Hola amigos, hoy les traigo la continuación dela historia, es un relato de una amiga que me a pedido que lo publique para ustedes y den su opinión, si les gusta habrá mas... al final una fotito de la autora.
Yo he terminado tan húmeda que mi ropa interior no ha logrado contener mis fluidos y se han escapado recorriendo al interior de mis muslos, mi orgasmo es tan placentero e indescriptible. Mis piernas flaquean, me recorre un estremecimiento por cada centímetro de mi piel, ese cosquilleo de placer constante se te queda impreso en la palma de las manos y los pies, esa agitación frenética que sacude todo mi cuerpo frente aquel espectáculo que tanto placer me produce.
Hace que respire profundamente, pues mi mente no tiene el dominio de mi cuerpo y deseo continuar con mas sensaciones de las que el placer me podría ofrecer, pero necesito hacer que mi cuerpo me obedezca para continuar y volver a tomar el dominio sobre él.
Me acerco ante su cuerpo inmóvil, agitado hace unos segundos por sus movimientos frenéticos productos de su excitación. Le beso con delicada ternura en esos labios que tanto me gustan, el responde con pasión, su respiración es entrecortada.
Le termino de retirar la ropa y su desnudes me abruma ese cuerpo es tan perfectamente provocativo que no puedo resistirme a ser mala, me acerco, presiono mi cuerpo con el suyo rodeándole con mis brazos, juego de nuevo con sus labios, su cuello ese punto tan sensible que le hace estremecer, le guio hasta nuestra cama y ayudo con suavidad a que se siente, aflojo la corbata de su boca y libero sus muñecas de la camisa.
Empujo suavemente su cuerpo hasta dejarle caer sobre la cama, me suplica que le deje verme, pero yo aun deseo tenerle bajo mi dominio por eso no le cederé mi poder sobre él. Llevo sus manos y pies a cada extremo opuesto de la cama y lo ato con una cinta roja que hace que se vea como un hermoso regalo.
Mi cuerpo se mueve sobre el suyo, mis manos no pueden dejar de recorrerlo con ternura y pasión, paso mis labios y lengua por su cuello deteniéndome en su pecho, sus pezones son como pequeñas pirámides erguidas a causa de mis caricias, me detengo en ellas y con calma disfruto del momento, se que le excita mucho, su cuerpo es tan honesto conmigo que grita fuerte para hacerme entender que disfruta a cada avance del mío.
Mis caderas no paran de moverse sobre las suyas y desciendo con suavidad hasta encontrarme frente a su pene que está de nuevo erguido, húmedo, ese color rosado, su tenue brillo producto de sus fluidos lo hace que sea mucho más hermoso, la tentación de hacerlo mío de nuevo es mayor, le beso y con mi lengua le recorro de arriba abajo su pene llegando hasta sus testículos, juego con ellos succionándolos con cuidado, vuelvo sobre mis pasos y de nuevo estoy frente a su pene, le tomo con delicadeza y lo deposito en el interior de mi boca para que sienta su calidez, su humedad.
Su cuerpo recompensa mis avances, sus gemidos son música para mis oídos que hacen que mi cuerpo se estremezca, no puedo esperar más para tenértele dentro de mí y me muevo hasta estar sobre su cadera, desplazo ese pequeño trozo de tela que nos impide estar unidos, voy inclinando mi cuerpo sobre el suyo y dejando que mi cadera se mueva hasta hacer que su miembro viril toque mi entrada, le empujo suavemente hasta sentir como se abre camino hacia mi interior con fuerza, el se estremece y su gemido es más agudo cuando toca fondo.
Me incorporo sobre mis caderas que ahora se mueven suavemente, mis manos suben hasta mis pechos que aun cubiertos se puede percibir cuan duros están mis pezones y con movimientos suaves, acompasados me acaricio, siento como mi cabellera acaricia mi espalda a la vez que me muevo sobre sus caderas, el me suplica que le deje ver, pero aun no deseo liberar sus ojos.
