Visitando a mí amiga Mónica parte 2
Para los que se perdieron como inicio esto, aquí les dejo el link del primer relato
http://www.poringa.net/posts/relatos/2440474/Visitando-a-mi-amiga-Monica.html
Como recordaran, lo último que escribí fue que pase una mañana increíble junto a una chica de ensueño. Cuando conocí a Moni nunca creí que fueran a darse estas cosas, pensé que me toparía con una chica como las demás, pero no fue así; algo cambio dentro de mí aquel día, algo me decía que esta chica quizás era diferente al resto pero ¿Por qué? ¿Que había logrado ella que el resto de las mujeres con las que me había acostado no? ¿Qué fue lo que hizo que no me dejo dejarla ahí como al resto y en vez de eso, portarme gentil y ayudarla a limpiarse? Cuando la conocí era una chica tierna, dulce, amable, coqueta, y hasta un punto, levantaba morbo entre todos los estudiantes pero, ahora la veía diferente; definitivamente era muy tierna, quizás aun infantil hasta cierto punto, pero eso no me importaba, ahora disfrutaría del momento y de su compañía.
Quede abrazado a ella, sostenía su hermoso pecho con mis brazos, no tardo en dormirse, definitivamente el orgasmo la había cansado mucho y como no iba a ser, me había confesado que era el primero que sentía así. Estallaron esos 17 años contenidos en un cuerpo de una mujer de 20. Como rechiste ante la opción de que se veía hermosa durmiendo totalmente desnuda, ella accedió –muy apenada por cierto- a dormir así, desnuda y con su belleza incomparable.
Durmió profundamente, escuchaba su respiración tranquila y calmada, su pecho inflarse y sus piernas acurrucándose para no tener tanto frio; la abrazaba por detrás, su largo cabello ondulado caía en la almohada dejando ver su rostro de finas y hermosas facciones, una carita angelical –aunque no tarde en pensar que esa carita me había dado sexo oral de una manera increíble para ser su primera vez-, unos labios tan perfectos y una nariz respingona; toda ella era una hermosa creación; baje la mirada a su busto y apreté mas mis brazos, contra su seno; aquello era un espectáculo tan sensual, sus pecho estaba sostenidos en mis brazos y sus lindos pezones estaba un poco erectos por el frio matinal; seguí bajando la mirada por su espalda, recorrí la ola que dejaba hasta llegar a su trasero que me enloquecía.
Por un momento pensé en que cuando todos se enteraran en la escuela, sería uno de los mas envidiados, aunque la verdad, ya no sabía si deseaba eso; en un principio quería ser aquel que todos tuvieran envidia o coraje por haberse llevado a la cama semejante mujer, pero cuando conocí sus secretos, definitivamente significo algo mas para mi, tal vez me hacía sentir especial ¿Qué estaba diciendo? Vamos Antonio, tú no eres de esos, ella te ofreció sexo oral, solo eso, tómalo como correspondido y retírate de su casa antes de que se arrepienta o peor aún, antes de que tú mismo te arrepientas. Pero no hice caso a mi mente. Volví de nuevo al presente y esta vez, le daría la mejor despertada de su vida; nunca antes había estado con alguien, así que era perfecta para sumirse a los encantos de la calentura y de la pasión que todos llevamos dentro.
Mire el reloj de su mesa de noche, había estado durmiendo por casi 4 horas, estaban a punto de dar las 3 de la tarde, así que era mejor empezar ya, hoy sería un día que recordara en su vida.
Tome un mechón de su cabello y empecé a jugarlo por unos minutos, lo pasaba por su carita, su nariz y su mejilla, ella solo sonreía, pero no sabía si era porque lo sentía o su cuerpo reaccionaba al suave tacto con su piel. Me acerque más y su oído y empecé a besarla por debajo del, lamia su lóbulo y sentía como se estremecía, baje por sus hombros dando pequeños besos hasta llegar a su mano, la cual levante para besar su palma suavemente.
-Mmm –dejo escapar un pequeño gesto de satisfacción, iba por buen camino.
Seguí besando su delicada piel, como era de tez blanca, la luz de la ventana de su cuarto la hacía brillar en toda la extensión de la palabra. Mi brazo continúo agarrando su pecho, pero ahora jugaba con uno de sus pezones, que no tardo en ponerse más duro de lo que ya estaba a causa del frio. Mi otra mano acariciaba sus mejillas al tiempo que le susurraba palabras al oído.
-Despierta dulce niña, tenemos un trabajo que acabar –supuse que nunca le habrían hablado al oído y fui lo más dulce y tierno que pude.
