Cuando llegue al salón, me abre la puerta ella. Estábamos los dos solos. El lugar totalmente vacío, sin chicos, sin ruidos, sin empleados. Solamente ella y yo... y el Pelotero. Luego del saludo habitual entre dos personas que se ven por primera vez en el día, llegó mi pregunta obvia. Le pregunte si estábamos solos, si no había cumpleaños en el día. Ella me dijo que no, que por eso me invitó. En ese momento me confesó que el Salón de Fiestas Infantiles era del padre y que ella estaba a cargo en los cumpleaños. Día lunes, agenda vacía. Desde que llegué me encantó la idea que tuvo de encontrarnos ahí. Era diferente, distinto, intrigante. Pasamos el pelotero, una pista de baile y llegamos a unos sillones. Ella había preparado el mate y había galletitas varias para comer. Tenía todo pensado, preparado. Nos sentamos y comenzamos a hablar, a conocernos. A contarnos cosas de ambos. Estuvimos dos horas hablando sin parar. Había química. Lo más importante a la hora de arrancar algo. En un momento ella me confiesa que yo estaba ahí porque le encanté cuando me vio. Me dijo que le hubiese gustado que me quede el día anterior, pero que prefirió dejar todo para que estemos solos. El salón me creaba fantasías por doquier.
-Como te sentís en un cita en un Salón para chicos?
-Bárbaro, Me gusta lo nuevo. Nunca imagine esto, pero me encanta.
-Alguna vez pensaste que te iban a invitar a un pelotero?
-Jajaja Nunca. Pero te digo que esto me genera una fantasía. Más teniéndote a vos delante mío.
-Ah si? Qué fantasía? Ahora quiero saber.
-Te confieso que me gustaría mucho tener sexo en un pelotero. Ahora que estoy acá me dieron esas ganas.
-Mira vos. Lo tengo que tomar como una confesión o como una propuesta?
-Como lo quieras tomar. Si lo tomaras como una confesión no me hubieses preguntado eso.
En ese momento comenzó a reir. Yo me acerque y le comí la boca. Ella no se negó. Empezamos a tranzar en el sillón. Al toque ya estaba acostado arriba de ella. Nos matamos a besos. Le comí el cuello, le pase la lengua por el cuello hasta la oreja. Me comí su lóbulo, lo solté. Le di besos en el cuello y volví a su boca. Mientras nos matábamos a besos ella me subió la remera y empezó a acariciarme la espalda. Me clavaba las uñas agarrándose de mí. Había mucha calentura. Había piel. Me sacó la remera. En ese momento me levanté y la traje conmigo. Me senté en el sillón y la puse arriba mío. Nos seguíamos besando, comiendo. Le saqué la remera que tenía puesta ella. Una musculo blanca. Le bese el pecho mientras le desabrochaba el corpiño. Unas hermosas tetas me esperaban. Las quería probar, comer, besar. Le quería morder suavemente los pezones. Meterlos en mi boca. Ponerlos duros. Ella explotaba. La sentía caliente. Era el momento. Le chupe las tetas. Ella se estremecía. Le pasaba la lengua alrededor de los pezones. Me levanté sin soltarla. Las piernas de ellas se agarraban de mi cintura. La puse en el sillón. Le bese la boca. Baje con la lengua por el cuello, entremedio de las tetas, ombligo y llegué al jean. Lo desabroche. Era todo de botones. Los saque todos, uno por uno. La mire y ella sonrió. Le gustaba. Me encantaba. Le baje el jean y se lo saqué. Quedó con una tanga blanca hermosa, que tenía un moño chiquito arriba. Cuando subí le pase la lengua por arriba de la tanga recorriendo toda la concha. Uffff que ganas de probarla!!! Le corrí la tanga, sin sacarla. Le pase la lengua. Ella se estremeció. Eso me demostró que quería más. Empecé a chuparle la concha mientras corría su tanga. La miraba todo el tiempo. La chupaba toda. Deje caer mi saliva y la limpie con mi lengua. "Me encanta" me dijo ella. La frotaba con el dedo índice mientras se la chupaba. Ella explotaba y me empujaba la cabeza para que siga. Mi lengua jugaba adentro. Cuando sentí que ella estaba muy caliente le bajé la tanga y me la jugué: "Quiero que cojamos en el pelotero", le dije sin vueltas. Ella se empezó a reir y me dijo "Vos estás loco". "No, me muero de ganas de cogerte en el pelotero". "La verdad que yo también". Ni bien me dijo eso la levanté del sillón, ella se arrodilló y me sacó las zapatillas, el jean. Me mordió la pija por arriba del bóxer. Lo bajó y empezó a darle besos a la cabeza de mi verga. Me bajó el bóxer. Lo dejó a un costado. Me empezó a chupar la pija mientras masajeaba mis huevos. Se la metió toda en la boca. Yo le recogí el pelo y la miraba mientras se comía mi pija. Me la chupó toda toda. Hasta los huevos. Me escupía la cabeza de la pija y la volvía a comer. Se puso de pie. Tranzamos y fuimos comiéndonos la boca para el lado del pelotero. Vidrio espejado. Veíamos la calle, pero desde afuera no se veía nada. Entramos al pelotero tranzando, calientes, enloquecidos. Había mucha piel.
