Este es el primer relato de una seria de 5 aproximadamente, espero sus comentarios y ojala les guste para subir los demás.
Visitando a mí amiga Mónica
Todo paso tan rápido, en la universidad, uno hace y deshace, pero nunca imagine encontrarme con lo que es hoy el inicio de días enteros y noches desenfrenadas de pasión. Pero antes tienen que conocer como era ella hace apenas 1 año.
Esta es mi historia de cómo conocía a una niña tierna y dulce, que poco después de conocerme se volvió irreconocible para mí.
El primer año de universidad siempre es duro, mucha tarea, trabajos, proyectos, pero al final de cuentas uno sale ganando cuando se gradúa y busca una joven con la cual casarse y compartir su vida; bien pues esa historia no es mía. Verán, después de terminar el primer ciclo escolar me dio por conocer algunas chicas, pero todas ya eran demasiado zorras como para poder hincarles el diente sin que se te pegue algo. Conocí a Mónica por casualidad, estaba por entrar a la escuela cuando la vi pasar llevando un montón de libros en sus brazos; media como 1.55, tenía el cabello ondulado de color muy oscuro, los ojos de un color algo más claro y no tarde en darme cuenta de lo bien que se veía con esos jeans ajustados. Tenía un cuerpo encantador, con unas medidas bien diría de 80, 75 y 80; estaba muy bien proporcionada y para cuando me di cuenta volteaba a verme para preguntarme algo, por lo que tuve que dejar por un instante mi lasciva.
- ¿Disculpa esta es la escuela de Artes y Música?-tenía una vocecita angelical, que no iba de acorde a su edad, intuía unos 19 años para tremendo cuerpo que traía consigo.
- Si ¿Vienes a estudiar aquí?
- Si, acabo de llegar, vengo de intercambio.
- Bueno pues mucho gusto. Me llamo Antonio ¿Y tú eres?
- Mónica, oye perdón que te moleste pero ¿sabes sonde queda el salón 103?
- Que coincidencia, ahora mismo me dirigía para allá, ¿estás en segundo grado verdad?
- Así es, no me gustaba mucho mi anterior escuela, así que decide terminar mis estudios aquí.
- Bueno pues vamos, se nos hace tarde.
El resto del camino fue poco importante, me conto de donde venia, porque estaba estudiando esta carrera y demás cosas de ese mismo estilo. Para cuando entramos en el salón de clases todos voltearon a verla como si fuese un pedazo de carne que se mueve muy lentamente, su cuerpo atraía las miradas de los mas pervertidos del salón e incluso los chicos mas matados volteaban, nadie podía perderse tremendo espectáculo visual.
Así fueron pasando los días, ella se convirtió en una de mis amigas mientras yo pretendía, al igual que todos comerme lo que había debajo de esa ropa ajustada. Jeans, escotes algo pronunciados, ropa entallada, ¡Dios! A esta chica si que le gusta llamar la atención de todos, incluidos los profesores que no tardaron en demostrarle que estaría dispuestos a cualquier cosa por ella. Menudos idiotas, decía yo; para las 4 semanas había ideado el típico plan de estar cada vez más cerca para que me invitara a casa y ahí estar en acción, pero nunca me imagine que lo que vendría sería mucho mejor que una simple cogida. La chica era dulce y muy tierna para vestir como vestía; cada día después de clases me comía por dentro esa emoción de querer estar es su cama tirándomela pero, tenía que aguantar un poco más.
Por fin llegaron las temporadas de proyectos, era el momento perfecto para empezar mi maldad. Fue un poco difícil convencerla per al final acepto que fuéramos a su casa, ya que en la mía no había piano y ella me había comentado que su familia tenía uno de un cuarto de cola; tremenda niña pensé, además de buena adinerada, pero bueno de igual el chiste era ensartarla y eso era lo que iba a hacer ese día.
Iba dispuesto a todo, ya que me conto que sus padres no estarían y que llegarían hasta dentro de dos días ¿podía pedir algo más?
Llegue a tiempo, cercana las 6:30 de la tarde toque el timbre y ella apareció, ahora vestía algo mas provocativo, llevaba una falda un tanto larga, pero que dejaba ver bien las piernas y una blusa que resaltaba el tremendo busto que tenia. Era la joven perfecta para aquel que soñara con una chica de grandes atributos y que le gustara lucirlos. Me invito a pasar a la cocina y la seguí detrás, su cintura terminaba marcando un lindo y gran trasero, digno de ser mordido hasta el amanecer, y planeaba darle sus merecidas nalgadas a ese culo que me incitaba a abrazarla y ensártale mi verga en ese momento. Seria buen momento de que supieran mi complexión, verán soy un chavo de 22 años, con 1.7 7 de estatura, no estoy en mi mejor forma, pero puedo aguantar una larga rutina de ejercicio, de facciones algo marcadas en el rostro en contraste con el de ella y una verga de 17 cm con un grosor de 8 a 9 cm, con la cual estaba muy conforme, pues algo que me caracterizo desde mi infancia, fue la cantidad de semen que podía eyacular, como siempre eh comido sano, las chicas que llegaban a hacerme un oral se tomaban mi leche sin rechistar, siempre me buscaban las mismas para que les diera de tomar de mi verga y somos ellas ya la conocían, les fascinaba que podía sacar una cantidad abundante de semen; mas o menos la cantidad para llenar 2 vasos tequileros cuando me abstenía demasiado, algo bastante abundante en verdad.
Pero bueno sigo con lo mío.