-Nopi, estoy calientita contigo –Por dios, cuando la escuche decir eso, recordé que aun trataba con una niña, aun después de lo sucedido, había vuelto su faceta tierna, dulce e inocente, me volvió loco por dentro nuevamente.
-Anda lindura ¿Crees que se acabara solo el trabajo? –susurraba a la vez que mordía el lóbulo de su oreja, y mientras se estremecía por esto sacaba pequeños gemiditos que me hacían perder la razón- ¿O prefieres que nos quedemos todo el día a dormir en tu cama?
-Sipi, quiero quedarme aquí.
-Eres un amor de niña jeje, pero enserio ¿crees que el trabajo se hará solo? –esta vez acerque mi pene lo suficiente a sus nalgas para que ella entendiera la indirecta que estaba dándole.
-Mmm, tal vez, tal vez no, mmm –movió mi mano de su pecho para llevarla a su entrepierna y dejar mis dedos jugar con ella-, más abajo, pero esta vez se mas tierno ¿Si?
Era todo lo que necesitaba, ya estaba predispuesta para lo que seguía.
-Ni lo menciones.
Comencé a mover mis dedos, haciendo formas, círculos, frotando, y su carita de ángel junto con su sonrisa era suficiente prueba de que aquello lo estaba gozando. Seguía con los ojos cerrados y sus gemidos no se hicieron esperar más.
-Mmm que rico, amor tus dedos son un encanto, quiero que sigas, frótame más duro, hazme terminar recostada en mi propia cama. Awww si, así, mas, mas, mmm, como pude perderme de esto durante tanto tiempo, mmm ohhhh es delicioso, sigue no pares.
No cabía de felicidad en mi, tenía una sonrisa de oreja a oreja y estaba muy feliz de darle placer a esa chica, quería que sintiera todo lo que no había sentido hasta ahora, y yo también lo estaba disfrutando mucho. No tardo en mojar mis dedos, sus fluidos empezaron a mojarme toda la mano.
-¡vaya! Para ser tan joven, eres una autentica fuente niña jaja –volteaba a ver su rostro lleno de placer mientras sacaba mi mano y untaba un poco en boquita.
-Shhh calla, no lo digas, me avergüenza –pero contrario a sus palabras se llevo mi mano a su boca, su lengua no dejaba de sorprenderme y lamio como experta mis dedos llenos de su conchita, una vez que termino volvió a llevársela a la entrepierna y esta vez apretó duro sus piernas para que no la sacara de ahí.
Así estuvimos como media hora, en más de una vez estuvo a punto de llegar al orgasmo, pero me detenía y bajaba la velocidad o cambiaba de movimiento, quería que aguantara tanto como fuera posible, quería oírla gritar y gemir otra vez cuando estallara de nuevo.
Mi pene se situaba entre la hermosa raya que dejaba ver sus nalgas, lo empujaba poco a poco al fin de que se acostumbrara, pero ella se recogía para que no intentara penetrarla. Al fin con mi mano en su conchita y mi pene ya duro por sus gemidos, la jale más hacia a mí, la recogí de una forma que me verga quedaba justo encima de sus nalgas y al ver que era en vano resistirse empezó a acariciar mi pene con su trasero al mismo tiempo que lo pegaba ella misma con su mano derecha. Le agradecí volviendo mis dedos a lo cual se porto como esperaba.
-No aguanto más, mmm, déjame terminar, dale duro, quiero correrme en mis sabanas –para ese momento sus sabanas estaban mojadas y ella gemía y respiraba cortadamente.
-No, todavía no, ahora te toca a ti aguantar y a mi…
-Ahhhhhhhhhhhh –me quede a mitad de la frase cuando ella se vino copiosamente en las sabanas, no aguanto mas y se corrió mis manos, su cuerpo se estremeció y empezó a moverse involuntariamente; el placer se había apoderado de ella completamente- mmmmm que rico, sigue, no pares, quiero volverme a venir.
Al parecer todo iba mejorando, ella se había corrido y ya quería que la volviera a masturbar para volverse a correr, que bien, estaba explotando todo lo que pronto tendría que dar.
Me levante y esta vez la levante de la colita, deje su trasero en frente de mi y comencé a darle sexo oral a su coñito delicado.
-Awwww mmm ¿Cómo supiste que quería que me lamieras? Mmm que rico, sigue, no te detengas.
No tuve que responder, sus gemidos llenaban ahora la habitación completa y sus manos buscaban las sabanas para sostenerse a ellas, la estaba llevando a la locura, pronto ese coñito y ese culo virgen serian míos.
