Josefina. Segunda parte.

El lector es lo mas importante que tiene quien escribe. Por él esto sucede, se materializa y vive. Sin los lectores ,esto , jamas pasaria.
Si es fantasia o realidad, eso, lo deciden Uds.....

Aqui comienza la segunda parte de esta serie que comenzo asi :

http://www.poringa.net/posts/relatos/2458259/Primer-Relato-Mi-esposa-Josefina.html

y aqui el Final para aquellos que lo siguieron.

http://www.poringa.net/posts/relatos/2460571/Tercer-y-final-relato-de-Josefina.html



Después de aquella experiencia en el bar, nuestra vida sexual cambio por completo, y en Josefina, mi mujer, se despertó una loba hambrienta de sexo que hasta ese momento desconocía y que permanecía dormida en ella. A mí la experiencia me cambio por completo también aumentando mi morbo cada vez más, lo cual sumado al cambio de Josefina termino potenciando nuestra vida sexual a pleno.
También de allí nos llevamos una gran amistad con Carlos y Juliana con quienes nos seguíamos viendo y realizando intercambio y encuentros por separado consentidos por el otro, siendo la única condición que solo seamos cualquiera de nosotros 4. Así fue como con Juli hemos tenido largas noches de trío con Jose, como así también así también mi esposa con Carlos y hasta ellas dos solas fotografiadas por mí.
Debido a esta nueva amistad arreglamos para, en un fin de semana largo, irnos los 4 a una casa que tenían unos parientes de Jose en la costa, la idea era llegar el viernes por la noche para aprovechar al máximo los días e ir retornando el martes recién a nuestras tareas. Puesto así nos encontramos todos en nuestra casa a las 6 de la tarde, y mate por medio salimos a la ruta disfrutando de algo más que lo estrictamente sexual.
Luego de comernos el tremendo embotellamiento típico de estas fechas y de ver como los planes de cenar ya en destino se arruinaban, decidimos parar en alguna de las típicas de parrillas de la ruta.
Luego de unos 200km vimos a lo lejos una luz y varios vehículos estacionados por lo que nos tiramos de cabeza debido a que el hambre hacia fuerza. Una parada típica de camioneros lo que nos daba por indicio que era buena y abundante comida a un precio justo. Comimos bastante carne traída amablemente por el dueño del lugar un hombre calvo un tanto desaliñado producto del trajín del negocio.
Tanto Carlos como las chicas dieron cuenta de un par de botellas de tinto lo cual envidie soportando las cargadas por ser el que manejaba, después de comer y de pedir el postre decidimos tomar un café para mí y para el resto un jerez o licorcito para bajar la comida siendo esto último lo que termino de noquear a Carlos, por lo cual lo lleve apenas caminando hasta el asiento trasero del auto.
Al volver a la mesa caí en cuenta del cuadro montado que hasta ese momento yo había obviado, nuestras dos mujeres que se habían sentado una al lado de la otra, vestidas con simples vestidos playeros que dejaban adivinar sus bikinis por debajo, jugueteando entre ellas frente a una decena al menos , de tipos que se las devoraban con los ojos.
Me senté dispuesto a terminar mi café cuando caí en cuenta que las chicas entre ellas estaban literalmente jugueteando por debajo de la mesa, como si hubiese un botón de encendido en mi despertó el libido a mil, sin aclarar ni entrar en detalle les dije
-.Las espero en el baño.

Al decir esto me dirigí hacia el baño de mujeres debido a que sería, por lógica, el que seguramente estaba vacío. Al minuto llegaron tanto Josefina como Juliana, no hubo que decir más, yo me encontraba sentado sobre un inodoro, Jose directamente se arrodillo frente a mi abriendo mi bragueta para liberar mi pija la cual estaba por explotar, comiéndose por completo cada centímetro de miembro, Juliana se paro al lado mío y apenas subiendo su falda me dejo a entera disposición su pelada conchita que ya estaba mojada lo cual la hacía en extremo jugosa, haciéndome dedicar por completo a ella introduciendo mi lengua , penetrandola, y recorriendo con la punta toda la extensión de esos carnosos labios, mientras ella sacaba sus pechos fuera del corpiño para tocarse y chuparse los pezones.

Josefina seguía dedicada a en mi pija y Juliana estaba a punto de acabar por lo cual empezó a gemir de manera descontrolada. Esto fue lo que deschavo nuestra situación entrando sin que los veamos, 3 de los muchachos que se encontraban en el lugar.
Al ver el cuadro reaccionaron como yo mismo lo hubiese hecho, se acercaron hasta Josefina quien estaba arrodillada y con sus vergas afuera acercándosela a sus caras, Jose aun con mi pija en su boca me hecho una mirada cómplice y entendí que es lo que quería.
Me apresure a hablar para tratar de ganar algo de seguridad en la situación.

– Hagamos algo, A esta atorranta le hacen lo que quieren sin lastimarla (y al decir esto tomándola por la cara les entregaba a mi mujer) a esta otra me la dejan para mí.

Así fue que se llevaron un poco más al medio del cuarto de baño a Josefina quedando en el medio de 3 desconocidas pijas, una a una las fue sacando, algunas mas erectas que otras, y las fue chupando tratando de sacarle todo. Yo por mi parte tome a Juli de la cintura y la senté de espaldas a mí clavándosela hasta el fondo, lo cual respondió con sus movimientos de cadera circulares, con los cuales estimulaba cada centímetro de mi pija y refregando su culo contra mí por efecto de este movimiento.