Ni bien entramos la puse contra la red del pelotero. Confieso que tantas pelotas al principio fue incómodo hasta poder pisar bien. Ella se agarraba de la red y abrió las piernas. En ese momento me puse saliva en los dedos y se los pasé por la concha. Le pase la lengua por el cuello mientras le empecé a meter la pija en la concha. "Mmmm que bien se sintió eso", me dijo ella con voz de putita en celo. "Ahora la vas a sentir toda adentro", le dije yo. Le metí la verga y se la saque. Se la volví a meter hasta el fondo. Entró toda. Su concha estaba empapada. Hermosa. Caliente. Mi verga adentro suyo, hasta los huevos. La agarre de los pelos y empecé a cogerla. Toda. Cada vez más rápido. Cada vez más fuerte. Se sentía el golpeteo. Mi verga adentro suyo. Ella gemía, gritaba. Pedía más y más. La quería toda adentro. Yo la cogía y le daba el gusto. Mientras garchábamos se sentía el ruido de las pelotas moviéndose adentro del pelotero. Era una locura. Pero esa locura calentaba mucho. A los dos. Seguimos cogiendo. Le daba nalgadas y ella gritaba. Nalgada, grito. Nalgada, grito. Su cola hermosa roja. "Cogeme así bb que me ecanta tu pija adentro". La cogía toda, la agarraba de los pelos. Sentía su concha mojada y mi pija bien dura en la concha de ella. No parábamos de coger. Los dos estábamos calientes. No podíamos más de la calentura. Cogíamos sin parar. Ella gritaba y quería mi pija. "Dale putita, sentila adentro y gozala". "Ella te va a dejar toda la leche". "Sí, quiero su leche adentro mío. Me la voy a tomar toda, no voy a dejar nada de leche en tu pija". "Te la voy a dar toda, pero antes te voy a dejar la conchita bien abierta". Hablábamos mientras seguíamos cogiendo sin parar. Ella agarrada de la red. Era el lugar más cómodo dentro de un lugar que se movía mucho y estaba lleno de pelotas de todos colores. Se sentía hermoso coger en un pelotero. La agarré fuerte de los pelos y la traje hacía mí. En ese momento mi pija entro hasta al fondo. Ella pegó un grito como para que se escuche afuera, en la calle. Su concha estaba empapadísima. No paraba de gemir y gritar. Le saqúe la pija y su concha largó mucho jugo. Se la volví a meter toda. Era impresionante como gemía y gritaba. No paraba de decirme "Que hijo de puta que sos nene!!! No podes cogerme así". "Sí que puedo, por eso te estoy rompiendo la concha putita". Ella no daba más, quería la leche.
-Quiero que me des la leche. Estoy toda mojada. Quiero tu leche bb.
-Vení, date vuelta y arrodíllate acá.
Entre las pelotas se pudo arrodillar y empezó a pajearme y masajearme los huevos.
Me empezó a chupar la pija. Me pajeaba y la comía. Me la pajeaba y se la comía. Estaba hambrienta de leche. La quería toda adentro de su boca. "Dale putita, ya viene. Toda para vos" le dije mirándola. "Siii la quiero toda toda. No dejes nada adentro porque yo la quiero tomar toda", me dijo y luego se sonrió sin sacarme la mirada.
