Hola! Aquí estoy de nuevo para dejarles otra historia, pero no sean mal@s y comenten y si se puede dejen puntos para que me siga animando a escribirles va. Espero y les guste la siguiente historia.
Pues resulta que en un fin de semana como cualquier otro, me encontraba con mi novia, habíamos planeado tener sexo, el lugar ahora sería mi casa, sin embargo, no encontrábamos el momento adecuado donde mi casa se encontrara sola y tampoco el pretexto para poder separarnos de mis suegros.
Paso el sábado y lo único de caliente que pasábamos eran unos sabrosos caldos entre ambos, pues cuando tenía oportunidad aprovechaba para manosearla y agasajarme con ella, pues tiene unas tetas no muy voluminosas pero bien paraditas, le pasaba los dedos por su pezón notando como se ponía erecto, los besos que le daba bajan a su cuello y a veces a sus tetas. Pero ese sábado lo más caliente que paso fue al despedirnos, pues eran como las 11 y media de la noche y por donde ella vive a esas horas casi nadie pasa.
Me despedí de su familia y ella me acompaño hasta la calle, su casa se encuentra en el fondo de un gran terreno, por lo que tenemos que caminar y al estar casi en la calle nadie de su familia nos puede ver, al notar que ya estábamos algo retirados y que nadie podría vernos, la tome por detrás, dejándola que sintiera el tamaño de mi verga ya erecta, caminamos unos pasos y se volteo, dándome un apasionante beso, no perdí el tiempo y baje mis manos hasta ese precioso culito redondito, apretando con mis manos sus nalgas, el beso no quedo ahí baje a su cuello, el cual es su punto débil, y notando su excitación mis manos cambiaron de rumbo, pues las lleve hasta su conchita, primero por encima del pantalón, poco a poco la fui metiendo por debajo de su bóxer hasta sentir lo mojada que la había puesto. Seguimos con besos y yo la estaba penetrando con mis dedos, tal fue su excitación que ella bajo sus manos, desabrocho mi pantalón y saco mi verga bien parada, la acaricio y empezó a chaqueteármela un poco, yo no dejaba de meterle mis dedos y sentía como se venía en mi mano, oía pequeños gemidos de ella cuando de repente agarro firmemente mi verga y se la llevo a su clítoris, no pude penetrarla por la diferencia de estatura y además porque no tenía protección, así que solo estimule su clítoris con mi verga agarrándole firmemente ese pequeño trasero tan rico que tiene.
Le imploraba que me la mamara pero se negó excusándose que estábamos en la calle y era muy peligroso, me quede con las ganas y ella solo me la chaqueteo hasta que me vine, nos despedimos y me fui a mi casa a hacerme otra chaqueta porque en verdad tenía ganas de cogérmela.
Para el domingo nos vimos hasta la tarde alrededor de las 3, veíamos un partido de futbol en mi pueblo y seguíamos sin encontrar la manera de zafarnos e ir a coger. Dieron las 4 y media y sonaron las campanas de la iglesia, recordé que mi familia iría a misa, entonces tendríamos una hora mi casa sola, el punto ahora era encontrar el pretexto para ir.
