Era día viernes en la mañana, debía ir a clases a la universidad pero en realidad no tenía ganas. Quería relajarme sólo un día.
Salí de mi casa y mientras iba caminando recordé que había visto en internet un lugar dónde hacen masajes. Eso era lo que necesitaba. Tomé mi teléfono y marqué el número que ahí aparecía, me contestó una mujer, me pidió los datos y reservó mi hora a las 12.00
La atención era en un departamento en el centro de la ciudad, no queda muy lejos, así que partí.
Llegué al departamento y abrió la puerta una señora. - Pase por aquí -. Me llevó a una habitación en donde había una camilla justo en el medio, había música ambiental y un olor agradable.
- Espera aquí para que las chicas se presenten - dijo la señora.
La primera en entrar a la habitación fue Vicki, una chica preciosa, con unos pechos gigantes y un cuerpo increíble. Me dio un beso y salió. Luego entró Kathy, chica muy linda pero no fue de mi gusto.
- Quien quiere que le haga el masaje? - dijo la señora nuevamente.
- Me quedo con Vicky - le dije yo.
Vicky volvió a la habitación, me pasó unas toallas, me llevó a la ducha y salió. Me duché rápidamente y volví a la habitación.
- Sácate todo y acuéstate acá - me dijo tocando la camilla.
Me acosté boca abajo como ella me lo pidió y comenzó a hacerme el masaje, acompañado de una muy grata conversación. Sus manos eran muy agradables.
De pronto siento que ella sube a la camilla y se sienta sobre mi y comienza a pasar sus pechos sobre mi espalda y a darme besos en el cuello. Empecé a excitarme. - Date vuelta - me dijo.
Me di vuelta y comenzó a masturbarme, empezó a besarme la boca como si fuera mi novia, unos besos deliciosos. Empecé a besar sus enormes pechos, a chupar sus pesones que se estaban poniendo duros y con mi manó empecé a tocar su vagina y a jugar con su clítoris. Ella gemía y me besaba.
Agarré su cabeza con mi mano y mientras la besaba la acosté en la camilla, empecé a besar su cuello, sus pechos, su abdomen, su vientre, hasta que llegué a su vagina. Pasé mi lengua por su clítoris lentamente, empecé a lamer todo su sexo y ella comenzó a retorcer su cuerpo. Introduje mis dedos en su vagina, que estaba muy húmeda, y empecé a masturbarla, ella apretaba sus pechos, yo lamía su clítoris y seguía masturbándola. Así estuve un rato hasta que ella acabó. Saqué mis dedos húmedos por sus jugos y los metí en su boca. La volví a besar.
- Ahora cambiemos - me dijo. Y me acosté en la camilla de nuevo. Comenzó a chuparme el pene de una manera excelente. Pasaba su lengua por el glande y eso me excitaba demasiado. Lo metía completo en su boca. Me acerqué para besarla de nuevo y le pregunté si tenía condones para poder penetrarla, pero por desgracia mía, no tenía. Bueno, no importa, sigamos.
Siguió chupándomelo, yo sabía que ya no podía seguir aguantando más. Tomé mi pene con mi mano y le dije que acabría pronto. Ella me miró y sonrió de manera perversa. Acercó sus tetas a mi pene y empezó a masturbarme con ellas. Que delicia! Yo golpeaba sus tetas con mi pene.
Tomé su cabeza y empecé a besarla de nuevo. Nuestras lenguas peleaban entre si. Ella hizo que me recostara nuevamente en la camilla y se puso sobre mi. Puso mi pene entre sus gluteos y se movía. Yo lo único que quería era penetrarla, pero no podía.
Me moví un poco y la dejé en cuatro. Pasé mi pene por su clítoris unos segundos y luego lo puse entre sus glúteos y empecé a moverme como si la estuviera penetrando. Ahí acabé, llenando tu trasero de semen.
Me duché nuevamente y salí del local después de pagar la atención. Espero repetir esa experiencia pronto, y si así lo hago, les contaré de nuevo.
