¿Cómo Soy?
Me considero una persona al estilo “Alfie”: Jovial, divertido, social, curioso, (y aunque reservado), muy apasionado.
Suelo ejercitarme, Solo un poco. No me considero de esas personas obsesionadas por el Gym.
Me encanta cocinar, comer… sorprenderme con cosas maravillosas y a la vez tan simples. ¡Vivir el momento! Mirar el cielo, sentir el viento, escuchar la armonía, la música. Leer, reír, aprender. Admirar. Conocer personas, y con una buena charla conocer sus historias.
Excitarme y hacer excitar a otros. (No necesariamente sexualmente).
A mí, también, me fastidia el tráfico vial, la torpeza y el conformismo, las manifestaciones sin sentido; el “pan y circo” de los deportes, la tv, y la política)
Físicamente; rondando los años 20’s, Mestizo con ascendencia Caucásica y Afro; Con 1.88m y 85kg. Cuerpo atlético como velocista; piel bronce clara. Nariz alargada, orejas cortas, labios trazados. Ojos grandes cafés. Cejas y cabello denso castaño obscuro. En brazos y piernas, muy ligera vellosidad más clara.
Una tendencia hacia lo higienico-estetico.
Desde hace ya años que leo ocasionalmente relatos, y me he decidido por compartir esos episodios de mi vida. No tanto por morbo, pues no quiero dar “pornografía escrita”, ¡No! Yo quisiera compartir mi vida erótica. Sin presunciones ni ocultamientos. Saber que puedo contar, comunicar, compartir mis experiencias con otr@s.
He estado preguntando a mi mismo: ¿Leo, Tu psique marca tu vida y junto con esta, tu vida sexual? O, ¿quizás sea inversamente, Aarón?
(Tal vez ahora tengan alguna respuesta para ustedes, o quizás lo estén pensando, Pero sé que después de conocer los “capítulos” en mi vida… dudarán. O Al menos yo lo hago. Creo que esto no tiene nada que ver con Froyd o Piaget, yo veo que todos tenemos nuestro demonio, droga, pecado, o desenfreno.)
Solo digo que, sin adjetivar, aprendo(emos) y nos podemos asombrar juntos.
Pues, si es inversamente… ¡puff! Yo creo q No merecemos ser “racionales”.
Cap. 1: “Desliz novatadas!”
“Mis iniciaciones… o Novatadas”
Cuando era solo un “pre-púber” vivía, entonces, en un edificio de departamentos por piso. Mi padre un funcionario administrativo en una fábrica, poco tiempo en casa y poca atención, aunque muy estricto e instructor. Mi madre ama de casa, protectora aunque continuamente salía para cuidar al abuelo, su padre viudo y enfermo.
Abajo vivía unos tíos, mi tía era divorciada y se volvió a casar con un custodio de valores, viudo y con 2 hijas, la mayor siempre en la universidad o con sus amigas, La menor y con la que más tiempo pasaba, DAFNE, 2 años mayor que yo.
Con apariencia inocente e infantil pues siempre peinada a dos coletas. El uniforme del colegio, pantalones cortos, vestidos o blusas floridas. Alta, ojos grandes y cabello oscuro. Labios algo delgados.
Yo era bastante menor para quedarme solo en esas ocasiones, así que ellas cuidaban de mí. Pasábamos el día haciendo tareas, jugando, cocinando… incluso hubo ocasiones en las que me quedaba 2 o 3 días ahí, dormíamos juntos, y nos vestíamos juntos.
Las mujeres maduran más pronto que los hombres, y es 2 años mayor que yo. Fue cuando todo comenzó…
Las confianzas cada vez eran mayores, me contaba del chico que le gustaba, y demás.
Al dormir juntos, la cama estaba contra la pared; “dormida” se movía hacia mí y me cercaba. Me abrazaba, y tocaba mi torso o mis piernas. Cada día se acercaba más. Pero yo lo tomaba con normalidad.
Un día, me jaló hacia su habitación, entramos, cerro las ventanas y la puerta… se acerco a mí y me dijo:
- Ya me aburrieron los juegos de siempre. ¿Qué quieres hacer?
- No sé, lo que sea…
- ¿Si..?! ¿Cómo qué?
- Pues no sé, yo ayer pedí juegos de video.
- ¿Qué tal si hoy jugamos a los novios?
- ¡Novios?! Fiuch!
- O bueno… a los casados.
- … Y como se juega?
- Yo te digo, solo sígueme… ¡haz lo que yo!