Siguio pajeándome hasta que le dije que abra la boca. Me pajee un poco y le apoye la cabeza de la pija sobre la lengua. En ese momento le descargue toda la leche en la lengua y un par de chorros llegaron a su garganta. Ella tenía toda mi lengua en su boca. Me miró y la tragó toda. Se río y se metió la pija en la boca. La sacó y la apretó para sacarle las últimas gotas. Y volvíó a tragar. Se levantó y me comió la boca con la lengua. Un final feliz.
Que caliente quedó el Pelotero....
-Como te sentís en un cita en un Salón para chicos?
-Bárbaro, Me gusta lo nuevo. Nunca imagine esto, pero me encanta.
-Alguna vez pensaste que te iban a invitar a un pelotero?
-Jajaja Nunca. Pero te digo que esto me genera una fantasía. Más teniéndote a vos delante mío.
-Ah si? Qué fantasía? Ahora quiero saber.
-Te confieso que me gustaría mucho tener sexo en un pelotero. Ahora que estoy acá me dieron esas ganas.
-Mira vos. Lo tengo que tomar como una confesión o como una propuesta?
-Como lo quieras tomar. Si lo tomaras como una confesión no me hubieses preguntado eso.
En ese momento comenzó a reir. Yo me acerque y le comí la boca. Ella no se negó. Empezamos a tranzar en el sillón. Al toque ya estaba acostado arriba de ella. Nos matamos a besos. Le comí el cuello, le pase la lengua por el cuello hasta la oreja. Me comí su lóbulo, lo solté. Le di besos en el cuello y volví a su boca. Mientras nos matábamos a besos ella me subió la remera y empezó a acariciarme la espalda. Me clavaba las uñas agarrándose de mí. Había mucha calentura. Había piel. Me sacó la remera. En ese momento me levanté y la traje conmigo. Me senté en el sillón y la puse arriba mío. Nos seguíamos besando, comiendo. Le saqué la remera que tenía puesta ella. Una musculo blanca. Le bese el pecho mientras le desabrochaba el corpiño. Unas hermosas tetas me esperaban. Las quería probar, comer, besar. Le quería morder suavemente los pezones. Meterlos en mi boca. Ponerlos duros. Ella explotaba. La sentía caliente. Era el momento. Le chupe las tetas. Ella se estremecía. Le pasaba la lengua alrededor de los pezones. Me levanté sin soltarla. Las piernas de ellas se agarraban de mi cintura. La puse en el sillón. Le bese la boca. Baje con la lengua por el cuello, entremedio de las tetas, ombligo y llegué al jean. Lo desabroche. Era todo de botones. Los saque todos, uno por uno. La mire y ella sonrió. Le gustaba. Me encantaba. Le baje el jean y se lo saqué. Quedó con una tanga blanca hermosa, que tenía un moño chiquito arriba. Cuando subí le pase la lengua por arriba de la tanga recorriendo toda la concha. Uffff que ganas de probarla!!! Le corrí la tanga, sin sacarla. Le pase la lengua. Ella se estremeció. Eso me demostró que quería más. Empecé a chuparle la concha mientras corría su tanga. La miraba todo el tiempo. La chupaba toda. Deje caer mi saliva y la limpie con mi lengua. "Me encanta" me dijo ella. La frotaba con el dedo índice mientras se la chupaba. Ella explotaba y me empujaba la cabeza para que siga. Mi lengua jugaba adentro. Cuando sentí que ella estaba muy caliente le bajé la tanga y me la jugué: "Quiero que cojamos en el pelotero", le dije sin vueltas. Ella se empezó a reir y me dijo "Vos estás loco". "No, me muero de ganas de cogerte en el pelotero". "La verdad que yo también". Ni bien me dijo eso la levanté del sillón, ella se arrodilló y me sacó las zapatillas, el jean. Me mordió la pija por arriba del bóxer. Lo bajó y empezó a darle besos a la cabeza de mi verga. Me bajó el bóxer. Lo dejó a un costado. Me empezó a chupar la pija mientras masajeaba mis huevos. Se la metió toda en la boca. Yo le recogí el pelo y la miraba mientras se comía mi pija. Me la chupó toda toda. Hasta los huevos. Me escupía la cabeza de la pija y la volvía a comer. Se puso de pie. Tranzamos y fuimos comiéndonos la boca para el lado del pelotero. Vidrio espejado. Veíamos la calle, pero desde afuera no se veía nada. Entramos al pelotero tranzando, calientes, enloquecidos. Había mucha piel.