Fuimos a la cocina a charlar un poco, preparo café y me ofreció una tasa; estuvimos como 1 una hasta que recordamos el trabajo así que nos fuimos al piano. Nos sentamos en el mismo banquillo, ella comenzó con una pequeña pieza que se sabia y después me toco hacer gala de mis dedos.
- Vaya, no tenía idea de que fueras tan bueno.
- Ni yo de ti, tienes unos magníficos dedos chica ¿cuánto tiempo llevas tocando?
- En realidad comencé a los 13 años, y seguí hasta ahora, llevo casi 5 años, en febrero cumplo 18.
¡NO PODIA CREERLO! La chica que todos querían llevarse a la cama tenia aun 17 años, es increíble, me preguntaba en ese momento que cosas estaría por descubrir.
- ¿Pero si tienes 17, como es que estas en segundo año? ¿No deberías estar apenas haciendo tu solicitud?
- Bueno si-dijo un poco sonrojada por mi sorpresa-, pero siempre eh tenido algo de talento y los exámenes fueron para mi muy sencillos, así que me colocaron en segundo año, y ni siquiera tuve que cursar primero pero, por favor no les cuentes a los demás; me miran como si fuera un trofeo para ganar y si se enteran que tengo 17, los tendré como moscas encima de mí.
Yo más bien hubiera dicho perros, pero me reserve mi comentario; para nada les diría, esto seria mío y de nadie más.
- Para nada- trataba de mostrarme tierno y compasivo, tenía que convencerla de que era de confianza así que toque si mejilla con mi palma al tiempo que le decía lo siguiente-, veras que no le contare a nadie, y si alguien quiere propasarse contigo, solo avísame si?- ella se sonrojo cuando mencione lo de defenderla, y me sonrió con una mirada coqueta.
- Gracias Toño, en verdad tú si eres un buen amigo.
- Por nada.
Se me hizo eterno el resto de la hora, casi me retiraba así que tuve que improvisar ya que no se mostraba ninguna señal para aprovecharme.
- Disculpa ¿tendrás más café?
- Claro vamos a la cocina.
Me adelante a la cocina y prepare las tasas, ella llego después y saco una caja con dulces y galletas que puso en la mesa.
Nos sentamos y discutimos el resto del trabajo, era mi oportunidad, y la iba a tomar. Mientras ella recogía las tazas, yo ofrecí a lavarlas, ella por supuesto que no acepto alegando que era el invitado. Tomo las tazas y las llevo al fregadero, comenzó a lavar y muy discretamente me acerque a ella por atrás. Estaba que no cabía en mi, tenía ese culo paradito en frente mío, y con un solo movimiento pase mi brazo por debajo del suyo y la jale para que volteara; aproveche que se quedo confundida y le robe un beso que no rechazo del todo. La tome en mis brazos y sutilmente recorría sus nalgas con mi mano izquierda, mientras la derecha la tomaba del rostro. Me parto y luego me miro confusa; sabia que le había gustado, la pregunta era ¿hasta qué punto me la había ganado?
- ¡¿Pero qué pretendes?! ¿Cómo te atreviste? ¿Creí que eras mi amigo?
- Vamos, no me digas que no te gusto; note como te relamías la boca en cuanto deje de besarte-ella se sonrojo y puso una cara nerviosa, había logrado algo.
- N-no-tartamudeo mientras se ocultaba la boca con la mano-, será mejor que te retires, terminare el trabajo yo.
- Está bien, puedo despedirme de ti?
- ¿No te basto con el beso robado?
- No –le decía mientras lanzaba una mirada picara a sus ojos, ella se rio y luego me llevo a la puerta.
No logre nada ese día, pero tenía la seguridad de que mañana estaría más dispuesta, al final de cuentas le gusto ¿o no? Tarde en llegar a casa y trate contenerme para no masturbarme pensando en ese culo que estuve a punto de conseguir, pero fue inútil, siempre fui de mano larga incluso conmigo mismo y ese día me pajee después de casi 1 año sin hacerlo. Dormí pensando en regresar en cuanto dieran las 10 de la mañana, ella no lo esperaría.
Una vez mas estaba ante su puerta, toque y espere un poco mas ya que grito desde adentro que le tomaría un minuto abrir. Salió ella y se quedo boquiabierta, supuse que creyó que nunca le hablaría; yo también quede igual pero fue por su pijama, traía una pijama entalladita de la cadera y del busto, y no tarde en babear por dentro.
- ¿Qué haces aquí? –me dijo mirándome con una sonrisa.
- ¿Es que no puedo pasar a saludar y ver como estas?
- Pensé que no volverías tras lo de ayer.
- Pues te equivocas- decía mientras me reía-, puedo entrar a por un café.
- ¿Seguro que es lo único que quieres esta vez?
Sonreía mientras me invitaba a pasar, increíble, era mi imaginación o estaba coqueteando conmigo. No dude entrar pero esta vez fuimos a sala. Se sentó y me miro mientras se llevaba un dedo de manera provocativa a la boca. Me levante y me fui a su lado, ella se extraño y me miro un poco nerviosa, mientras pasaba su mano por su cabello.
- Deberíamos ir a tocar, es mejor ahora que es temprano y no de noche, además necesito que termines la pieza, mis manos no son tan diestras como las tuyas.
- ¿No te gustaría saber que más pueden hacer mis manos? –susurre a su oído y ella se estremeció, lo que me dio por entendido que iba por buen camino, así que no aguante mas y le solté todo-. Sabes me gustas mucho, y mis manos te recorrerían como una diosa, pienso en ti al dormir eh incluso tu provocaste que me masturbara anoche, y sabes, tenía mucho tiempo sin hacerlo, pero contigo en mi mente, me llevas a cosas sucias- le había dicho esto último sin pensar, recapitule un poco y espere a que ella hablara, pensé que la había regado pero por el contrario no fue así-.