Seguía lamiendo su coño, pasaba mis dedos por su entrada y para nada descuidaba su esplendoroso culo, también a él le pasaba mi lengua. Mordí y bese sus nalgas y me puse a pensar cuanto tiempo había esperado esto. Abrí suavemente con mis manos su trasero y metí mi lengua hasta donde me dio entrada, cuando lo hice, soltó un suspiro que me llevo a meter uno de mis dedos y dejarlo jugar en su culo.
-¡Ohhhhhhhhhhh por dios! Que rico, sigue lamiendo, comételo, sigue así.
-Ven, tengo algo todavía mejor.
Me recosté en la cama y ella se subió encima adivinando que quería llevarla a un 69. Miro mi pene nervioso, pero después lo tomo con mucha decisión y empezó a mamarlo de forma increíble. No podía creer que una niña fuera capaz de semejante acción, ni siquiera las mujeres que me habían tocado sabían mamarlo tan bien como ella, son su dulce boca y su lengua desenfrenada. Por mi parte seguí dando servicio a ese culo que pedía ser comido, sin descuidar su coño también.
Era la gloria, mamándonos uno a uno, seguimos por un rato hasta que ella acelero la respiración y su boca, empecé a sentir como lo jalaba mas, como lo chupaba más fuerte, como lo exprimía; no aguantaría mucho, me estaba llevando al límite con su dulce boca y sus lamiditas cortas y dulces a la vez.
-No aguanto más niña aaaaa –deje escapar un grito mientras mis dedos seguían jugando con su dulce coñito-, me voy a venir en tu boca.
-No espera mmmhhh, Antonio, quiero, mmm –saco mi pene de su boca y al voltearme a ver, vi en su rostro una ternura inmensa, y un rubor que casi la dejaba completamente roja de su carita-, quiero hacerlo Antonio, lo quiero hacer contigo.
-¿De verdad? –la mire dudoso mientras dulcemente seguía sobando sus redondas nalgas; sería capaz de entregarme su tesoro, y más aun, sería capaz yo mismo de tomar eso que me fascinaba; dude por un instante, pero reaccione poniendo una gran sonrisa y besando sus dulces nalgas al momento que ella se sonrojaba por mi besos.
-Si, es lo que deseo, ya no me aguanto, ayer no creía lo que hacía, pero hoy, quiero llegar al límite, quiero ser tuya, quiero que me hagas gritar de pasión y más.
-No sabes lo que te espera –solté una risita, mientras volvía a ponerla de pie, esta vez la haría gritar y correrse a chorros, pero con mi verga en su conchita.
La tumbe en la cama, recorrí con mi lengua todo su cuerpo y puse acción con mis manos en sus tetas; sabía que era muy sensible de ahí, así que me tome mi tiempo para jalar sus pezones y hacerla gritar mientras mi lengua jugaba en su concha. Su coño era increíble, sin ningún vello, rasuradito hasta abajo y blanquito por su tono de piel, sospeche que estaría muy apretadito entrar ahí así que tendría que hacer que se mojara muy bien antes de penetrarla, no tarde en realizarlo y 5 minutos después ya escurría por toda la sabana sus jugos deliciosos que yo lamia sin parar. Me tumbe en la cama y la tome de la cintura, quería que ella misma se ensartara los 17 cm de verga que tenia para ella sola, y así fue.
-Despacio por fis, se dulce, recuerda que es la primera vez –me miraba con su carita tierna y sonrojada, le costaba decir esas palabras y mas creer lo que estaba pasando pero, ella lo deseaba.
-No te preocupes, tú serás quien decida como ir –y dulcemente la senté en mi pene, poniéndolo en la entrada de su conchita, a la vez que ella sintió por primera vez el tacto de un pene en su entrada.
-Mmm se ve muy grande –decía a la vez que se llevaba un dedo a la boca para morderlo-¿entrara todo? Mmm veamos… -metio la solo la puntita y su expresión dio un giro completo- aaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, que gruesa, mmm pero la quiero adentro, mmm si, un poco más, mas –se llevo unos segundo ensartarse otros 3 centímetros de mi pene, ya no reconocía su cara, tenía la boca abierta y babeaba de placer, sus ojos estaban fuera de sí y lo mejor de todo por supuesto, su coño estaba tan apretado que era la cielo tenerlo adentro, aunque fueran solo un poco.
-Oooooooooohhhh chica, lo tienes muy apretado, pero rico coño tienes –lamia sus tetas y lleve mis manos a las suyas para ayudarla a sostenerse mientras hacia el intento por llevarse más carne en su interior, aunque con lo apretado que estaba, era bastante difícil hacer entrar mi pene en su pequeña vagina.