Muevo mis caderas hacia arriba y abajo con movimientos frenéticos, sintiendo como su pene es más grande y duro, sus caderas intentan seguir mi ritmo pero no es fácil, pues yo no puedo parar la frenética carrera que acompaña a ese cosquillo electrizante que se descarga desde mi vagina y recorre cada uno de los poros de mi cuerpo, haciendo que me estremezca alcanzando la cumbre de mi clímax, mi cuerpo se inmoviliza ante la descarga de sensaciones tan deliciosas que me paralizan unos segundos deseando que sea más larga e intensa, que perduren el mayor tiempo posible y eso es lo único que no puedo controlar, me abandono a esas sensaciones mis gemidos son tan fuertes que ahogan los suyos, que al igual que yo, el llega al clímax máximo, mis fluidos y los suyos se mezclan, siento como los míos resbalan por nuestros genitales y se asoman a la superficie.
Nuestros cuerpos se estremecen y aun experimentan espasmos que agitan nuestros sentidos. Abandono mi cuerpo que cae suavemente sobre el suyo, escucho el latir de su corazón agitado y a lo lejos escucho como balbucea: “Que delicia es para mí sentir tus jugos tibios resbalar por mi pene, tus orgasmos exprimen hasta la última gota, aun después de tus orgasmos tienes tanta fuerza y vitalidad que no puedo frenarte para que no me expulses de tu interior, que es como una cálida prisión de la cual no se desea escapar, eres mi mejor regalo”. Te amo mi vida.
Dulces palabras que me hacen sonreír, deslizo mis manos hacia sus ojos les desato y mirándome en ellos sello sus palabras con un apasionado beso que es acompañado con un: Yo también te amo. Me fundo en su cuerpo y le rodeo el cuello con un dulce abrazo.
Deseo poder tocarte por favor podrías desatarme, jajajajaja. Que esto no termina aun y ahora soy yo quien te castigara pequeña gata traviesa.
………………………..… Continuara
Yo he terminado tan húmeda que mi ropa interior no ha logrado contener mis fluidos y se han escapado recorriendo al interior de mis muslos, mi orgasmo es tan placentero e indescriptible. Mis piernas flaquean, me recorre un estremecimiento por cada centímetro de mi piel, ese cosquilleo de placer constante se te queda impreso en la palma de las manos y los pies, esa agitación frenética que sacude todo mi cuerpo frente aquel espectáculo que tanto placer me produce.
Hace que respire profundamente, pues mi mente no tiene el dominio de mi cuerpo y deseo continuar con mas sensaciones de las que el placer me podría ofrecer, pero necesito hacer que mi cuerpo me obedezca para continuar y volver a tomar el dominio sobre él.
Me acerco ante su cuerpo inmóvil, agitado hace unos segundos por sus movimientos frenéticos productos de su excitación. Le beso con delicada ternura en esos labios que tanto me gustan, el responde con pasión, su respiración es entrecortada.
Le termino de retirar la ropa y su desnudes me abruma ese cuerpo es tan perfectamente provocativo que no puedo resistirme a ser mala, me acerco, presiono mi cuerpo con el suyo rodeándole con mis brazos, juego de nuevo con sus labios, su cuello ese punto tan sensible que le hace estremecer, le guio hasta nuestra cama y ayudo con suavidad a que se siente, aflojo la corbata de su boca y libero sus muñecas de la camisa.
Empujo suavemente su cuerpo hasta dejarle caer sobre la cama, me suplica que le deje verme, pero yo aun deseo tenerle bajo mi dominio por eso no le cederé mi poder sobre él. Llevo sus manos y pies a cada extremo opuesto de la cama y lo ato con una cinta roja que hace que se vea como un hermoso regalo.
Mi cuerpo se mueve sobre el suyo, mis manos no pueden dejar de recorrerlo con ternura y pasión, paso mis labios y lengua por su cuello deteniéndome en su pecho, sus pezones son como pequeñas pirámides erguidas a causa de mis caricias, me detengo en ellas y con calma disfruto del momento, se que le excita mucho, su cuerpo es tan honesto conmigo que grita fuerte para hacerme entender que disfruta a cada avance del mío.