- Sabes mmmm –me miraba de forma inquisitiva y pensé que me correría-, nunca antes eh visto a un hombre masturbarse, y tengo curiosidad, crees que puedas mmmm ya sabes, hacerlo para mí.
Pero menuda zorra que era después de todo, ya vamos empezando.
- Solo si tú lo haces después para mí.
- Mmm es que, veras…
- Qué? Acaso temes cumplir con tu parte del trato?
- No bueno veras… es que… mmm está bien. Vamos a mi cuarto.
Subimos las escaleras tan rápido que más tarde quitarme la ropa, me tumbe en su cama con mis calzoncillos encima y comencé a tocarme como si ella no estuviera allí, aunque estaba en una esquina de la habitación viéndome algo cohibida.
Me volví a ella y me recosté en su suave cama, baje mis calzoncillos lentamente y le mostré mi miembro extendido, como de rutina comencé a moverlo, tocarlo frotarlo y como siempre reaccionaba al minino contacto poniéndose duro y tomando la forma que le correspondía. Ella seguía viéndome desde la esquina, le hice un gesto y la invite a acercase, me miro, mordió su dedo índice y movió la cabeza diciendo que no. Entonces tuve que levantarme, con mi pene apuntando hacia ella me acerque y la tome de las manos para que lo tocara.
- Vamos continua tu, si tanto te gusta verlo.
Ella respiro hondo y sus manos empezaron a rodear mi pene pero temblando, estaba muy nerviosa.
- ¿Qué pasa? ¿es que nunca has masturbado a alguien? –me miro completamente roja y me hizo un gesto tan mono, que hubiera jurado que estaba tratando con una niña-. Alguna vez habrás tocado un pene ¿o no?- bajo la mirada sonriendo y dijo como un susurro a mi oído.
- Aun soy virgen, nunca antes había tocado uno.
¡Woow! ¿Había algo más que pedir? Estaba con una chica de increíbles atributos, con una edad más chica que la mía y que nunca había tenia sexo en su vida. Era como un sueño hecho verdad.
- Mmm pues entonces tenemos mucho trabajo ¿no te parece?
- Aun no; déjame disfrutar el momento un poco mas –decía mientras sus manos tomaban mi verga firmemente y empezaba a subir y a bajar-; solo eh visto video de cómo lo hacen ¿Así te gusta?
Ya ni era la Mónica tierna y amable de la escuela, me miraba con ojos de lujuria mientras me masturbaba cada vez más rápido.
- Si, así, vas muy bien. Tienes unas manos majestuosas, pero es mi turno de cobrarte el favor –mientras ella se calentaba con mi pene, baje mis manos a sus nalgas y las despoje de la pijama dejando ver las breguitas que traía puestas, después apartándola un poco le quite la parte de arriba dejando sus grandes tetas con su sostén, un sostén que apenas parecía contenerlas debido a su tamaño.
- Aun no, déjame probar un poco más.
- Si quieres probarlo no te apenes jajá empieza por la puntita y veras que el resto te encantara.
Con una mirada de lujuria me llevo a la cama, me tiro y agacho en frente, su lengua tímida al principio no tardo en exponer lo buena que era para el trabajo, miraba su rostro sonrojado mientras mi pene entraba y salía de su boca con algo de facilidad, su lengua me envolvía y subía a ratos para lamer la punta. Se notaba que lo disfrutaba bastante.
- Creí que nunca habías hecho esto?
- Eh llegado a practicar con algunas cosillas – decía mientras se sacaba mi verga de la boca y luego la ensalivaba nuevamente para volver a mamarla.
La tenia encantada con mi pene, lo saboreaba y lo lamia como si no hubiera un mañana; se veía tan sexy con solo las bragas y el sostén y supuse que era hora de mi parte. Me levante y la tome de la cara, empecé a llevar los movimientos y su boca se abría cada vez mas hasta llegar a mis huevos. Le desabroche el sostén y vi como esas enormes tetas caían por la gravedad, le di la vuelta al asunto y la tumbe en la cama, comencé a mamarle las tetas y vi como sus pezones se ponían duros, mientras una mano acariciaba sus suaves nalgas.
Ella gemía, exhalaba y daba pequeños gritos; estaba muy excitada. Fui bajando a sus bragas y ella me detuvo a tiempo para mirarme y decirme lo siguiente:
- ¡No! No quiero que un pervertido me quite me virginidad. Creo que es mejor dejarlo hasta aquí.
No había llegado tan lejos para que me dieran un no, pero ya tenía como resolverlo.
- Está bien –argumente fingidamente-, pero aun no eh visto como te masturbas, así que, vamos, empieza ya. Te toca a ti.
No muy convencida, se dejo llevar por la calentura del momento y a mí me estaba poniendo a cien.
- De acuerdo pero, no mires mucho –comenzó a sacarse las braguitas y vi un coño hermoso y libre de vello, me preguntaba si diario le daría por afeitarse y luego volví a la imagen te presente.
Cogió un lapicero del tocador y un algo de gel para manos, se puso en cuatro y lo siguiente me mato; en vez de untárselo en el coño, subió sus manos a su culo, con una lo abrió un poco y con otra untaba uniformemente el gel.
- Nunca me eh masturbado por adelante, temía perder mi virginidad con un juguete, así que espero te agrade –como no iba a agradarme-, es la única forma en que lo hago.