Dio un solo sentón y dejo entrar otros 5 centímetros, y esta vez la sangre de su virginidad broto alrededor de mi pene, constatando la pureza que me entregaba en este día, acompañado claro de un pequeño grito de dolor, pero que pronto reemplazo gemidos cortados de puro placer. No cavia de felicidad, su coño era tan cálido como ningún otro y tan apretado que sentía mi verga asfixiada, pero era increíble, nunca pensé llegar a coger con una chica así.
-Aaaaaaaaaaaaahhhh que rico, damela toda ya, la quiero toda adentro, todavía queda la mitad y ya estoy loca por ella, vamos METEMELA AHORA.
Sus palabras me sorprendieron, dignas de una zorra, pero, si eso era lo que quería, se la iba a dejar entrar toda.
-Aquí la tienes por ser tan buena zorra –le susurre al oído mientras la jalaba de las manos, y la deje caer completamente su trasero implicando que toda mi verga, hasta la base que estaba más gruesa, quedara adentro de su coñito virgen de 17 años-, te gusta la verga verdad, aquí la tienes completa.
-Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh –se dejo caer en mi pecho completamente y su vagina empezó a tener contracciones que hacían que mi pene se pusiera todavía más duro, INCREIBLE estaba teniendo un orgasmo con solo meter mi pene; se corrió en sus sabanas blancas, manchándolas de sangre y fluidos vaginales, y termino jadeando como nunca en mi pecho a la vez que me decía…
-Cógeme –con un susurro en mi oído.
La tome de las nalgas y empece a darle despacio y cada vez subia la velocidad.
-Aaaaaaaaaaaaaaaahhhhh, mas fuerte, mmmmm, aaaaaaahhhhhhhhhh, ooooooooohhhhhhh, mas rápido, mas duro, que rico, que rico, me estas rompiendo la conchita, si, si, tomala, es tuya aaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhh….
No dejaba de babear de puro placer y a ratos se levantaba y ella se montaba y taladraba su vagina en mi verga.
-Aaaaaaaaaaaaa si, que rico, nunca pensé que fuera tan rico, damelo, hazme acabar, hazme acabar…
Baje la velocidad un poco, y un de mis dedos entro en su culo, ella grito de placer, y entonces volvi a cabalgarla, su vagina no dejaba de chorrear y su culo se partaba mas a mi dedo; era el paraíso.
-Que rico, hazme la colita con tu dedo, si mmmm aaaaaaaaaaaaaahhhh no se que me gusta mas pero aahhhh que rico coges, que rico, damelo mas duro… aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhh, mmmm, hay no, me voy a mear, no mires, no aguanto mmmmm
Se estaba corriendo en un orgasmo que le duro unos instantes, lo suficiente para provocarle que se orinara. Se levanto un poco de donde estaba emplada y dejo caer un abundante chorro de orina en mi pene; wow eso me calentó tanto, seguía con la verga adentro y se orino encima, escurriendo por todos lados calentándome la verga como nunca. Termino de orinar al tiempo que su orgasmo se había ido y mi calentura estaba por dar sus frutos para correrme también.
-Carajo chica, que rico coges, es la primera vez que lo haces y me voy a volver adicto a ti, y que te mearas, wow, me dejaste la verga caliente, vamos quiero correrme en ti.
-No, me dejaras embarazada, mmm, espera aaaaaaaaahhhh, espera aaaaaaaahhhh, me vas a dejar aaaaaaaaaahhhh, que rico, dale, mmmm no espérate tantito aaaaaaaahhhh…
No la dejaba termina ni una frase, quería correrme adentro de ella, estaba a punto de acabar, ya no aguantaba más.
-Me voy a correr, me voy a correr
-Espérate, espérate, sácala, sácala, mmmmmm no espero más duro, mas rápido, también me voy a venir, otra vez, increíble aun no dejo de gozar pero mmm dame tu leche, lléname de semen, quiero tu semen caliente dentro de mí.
Y al tiempo que ella empezó a moverse más frenéticamente, ninguno de los dos aguanto y soltó todo lo que llevaba adentro.
-Aaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhh que rico, hay que rico… -mi semen inundaba sus entrañas, chorro a chorro, la llenaba por dentro, bastante y tan duro que se corrió el momento en que me vine, dejando su cara llena de placer y lujuria cayendo sobre mi pecho y exhalando fuertemente para recuperar el aliento; como su coño estaba tan apretado mi semen se escapo por los lados llenándola aun mas, al sentir como bajaba tan cálidamente.
Se levanto y miro su conchita destrozada y con un gran agujero que no tenia, dejando caer los restos del semen que llevaba adentro, chorros que cayeron en mi verga aun erecta cuando ella se presiono el estomago.
Se llevo mi pene a la boca y lamio cada gota de mi semen hasta dejarlo limpio, cuando termino me miro a la cara y me sonrió tiernamente.