Salí de mi casa y mientras iba caminando recordé que había visto en internet un lugar dónde hacen masajes. Eso era lo que necesitaba. Tomé mi teléfono y marqué el número que ahí aparecía, me contestó una mujer, me pidió los datos y reservó mi hora a las 12.00
La atención era en un departamento en el centro de la ciudad, no queda muy lejos, así que partí.
Llegué al departamento y abrió la puerta una señora. - Pase por aquí -. Me llevó a una habitación en donde había una camilla justo en el medio, había música ambiental y un olor agradable.
- Espera aquí para que las chicas se presenten - dijo la señora.
La primera en entrar a la habitación fue Vicki, una chica preciosa, con unos pechos gigantes y un cuerpo increíble. Me dio un beso y salió. Luego entró Kathy, chica muy linda pero no fue de mi gusto.
- Quien quiere que le haga el masaje? - dijo la señora nuevamente.
- Me quedo con Vicky - le dije yo.
Vicky volvió a la habitación, me pasó unas toallas, me llevó a la ducha y salió. Me duché rápidamente y volví a la habitación.
- Sácate todo y acuéstate acá - me dijo tocando la camilla.
Me acosté boca abajo como ella me lo pidió y comenzó a hacerme el masaje, acompañado de una muy grata conversación. Sus manos eran muy agradables.
De pronto siento que ella sube a la camilla y se sienta sobre mi y comienza a pasar sus pechos sobre mi espalda y a darme besos en el cuello. Empecé a excitarme. - Date vuelta - me dijo.
Me di vuelta y comenzó a masturbarme, empezó a besarme la boca como si fuera mi novia, unos besos deliciosos. Empecé a besar sus enormes pechos, a chupar sus pesones que se estaban poniendo duros y con mi manó empecé a tocar su vagina y a jugar con su clítoris. Ella gemía y me besaba.
Agarré su cabeza con mi mano y mientras la besaba la acosté en la camilla, empecé a besar su cuello, sus pechos, su abdomen, su vientre, hasta que llegué a su vagina. Pasé mi lengua por su clítoris lentamente, empecé a lamer todo su sexo y ella comenzó a retorcer su cuerpo. Introduje mis dedos en su vagina, que estaba muy húmeda, y empecé a masturbarla, ella apretaba sus pechos, yo lamía su clítoris y seguía masturbándola. Así estuve un rato hasta que ella acabó. Saqué mis dedos húmedos por sus jugos y los metí en su boca. La volví a besar.
- Ahora cambiemos - me dijo. Y me acosté en la camilla de nuevo. Comenzó a chuparme el pene de una manera excelente. Pasaba su lengua por el glande y eso me excitaba demasiado. Lo metía completo en su boca. Me acerqué para besarla de nuevo y le pregunté si tenía condones para poder penetrarla, pero por desgracia mía, no tenía. Bueno, no importa, sigamos.
Siguió chupándomelo, yo sabía que ya no podía seguir aguantando más. Tomé mi pene con mi mano y le dije que acabría pronto. Ella me miró y sonrió de manera perversa. Acercó sus tetas a mi pene y empezó a masturbarme con ellas. Que delicia! Yo golpeaba sus tetas con mi pene.
Tomé su cabeza y empecé a besarla de nuevo. Nuestras lenguas peleaban entre si. Ella hizo que me recostara nuevamente en la camilla y se puso sobre mi. Puso mi pene entre sus gluteos y se movía. Yo lo único que quería era penetrarla, pero no podía.
Me moví un poco y la dejé en cuatro. Pasé mi pene por su clítoris unos segundos y luego lo puse entre sus glúteos y empecé a moverme como si la estuviera penetrando. Ahí acabé, llenando tu trasero de semen.
Me duché nuevamente y salí del local después de pagar la atención. Espero repetir esa experiencia pronto, y si así lo hago, les contaré de nuevo.
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