y viniste...

Fue algo casi sorprendentemente inesperado, viajar 600 km para verme, para vernos, sentirnos, conocernos, apagar ese fuego que habíamos encendido vía msjs.
Creí que era un encuentro imposible... pero no, se dio, viajaste, nos encontramos, nos saludamos con un abrazo y partimos rumbo al hotel, aunque había que ser discretos en la calle, nuestras mentes se carcomían de deseo desde hace meses...
Llegamos al hotel. Obvio, no viniste hacer turismo, y nos fundimos en un profundo beso de bienvenida, de cómo te deseaba, de conocer nuestras bocas, lenguas, rostro, respiración, gemidos....
Creo que ya nasa importaba, el afuera desapareció y a pesar de los nervios me deje llevar, me desnudaste suavemente, tus caricias y besos hacían que mi conchita se humedezca cada vez más, no podía creer lo que me excitaba tenerte encima, conmigo, cumpliendo nuestro más deseado encuentro...
Besaste mis tetas como algo exquisito, bajaste por mi panza hasta mi entrepierna, me sacaste el culote y tu cabeza se hundió en mi concha y llego a mi clítoris, era la gloria, esa lengua sí que tenía experiencia y no habías exagerado en nada, me lamiste el clítoris, toda la concha como desesperado de mis jugos, como si sería lo más exquisito que habías probado, desesperado en mi entrepierna hasta que tuve mi primer orgasmo, majestuoso orgasmo. Hundiste más la cabeza y seguiste lamiendo como un caballero cortejando a una dama, ahora dos de tus dedos dentro de mi vagina, ansiosos por conocerla, explorarla, y no dudaste en que otro de tus maravillosos dedos entrase en mi colita.
En ese momento tuve mi segundo orgasmo, estallaba de placer, y de ansiedad por tener tu rica pija en mi boca, pero no, vos seguiste complaciéndome a mí, como si me lo mereciera, como si fuera que te ibas a quedar a vivir ahí. Disfrutando de mis gemidos, que se convertían en gritos de placer.
Yo no daba más de placer, me retorcía toda en la cama, quería tu pija dentro mío, la deseaba, y así fue, no dudaste mucho más, te colocaste el forro, y cuando te colocaste el forro y metiste tu pija en mi vagina estalle de placer, esa majestuosa pija, deseándola tanto tiempo, ahora estaba dentro mío, siguiendo perfectamente el trabajo que empezó tu boca, tu lengua y tus dedos.
Bombeaste lento y fuerte, eso me daba mucho placer, morboso placer de que me estés cogiendo a mí, cogiendo como una señora puta, después de tantos kilómetros, tantos deseos, tanto imaginárnoslo.
Mi tercer orgasmo llego junto, con tu eyaculación, quedamos tirados uno al lado del otro extasiados, disfrutando de nuestro cansancio, de nuestro sudor, de nuestros gemidos, de nuestra locura...
Luego de un rato por fin pude degustar esa deseada pija, en mi boca entera, paras mi toda para mí...
Un maravilloso día de sexo, placer, locura!
Solo queda el excitante recuerdo y las ganas de repetirlo!