-Nunca me voy a cansar de tu pene, ni de tu lechita.
CONTINUARA
Para los que se perdieron como inicio esto, aquí les dejo el link del primer relato
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Como recordaran, lo último que escribí fue que pase una mañana increíble junto a una chica de ensueño. Cuando conocí a Moni nunca creí que fueran a darse estas cosas, pensé que me toparía con una chica como las demás, pero no fue así; algo cambio dentro de mí aquel día, algo me decía que esta chica quizás era diferente al resto pero ¿Por qué? ¿Que había logrado ella que el resto de las mujeres con las que me había acostado no? ¿Qué fue lo que hizo que no me dejo dejarla ahí como al resto y en vez de eso, portarme gentil y ayudarla a limpiarse? Cuando la conocí era una chica tierna, dulce, amable, coqueta, y hasta un punto, levantaba morbo entre todos los estudiantes pero, ahora la veía diferente; definitivamente era muy tierna, quizás aun infantil hasta cierto punto, pero eso no me importaba, ahora disfrutaría del momento y de su compañía.
Quede abrazado a ella, sostenía su hermoso pecho con mis brazos, no tardo en dormirse, definitivamente el orgasmo la había cansado mucho y como no iba a ser, me había confesado que era el primero que sentía así. Estallaron esos 17 años contenidos en un cuerpo de una mujer de 20. Como rechiste ante la opción de que se veía hermosa durmiendo totalmente desnuda, ella accedió –muy apenada por cierto- a dormir así, desnuda y con su belleza incomparable.
Durmió profundamente, escuchaba su respiración tranquila y calmada, su pecho inflarse y sus piernas acurrucándose para no tener tanto frio; la abrazaba por detrás, su largo cabello ondulado caía en la almohada dejando ver su rostro de finas y hermosas facciones, una carita angelical –aunque no tarde en pensar que esa carita me había dado sexo oral de una manera increíble para ser su primera vez-, unos labios tan perfectos y una nariz respingona; toda ella era una hermosa creación; baje la mirada a su busto y apreté mas mis brazos, contra su seno; aquello era un espectáculo tan sensual, sus pecho estaba sostenidos en mis brazos y sus lindos pezones estaba un poco erectos por el frio matinal; seguí bajando la mirada por su espalda, recorrí la ola que dejaba hasta llegar a su trasero que me enloquecía.
Por un momento pensé en que cuando todos se enteraran en la escuela, sería uno de los mas envidiados, aunque la verdad, ya no sabía si deseaba eso; en un principio quería ser aquel que todos tuvieran envidia o coraje por haberse llevado a la cama semejante mujer, pero cuando conocí sus secretos, definitivamente significo algo mas para mi, tal vez me hacía sentir especial ¿Qué estaba diciendo? Vamos Antonio, tú no eres de esos, ella te ofreció sexo oral, solo eso, tómalo como correspondido y retírate de su casa antes de que se arrepienta o peor aún, antes de que tú mismo te arrepientas. Pero no hice caso a mi mente. Volví de nuevo al presente y esta vez, le daría la mejor despertada de su vida; nunca antes había estado con alguien, así que era perfecta para sumirse a los encantos de la calentura y de la pasión que todos llevamos dentro.
Mire el reloj de su mesa de noche, había estado durmiendo por casi 4 horas, estaban a punto de dar las 3 de la tarde, así que era mejor empezar ya, hoy sería un día que recordara en su vida.
Tome un mechón de su cabello y empecé a jugarlo por unos minutos, lo pasaba por su carita, su nariz y su mejilla, ella solo sonreía, pero no sabía si era porque lo sentía o su cuerpo reaccionaba al suave tacto con su piel. Me acerque más y su oído y empecé a besarla por debajo del, lamia su lóbulo y sentía como se estremecía, baje por sus hombros dando pequeños besos hasta llegar a su mano, la cual levante para besar su palma suavemente.
-Mmm –dejo escapar un pequeño gesto de satisfacción, iba por buen camino.
Seguí besando su delicada piel, como era de tez blanca, la luz de la ventana de su cuarto la hacía brillar en toda la extensión de la palabra. Mi brazo continúo agarrando su pecho, pero ahora jugaba con uno de sus pezones, que no tardo en ponerse más duro de lo que ya estaba a causa del frio. Mi otra mano acariciaba sus mejillas al tiempo que le susurraba palabras al oído.
-Despierta dulce niña, tenemos un trabajo que acabar –supuse que nunca le habrían hablado al oído y fui lo más dulce y tierno que pude.
-Nopi, estoy calientita contigo –Por dios, cuando la escuche decir eso, recordé que aun trataba con una niña, aun después de lo sucedido, había vuelto su faceta tierna, dulce e inocente, me volvió loco por dentro nuevamente.