Se acerco a mí, mirando mi boca… sus brazos se extendían para abrazarme, mire su rostro, sus ojos se entrecerraban y su boca se abría ligeramente.
(Era un beso. No mi primero. Años anteriores me besaba con unas niñas del salón a modo de curiosidad. Eran de las niñas que les mostraban las bragas a todos. La madre de una era bailarina exótica, a menudo que la citaban llevaba su ropa entallada y sus escotes… y aunque éramos pequeños, mis compañeros y yo estábamos atentos y deseando terminar de criarnos ahí.)
Me coloqué como una de las niñas recuerdo que me lo pedía, acostar la cabeza al lado contrario cerrar los ojos,… shalala.
Estuvimos bastante rato ahí besándonos, abrí los ojos y verla tan cerca besándome me gustó. Me dirigió a la cama, se recostó y me puso encima, seguimos besándonos, me abrazaba y sobaba mi espalda y piernas, yo le acariciaba igual pero por el frente. Me dirigió para que le bese el cuello y el torso pasando por sus pechos que ya acariciaba.
Llevaba una blusa con cordel en el pecho. A mi sorpresa, lo comenzó a desatar, yo estaba pasmado. Pero se interrumpió y dijo apenada:
-Mejor no…
-¿Por qué no? Si quieres yo también me la quito y nos besamos.
Se quedó pensando y me quitó la playera, dejando a la vista mi cuerpo aun no muy hombruno. Se abrió su blusa, era amarilla con flores, debajo un delgado y pequeño bra que en el apenas dibujaban unos pechos en crecimiento, yo estaba emocionado y nervioso, comencé a besar sus pechos (entonces solo me permitía besar sobre el bra), a ella le gustaba aunque seguía aun apenada. Seguimos así un rato hasta que oímos ruido, venían por mí, me puse la playera y en mis pantalones… una erección.
Ya había tenido varias… no me eran importantes, pero esta vez… sentía como pulsaba y crecía y crecía, noté como ella veía mi entrepierna, yo estaba nervioso y algo asustado, aparte de excitado (aunque entonces no lo reconocía) así que solo me fui.
Lo hacíamos cada vez que nos quedábamos juntos, cada vez los besos eran más apasionados, mojados, con lengua; incluso ya me pedía que besara su espalda sin bra, su cinturita ya formada, su vientre…, sus pezones.
Uno de esos días, yo quedé bastante tiempo besando sus pechos y pezones al notar que se ponían más grandes y erectos, me encantaba la sensación; y sus pechos aunque aun pequeños, poseían unos pezones bastantes grandes y mas rojizos que su piel de melocotón.
Me encantaba comerlos, notaba que a ella le encantaba de sobre manera. Hacía gestos, apretaba sus labios, resoplaba, fruncía su ceño, retorcía su espalda, brazos y sus piernas.
Yo la veía y continuaba, hasta que con un gemido y su cuerpo convulsionando, me empujo para que me detuviera. Sentí la sensación en mis pantalones, la presión de mi erección en mi pantalón. Baje la vista y me llamo aun más la atención cuando note sobre sus jeans que se dibujaba su sexo, sus labios apretados contra su pantalón. Un riquísimo camel-toe y además bien mojado.
(De las imágenes más hermosas que he visto en mi vida.)
Aun jadeante y con sus piernas ligeramente abiertas, toque con la yema de mis dedos su pantalón en su exquisito pie de camello, mojado, muy húmedo al tacto y ligeramente espeso. Apenas con el rose, se estremeció. Estábamos sorprendidos, asustados, extasiados.
Empujándome, me pido que me alejara y diera vuelta, lo hice. Había un espejo y pude ver como se sentaba y observaba hacia su sexo, ella veía su pantalón mojado lo tocaba y lo olía. Yo sentía en mi bajo abdomen un dolor como presión. Pero no hice más.
Se levanto, me dio la espalda, quito el pantalón y vi sus piernas ligeramente gorditas, y sus nalgas cubiertas por sus bragas. Escuché que me advertía no voltear, pero ella no sabía que ya la veía por el espejo.
Se quito las bragas y vi sus nalgas, su culito redondito y paradito, escondió sus prendas húmedas bajo la cama y se puso un pantalón más holgado. Giro hacia el espejo para medio peinarse, vio que la veía pero no hizo más.
Me acerqué y le pregunté si estaba bien, contesto que si mientras se peinaba, tenía su mano frente a mi rostro, (era +alta) percibí un aroma suave y agradable, pero a la vez vibrante. Era de sus fluidos, de su sexo.