Cogió el lapicero y poco a poco lo fue hundiendo en sus carnosas nalgas, mientras dejaba escapar gemidos más profundos y cerraba los ojos por el placer provocado por ese pequeño objeto.
- Mmm si, te gusta; Mmm, si, eres una zorra Moni, dejas que un extraño te mire el culo, pero no me importa, que rico se siente por ahí –hablaba sola, mientras yo seguía sin creer lo que veían mis ojos, tenía que sacarle provecho a esto.
- ¿Así que te gusta que te vean? Pero si serás pervertida también, te gusta esto? –le decía mientras mi mano se posaba en su clítoris y comenzaba a frotarlo.
- Mmm no, awww, mmm déjame, mmm solo mira, no toques, mmmm awww, ahhhhhhh, que bien se siente, vamos solo déjame, mmm….
- Y que tal esto? –esta vez mi lengua fue su raya y comenzó a lamerla suave pero firme y ella dejo escapar un suspiro al tiempo que soltaba lo que tenia metido en el culo.
- Mmmm no, no está bien, p-pero ahhhhhh que bien se siente –comenzó a moverse hacia atrás y dejo su culo pegado a mi cara, tome con una mano su lapicero y seguí dándole placer a su culo.
- Se que te gusta, vamos, gime, no hay nadie que te escuche.
- Aaaahhhhhhhhhhhhh, awwwww, que rico, vamos sácalo y mételo mas rápido…. Si así, que rico, que rico, mi culo se siente caliente, y mi vagina no para de chorrear aahhhhhhhhhh, si, sigue, no te detengas, vamos sigue aaahhhhh, así, que rico, que rico.... Nunca pensé sentir más placer hasta ahora, sigue, así, sigue, no pares…
Comencé a mover el lápiz más rápido y a lamer su coño con las fuerza, mientras mis manos hacían de las suyas mi lengua empezó a entrar a su vagina tan rica y suave.
- AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh –en un grito desesperado se estremeció con un gran orgasmo, que salpico parte de sus fluidos hacia afuera; jalo las cobijas de la cama y cuando termino su orgasmo, ella cayo rendida, aun respirando agitadamente.
- Wow chica, que rico culo tienes –decía mientras le enseñaba el lapicero totalmente lubricado- ¿será que me dejes probarlo aunque sea tantito? –me miro provocativamente y me hizo un gesto para que me acercara.
- Ven, tengo una idea mejor.
Me tomo del brazo y me sentó en la esquina de la cama, mientras ella se agachaba y me miraba fijamente a los ojos.
- Eh visto como miras mis tetas, no soy idiota; así que ya que me hiciste sentir bien, creo que es mi turno de hacerte sentir mejor.
Tomo mi pene y lo lamio un poco de la punta, lo ensalivo hasta la mitad y luego hasta abajo, se acerco y lo metió en sus dos enormes tetas al tiempo que me hacia una paja con ellas que nunca olvidare.
- Dime ¿te gusta? ¿te gustan mis tetas? Sé que te encantan como a todos, hoy son tuyas, es la primera vez que hago esto, y son todas tuyas –subía rápidamente la velocidad, masturbándome entre dos enormes montañas de carne, tan suaves y tan duras a la vez, no aguantaría mucho tiempo ahora.
- Me voy a venir Moni, ahhh, estoy a punto –seguía respirando fuertemente y como por orden, ella acelero mas sus senos-, no aguanto niña, tengo que acabar, déjame acaba en ellas.
- Sera mejor que te apures, dame todo lo que tienes –seguía moviendo sus tetas, mi pene ya estaba a punto de estallar cuando ella, tan rápido como lo hacía, se lo llevo a la boca sin dejar de masturbarme; era increíble, su boca, su lengua, sus TETAS, ahhhh no aguantaba más, estaba a punto.
- Me vengo niña ahhhhhhhhhhhhhhhhh –Mientras seguía aprentando mi verga con sus tetas y metida en la boca, no pude mas, solte mi leche con tanta fuerza que mis chorros debieron llegarle a la gargante y pasárselos como si nada, el resto de mi semen seguía saliendo mientras ellas succionaba mi pene con sus dos manos; salieron otros 4 o 5 chorros muy abundantes y succionando otros 3 más que le llenaron la boca completamente; se le desbordaba por los labios y cuando la abrió, todo el semen cayó en sus tetas bañándolas tibiamente, mientras ella en su cara, expresaba haber a un pequeño orgasmo.
Retire mi pene y ella trago el resto de mi leche, lo saboreo y limpio sus tetas con su lengua.
- No pensé que fuera tan delicioso hacer esto; mmm que rico esta –mientras se relamía los labios.
- Y aun no has probado las mieles del sexo niña.
- Mmm ¿Ah sí? Jeje bueno, será otro día, estoy exhausta, voy a limpiarme y me iré a dormir –tome una toalla que estaba cerca y limpie delicadamente sus pechos, eran hermosos, los más delicados que había visto, increíbles para una niña de 17 años; la tome del brazo y la lleve a la cama.
- Así quédate, te ves hermosa. Quiero dormir contigo así.
- Está bien, creo que la intimidad queda atrás –reía mientras mencionaba la intimidad.
- Vamos a dormir chica, aun tenemos trabajo para al rato.
Como obedeciendo a mis palabras la lleve a la cama, la recosté y me metí después, nos tapamos y ya calientitos pase mi mano hacia su pecho, abrazando sus senos; era increíble lo que había pasado, ella era hermosa y ahora ya no la veía con tanto morbo, ¿será que quizás algo cambio?
