erección, no sabía qué hacer.

- Señora, no somos más que buenos compañeros, si quiere lo dejamos y me voy, lo siento – Sara me miró agradecida, vi que no se atrevía a discutir con su madre.

- Joder, no, me habéis hecho usar mi tiempo y ahora tengo que acabar las fotos o lo habré perdido del todo, te las haré igual.

-¿Puedo salir, mamá?

-Sí, hija, sí, vete, no cambiarás nunca – Sara salió, mirándome un momento y su madre se aprestó a hacerme más fotos, pero cada vez yo la veía mejor el coño y me empezaba a excitar la idea de tirármela – chico, eso cada vez se pone peor

- Es que… va usted sin bragas… - no me atrevía sonreír – y me excito…

- Joder con el chico, voy como me da la gana. ¿Así que te excitas pensando que me vas a follar?

- Nooo, no señora, pero…le veo y…aunque…- se me quedó mirando muy seria.

- En otras circunstancias te hubiera ayudado yo misma, pero hoy no, tengo el dia femenino, hoy me apetece más una mujer – debí poner una expresión de risa, porque rió a carcajada – jajajaja. Chico, ¿no has oído hablar de la bisexualidad?

- Sí, sí, claro – aún me daba más morbo pensar en esa mujer con otra chica – uffff, no puedo bajar la erección… - se me acercó y observó mi polla de cerca.

- Estás bastante bien, pero eres amigo de mi hija y no conviene.

Por supuesto, acabó su sesión de fotos, pero al salir me dijo:

- Dale una revolcón a mi Sara, chico, lo está necesitando, y con esa polla disfrutará. Si se lo das, no te cobraré nada por la sesión. Bueno, una cosa sí, pero ya te la diré.

En la salita, nos reunimos con Sara, su madre le dijo de ir a cenar con ella pero ella puso excusa de trabajo de clase.

- Va a venir mi amiga June, Sara, la que te cae tan bien. – Vi en Sara una expresión diferente en los ojos, cambió de opinión y aceptó.

Salimos en silencio, yo iba rumiando lo que había visto y lo que me había pasado, no había conocido nunca una mujer así. Ella iba como compungida a mi lado, y entonces lo vi claro: ¡ A Sara le gustaban las mujeres! Por eso se comportaba así, por eso le brillaron los ojos cuando su madre mencionó a su amiga June y por eso iba siempre con chicas, por eso se mantenía tan distante de los tíos, no por altivez ni desdén, como creíamos, sino por desinterés y miedo, incluso, y también recordé las miradas de Sara a mi madre, que entonces no supe interpretar bien.

Y empezaron a cuadrarme las cosas. Y supe cómo iba a follármela. Y estaba por desflorar. La miré con ojos diferentes, hasta un poco tiernamente, una lesbianita por salir del armario, virgen, seguramente con un impulso sexual reprimido, puede que bisex como su madre, una delicia, vaya. Y físicamente una tía bien buena.

Me imaginé cómo sería estar metiéndole el rabo y me entró una calentura bestial, pero no era el momento de atacarla, no debía presionarla. La invité a tomar una birra, ella estaba un tanto desconcertada y yo decidí que tenía que hacer el rol de amigo-colega, sin intenciones sexuales, ganarme su confianza.

- Sara, estoy avergonzado por lo de esta tarde, no me lo tomes en consideración, no sé qué me pasaba, pero no tenía ninguna intención de molestarte, créeme, creo que eres una persona muy seria y nada fantasiosa como las otras chicas, se puede hablar contigo como amigos y no necesito hacer contigo el papel de machito, sólo el de persona – se sonrojó levemente.

- Me alegro que pienses así, estoy harta de los chicos que solo quieren acostarse conmigo. No te preocupes por lo de esta tarde, es cierto que mi madre me dijo que te masturbaras antes de venir y no me atreví a decírtelo, así que es un poco culpa mía.

- Para nada culpa tuya, no tenemos aún confianza para que me dijeras eso. Pero tu madre no lo sabía. Es una mujer con mucho carácter. Me gusta.