Josefina mientras tanto ya no tenia 3 hombres sino 8 los cuales se iban pasando, incluso algunos luego de orinar se acercaban a ella que respondía como una esclava sexual que era en ese momento y los limpiaba hasta la última gota con su boca.
Llos primeros 3 en entrar ,con el espectáculo montado por Juli con sus tetas afuera y su mejor cara de puta gozando de mi pija, y con mi esposa dando excelentes mamadas y pajas, terminaron acabando sobre la cara y tetas de Jose quien a esta altura era recorrida por 8 pares de manos que la habían dejado desnuda por completo y dejando su posición de rodillas paso a estar en 4 patas dándole lugar a los demas hombres a que le empiecen a comer su cuevita, dedicándose uno en especial a su culo quien luego de unos instantes y sin muchas más vueltas le apoyo cabeza de su pene en el ojo del culo y empujo hasta adentro de manera bestial, teniendo la ventaja que era un poco más fina que la de Carlos y la mía, y empezando un bombeo bestial. Solo se podían escuchar los gemidos de mi mujer y el ruido del cacheteo de la pelvis de aquel hombre contra las nalgas de mi mujer, los gemidos eran más sonidos guturales por el hecho de tener los distintos aparatos de los muchachos allí presentes, otro más se vino por completo en su boca dejando ella escapar apenas un poco y al pasar a otra mas este otro hizo lo mismo acabándole largos chorros apuntados a su boca algunos acertando y otros dando en su mejillas dejando así ya a 5 tipos satisfechos.

Juliana a esta altura me daba su culito en la misma posición, desde la cual podíamos presenciar de manera preferencial el espectáculo de Jose quien ahora recibía una gran descarga de semen en su culo, el cual escapaba bajando como un hilo por entre los labios de su vagina. De manera instantánea ya tenía a otro más entrando por esa cueva ya dilatada este nuevo muchacho tenía un tamaño más imponente que el anterior ocupante.

Los primeros 3 tipos se acercaron hasta Juli y yo, y pidiendo nuestra aprobación, el 1° bajo a darle una chupada de concha que hizo acabar en segundos a Juli quien se destapo del todo y girando su cabeza comenzó a limpiar una de las vergas que había dejado fuera de curso Jose.

Entraron dos muchachos mas siendo uno de ellos el dueño del local que al ver eso no daba crédito.
Se acerco a Jose y sacando una verga morcillona y que parecía de buen tamaño se la puso automáticamente hasta donde le entro, mientras masturbaba al otro muchacho que allí estaba.
El tipo que estaba dándole por el culo, acelero sus movimientos y con bruscos y fuertes gemidos anuncio lo que fue una nueva descarga de caliente semen que inundaba el agujerito de Jose que a esta altura estaba exhausta de tanto gozar y hacer gozar, convertida en un manojo de pelos revueltos, transpiración y fluidos corporales.
El dueño del local aprovecho que le dejaron el espacio y con su ya lubricada y gruesa pija, penetro en la conchita de mi mujer que hasta ese momento había permanecido intacta.
Al poner su cabeza solamente, Josefina largo un gemido notable dando una clara señal que aquel brusco hombre era la medida para ella, tomo solo unos breves movimientos para que entre por completo aquella monstruosidad. Josefina parecía reanimada, como con desesperación comía y tragaba la pija del otro muchacho que tenía enfrente quien solo duro unos pocos minutos acabándole en los pechos victima de la plena excitación de mi mujer, quien mientras masturbaba al primero, le decía a quien tenía por detrás “- dame más fuerte, me estas partiendo hijo de puta me estas matando.-“

Juliana ya había puesto a punto a nuestros dos invitados quienes se paseaban entre sus tetas y dejando que ella haga el resto, acomodaron sus miembros en la boca de ella quien recibió sus jugos con placer.
Al tragar esto, dio vuelta su cara y me dijo “- Acábame en la conchita pero en 69 con Jose.-“.
Nos incorporamos, Juliana se acostó debajo de Josefina quien seguía siendo taladrada por aquella verga.
Juli empezó a darle una rica chupada de concha mientras también lamia los centímetros que dejaba salir aquel hombre, yo por mi parte penetraba por la cuevita de Juli quien empezó a acabar haciendo que mi mujer comience a jugar con su lengua por su clítoris.
Este espectáculo me saco de quicio y yo que ya no podía más me vacié por completo dentro de Juliana e incluso encima del muy poco vello púbico que tenia.
El dueño del local empezó un bombeo más fuerte y rítmico dando la estocada final en la vagina de mi esposa llenándola por completo, se adivinaban los grandes chorros de leche saliendo en lo que pareció una acabada interminable, haciendo que con cada penetración rebalse la misma cayendo en la cara y boca de Juliana.
Las chicas se quedaron limpiándose y jugando unos instantes entre ellas mientras ya no quedaba nadie más que nosotros 3 en aquel baño.
Se acomodaron un poco las ropas y salimos directamente sin decir palabra alguna.
Nos fuimos exhaustos al auto a seguir camino y horas más tarde casi al amanecer llegamos a destino para ducharnos y descansar, prestos a pasar un fin de semana de placer, que contare más adelante.