CONTINUARA
Visitando a mí amiga Mónica
Todo paso tan rápido, en la universidad, uno hace y deshace, pero nunca imagine encontrarme con lo que es hoy el inicio de días enteros y noches desenfrenadas de pasión. Pero antes tienen que conocer como era ella hace apenas 1 año.
Esta es mi historia de cómo conocía a una niña tierna y dulce, que poco después de conocerme se volvió irreconocible para mí.
El primer año de universidad siempre es duro, mucha tarea, trabajos, proyectos, pero al final de cuentas uno sale ganando cuando se gradúa y busca una joven con la cual casarse y compartir su vida; bien pues esa historia no es mía. Verán, después de terminar el primer ciclo escolar me dio por conocer algunas chicas, pero todas ya eran demasiado zorras como para poder hincarles el diente sin que se te pegue algo. Conocí a Mónica por casualidad, estaba por entrar a la escuela cuando la vi pasar llevando un montón de libros en sus brazos; media como 1.55, tenía el cabello ondulado de color muy oscuro, los ojos de un color algo más claro y no tarde en darme cuenta de lo bien que se veía con esos jeans ajustados. Tenía un cuerpo encantador, con unas medidas bien diría de 80, 75 y 80; estaba muy bien proporcionada y para cuando me di cuenta volteaba a verme para preguntarme algo, por lo que tuve que dejar por un instante mi lasciva.
- ¿Disculpa esta es la escuela de Artes y Música?-tenía una vocecita angelical, que no iba de acorde a su edad, intuía unos 19 años para tremendo cuerpo que traía consigo.
- Si ¿Vienes a estudiar aquí?
- Si, acabo de llegar, vengo de intercambio.
- Bueno pues mucho gusto. Me llamo Antonio ¿Y tú eres?
- Mónica, oye perdón que te moleste pero ¿sabes sonde queda el salón 103?
- Que coincidencia, ahora mismo me dirigía para allá, ¿estás en segundo grado verdad?
- Así es, no me gustaba mucho mi anterior escuela, así que decide terminar mis estudios aquí.
- Bueno pues vamos, se nos hace tarde.
El resto del camino fue poco importante, me conto de donde venia, porque estaba estudiando esta carrera y demás cosas de ese mismo estilo. Para cuando entramos en el salón de clases todos voltearon a verla como si fuese un pedazo de carne que se mueve muy lentamente, su cuerpo atraía las miradas de los mas pervertidos del salón e incluso los chicos mas matados volteaban, nadie podía perderse tremendo espectáculo visual.
Así fueron pasando los días, ella se convirtió en una de mis amigas mientras yo pretendía, al igual que todos comerme lo que había debajo de esa ropa ajustada. Jeans, escotes algo pronunciados, ropa entallada, ¡Dios! A esta chica si que le gusta llamar la atención de todos, incluidos los profesores que no tardaron en demostrarle que estaría dispuestos a cualquier cosa por ella. Menudos idiotas, decía yo; para las 4 semanas había ideado el típico plan de estar cada vez más cerca para que me invitara a casa y ahí estar en acción, pero nunca me imagine que lo que vendría sería mucho mejor que una simple cogida. La chica era dulce y muy tierna para vestir como vestía; cada día después de clases me comía por dentro esa emoción de querer estar es su cama tirándomela pero, tenía que aguantar un poco más.
Por fin llegaron las temporadas de proyectos, era el momento perfecto para empezar mi maldad. Fue un poco difícil convencerla per al final acepto que fuéramos a su casa, ya que en la mía no había piano y ella me había comentado que su familia tenía uno de un cuarto de cola; tremenda niña pensé, además de buena adinerada, pero bueno de igual el chiste era ensartarla y eso era lo que iba a hacer ese día.
Iba dispuesto a todo, ya que me conto que sus padres no estarían y que llegarían hasta dentro de dos días ¿podía pedir algo más?
Llegue a tiempo, cercana las 6:30 de la tarde toque el timbre y ella apareció, ahora vestía algo mas provocativo, llevaba una falda un tanto larga, pero que dejaba ver bien las piernas y una blusa que resaltaba el tremendo busto que tenia. Era la joven perfecta para aquel que soñara con una chica de grandes atributos y que le gustara lucirlos. Me invito a pasar a la cocina y la seguí detrás, su cintura terminaba marcando un lindo y gran trasero, digno de ser mordido hasta el amanecer, y planeaba darle sus merecidas nalgadas a ese culo que me incitaba a abrazarla y ensártale mi verga en ese momento. Seria buen momento de que supieran mi complexión, verán soy un chavo de 22 años, con 1.7 7 de estatura, no estoy en mi mejor forma, pero puedo aguantar una larga rutina de ejercicio, de facciones algo marcadas en el rostro en contraste con el de ella y una verga de 17 cm con un grosor de 8 a 9 cm, con la cual estaba muy conforme, pues algo que me caracterizo desde mi infancia, fue la cantidad de semen que podía eyacular, como siempre eh comido sano, las chicas que llegaban a hacerme un oral se tomaban mi leche sin rechistar, siempre me buscaban las mismas para que les diera de tomar de mi verga y somos ellas ya la conocían, les fascinaba que podía sacar una cantidad abundante de semen; mas o menos la cantidad para llenar 2 vasos tequileros cuando me abstenía demasiado, algo bastante abundante en verdad.
Pero bueno sigo con lo mío.
Fuimos a la cocina a charlar un poco, preparo café y me ofreció una tasa; estuvimos como 1 una hasta que recordamos el trabajo así que nos fuimos al piano. Nos sentamos en el mismo banquillo, ella comenzó con una pequeña pieza que se sabia y después me toco hacer gala de mis dedos.