Cuando ya casi daban las 5, le dije a mi suegro que si dejaba a su hija acompañarme a mi casa, pues iría por dinero y que de paso ella saludara a mis papas, accedieron fácilmente, teniendo todo a nuestro favor fuimos a mi casa, no había nadie! Cerré muy bien la puerta principal y me lleve a mi novia a mi cuarto, estaba hecho un desastre pero eso no importaba, empezamos con besos y manoseadas, le quite la blusa que llevaba y ella me quito mi playera, seguimos con besos y poco a poco ambos nos fuimos desabrochando los pantalones y nos lo quitamos casi al mismo tiempo, le quite su bra y mi boca bajo hasta sus pechos, me los comí literalmente, mordiendo sus pezones y notando como ella apretaba mi verga ya bien puesta, ambos estábamos en bóxer aun cuando la recosté en la cama, comiéndomela a besos y ella debajo de mi logro bajarme el bóxer, yo baje lentamente y se lo quite muy despacio, admirando su conchita bien depiladita para la ocasión, me coloque un condón y primero metiéndole los dedos la lubrique con sus propios jugos, le puse la puntita en su clítoris y alrededor de su vagina y cuando menos sintió se la deje ir toda. Oía sus ligeros gemidos cuando empecé a bombearla lentamente, haciéndole sentir quien llevaba el ritmo, al mismo tiempo que le apretaba sus tetas. Subí el ritmo de mis bombeadas hasta oír el gran rechinar de mi cama, ella gemía y gemía y eso más me calentaba, le seguía dando y ella arañaba mi espalda, por fin me vine pero no se la saque, le deje mi verga bien metida, que la sintiera, ella ya estaba sudando y me dijo que ahora le tocaba a ella, cambie de condón, ella misma me lo puso, y poco a poco se monto y ella misma se fue metiendo mi verga, dando pequeños gemidos y ya cuando la tenía toda adentro, empezó a cabalgar lentamente, lo hacía muy rico, fue subiendo el ritmo al igual que la intensidad de sus gemidos, me encanta escucharla gemir, cabalgo por poco tiempo pues ya estaba cansada, pero yo quería mas, ella se bajo y la puse en 4, le acaricie su conchita y su trasero con mi verga y le fui metiendo de nuevo poco a poco la verga, fue tan profundo que grito de placer, teniendo toda la verga adentro de ella le empecé a dar con tal bestialidad que ella ya no gemía, ¡gritaba! No me importo y le di como nunca antes, me decía que ya no quería que ya se había cansado, pero me valió, le seguía dando muy fuerte, mis manos se encontraban en su cadera pero las lleve hasta sus tetas, apretándolas, pellizcándolas para que sintiera, no que cansaba aun y ella casi lloraba, decidí bajar mis manos hasta su conchita, y cuál fue mi sorpresa al sentir que se encontraba toda empapada! Los fluidos resbalaban por toda su conchita y por sus piernas, ella seguía suplicando que parara, pero le seguí con una velocidad impresionante, cuando casi me venía aumente aun más la velocidad de mis bombeos, estoy seguro de que si la hice llorar pero ella seguía gimiendo y gritando que me prendía a más no poder, cuando me vine me abalance sobre ella dejándole la verga bien adentro y quedándome quieto, ella temblaba y al sacarle la verga sus fluidos bajaron como cascada, le acaricie su conchita muy rojita, ella se encontraba demasiado roja de la cara, nos cambiamos y nos fuimos de nuevo a su casa.
Debo admitir que en esta cogida me quedaron ganas de coger así más seguido, lo cual lo pude hacer y muy bien, esperen mas historias pero comenten si les gusto o que me falto poner más, espero su apoyo y que les haya gustado esta historia anímenme a seguir escribiendo.
Pues resulta que en un fin de semana como cualquier otro, me encontraba con mi novia, habíamos planeado tener sexo, el lugar ahora sería mi casa, sin embargo, no encontrábamos el momento adecuado donde mi casa se encontrara sola y tampoco el pretexto para poder separarnos de mis suegros.
Paso el sábado y lo único de caliente que pasábamos eran unos sabrosos caldos entre ambos, pues cuando tenía oportunidad aprovechaba para manosearla y agasajarme con ella, pues tiene unas tetas no muy voluminosas pero bien paraditas, le pasaba los dedos por su pezón notando como se ponía erecto, los besos que le daba bajan a su cuello y a veces a sus tetas. Pero ese sábado lo más caliente que paso fue al despedirnos, pues eran como las 11 y media de la noche y por donde ella vive a esas horas casi nadie pasa.