Mis caderas no paran de moverse sobre las suyas y desciendo con suavidad hasta encontrarme frente a su pene que está de nuevo erguido, húmedo, ese color rosado, su tenue brillo producto de sus fluidos lo hace que sea mucho más hermoso, la tentación de hacerlo mío de nuevo es mayor, le beso y con mi lengua le recorro de arriba abajo su pene llegando hasta sus testículos, juego con ellos succionándolos con cuidado, vuelvo sobre mis pasos y de nuevo estoy frente a su pene, le tomo con delicadeza y lo deposito en el interior de mi boca para que sienta su calidez, su humedad.
Su cuerpo recompensa mis avances, sus gemidos son música para mis oídos que hacen que mi cuerpo se estremezca, no puedo esperar más para tenértele dentro de mí y me muevo hasta estar sobre su cadera, desplazo ese pequeño trozo de tela que nos impide estar unidos, voy inclinando mi cuerpo sobre el suyo y dejando que mi cadera se mueva hasta hacer que su miembro viril toque mi entrada, le empujo suavemente hasta sentir como se abre camino hacia mi interior con fuerza, el se estremece y su gemido es más agudo cuando toca fondo.
Me incorporo sobre mis caderas que ahora se mueven suavemente, mis manos suben hasta mis pechos que aun cubiertos se puede percibir cuan duros están mis pezones y con movimientos suaves, acompasados me acaricio, siento como mi cabellera acaricia mi espalda a la vez que me muevo sobre sus caderas, el me suplica que le deje ver, pero aun no deseo liberar sus ojos.
Muevo mis caderas hacia arriba y abajo con movimientos frenéticos, sintiendo como su pene es más grande y duro, sus caderas intentan seguir mi ritmo pero no es fácil, pues yo no puedo parar la frenética carrera que acompaña a ese cosquillo electrizante que se descarga desde mi vagina y recorre cada uno de los poros de mi cuerpo, haciendo que me estremezca alcanzando la cumbre de mi clímax, mi cuerpo se inmoviliza ante la descarga de sensaciones tan deliciosas que me paralizan unos segundos deseando que sea más larga e intensa, que perduren el mayor tiempo posible y eso es lo único que no puedo controlar, me abandono a esas sensaciones mis gemidos son tan fuertes que ahogan los suyos, que al igual que yo, el llega al clímax máximo, mis fluidos y los suyos se mezclan, siento como los míos resbalan por nuestros genitales y se asoman a la superficie.
Nuestros cuerpos se estremecen y aun experimentan espasmos que agitan nuestros sentidos. Abandono mi cuerpo que cae suavemente sobre el suyo, escucho el latir de su corazón agitado y a lo lejos escucho como balbucea: “Que delicia es para mí sentir tus jugos tibios resbalar por mi pene, tus orgasmos exprimen hasta la última gota, aun después de tus orgasmos tienes tanta fuerza y vitalidad que no puedo frenarte para que no me expulses de tu interior, que es como una cálida prisión de la cual no se desea escapar, eres mi mejor regalo”. Te amo mi vida.
Dulces palabras que me hacen sonreír, deslizo mis manos hacia sus ojos les desato y mirándome en ellos sello sus palabras con un apasionado beso que es acompañado con un: Yo también te amo. Me fundo en su cuerpo y le rodeo el cuello con un dulce abrazo.
Deseo poder tocarte por favor podrías desatarme, jajajajaja. Que esto no termina aun y ahora soy yo quien te castigara pequeña gata traviesa.
………………………..… Continuara
3 comentarios - Un Sueño Hecho Realidad Capitulo "2"
-Jenny
Me encantó !
Dejé puntines !
Gracias por compartir.
Angie te deja Besos y Lamiditas !!!
La mejor forma de agradecer la buena onda que se recibe es comentando, al menos al que te comenta. Yo comenté tu post, vos comentaste el mío?
Compartamos, comentemos, apoyemos, hagamos cada vez mejor esta maravillosa Comunidad !!!