Luego de ocurridos los encuentros no hablábamos del tema y solo seguíamos nuestros juegos o nuestros deberes. Pero esa ocasión ella se quedó muda y pensativa, apartada.
Esa fue de las últimas veces que ocurrió algo, el siguiente encuentro ocurría lo mismo y mientras le besaba quise meter mi mano entre sus pantalones, alcancé a sentir su vello corto y delgado, pero ella se enfureció y me aparto. Cuando se calmó, me dijo que ya no volveríamos a jugar a eso. Y sin más salió de la habitación. Yo estaba confundido, en verdad no comprendía nada de lo ocurrido y todo. Ni siquiera recuerdo si para entonces yo también ya tenía vellosidad.
Luego de eso la relación se volvió más distante y algo fría, cambio de escuela al pasar de año. Y en esa escuela ella era problemática, citaban a sus padres muy seguido, y yo notaba que había cambiado algo en ella. Ya no era la niña de las coletas.
(En este intermedio ocurre el 2°capitulo, el cual mandaré en unos días)
*2Años después yo estaba solo en el depto. Ella subió y me dijo que tenía una tarea de la escuela, yo hacía mi tarea, me pidió que hiciéramos trato; que ella me ayudaba con la tarea y después yo a ella.
Mi tarea era de gramática, terminamos pronto, comimos una paleta de hielo y luego me pidió ayuda para su tarea.
- ¡Sí! ¿de qué es?
No sé qué sucedía por su mente pero sin más ni más, tomo mi mano y la puso sobre su teta, ella solo me observaba, yo estaba pasmado, pero también emocionado; bajó su blusa del uniforme escolar y salieron sus pechos… ya bastante más grandes, redondos, formados y antojables. Los besé.
Yo me excitaba y ella lo sabía, miraba repetidamente hacia mi entrepierna. Yo sentía ya la erección y cuando ella la vio, apresurada me desabrochó el pantalón, bajo mi slip y se detuvo a ver mi sexo… mi miembro erecto, mis bolas y algo de vello. Yo estaba nervioso. Pero excitado y extrañamente feliz.
¡Ella también se veía feliz! ¡Feliz y nerviosa!! Empezó a pajearme aunque algo torpemente. Yo quise aprovechar también. Ya con sus pechos libres a la vista, y ensalivados por mí boca y lengua, metí mis manos bajo su falda, acaricie el costado de sus piernas y luego en sus muslos, al ir subiendo ella medio se alejó. Pero enseguida volvió, subí mi mano hasta su vientre quise bajar sus bragas pero me lo impidió.
Así que la acariciaba con mi palma, sobre su concha… sus labios se sentían calientes e hinchados, continué. Me encantaba verle el rostro mientras lo hacía. A los segundos se sentía húmedo y más cálido. Separé ligeramente sus labios quería dedearla, no era como lo esperaba o imaginaba. ¡Era Perfecto!.
En vez de darle dedo, seguí acariciando con mi palma y yemas su rajita, estábamos a reventar, subí más mi mano y sentí su botoncito, no sabía lo que era y quise explorarlo, un rato así y fue como volver a ver la escena de hace un par de años… ya estaba bastante mojada, se estremecía y repegaba su sexo a mi mano, gesticulaba y apretaba sus labios. Hasta que después de varios gemiditos, lanzo un gran gemido mientras se le doblaban las piernas.
Se tumbo en el sofá y yo junto, con un gran dolor en el vientre… no supe porque (hasta tiempo después, según por nervios presionaba mi abdomen y yo mismo evitaba mi orgasmo y mi eyaculación)
Quedamos satisfechos, y yo un poco adolorido en mi abdomen. Me dijo:
- Gracias, mi tarea de Biología salió maravillosa.
- OK. (no supe o no pude decir algo más).
Se levantó y salió hacia su depa.
No volvimos a tener encuentros así, ni hablar alguna vez del tema.
Meses después nos mudamos.
Como estas experiencias, sin duda, marcaron mi vida, quizás no mi carácter, mi vida erótica o sentimental. ¡Pero vaya que si mi vida sexual!
Pues, ¿Porque me llaman tanto la atención las mujeres más grandes que yo?
¿Porque al ver una mujer mayor que yo siento que puedo ser un excelente “alumno” suyo y luego dar practica (o devolverles el favor) e incluso ser yo ahora el que instruye y domina…?