- ¿Sí? Es cierto – estuvo un rato hablándome de su madre y de lo independiente y rompedora que era, presumí que la admiraba mucho.

Luego estuvimos hablando de un montón de cosas serias, yo me mantenía totalmente circunspecto y le repetía lo que me gustaban sus opiniones. Quedamos para otro día, incluso le insinué que podría ayudarla en Mates, que era su pesadilla, me lo agradeció. Ya estaba dado el primer paso.

Me fui rápidamente a casa, iba muy caliente, entre Sara y su madre me tenían erecto, con la sana intención de follarme a mi madre y aliviarme. Pero estaba mi hermano, joder, había venido pronto. Pensé rápido, me fui a su cuarto y le dije que olía mal, “joder, tío, hueles a gayumbo usado, ni se te ocurra ir a cenar con ese olor” Se preocupó tanto que se fue a la ducha, él es más formalito y serio.

Entonces me fui a la cocina, mi madre trasteaba, con su vestidito corto y escotado, pelando y cortando patatas, me miró sonriendo:

- ¿Tienes hambre? Has de esperar cariño.

- Tengo hambre de hembra, mama – me fui hacia ella y le metí mano a las tetas– y tú estás buenísima, mama, y voy ciego de caliente, tengo que joderte.

- Desde luego que no, hijo, tu hermano está por ahí, es peligroso, y tu padre llegará pronto.

- Tenemos 15 minutos antes que mi hermano salga de la ducha y el papa no llegará antes, hazme una mamada de las que tú sabes, hace días que no te tragas mi leche – me acerqué y le di la vuelta, de los hombros la empujé para que se acuclillara y me saqué la polla, dura – abre esa boquita, mama – le metí la polla en la boca - me gusta tener mi puta en casa, mama, una buena madre que me la chupe, aaaaah qué gusto, qué ganas tengo de vaciarme de leche, ummmmmmm toma polla, toma, guarra, aaaaaaah que buena comepollas eres, se nota que te has comido muchas…así, mama, así, aaaaaaah traga, puta, tragaleches…tomaaaaa…quédatela todaaaaaaaa…

Una corrida bestial, mi madre tragaba y tragaba, le di una palmada en la cara y me separé. Rebosaba leche, me encantaba.

- Buena putita, mama, límpiamela bien, no dejes nada.

- Por dios, hijo, ibas cargado, qué cantidad de semen… -siguió chupándomela hasta que no me quedó una gota, me miraba a los ojos – me has excitado…

- Esta noche haces que te monte mi padre mientras recuerdas el sabor de mi leche…

Mientras cenábamos los cuatro, se me ocurrió provocar un poco.

- Se me ha ocurrido, papa, mama, ¿por qué no tenéis otro hijo? A ver si sale una nena…me encantaría una hermanita…

Se montó una discusión entre bromas y en serio, mi hermano se entusiasmaba con la idea, mi madre decía que ya era mayor y mi padre dijo que a él lo que le gustaba era hacerlos, no criarlos, al final no quedó en nada pero como mínimo mi padre no había dicho que no, sólo quedaba convencer a mi madre, por mi cuenta. Cuando todos nos fuimos a dormir, pegué la oreja y oí que mi padre le decía a mi madre que podían probar de hacer un niño esa noche, mi madre le contestó riendo que encantada, “a ver si sabes hacérmelo”. Al poco estaban copulando, la cosa iba bien.

A la mañana siguiente, cuando se fue mi padre, me fui a la cama con mi madre.

- Te pegó un buen viaje mi padre ayer, ¿eh? Se ve que le gusta la idea de tener una nenita…

- Lo pasé bien pero nada comparado con tus polvos, hijo. No sé, lo de la nena no es más que una idea remota, cariño…¿Vienes a joder con la mama?

- Claro, me gusta joderme mi preciosa puta por la mañana. Pero hay una cosa que no me cuadra…¿Cómo es que tengo la polla tan diferente de la de mi padre? Tú sabes bien por experiencia que Sebas y su padre tienen la polla igual, y mi hermano es como el papa, pero yo no… - mi madre empezaba a masturbarme para ponérmela dura –¿ es que no soy hijo suyo?

