Me pidió que la atara
Salí un tiempo con una mujer más grande, tenia un cargo alto en una empresa y estaba cansada de que ella fuese quien se hacia valer en todos lados. Cuando la conocí (por medio de unos amigos) me llevaba unos veinte años de diferencia, yo tenía unos 22 y ella por cumplir sus 43.
Era alta, cola bien grande, pelo lacio oscuro y un carácter para tener miedo, ella me contaba como la excitaba cagar a pedo a los hombres y que bajaran la cabeza asintiendo sus pedidos.
Como les contaba, cuando nos conocimos por medio de un amigo, al toque pegamos onda. Hablamos un poco de música y de salidas así que quedamos en vernos para poder estar más tranquilos
Pasaron dos semanas y me llevó a su casa (me paso a buscar en su auto), tomamos un vino blanco y creo que comimos pizza… bah ya ni me acuerdo. Pero lo que nunca me voy a olvidar fue como me calentaba en la mesa. Se descalzaba y me pasaba el pie por la bragueta. Yo estaba con la pija bien hinchada y hacia fuerza para frotarme ese pie entre los huevos y el tronco de la verga.
Terminamos la botella de vino y nos empezamos a comer la boca mal, le subí la pollerita que tenía y de a poco frotaba esa conchita que ya estaba húmeda, me pasaba los dedos por la boca y se los metía a ella haciendo fuerza contra la lengua para que también se moje la boca con ese flujo bien calentito.
Ella no me soltaba la pija, me desabrochó el pantalón y la verga me quedó bien hinchada al aire libre, se escupió la mano y empezó a frotarme la piel de atrás hacia delante estirándome los huevos con la otra mano.
Yo le abrí la camisa y le saqué el corpiño con una mano mientras seguía pellizcándole el culo, abriéndoselo de a poco.
Las tetas estaban bien duritas, los pezones bien carnosos me rozaban la cara así que con la otra mano junte las tetas y no paré de chuparlas fuerte, muy fuerte.
Estábamos a pleno, ella bajó y me empezó a chupar la verga como nunca, se pasaba la pija por los cachetes, hacia buches de baba para mojarme los huevos y metérselos en la boca. Yo apretaba las tetas duras estirando los brazos y con la pierna le frotaba la conchita que ya estaba caliente y bien mojada.
Me llevó a la habitación, me llevó porque me agarro de la pija y me manejaba desde ahí. Abrió un placard y sacó una caja, me quedé mudo.
Ella me pidió que la atara, que la hiciera sentirse algo bajo, que la escupiera.
Me agarré de la caja unas esposas, la senté en la cama y le puse las manos hacia atrás asi quedaba bien agarrada. Le estire las piernas y le pasé una soga por la concha mojada, con esa soga le até los pies a cada lado de la cama. Estiré bien ese pelo lacio con fuerza hacia arriba y le di de comer pija a lo loco, creo que fue un rato largo y ella no paraba de lagrimear. Le metí la verga bien al fondo de la garganta y le hacia comer los huevos con fuerza.
Burbujeaba de baba y ahí aprovechaba y le frotaba la cabeza de la pija bien colorada por toda esa boca, le pasaba la piel de la verga por la nariz y los ojos y ella no paraba de gemir.
La cama estaba bien mojada, la conchita no paraba de largar un liquido espeso y viscoso bien caliente que de tanto en tanto yo humedecía la pija y se lo hacia probar.
La caja tenia de todo, tenia una pelota para la boca, una cola de cerdo (es como un tapón que se pone en el culo y por fuera queda una colita de cerdito), antifaz… etc.
Quería usar la bola, le estiré bien fuerte el pelo para atrás hasta que gritó. Le dije:
-Abrí bien la boca, abrí bien la boca que te voy a escupir toda PUTA!!!
Abrió la boca y le escupí varias veces, la dejé toda mojada y ahí nomás le até la pelota (viene con una hebilla atrás)
Ahí no podía dejar de escupirla, de tirarle el pelo fuerte y de pellizcarle las tetas. Yo me pajeaba, la miraba y me bajaba de la cama para tocarle las tetas y pasarle la pija por los pies.
Yo estaba en llamas, quería cojermela pero sabía que ella estaba por estallar. Me puse adelante y le abrí bien las piernas. Mojé la verga en los labios de esa concha bien húmeda y la empecé a cojer despacio, le mordía las tetas y le estiraba el pelo. Ella gemía , gritaba y de la pelota que tenia atada en la boca caía un hilo de baba que me venia perfecto para mojarme los dedos y lubricarle las tetas.
Yo frotaba y entraba, cojia y le mordía el cuello, no paraba de entrar y salirle la pija dura de la concha y ella no paraba de gemir, lagrimeaba porque sentí que estaba extasiada, estaba logrando lo que quería. Sentirse una putita una buena puta.
Saqué la soga de las patas de la cama y le levanté las piernas. Me las puse al hombro y no paré de cojerla fuerte, los cachetes de su culo me golpeteaban en las pelotas que se hinchaban cada vez más y más. De vez en cuando le mostraba la pija y se la pasaba por la cara. Le puse un antifaz negro que había quedado suelto. Tenia la boca tapada, las manos esposadas, y un antifaz que completaba esa imagen de guacha con ganas de verga.
Seguí cojiendola duro, la puse de costado y yo estaba tan caliente que le daba con fuerza al envión y ella hacia un gemido acallado, mMMMm MMMMmm se sentía y yo no paraba.. Mmmmm HHHH MMMmmmmm
Fue un rato largo, hasta que sola empezó a gemir… Gemir, mas … mas Y mas fuerte… saqué la verga y le cacheteaba la conchita para que se acabara… golpeteaba y salpicaba… Ahhhh Ahaaahh AHHHHHHHHHHhhgggaaaa aahahaa
Como se acabó, quedo casi tendida, estaba súper relajada y yo seguía al palo. Le saqué las esposas, le saqué la pelota de la boca y solo dejé el antifaz. Ella estaba temblorosa, se acabó y no paraba de relajarse casi como de espasmos. Yo aprovechaba y le pellizcaba als tetas, la mordia y sentia que ella quería terminar.
Le pasé bien la pija por la cara, apretaba los huevos en ese antifaz y le dije que la iba a acabar toda, chupo la cabeza de la pija, estiró la piel y se comía la verga entera. Frotaba con la lengua el tronco de mi pija y de a poco me mordía los huevos.. Uffff como estaba, yo le quería llenar la cara de leche y Uffff as….asSIiii Asssiii comeme la cabeza….ssiiiiii
_AHhhhhhhhhhhhGGAAGaaaaaaaaahahahah!!!!
Le acabé toda la cara, yo le pasé bien la pija y le hice chupar hasta la ultima gota. Me dejo la verga limpia.
Guardamos todo en la caja, nos bañamos juntos y ahí me contó que esa caja nunca la había usado, que eran juguetes que compraba como fantasía. Que de vez en cuando se los probaba frente al espejo mientras se masturbaba pero nunca había pasado de ahí.
Por suerte esa vez la pasamos increíble, por suerte fueron más veces y las pudimos disfrutar mucho pero mucho más.
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