http://www.poringa.net/posts/relatos/2378454/La-Primera-Ves-con-mi-hermanito-Parte-I.html
Mira, soy muy putita con mi marido, cuando siento su verga así, le arrimo mis nalguitas a su verga y me muevo de arriba abajo por qué me excita mucho sentir una verga en mi culito. -
Pero yo no soy tu marido soy tu hermano.
Tienes verga y en estos momentos esta durita, y como te dije soy una putita y me gusta sentirla en mis nalgas, y ya se mojaron mis braguitas, de ganas.-
Estás loca – decía mi hermano – pero yo le arrimaba mas mis nalgas y las movía lentamente arriba y abajo como le había comentado ya, que le hacía a mi esposo, - para – pero él no se movía, permanecía ahí y sabia que no tenía la intención de moverse ya que le estaba gustando y su cuerpo le estaba ganando a la mente. Dejo de quejarse y espese a escuchar su respiración en la nuca.
Acomodo su vergita en medio de mis nalgas y notaba como el se excitaba mas a cada movimiento de mi culo, no aguanto más su excitación y empezó a abrazarme para poder sobar mis pechos, primero sobre mi blusa y no tardo en meter la mano debajo de ella para poder sobarlos directamente y sentir la erección de mis pezones, esto me excitaba a mi también y me movía con más vigor. También sobaba mis nalgas y baja la mano a ratos para sobar mi conchita, y la primera vez que lo hizo noto lo mojada que están mis bragas.
De alguna manera me movió las bragas a un lado y sentí el calor de su miembro erecto en mis nalgas y le ayude a acomodarlas de manera que comenzara a penetrar mi concha, para esto el ya hacia sus movimientos mas rápidos, y cuando encontró mi concha me penetro de empujón y no le costó nada de trabajo a mi concha recibir la verga ya que estaba muy lubricada por la excitación. Metía y sacaba su verga y empujaba para hacerme gozar, claro que me ponía loca con su verga dentro de mí, no lo negare era delicioso que me cogiera, pero su grosor y tamaño no era lo que para mi concha de puta estaba acostumbrada, pero el placer era el suficiente.
Me acomode boca abajo mordiendo la almohada y no hubo necesidad de indicarla lo que debía de hacer su verga dentro de me mi siguió mi cuerpo y se monto en mi y comenzó a empujar y yo a mover mi nalga arriba y abajo, y el empujaba cada vez más duro.
Me puse sobre mis rodillas levantando las nalgas, para sentir más la penetración y se le escapo decir – Que nalgotas – entonces seguía empujando y empujando. Mas rápido y más rápido y me agarraba de la cintura para equilibrar sus movimientos.
Esos movimientos comenzaron a acelerar y note que él se estremecía. Saco su verga y se vino sobre mis nalgas, y yo sentía lo caliente de su semen que se derramaba por mi espalda y mis nalgas…
Te dije hermanito que soy muy putita y me gusta la verga, y más a mi culo.
Mira, soy muy putita con mi marido, cuando siento su verga así, le arrimo mis nalguitas a su verga y me muevo de arriba abajo por qué me excita mucho sentir una verga en mi culito. -
Pero yo no soy tu marido soy tu hermano.
Tienes verga y en estos momentos esta durita, y como te dije soy una putita y me gusta sentirla en mis nalgas, y ya se mojaron mis braguitas, de ganas.-
Estás loca – decía mi hermano – pero yo le arrimaba mas mis nalgas y las movía lentamente arriba y abajo como le había comentado ya, que le hacía a mi esposo, - para – pero él no se movía, permanecía ahí y sabia que no tenía la intención de moverse ya que le estaba gustando y su cuerpo le estaba ganando a la mente. Dejo de quejarse y espese a escuchar su respiración en la nuca.
Acomodo su vergita en medio de mis nalgas y notaba como el se excitaba mas a cada movimiento de mi culo, no aguanto más su excitación y empezó a abrazarme para poder sobar mis pechos, primero sobre mi blusa y no tardo en meter la mano debajo de ella para poder sobarlos directamente y sentir la erección de mis pezones, esto me excitaba a mi también y me movía con más vigor. También sobaba mis nalgas y baja la mano a ratos para sobar mi conchita, y la primera vez que lo hizo noto lo mojada que están mis bragas.
De alguna manera me movió las bragas a un lado y sentí el calor de su miembro erecto en mis nalgas y le ayude a acomodarlas de manera que comenzara a penetrar mi concha, para esto el ya hacia sus movimientos mas rápidos, y cuando encontró mi concha me penetro de empujón y no le costó nada de trabajo a mi concha recibir la verga ya que estaba muy lubricada por la excitación. Metía y sacaba su verga y empujaba para hacerme gozar, claro que me ponía loca con su verga dentro de mí, no lo negare era delicioso que me cogiera, pero su grosor y tamaño no era lo que para mi concha de puta estaba acostumbrada, pero el placer era el suficiente.
Me acomode boca abajo mordiendo la almohada y no hubo necesidad de indicarla lo que debía de hacer su verga dentro de me mi siguió mi cuerpo y se monto en mi y comenzó a empujar y yo a mover mi nalga arriba y abajo, y el empujaba cada vez más duro.
Me puse sobre mis rodillas levantando las nalgas, para sentir más la penetración y se le escapo decir – Que nalgotas – entonces seguía empujando y empujando. Mas rápido y más rápido y me agarraba de la cintura para equilibrar sus movimientos.
Esos movimientos comenzaron a acelerar y note que él se estremecía. Saco su verga y se vino sobre mis nalgas, y yo sentía lo caliente de su semen que se derramaba por mi espalda y mis nalgas…
Te dije hermanito que soy muy putita y me gusta la verga, y más a mi culo.
0 comentarios - La Primera Ves, con mi hermanito (Parte II)