- ¡¡Por supuesto que sí!! Ni se te ocurra dudarlo – la miré un poco burlonamente –lo que pasa es que tú has salido a mi…bueno, a mi no…a mi familia…vaya…me lío…a mi padre – se quedó callada de pronto, la miré y se había sonrojado.

- Y cómo sabes lo que tiene el abuelo…- iba hablando despreocupadamente mientras notaba mi polla endurecerse en la mano de mi madre, concentrado en el placer, pero entonces me sobresalté –mama, no jodas…¿también jodías con tu padre? – enrojeció aún más, se había traicionado.

- Hijo…¿cómo puedes pensar eso?

- Pues si jodes con tu hijo, puedes joder con tu padre…- hice una pausa –vamos mama, dime la verdad, a mi me lo puedes contar todo ¿también tirabas con tu padre? –bajó la mirada, hizo un silencio, decidí darle tiempo, ahora me meneaba la polla pero suave.

- Sí, cariño – finalmente se decidió - desde muy joven, fue mi primer hombre, me desvirgó él. Tienes la polla igual que la suya. No me juzgues mal, hijo…era muy joven y me fascinaba…

- Joder, mama, vaya puta. Y yo que creía que estábamos inventando algo nuevo…¿Y cuándo follaste por última vez con él? – no dejaba de menearme la polla, se me había relajado un poco pero se me iba poniendo dura sólo de pensar en mi madre adolescente jodiendo con su padre.

- Uf, hijo…el mes pasado – bajaba la mirada, pero no dejaba de masajearme el rabo.

-¿¡CÓMO!? ¿Sigues follando con el abuelo? Pero…pero… si tiene casi 70 años.

- Toda la vida he follado con él, antes con más frecuencia, últimamente con menos, pero no he dejado nunca de ir a acostarme, a follar con mi padre. Y ahora me necesita más. Y me gusta. Y es muy morboso. Casi tanto como tú. Uf cómo se te ha puesto la polla de dura…no me rechazas por eso que te he dicho…

- Dios, mama, me pone más aún saberlo, y que hayas sido siempre tan puta – me subí encima de ella y se la metí – aaaaaaaah, qué gusto me da tu coño…¿follabas con tu padre cuando estabas preñada? ¿Cómo fue que te la metió la primera vez? ¿Te violó?

-AAaaaaaah, hijo, qué gusto…sí, durante los dos embarazos, bastante más cuando estaba preñada de ti….uuuufff qué bien follas…le gustaba mucho mi bombo…y se me inflaron mucho las tetas…ummmmm…jódeme….más…más…sólo contigo he tenido el mismo placer que con él…ummm…no, contigo más…aaaaah…jódeme…diosss qué dura…No, no me violó…fui yo quien se lo pedí…que me hiciera mujer…

- Dioss, mama, tienes que contármelo… le pediste a tu padre que te jodiera…

- Me fascinaba su polla… le espiaba…me masturbaba pensando en él…hasta que…aaaaaaaaaah qué gusto me das, hijo, qué bien jodida me tienes…era muy jovencilla, fui precoz…me habían crecido las tetas mucho y muy deprisa…deseaba mostrarle a mi padre que era una mujer…que me tocara con sus manos varoniles…que se excitara conmigo…tocarle la polla…jugar…era una nena…

- ummmmm, joder, mama…vaya nena. ¿le chupaste la polla? ¿te comió el coño? ¿te enlechaba tu padre?– yo tenía mi polla durísima, a reventar, y le daba pollazos mientras la escuchaba

- Le chupé la polla, una sensación única, me comió el coño, mi coñito adolescente, y acabé penetrándome mi coño virgen…me empalé en su polla…aaaaaaaaaaah…jódeme fuerte, hijo…aaaaaaaaaaah…fue fantástico…me sentí maravillosa…una delicia…la polla de mi padre dentro…ummmm…la mujer de mi padre…y ahora la de mi hijo…me enlechaba mucho…como tú…me encantaba que mi padre se corriera en mi…sentir su placer…como ahora el tuyo

-Eres increíblemente zorra, mama, voy a enlecharte ya, puta.