- Vaya, no tenía idea de que fueras tan bueno.
- Ni yo de ti, tienes unos magníficos dedos chica ¿cuánto tiempo llevas tocando?
- En realidad comencé a los 13 años, y seguí hasta ahora, llevo casi 5 años, en febrero cumplo 18.
¡NO PODIA CREERLO! La chica que todos querían llevarse a la cama tenia aun 17 años, es increíble, me preguntaba en ese momento que cosas estaría por descubrir.
- ¿Pero si tienes 17, como es que estas en segundo año? ¿No deberías estar apenas haciendo tu solicitud?
- Bueno si-dijo un poco sonrojada por mi sorpresa-, pero siempre eh tenido algo de talento y los exámenes fueron para mi muy sencillos, así que me colocaron en segundo año, y ni siquiera tuve que cursar primero pero, por favor no les cuentes a los demás; me miran como si fuera un trofeo para ganar y si se enteran que tengo 17, los tendré como moscas encima de mí.
Yo más bien hubiera dicho perros, pero me reserve mi comentario; para nada les diría, esto seria mío y de nadie más.
- Para nada- trataba de mostrarme tierno y compasivo, tenía que convencerla de que era de confianza así que toque si mejilla con mi palma al tiempo que le decía lo siguiente-, veras que no le contare a nadie, y si alguien quiere propasarse contigo, solo avísame si?- ella se sonrojo cuando mencione lo de defenderla, y me sonrió con una mirada coqueta.
- Gracias Toño, en verdad tú si eres un buen amigo.
- Por nada.
Se me hizo eterno el resto de la hora, casi me retiraba así que tuve que improvisar ya que no se mostraba ninguna señal para aprovecharme.
- Disculpa ¿tendrás más café?
- Claro vamos a la cocina.
Me adelante a la cocina y prepare las tasas, ella llego después y saco una caja con dulces y galletas que puso en la mesa.
Nos sentamos y discutimos el resto del trabajo, era mi oportunidad, y la iba a tomar. Mientras ella recogía las tazas, yo ofrecí a lavarlas, ella por supuesto que no acepto alegando que era el invitado. Tomo las tazas y las llevo al fregadero, comenzó a lavar y muy discretamente me acerque a ella por atrás. Estaba que no cabía en mi, tenía ese culo paradito en frente mío, y con un solo movimiento pase mi brazo por debajo del suyo y la jale para que volteara; aproveche que se quedo confundida y le robe un beso que no rechazo del todo. La tome en mis brazos y sutilmente recorría sus nalgas con mi mano izquierda, mientras la derecha la tomaba del rostro. Me parto y luego me miro confusa; sabia que le había gustado, la pregunta era ¿hasta qué punto me la había ganado?
- ¡¿Pero qué pretendes?! ¿Cómo te atreviste? ¿Creí que eras mi amigo?
- Vamos, no me digas que no te gusto; note como te relamías la boca en cuanto deje de besarte-ella se sonrojo y puso una cara nerviosa, había logrado algo.
- N-no-tartamudeo mientras se ocultaba la boca con la mano-, será mejor que te retires, terminare el trabajo yo.
- Está bien, puedo despedirme de ti?
- ¿No te basto con el beso robado?
- No –le decía mientras lanzaba una mirada picara a sus ojos, ella se rio y luego me llevo a la puerta.
No logre nada ese día, pero tenía la seguridad de que mañana estaría más dispuesta, al final de cuentas le gusto ¿o no? Tarde en llegar a casa y trate contenerme para no masturbarme pensando en ese culo que estuve a punto de conseguir, pero fue inútil, siempre fui de mano larga incluso conmigo mismo y ese día me pajee después de casi 1 año sin hacerlo. Dormí pensando en regresar en cuanto dieran las 10 de la mañana, ella no lo esperaría.
Una vez mas estaba ante su puerta, toque y espere un poco mas ya que grito desde adentro que le tomaría un minuto abrir. Salió ella y se quedo boquiabierta, supuse que creyó que nunca le hablaría; yo también quede igual pero fue por su pijama, traía una pijama entalladita de la cadera y del busto, y no tarde en babear por dentro.
- ¿Qué haces aquí? –me dijo mirándome con una sonrisa.
- ¿Es que no puedo pasar a saludar y ver como estas?
- Pensé que no volverías tras lo de ayer.
- Pues te equivocas- decía mientras me reía-, puedo entrar a por un café.
- ¿Seguro que es lo único que quieres esta vez?
Sonreía mientras me invitaba a pasar, increíble, era mi imaginación o estaba coqueteando conmigo. No dude entrar pero esta vez fuimos a sala. Se sentó y me miro mientras se llevaba un dedo de manera provocativa a la boca. Me levante y me fui a su lado, ella se extraño y me miro un poco nerviosa, mientras pasaba su mano por su cabello.
- Deberíamos ir a tocar, es mejor ahora que es temprano y no de noche, además necesito que termines la pieza, mis manos no son tan diestras como las tuyas.
- ¿No te gustaría saber que más pueden hacer mis manos? –susurre a su oído y ella se estremeció, lo que me dio por entendido que iba por buen camino, así que no aguante mas y le solté todo-. Sabes me gustas mucho, y mis manos te recorrerían como una diosa, pienso en ti al dormir eh incluso tu provocaste que me masturbara anoche, y sabes, tenía mucho tiempo sin hacerlo, pero contigo en mi mente, me llevas a cosas sucias- le había dicho esto último sin pensar, recapitule un poco y espere a que ella hablara, pensé que la había regado pero por el contrario no fue así-.