Me considero una persona al estilo “Alfie”: Jovial, divertido, social, curioso, (y aunque reservado), muy apasionado.
Suelo ejercitarme, Solo un poco. No me considero de esas personas obsesionadas por el Gym.
Me encanta cocinar, comer… sorprenderme con cosas maravillosas y a la vez tan simples. ¡Vivir el momento! Mirar el cielo, sentir el viento, escuchar la armonía, la música. Leer, reír, aprender. Admirar. Conocer personas, y con una buena charla conocer sus historias.
Excitarme y hacer excitar a otros. (No necesariamente sexualmente).
A mí, también, me fastidia el tráfico vial, la torpeza y el conformismo, las manifestaciones sin sentido; el “pan y circo” de los deportes, la tv, y la política)
Físicamente; rondando los años 20’s, Mestizo con ascendencia Caucásica y Afro; Con 1.88m y 85kg. Cuerpo atlético como velocista; piel bronce clara. Nariz alargada, orejas cortas, labios trazados. Ojos grandes cafés. Cejas y cabello denso castaño obscuro. En brazos y piernas, muy ligera vellosidad más clara.
Una tendencia hacia lo higienico-estetico.
Desde hace ya años que leo ocasionalmente relatos, y me he decidido por compartir esos episodios de mi vida. No tanto por morbo, pues no quiero dar “pornografía escrita”, ¡No! Yo quisiera compartir mi vida erótica. Sin presunciones ni ocultamientos. Saber que puedo contar, comunicar, compartir mis experiencias con otr@s.
He estado preguntando a mi mismo: ¿Leo, Tu psique marca tu vida y junto con esta, tu vida sexual? O, ¿quizás sea inversamente, Aarón?
(Tal vez ahora tengan alguna respuesta para ustedes, o quizás lo estén pensando, Pero sé que después de conocer los “capítulos” en mi vida… dudarán. O Al menos yo lo hago. Creo que esto no tiene nada que ver con Froyd o Piaget, yo veo que todos tenemos nuestro demonio, droga, pecado, o desenfreno.)
Solo digo que, sin adjetivar, aprendo(emos) y nos podemos asombrar juntos.
Pues, si es inversamente… ¡puff! Yo creo q No merecemos ser “racionales”.
Cap. 1: “Desliz novatadas!”
“Mis iniciaciones… o Novatadas”
Cuando era solo un “pre-púber” vivía, entonces, en un edificio de departamentos por piso. Mi padre un funcionario administrativo en una fábrica, poco tiempo en casa y poca atención, aunque muy estricto e instructor. Mi madre ama de casa, protectora aunque continuamente salía para cuidar al abuelo, su padre viudo y enfermo.
Abajo vivía unos tíos, mi tía era divorciada y se volvió a casar con un custodio de valores, viudo y con 2 hijas, la mayor siempre en la universidad o con sus amigas, La menor y con la que más tiempo pasaba, DAFNE, 2 años mayor que yo.
Con apariencia inocente e infantil pues siempre peinada a dos coletas. El uniforme del colegio, pantalones cortos, vestidos o blusas floridas. Alta, ojos grandes y cabello oscuro. Labios algo delgados.
Yo era bastante menor para quedarme solo en esas ocasiones, así que ellas cuidaban de mí. Pasábamos el día haciendo tareas, jugando, cocinando… incluso hubo ocasiones en las que me quedaba 2 o 3 días ahí, dormíamos juntos, y nos vestíamos juntos.
Las mujeres maduran más pronto que los hombres, y es 2 años mayor que yo. Fue cuando todo comenzó…
Las confianzas cada vez eran mayores, me contaba del chico que le gustaba, y demás.
Al dormir juntos, la cama estaba contra la pared; “dormida” se movía hacia mí y me cercaba. Me abrazaba, y tocaba mi torso o mis piernas. Cada día se acercaba más. Pero yo lo tomaba con normalidad.
Un día, me jaló hacia su habitación, entramos, cerro las ventanas y la puerta… se acerco a mí y me dijo:
- Ya me aburrieron los juegos de siempre. ¿Qué quieres hacer?
- No sé, lo que sea…
- ¿Si..?! ¿Cómo qué?
- Pues no sé, yo ayer pedí juegos de video.
- ¿Qué tal si hoy jugamos a los novios?
- ¡Novios?! Fiuch!
- O bueno… a los casados.
- … Y como se juega?
- Yo te digo, solo sígueme… ¡haz lo que yo!