-Ummmmsíiiii, dame tu lechada que me corrooooooooooo…

Nos corrimos como guarros, gritando y gozando, un placer intenso. Después de descansar, le pregunté:

- ¿Cuándo vuelves a follar con tu padre?

- Más o menos me llamará la semana que viene.

- ¿Y él sabe que tu hijo te folla?- le toqué el coño, rebosaba leche – estás rellena putita.

- Aún no se lo he dicho. No sé cómo decírselo ni si debo. Me gusta llevar tu esperma, cariño, ummmm… me tienes siempre mojada de leche. No sé cómo se lo tomaría, le puedo dar alguna excusa…alargarlo…

- No, mama, quiero verte joder con tu padre y a ti te gusta. Pero no puedes follar con él sin mi, mama. Tengo que ir yo también. ¿No te parece bien un trío con tu padre y tu hijo?. Imagínate recibiendo entre tus piernas a tu padre y a tu hijo. Tener las dos leches mezcladas en tu vagina...teniendo placer y orgasmos… como nunca…hembra de tus dos machos preferidos…

- Uff, eso es lo más perverso y excitante que he oído. Y morboso… Pero no sé…él es un poco diferente de ti.

- Seguro que le convencemos. ¿Eres su puta?

- Nooooo, él es distinto, soy su nena aún a estas edades, es un papá cariñoso…y me gusta ser su hijita del alma…sólo soy puta tuya, cariño…él es más tierno.

- Pero te mete rabo y te deja su lefada igual. Y desde hace montón de años

- Sí, eso sí. Hace más de 25 años ya que me desfloré con él.

- Y a pelo. ¿No se le ha ocurrido preñarte en estos años? ¿No te ha apetecido?

- Sí. Las dos cosas, pero luego me casé con tu padre…

- Pues ahora podremos. Puedes tener una hija nuestra, de tu padre o de tu hijo. O de los dos.

- No creo que me decida a quedarme…eres un diablo del morbo…

-Ummmm te quiero mama. Dejarás de tomar píldoras y te haré un bombo. Me pariste a mi y ahora me parirás una hermanita, una preciosa nena, una putita como tú – la besé en la boca con cariño.

- Te quiero, cariño. Ya veremos.

Mi abuelo tenía un pisito pequeño de 40 metros, que a veces lo alquilaba, pero es donde se tiraba a mi madre, a su hija del alma, a su nenita. Tenía un comedor-cocina, un lavabo, un dormitorio y un cuarto minúsculo, donde metía justo una cama. Yo había estado un par de veces y siempre había pensado que sería una excelente polvera, mira por donde, lo era. Pero especial, una polvera donde mi abuelo se tiraba su hija. Me daba un morbo increíble ver a mi madre joder con su padre. O ver a mi abuelo joderse su hija. Y poder jodérmela yo luego. O antes. O mientras.

Cuando llamó a mi madre para encontrarse, mi madre le citó directamente en el pisito y le dijo que tenía que decirle algo importante y que yo también. Se extrañó, pero mi madre le dijo que no era nada malo y le tranquilizó. Tal como pensaba, se olió algo y al día siguiente me llamó a mi, después de lo saludos y de las nimiedades, se interesó por lo “importante” que mi madre le había anunciado.

- Es que mi madre me ha contado algo, y también creo que tú debes saber algo nuevo.

- Asi que…te ha explicado…que nos …llevamos bien a veces- hizo una pausa - ¿a ti solo?

- Sí, así es, abuelo, no te preocupes, no es grave…

- Entonces…- hizo otra pausa, casi podía oir sus pensamientos a toda máquina, tonto no era – eso solo puede significar…una cosa…joder, nieto…

- Así es abuelo. Me gustaría encontrarnos los tres, podemos ver qué pasa, mi madre está dispuesta…es la mujer más fantástica del mundo.