- Sabes mmmm –me miraba de forma inquisitiva y pensé que me correría-, nunca antes eh visto a un hombre masturbarse, y tengo curiosidad, crees que puedas mmmm ya sabes, hacerlo para mí.
Pero menuda zorra que era después de todo, ya vamos empezando.
- Solo si tú lo haces después para mí.
- Mmm es que, veras…
- Qué? Acaso temes cumplir con tu parte del trato?
- No bueno veras… es que… mmm está bien. Vamos a mi cuarto.
Subimos las escaleras tan rápido que más tarde quitarme la ropa, me tumbe en su cama con mis calzoncillos encima y comencé a tocarme como si ella no estuviera allí, aunque estaba en una esquina de la habitación viéndome algo cohibida.
Me volví a ella y me recosté en su suave cama, baje mis calzoncillos lentamente y le mostré mi miembro extendido, como de rutina comencé a moverlo, tocarlo frotarlo y como siempre reaccionaba al minino contacto poniéndose duro y tomando la forma que le correspondía. Ella seguía viéndome desde la esquina, le hice un gesto y la invite a acercase, me miro, mordió su dedo índice y movió la cabeza diciendo que no. Entonces tuve que levantarme, con mi pene apuntando hacia ella me acerque y la tome de las manos para que lo tocara.
- Vamos continua tu, si tanto te gusta verlo.
Ella respiro hondo y sus manos empezaron a rodear mi pene pero temblando, estaba muy nerviosa.
- ¿Qué pasa? ¿es que nunca has masturbado a alguien? –me miro completamente roja y me hizo un gesto tan mono, que hubiera jurado que estaba tratando con una niña-. Alguna vez habrás tocado un pene ¿o no?- bajo la mirada sonriendo y dijo como un susurro a mi oído.
- Aun soy virgen, nunca antes había tocado uno.
¡Woow! ¿Había algo más que pedir? Estaba con una chica de increíbles atributos, con una edad más chica que la mía y que nunca había tenia sexo en su vida. Era como un sueño hecho verdad.
- Mmm pues entonces tenemos mucho trabajo ¿no te parece?
- Aun no; déjame disfrutar el momento un poco mas –decía mientras sus manos tomaban mi verga firmemente y empezaba a subir y a bajar-; solo eh visto video de cómo lo hacen ¿Así te gusta?
Ya ni era la Mónica tierna y amable de la escuela, me miraba con ojos de lujuria mientras me masturbaba cada vez más rápido.
- Si, así, vas muy bien. Tienes unas manos majestuosas, pero es mi turno de cobrarte el favor –mientras ella se calentaba con mi pene, baje mis manos a sus nalgas y las despoje de la pijama dejando ver las breguitas que traía puestas, después apartándola un poco le quite la parte de arriba dejando sus grandes tetas con su sostén, un sostén que apenas parecía contenerlas debido a su tamaño.
- Aun no, déjame probar un poco más.
- Si quieres probarlo no te apenes jajá empieza por la puntita y veras que el resto te encantara.
Con una mirada de lujuria me llevo a la cama, me tiro y agacho en frente, su lengua tímida al principio no tardo en exponer lo buena que era para el trabajo, miraba su rostro sonrojado mientras mi pene entraba y salía de su boca con algo de facilidad, su lengua me envolvía y subía a ratos para lamer la punta. Se notaba que lo disfrutaba bastante.
- Creí que nunca habías hecho esto?
- Eh llegado a practicar con algunas cosillas – decía mientras se sacaba mi verga de la boca y luego la ensalivaba nuevamente para volver a mamarla.
La tenia encantada con mi pene, lo saboreaba y lo lamia como si no hubiera un mañana; se veía tan sexy con solo las bragas y el sostén y supuse que era hora de mi parte. Me levante y la tome de la cara, empecé a llevar los movimientos y su boca se abría cada vez mas hasta llegar a mis huevos. Le desabroche el sostén y vi como esas enormes tetas caían por la gravedad, le di la vuelta al asunto y la tumbe en la cama, comencé a mamarle las tetas y vi como sus pezones se ponían duros, mientras una mano acariciaba sus suaves nalgas.
Ella gemía, exhalaba y daba pequeños gritos; estaba muy excitada. Fui bajando a sus bragas y ella me detuvo a tiempo para mirarme y decirme lo siguiente:
- ¡No! No quiero que un pervertido me quite me virginidad. Creo que es mejor dejarlo hasta aquí.
No había llegado tan lejos para que me dieran un no, pero ya tenía como resolverlo.
- Está bien –argumente fingidamente-, pero aun no eh visto como te masturbas, así que, vamos, empieza ya. Te toca a ti.
No muy convencida, se dejo llevar por la calentura del momento y a mí me estaba poniendo a cien.
- De acuerdo pero, no mires mucho –comenzó a sacarse las braguitas y vi un coño hermoso y libre de vello, me preguntaba si diario le daría por afeitarse y luego volví a la imagen te presente.
Cogió un lapicero del tocador y un algo de gel para manos, se puso en cuatro y lo siguiente me mato; en vez de untárselo en el coño, subió sus manos a su culo, con una lo abrió un poco y con otra untaba uniformemente el gel.
- Nunca me eh masturbado por adelante, temía perder mi virginidad con un juguete, así que espero te agrade –como no iba a agradarme-, es la única forma en que lo hago.
Cogió el lapicero y poco a poco lo fue hundiendo en sus carnosas nalgas, mientras dejaba escapar gemidos más profundos y cerraba los ojos por el placer provocado por ese pequeño objeto.