Se acerco a mí, mirando mi boca… sus brazos se extendían para abrazarme, mire su rostro, sus ojos se entrecerraban y su boca se abría ligeramente.
(Era un beso. No mi primero. Años anteriores me besaba con unas niñas del salón a modo de curiosidad. Eran de las niñas que les mostraban las bragas a todos. La madre de una era bailarina exótica, a menudo que la citaban llevaba su ropa entallada y sus escotes… y aunque éramos pequeños, mis compañeros y yo estábamos atentos y deseando terminar de criarnos ahí.)
Me coloqué como una de las niñas recuerdo que me lo pedía, acostar la cabeza al lado contrario cerrar los ojos,… shalala.
Estuvimos bastante rato ahí besándonos, abrí los ojos y verla tan cerca besándome me gustó. Me dirigió a la cama, se recostó y me puso encima, seguimos besándonos, me abrazaba y sobaba mi espalda y piernas, yo le acariciaba igual pero por el frente. Me dirigió para que le bese el cuello y el torso pasando por sus pechos que ya acariciaba.
Llevaba una blusa con cordel en el pecho. A mi sorpresa, lo comenzó a desatar, yo estaba pasmado. Pero se interrumpió y dijo apenada:
-Mejor no…
-¿Por qué no? Si quieres yo también me la quito y nos besamos.
Se quedó pensando y me quitó la playera, dejando a la vista mi cuerpo aun no muy hombruno. Se abrió su blusa, era amarilla con flores, debajo un delgado y pequeño bra que en el apenas dibujaban unos pechos en crecimiento, yo estaba emocionado y nervioso, comencé a besar sus pechos (entonces solo me permitía besar sobre el bra), a ella le gustaba aunque seguía aun apenada. Seguimos así un rato hasta que oímos ruido, venían por mí, me puse la playera y en mis pantalones… una erección.
Ya había tenido varias… no me eran importantes, pero esta vez… sentía como pulsaba y crecía y crecía, noté como ella veía mi entrepierna, yo estaba nervioso y algo asustado, aparte de excitado (aunque entonces no lo reconocía) así que solo me fui.
Lo hacíamos cada vez que nos quedábamos juntos, cada vez los besos eran más apasionados, mojados, con lengua; incluso ya me pedía que besara su espalda sin bra, su cinturita ya formada, su vientre…, sus pezones.
Uno de esos días, yo quedé bastante tiempo besando sus pechos y pezones al notar que se ponían más grandes y erectos, me encantaba la sensación; y sus pechos aunque aun pequeños, poseían unos pezones bastantes grandes y mas rojizos que su piel de melocotón.
Me encantaba comerlos, notaba que a ella le encantaba de sobre manera. Hacía gestos, apretaba sus labios, resoplaba, fruncía su ceño, retorcía su espalda, brazos y sus piernas.
Yo la veía y continuaba, hasta que con un gemido y su cuerpo convulsionando, me empujo para que me detuviera. Sentí la sensación en mis pantalones, la presión de mi erección en mi pantalón. Baje la vista y me llamo aun más la atención cuando note sobre sus jeans que se dibujaba su sexo, sus labios apretados contra su pantalón. Un riquísimo camel-toe y además bien mojado.
(De las imágenes más hermosas que he visto en mi vida.)
Aun jadeante y con sus piernas ligeramente abiertas, toque con la yema de mis dedos su pantalón en su exquisito pie de camello, mojado, muy húmedo al tacto y ligeramente espeso. Apenas con el rose, se estremeció. Estábamos sorprendidos, asustados, extasiados.
Empujándome, me pido que me alejara y diera vuelta, lo hice. Había un espejo y pude ver como se sentaba y observaba hacia su sexo, ella veía su pantalón mojado lo tocaba y lo olía. Yo sentía en mi bajo abdomen un dolor como presión. Pero no hice más.
Se levanto, me dio la espalda, quito el pantalón y vi sus piernas ligeramente gorditas, y sus nalgas cubiertas por sus bragas. Escuché que me advertía no voltear, pero ella no sabía que ya la veía por el espejo.
Se quito las bragas y vi sus nalgas, su culito redondito y paradito, escondió sus prendas húmedas bajo la cama y se puso un pantalón más holgado. Giro hacia el espejo para medio peinarse, vio que la veía pero no hizo más.
Me acerqué y le pregunté si estaba bien, contesto que si mientras se peinaba, tenía su mano frente a mi rostro, (era +alta) percibí un aroma suave y agradable, pero a la vez vibrante. Era de sus fluidos, de su sexo.