- En eso llevas razón. Joder…no me lo esperaba…pero conociendo a mi hija…no puede sorprenderme, claro. Y dices que ella quiere…estee…está dispuesta a…

- Si se…lleva bien con su padre…¿por qué no con su hijo? Y ha pensado que con los dos se llevará…pues mucho mejor.

- No lo dudo, no, pero no sé si yo…, bueno nos vemos.

Los tres fuimos por separado, pero mi madre me dijo que se retrasaría un poco, prefería que al llegar estuviéramos los dos y que ya hubiéramos hablado. Cuando llegué mi abuelo estaba, me abrió un poco cortado. Saludos, un poco de rigidez, pero yo iba lanzado, el morbo me podía.

- Abuelo, más vale que hablemos claro, tú y yo no tenemos que disimular, estamos aquí porque tú hace 25 años que te tiras a tu hija y yo hace poco que me tiro a mi madre. Y le gusta. Y a ella no le gusta engañarnos por separado. Así que a lo mejor podemos pasarlo bien los tres. Ella puede con los dos y, si se pone, con dos más.

- Uf nieto, qué crudo suena. Pero sí, tienes razón, debemos ser francos, pero me pilla un poco a contrapelo, no sé cómo…hacerlo…

- No sé yo tampoco abuelo, pero un trío con mi madre puede ser la gloria. Le gusta mucho que te la folles. Y le encanta que me la folle. Compartimos hembra. Nos la follamos como vaya saliendo, ella tiene más experiencia en follar con varios, por cierto, te la follaste de muy jovencilla, vaya sensación debiste sentir,…y virgen

- Uf sí, me sentí culpable mucho tiempo por no parar aquello, pero era muy halagador para mi que mi hija me espiara y muy excitante. Cuando hacía turno de noche me echaba a dormir por la tarde y me hacía el dormido, ella entraba y me miraba la polla, un dia se atrevió a tocármela, se me puso durísima, le gustó. Yo esperaba cada tarde que entrara a tocármela, cada vez con más soltura, y hasta me la meneaba, luego se iba y se masturbaba, y yo también. Y recuerdo que una tarde, después de meneármela, yo haciéndome el dormido, noté sus labios y luego se la metió en la boca, no pude más, la aguanté la cabeza y me corrí en su boca. Ufff, cuando vi aquella preciosidad con la boca y la cara llena de mi semen, tragándolo, mirándome un poco asustada, pero con los ojos brillantes, me sentí muy culpable. No pude dormir y no veas lo mal que lo pasé en el trabajo, había eyaculado en la boca de mi nena. Me hice el propósito de no volver a tocarla nunca más.

- Joder abuelo, me estoy poniendo.

- Ese fue el principio, a pesar de mi convicción, al dia siguiente ya la penetré, me sorprendió que siendo virgen se metiera todo el rabo ya la primera vez y que gozara tanto.

- Siempre ha tenido un buen chochazo, mi madre. Y le gustan los rabos grandes. Qué suertudo, abuelo, estrenar una nena como ella…y después 25 años follándotela.

- Uff sí, una delicia. Una vida entera de cariño y placer.

- Hoy nos la vamos a follar los dos.

Llegó mi madre.Estaba hermosa, radiante, maquilladita, perfumada, sexual, con un vestidito negro de una pieza por encima de las rodillas, camisero, con botones por delante hasta el ombligo, un par de botones desabrochados, justo para ver el canal de su pecho. Mi abuelo se levantó y la besó, en la boca, uff vaya morbo de imagen. No quise ser menos, me fui hacia ellos y también la morreé justo después.

Estábamos un poco tensos, procuraré resumir un tanto el relato de la sesión de sexo más morbosa y alucinante que tuve, pero no lo puedo negar daba una sensación posesiva en esos instantes tanto que los dejare con ganas demás así que sigan el post y los veré en el siguiente post hasta pronto continuara ....!!!!


( CONTINUARA... )

1 comentarios - Mi madre paso a ser mi mujer (6) (para +18)

panico2012
Buenisimo relato me encanto despues te dejo los puntos