- Mmm si, te gusta; Mmm, si, eres una zorra Moni, dejas que un extraño te mire el culo, pero no me importa, que rico se siente por ahí –hablaba sola, mientras yo seguía sin creer lo que veían mis ojos, tenía que sacarle provecho a esto.
- ¿Así que te gusta que te vean? Pero si serás pervertida también, te gusta esto? –le decía mientras mi mano se posaba en su clítoris y comenzaba a frotarlo.
- Mmm no, awww, mmm déjame, mmm solo mira, no toques, mmmm awww, ahhhhhhh, que bien se siente, vamos solo déjame, mmm….
- Y que tal esto? –esta vez mi lengua fue su raya y comenzó a lamerla suave pero firme y ella dejo escapar un suspiro al tiempo que soltaba lo que tenia metido en el culo.
- Mmmm no, no está bien, p-pero ahhhhhh que bien se siente –comenzó a moverse hacia atrás y dejo su culo pegado a mi cara, tome con una mano su lapicero y seguí dándole placer a su culo.
- Se que te gusta, vamos, gime, no hay nadie que te escuche.
- Aaaahhhhhhhhhhhhh, awwwww, que rico, vamos sácalo y mételo mas rápido…. Si así, que rico, que rico, mi culo se siente caliente, y mi vagina no para de chorrear aahhhhhhhhhh, si, sigue, no te detengas, vamos sigue aaahhhhh, así, que rico, que rico.... Nunca pensé sentir más placer hasta ahora, sigue, así, sigue, no pares…
Comencé a mover el lápiz más rápido y a lamer su coño con las fuerza, mientras mis manos hacían de las suyas mi lengua empezó a entrar a su vagina tan rica y suave.
- AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh –en un grito desesperado se estremeció con un gran orgasmo, que salpico parte de sus fluidos hacia afuera; jalo las cobijas de la cama y cuando termino su orgasmo, ella cayo rendida, aun respirando agitadamente.
- Wow chica, que rico culo tienes –decía mientras le enseñaba el lapicero totalmente lubricado- ¿será que me dejes probarlo aunque sea tantito? –me miro provocativamente y me hizo un gesto para que me acercara.
- Ven, tengo una idea mejor.
Me tomo del brazo y me sentó en la esquina de la cama, mientras ella se agachaba y me miraba fijamente a los ojos.
- Eh visto como miras mis tetas, no soy idiota; así que ya que me hiciste sentir bien, creo que es mi turno de hacerte sentir mejor.
Tomo mi pene y lo lamio un poco de la punta, lo ensalivo hasta la mitad y luego hasta abajo, se acerco y lo metió en sus dos enormes tetas al tiempo que me hacia una paja con ellas que nunca olvidare.
- Dime ¿te gusta? ¿te gustan mis tetas? Sé que te encantan como a todos, hoy son tuyas, es la primera vez que hago esto, y son todas tuyas –subía rápidamente la velocidad, masturbándome entre dos enormes montañas de carne, tan suaves y tan duras a la vez, no aguantaría mucho tiempo ahora.
- Me voy a venir Moni, ahhh, estoy a punto –seguía respirando fuertemente y como por orden, ella acelero mas sus senos-, no aguanto niña, tengo que acabar, déjame acaba en ellas.
- Sera mejor que te apures, dame todo lo que tienes –seguía moviendo sus tetas, mi pene ya estaba a punto de estallar cuando ella, tan rápido como lo hacía, se lo llevo a la boca sin dejar de masturbarme; era increíble, su boca, su lengua, sus TETAS, ahhhh no aguantaba más, estaba a punto.
- Me vengo niña ahhhhhhhhhhhhhhhhh –Mientras seguía aprentando mi verga con sus tetas y metida en la boca, no pude mas, solte mi leche con tanta fuerza que mis chorros debieron llegarle a la gargante y pasárselos como si nada, el resto de mi semen seguía saliendo mientras ellas succionaba mi pene con sus dos manos; salieron otros 4 o 5 chorros muy abundantes y succionando otros 3 más que le llenaron la boca completamente; se le desbordaba por los labios y cuando la abrió, todo el semen cayó en sus tetas bañándolas tibiamente, mientras ella en su cara, expresaba haber a un pequeño orgasmo.
Retire mi pene y ella trago el resto de mi leche, lo saboreo y limpio sus tetas con su lengua.
- No pensé que fuera tan delicioso hacer esto; mmm que rico esta –mientras se relamía los labios.
- Y aun no has probado las mieles del sexo niña.
- Mmm ¿Ah sí? Jeje bueno, será otro día, estoy exhausta, voy a limpiarme y me iré a dormir –tome una toalla que estaba cerca y limpie delicadamente sus pechos, eran hermosos, los más delicados que había visto, increíbles para una niña de 17 años; la tome del brazo y la lleve a la cama.
- Así quédate, te ves hermosa. Quiero dormir contigo así.
- Está bien, creo que la intimidad queda atrás –reía mientras mencionaba la intimidad.
- Vamos a dormir chica, aun tenemos trabajo para al rato.
Como obedeciendo a mis palabras la lleve a la cama, la recosté y me metí después, nos tapamos y ya calientitos pase mi mano hacia su pecho, abrazando sus senos; era increíble lo que había pasado, ella era hermosa y ahora ya no la veía con tanto morbo, ¿será que quizás algo cambio?
CONTINUARA
3 comentarios - Visitando a mi amiga Monica
espero la secuela urgente
😉
Aquí la tienes, gracias por tu apoyo.