-Anda lindura ¿Crees que se acabara solo el trabajo? –susurraba a la vez que mordía el lóbulo de su oreja, y mientras se estremecía por esto sacaba pequeños gemiditos que me hacían perder la razón- ¿O prefieres que nos quedemos todo el día a dormir en tu cama?
-Sipi, quiero quedarme aquí.
-Eres un amor de niña jeje, pero enserio ¿crees que el trabajo se hará solo? –esta vez acerque mi pene lo suficiente a sus nalgas para que ella entendiera la indirecta que estaba dándole.
-Mmm, tal vez, tal vez no, mmm –movió mi mano de su pecho para llevarla a su entrepierna y dejar mis dedos jugar con ella-, más abajo, pero esta vez se mas tierno ¿Si?
Era todo lo que necesitaba, ya estaba predispuesta para lo que seguía.
-Ni lo menciones.
Comencé a mover mis dedos, haciendo formas, círculos, frotando, y su carita de ángel junto con su sonrisa era suficiente prueba de que aquello lo estaba gozando. Seguía con los ojos cerrados y sus gemidos no se hicieron esperar más.
-Mmm que rico, amor tus dedos son un encanto, quiero que sigas, frótame más duro, hazme terminar recostada en mi propia cama. Awww si, así, mas, mas, mmm, como pude perderme de esto durante tanto tiempo, mmm ohhhh es delicioso, sigue no pares.
No cabía de felicidad en mi, tenía una sonrisa de oreja a oreja y estaba muy feliz de darle placer a esa chica, quería que sintiera todo lo que no había sentido hasta ahora, y yo también lo estaba disfrutando mucho. No tardo en mojar mis dedos, sus fluidos empezaron a mojarme toda la mano.
-¡vaya! Para ser tan joven, eres una autentica fuente niña jaja –volteaba a ver su rostro lleno de placer mientras sacaba mi mano y untaba un poco en boquita.
-Shhh calla, no lo digas, me avergüenza –pero contrario a sus palabras se llevo mi mano a su boca, su lengua no dejaba de sorprenderme y lamio como experta mis dedos llenos de su conchita, una vez que termino volvió a llevársela a la entrepierna y esta vez apretó duro sus piernas para que no la sacara de ahí.
Así estuvimos como media hora, en más de una vez estuvo a punto de llegar al orgasmo, pero me detenía y bajaba la velocidad o cambiaba de movimiento, quería que aguantara tanto como fuera posible, quería oírla gritar y gemir otra vez cuando estallara de nuevo.
Mi pene se situaba entre la hermosa raya que dejaba ver sus nalgas, lo empujaba poco a poco al fin de que se acostumbrara, pero ella se recogía para que no intentara penetrarla. Al fin con mi mano en su conchita y mi pene ya duro por sus gemidos, la jale más hacia a mí, la recogí de una forma que me verga quedaba justo encima de sus nalgas y al ver que era en vano resistirse empezó a acariciar mi pene con su trasero al mismo tiempo que lo pegaba ella misma con su mano derecha. Le agradecí volviendo mis dedos a lo cual se porto como esperaba.
-No aguanto más, mmm, déjame terminar, dale duro, quiero correrme en mis sabanas –para ese momento sus sabanas estaban mojadas y ella gemía y respiraba cortadamente.
-No, todavía no, ahora te toca a ti aguantar y a mi…
-Ahhhhhhhhhhhh –me quede a mitad de la frase cuando ella se vino copiosamente en las sabanas, no aguanto mas y se corrió mis manos, su cuerpo se estremeció y empezó a moverse involuntariamente; el placer se había apoderado de ella completamente- mmmmm que rico, sigue, no pares, quiero volverme a venir.
Al parecer todo iba mejorando, ella se había corrido y ya quería que la volviera a masturbar para volverse a correr, que bien, estaba explotando todo lo que pronto tendría que dar.
Me levante y esta vez la levante de la colita, deje su trasero en frente de mi y comencé a darle sexo oral a su coñito delicado.
-Awwww mmm ¿Cómo supiste que quería que me lamieras? Mmm que rico, sigue, no te detengas.
No tuve que responder, sus gemidos llenaban ahora la habitación completa y sus manos buscaban las sabanas para sostenerse a ellas, la estaba llevando a la locura, pronto ese coñito y ese culo virgen serian míos.
Seguía lamiendo su coño, pasaba mis dedos por su entrada y para nada descuidaba su esplendoroso culo, también a él le pasaba mi lengua. Mordí y bese sus nalgas y me puse a pensar cuanto tiempo había esperado esto. Abrí suavemente con mis manos su trasero y metí mi lengua hasta donde me dio entrada, cuando lo hice, soltó un suspiro que me llevo a meter uno de mis dedos y dejarlo jugar en su culo.