Ni bien entramos la puse contra la red del pelotero. Confieso que tantas pelotas al principio fue incómodo hasta poder pisar bien. Ella se agarraba de la red y abrió las piernas. En ese momento me puse saliva en los dedos y se los pasé por la concha. Le pase la lengua por el cuello mientras le empecé a meter la pija en la concha. "Mmmm que bien se sintió eso", me dijo ella con voz de putita en celo. "Ahora la vas a sentir toda adentro", le dije yo. Le metí la verga y se la saque. Se la volví a meter hasta el fondo. Entró toda. Su concha estaba empapada. Hermosa. Caliente. Mi verga adentro suyo, hasta los huevos. La agarre de los pelos y empecé a cogerla. Toda. Cada vez más rápido. Cada vez más fuerte. Se sentía el golpeteo. Mi verga adentro suyo. Ella gemía, gritaba. Pedía más y más. La quería toda adentro. Yo la cogía y le daba el gusto. Mientras garchábamos se sentía el ruido de las pelotas moviéndose adentro del pelotero. Era una locura. Pero esa locura calentaba mucho. A los dos. Seguimos cogiendo. Le daba nalgadas y ella gritaba. Nalgada, grito. Nalgada, grito. Su cola hermosa roja. "Cogeme así bb que me ecanta tu pija adentro". La cogía toda, la agarraba de los pelos. Sentía su concha mojada y mi pija bien dura en la concha de ella. No parábamos de coger. Los dos estábamos calientes. No podíamos más de la calentura. Cogíamos sin parar. Ella gritaba y quería mi pija. "Dale putita, sentila adentro y gozala". "Ella te va a dejar toda la leche". "Sí, quiero su leche adentro mío. Me la voy a tomar toda, no voy a dejar nada de leche en tu pija". "Te la voy a dar toda, pero antes te voy a dejar la conchita bien abierta". Hablábamos mientras seguíamos cogiendo sin parar. Ella agarrada de la red. Era el lugar más cómodo dentro de un lugar que se movía mucho y estaba lleno de pelotas de todos colores. Se sentía hermoso coger en un pelotero. La agarré fuerte de los pelos y la traje hacía mí. En ese momento mi pija entro hasta al fondo. Ella pegó un grito como para que se escuche afuera, en la calle. Su concha estaba empapadísima. No paraba de gemir y gritar. Le saqúe la pija y su concha largó mucho jugo. Se la volví a meter toda. Era impresionante como gemía y gritaba. No paraba de decirme "Que hijo de puta que sos nene!!! No podes cogerme así". "Sí que puedo, por eso te estoy rompiendo la concha putita". Ella no daba más, quería la leche.
-Quiero que me des la leche. Estoy toda mojada. Quiero tu leche bb.
-Vení, date vuelta y arrodíllate acá.
Entre las pelotas se pudo arrodillar y empezó a pajearme y masajearme los huevos.
Me empezó a chupar la pija. Me pajeaba y la comía. Me la pajeaba y se la comía. Estaba hambrienta de leche. La quería toda adentro de su boca. "Dale putita, ya viene. Toda para vos" le dije mirándola. "Siii la quiero toda toda. No dejes nada adentro porque yo la quiero tomar toda", me dijo y luego se sonrió sin sacarme la mirada.
Siguio pajeándome hasta que le dije que abra la boca. Me pajee un poco y le apoye la cabeza de la pija sobre la lengua. En ese momento le descargue toda la leche en la lengua y un par de chorros llegaron a su garganta. Ella tenía toda mi lengua en su boca. Me miró y la tragó toda. Se río y se metió la pija en la boca. La sacó y la apretó para sacarle las últimas gotas. Y volvíó a tragar. Se levantó y me comió la boca con la lengua. Un final feliz.
Que caliente quedó el Pelotero....
1 comentarios - El Pelotero Caliente... (Final)
Un placer 🙂