Luego de ocurridos los encuentros no hablábamos del tema y solo seguíamos nuestros juegos o nuestros deberes. Pero esa ocasión ella se quedó muda y pensativa, apartada.
Esa fue de las últimas veces que ocurrió algo, el siguiente encuentro ocurría lo mismo y mientras le besaba quise meter mi mano entre sus pantalones, alcancé a sentir su vello corto y delgado, pero ella se enfureció y me aparto. Cuando se calmó, me dijo que ya no volveríamos a jugar a eso. Y sin más salió de la habitación. Yo estaba confundido, en verdad no comprendía nada de lo ocurrido y todo. Ni siquiera recuerdo si para entonces yo también ya tenía vellosidad.
Luego de eso la relación se volvió más distante y algo fría, cambio de escuela al pasar de año. Y en esa escuela ella era problemática, citaban a sus padres muy seguido, y yo notaba que había cambiado algo en ella. Ya no era la niña de las coletas.
(En este intermedio ocurre el 2°capitulo, el cual mandaré en unos días)
*2Años después yo estaba solo en el depto. Ella subió y me dijo que tenía una tarea de la escuela, yo hacía mi tarea, me pidió que hiciéramos trato; que ella me ayudaba con la tarea y después yo a ella.
Mi tarea era de gramática, terminamos pronto, comimos una paleta de hielo y luego me pidió ayuda para su tarea.
- ¡Sí! ¿de qué es?
No sé qué sucedía por su mente pero sin más ni más, tomo mi mano y la puso sobre su teta, ella solo me observaba, yo estaba pasmado, pero también emocionado; bajó su blusa del uniforme escolar y salieron sus pechos… ya bastante más grandes, redondos, formados y antojables. Los besé.
Yo me excitaba y ella lo sabía, miraba repetidamente hacia mi entrepierna. Yo sentía ya la erección y cuando ella la vio, apresurada me desabrochó el pantalón, bajo mi slip y se detuvo a ver mi sexo… mi miembro erecto, mis bolas y algo de vello. Yo estaba nervioso. Pero excitado y extrañamente feliz.
¡Ella también se veía feliz! ¡Feliz y nerviosa!! Empezó a pajearme aunque algo torpemente. Yo quise aprovechar también. Ya con sus pechos libres a la vista, y ensalivados por mí boca y lengua, metí mis manos bajo su falda, acaricie el costado de sus piernas y luego en sus muslos, al ir subiendo ella medio se alejó. Pero enseguida volvió, subí mi mano hasta su vientre quise bajar sus bragas pero me lo impidió.
Así que la acariciaba con mi palma, sobre su concha… sus labios se sentían calientes e hinchados, continué. Me encantaba verle el rostro mientras lo hacía. A los segundos se sentía húmedo y más cálido. Separé ligeramente sus labios quería dedearla, no era como lo esperaba o imaginaba. ¡Era Perfecto!.
En vez de darle dedo, seguí acariciando con mi palma y yemas su rajita, estábamos a reventar, subí más mi mano y sentí su botoncito, no sabía lo que era y quise explorarlo, un rato así y fue como volver a ver la escena de hace un par de años… ya estaba bastante mojada, se estremecía y repegaba su sexo a mi mano, gesticulaba y apretaba sus labios. Hasta que después de varios gemiditos, lanzo un gran gemido mientras se le doblaban las piernas.
Se tumbo en el sofá y yo junto, con un gran dolor en el vientre… no supe porque (hasta tiempo después, según por nervios presionaba mi abdomen y yo mismo evitaba mi orgasmo y mi eyaculación)
Quedamos satisfechos, y yo un poco adolorido en mi abdomen. Me dijo:
- Gracias, mi tarea de Biología salió maravillosa.
- OK. (no supe o no pude decir algo más).
Se levantó y salió hacia su depa.
No volvimos a tener encuentros así, ni hablar alguna vez del tema.
Meses después nos mudamos.
Como estas experiencias, sin duda, marcaron mi vida, quizás no mi carácter, mi vida erótica o sentimental. ¡Pero vaya que si mi vida sexual!
Pues, ¿Porque me llaman tanto la atención las mujeres más grandes que yo?
¿Porque al ver una mujer mayor que yo siento que puedo ser un excelente “alumno” suyo y luego dar practica (o devolverles el favor) e incluso ser yo ahora el que instruye y domina…?
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