-¡Ohhhhhhhhhhh por dios! Que rico, sigue lamiendo, comételo, sigue así.
-Ven, tengo algo todavía mejor.
Me recosté en la cama y ella se subió encima adivinando que quería llevarla a un 69. Miro mi pene nervioso, pero después lo tomo con mucha decisión y empezó a mamarlo de forma increíble. No podía creer que una niña fuera capaz de semejante acción, ni siquiera las mujeres que me habían tocado sabían mamarlo tan bien como ella, son su dulce boca y su lengua desenfrenada. Por mi parte seguí dando servicio a ese culo que pedía ser comido, sin descuidar su coño también.
Era la gloria, mamándonos uno a uno, seguimos por un rato hasta que ella acelero la respiración y su boca, empecé a sentir como lo jalaba mas, como lo chupaba más fuerte, como lo exprimía; no aguantaría mucho, me estaba llevando al límite con su dulce boca y sus lamiditas cortas y dulces a la vez.
-No aguanto más niña aaaaa –deje escapar un grito mientras mis dedos seguían jugando con su dulce coñito-, me voy a venir en tu boca.
-No espera mmmhhh, Antonio, quiero, mmm –saco mi pene de su boca y al voltearme a ver, vi en su rostro una ternura inmensa, y un rubor que casi la dejaba completamente roja de su carita-, quiero hacerlo Antonio, lo quiero hacer contigo.
-¿De verdad? –la mire dudoso mientras dulcemente seguía sobando sus redondas nalgas; sería capaz de entregarme su tesoro, y más aun, sería capaz yo mismo de tomar eso que me fascinaba; dude por un instante, pero reaccione poniendo una gran sonrisa y besando sus dulces nalgas al momento que ella se sonrojaba por mi besos.
-Si, es lo que deseo, ya no me aguanto, ayer no creía lo que hacía, pero hoy, quiero llegar al límite, quiero ser tuya, quiero que me hagas gritar de pasión y más.
-No sabes lo que te espera –solté una risita, mientras volvía a ponerla de pie, esta vez la haría gritar y correrse a chorros, pero con mi verga en su conchita.
La tumbe en la cama, recorrí con mi lengua todo su cuerpo y puse acción con mis manos en sus tetas; sabía que era muy sensible de ahí, así que me tome mi tiempo para jalar sus pezones y hacerla gritar mientras mi lengua jugaba en su concha. Su coño era increíble, sin ningún vello, rasuradito hasta abajo y blanquito por su tono de piel, sospeche que estaría muy apretadito entrar ahí así que tendría que hacer que se mojara muy bien antes de penetrarla, no tarde en realizarlo y 5 minutos después ya escurría por toda la sabana sus jugos deliciosos que yo lamia sin parar. Me tumbe en la cama y la tome de la cintura, quería que ella misma se ensartara los 17 cm de verga que tenia para ella sola, y así fue.
-Despacio por fis, se dulce, recuerda que es la primera vez –me miraba con su carita tierna y sonrojada, le costaba decir esas palabras y mas creer lo que estaba pasando pero, ella lo deseaba.
-No te preocupes, tú serás quien decida como ir –y dulcemente la senté en mi pene, poniéndolo en la entrada de su conchita, a la vez que ella sintió por primera vez el tacto de un pene en su entrada.
-Mmm se ve muy grande –decía a la vez que se llevaba un dedo a la boca para morderlo-¿entrara todo? Mmm veamos… -metio la solo la puntita y su expresión dio un giro completo- aaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, que gruesa, mmm pero la quiero adentro, mmm si, un poco más, mas –se llevo unos segundo ensartarse otros 3 centímetros de mi pene, ya no reconocía su cara, tenía la boca abierta y babeaba de placer, sus ojos estaban fuera de sí y lo mejor de todo por supuesto, su coño estaba tan apretado que era la cielo tenerlo adentro, aunque fueran solo un poco.
-Oooooooooohhhh chica, lo tienes muy apretado, pero rico coño tienes –lamia sus tetas y lleve mis manos a las suyas para ayudarla a sostenerse mientras hacia el intento por llevarse más carne en su interior, aunque con lo apretado que estaba, era bastante difícil hacer entrar mi pene en su pequeña vagina.
Dio un solo sentón y dejo entrar otros 5 centímetros, y esta vez la sangre de su virginidad broto alrededor de mi pene, constatando la pureza que me entregaba en este día, acompañado claro de un pequeño grito de dolor, pero que pronto reemplazo gemidos cortados de puro placer. No cavia de felicidad, su coño era tan cálido como ningún otro y tan apretado que sentía mi verga asfixiada, pero era increíble, nunca pensé llegar a coger con una chica así.
-Aaaaaaaaaaaaahhhh que rico, damela toda ya, la quiero toda adentro, todavía queda la mitad y ya estoy loca por ella, vamos METEMELA AHORA.
Sus palabras me sorprendieron, dignas de una zorra, pero, si eso era lo que quería, se la iba a dejar entrar toda.
-Aquí la tienes por ser tan buena zorra –le susurre al oído mientras la jalaba de las manos, y la deje caer completamente su trasero implicando que toda mi verga, hasta la base que estaba más gruesa, quedara adentro de su coñito virgen de 17 años-, te gusta la verga verdad, aquí la tienes completa.
-Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh –se dejo caer en mi pecho completamente y su vagina empezó a tener contracciones que hacían que mi pene se pusiera todavía más duro, INCREIBLE estaba teniendo un orgasmo con solo meter mi pene; se corrió en sus sabanas blancas, manchándolas de sangre y fluidos vaginales, y termino jadeando como nunca en mi pecho a la vez que me decía…
-Cógeme –con un susurro en mi oído.
La tome de las nalgas y empece a darle despacio y cada vez subia la velocidad.
-Aaaaaaaaaaaaaaaahhhhh, mas fuerte, mmmmm, aaaaaaahhhhhhhhhh, ooooooooohhhhhhh, mas rápido, mas duro, que rico, que rico, me estas rompiendo la conchita, si, si, tomala, es tuya aaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhh….
No dejaba de babear de puro placer y a ratos se levantaba y ella se montaba y taladraba su vagina en mi verga.
-Aaaaaaaaaaaaa si, que rico, nunca pensé que fuera tan rico, damelo, hazme acabar, hazme acabar…
Baje la velocidad un poco, y un de mis dedos entro en su culo, ella grito de placer, y entonces volvi a cabalgarla, su vagina no dejaba de chorrear y su culo se partaba mas a mi dedo; era el paraíso.
-Que rico, hazme la colita con tu dedo, si mmmm aaaaaaaaaaaaaahhhh no se que me gusta mas pero aahhhh que rico coges, que rico, damelo mas duro… aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhh, mmmm, hay no, me voy a mear, no mires, no aguanto mmmmm
Se estaba corriendo en un orgasmo que le duro unos instantes, lo suficiente para provocarle que se orinara. Se levanto un poco de donde estaba emplada y dejo caer un abundante chorro de orina en mi pene; wow eso me calentó tanto, seguía con la verga adentro y se orino encima, escurriendo por todos lados calentándome la verga como nunca. Termino de orinar al tiempo que su orgasmo se había ido y mi calentura estaba por dar sus frutos para correrme también.
-Carajo chica, que rico coges, es la primera vez que lo haces y me voy a volver adicto a ti, y que te mearas, wow, me dejaste la verga caliente, vamos quiero correrme en ti.
-No, me dejaras embarazada, mmm, espera aaaaaaaaahhhh, espera aaaaaaaahhhh, me vas a dejar aaaaaaaaaahhhh, que rico, dale, mmmm no espérate tantito aaaaaaaahhhh…
No la dejaba termina ni una frase, quería correrme adentro de ella, estaba a punto de acabar, ya no aguantaba más.
-Me voy a correr, me voy a correr
-Espérate, espérate, sácala, sácala, mmmmmm no espero más duro, mas rápido, también me voy a venir, otra vez, increíble aun no dejo de gozar pero mmm dame tu leche, lléname de semen, quiero tu semen caliente dentro de mí.
Y al tiempo que ella empezó a moverse más frenéticamente, ninguno de los dos aguanto y soltó todo lo que llevaba adentro.
-Aaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhh que rico, hay que rico… -mi semen inundaba sus entrañas, chorro a chorro, la llenaba por dentro, bastante y tan duro que se corrió el momento en que me vine, dejando su cara llena de placer y lujuria cayendo sobre mi pecho y exhalando fuertemente para recuperar el aliento; como su coño estaba tan apretado mi semen se escapo por los lados llenándola aun mas, al sentir como bajaba tan cálidamente.
Se levanto y miro su conchita destrozada y con un gran agujero que no tenia, dejando caer los restos del semen que llevaba adentro, chorros que cayeron en mi verga aun erecta cuando ella se presiono el estomago.
Se llevo mi pene a la boca y lamio cada gota de mi semen hasta dejarlo limpio, cuando termino me miro a la cara y me sonrió tiernamente.
-Nunca me voy a cansar de tu pene, ni de tu lechita.
CONTINUARA
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