Me despedí de su familia y ella me acompaño hasta la calle, su casa se encuentra en el fondo de un gran terreno, por lo que tenemos que caminar y al estar casi en la calle nadie de su familia nos puede ver, al notar que ya estábamos algo retirados y que nadie podría vernos, la tome por detrás, dejándola que sintiera el tamaño de mi verga ya erecta, caminamos unos pasos y se volteo, dándome un apasionante beso, no perdí el tiempo y baje mis manos hasta ese precioso culito redondito, apretando con mis manos sus nalgas, el beso no quedo ahí baje a su cuello, el cual es su punto débil, y notando su excitación mis manos cambiaron de rumbo, pues las lleve hasta su conchita, primero por encima del pantalón, poco a poco la fui metiendo por debajo de su bóxer hasta sentir lo mojada que la había puesto. Seguimos con besos y yo la estaba penetrando con mis dedos, tal fue su excitación que ella bajo sus manos, desabrocho mi pantalón y saco mi verga bien parada, la acaricio y empezó a chaqueteármela un poco, yo no dejaba de meterle mis dedos y sentía como se venía en mi mano, oía pequeños gemidos de ella cuando de repente agarro firmemente mi verga y se la llevo a su clítoris, no pude penetrarla por la diferencia de estatura y además porque no tenía protección, así que solo estimule su clítoris con mi verga agarrándole firmemente ese pequeño trasero tan rico que tiene.
Le imploraba que me la mamara pero se negó excusándose que estábamos en la calle y era muy peligroso, me quede con las ganas y ella solo me la chaqueteo hasta que me vine, nos despedimos y me fui a mi casa a hacerme otra chaqueta porque en verdad tenía ganas de cogérmela.
Para el domingo nos vimos hasta la tarde alrededor de las 3, veíamos un partido de futbol en mi pueblo y seguíamos sin encontrar la manera de zafarnos e ir a coger. Dieron las 4 y media y sonaron las campanas de la iglesia, recordé que mi familia iría a misa, entonces tendríamos una hora mi casa sola, el punto ahora era encontrar el pretexto para ir.
Cuando ya casi daban las 5, le dije a mi suegro que si dejaba a su hija acompañarme a mi casa, pues iría por dinero y que de paso ella saludara a mis papas, accedieron fácilmente, teniendo todo a nuestro favor fuimos a mi casa, no había nadie! Cerré muy bien la puerta principal y me lleve a mi novia a mi cuarto, estaba hecho un desastre pero eso no importaba, empezamos con besos y manoseadas, le quite la blusa que llevaba y ella me quito mi playera, seguimos con besos y poco a poco ambos nos fuimos desabrochando los pantalones y nos lo quitamos casi al mismo tiempo, le quite su bra y mi boca bajo hasta sus pechos, me los comí literalmente, mordiendo sus pezones y notando como ella apretaba mi verga ya bien puesta, ambos estábamos en bóxer aun cuando la recosté en la cama, comiéndomela a besos y ella debajo de mi logro bajarme el bóxer, yo baje lentamente y se lo quite muy despacio, admirando su conchita bien depiladita para la ocasión, me coloque un condón y primero metiéndole los dedos la lubrique con sus propios jugos, le puse la puntita en su clítoris y alrededor de su vagina y cuando menos sintió se la deje ir toda. Oía sus ligeros gemidos cuando empecé a bombearla lentamente, haciéndole sentir quien llevaba el ritmo, al mismo tiempo que le apretaba sus tetas. Subí el ritmo de mis bombeadas hasta oír el gran rechinar de mi cama, ella gemía y gemía y eso más me calentaba, le seguía dando y ella arañaba mi espalda, por fin me vine pero no se la saque, le deje mi verga bien metida, que la sintiera, ella ya estaba sudando y me dijo que ahora le tocaba a ella, cambie de condón, ella misma me lo puso, y poco a poco se monto y ella misma se fue metiendo mi verga, dando pequeños gemidos y ya cuando la tenía toda adentro, empezó a cabalgar lentamente, lo hacía muy rico, fue subiendo el ritmo al igual que la intensidad de sus gemidos, me encanta escucharla gemir, cabalgo por poco tiempo pues ya estaba cansada, pero yo quería mas, ella se bajo y la puse en 4, le acaricie su conchita y su trasero con mi verga y le fui metiendo de nuevo poco a poco la verga, fue tan profundo que grito de placer, teniendo toda la verga adentro de ella le empecé a dar con tal bestialidad que ella ya no gemía, ¡gritaba! No me importo y le di como nunca antes, me decía que ya no quería que ya se había cansado, pero me valió, le seguía dando muy fuerte, mis manos se encontraban en su cadera pero las lleve hasta sus tetas, apretándolas, pellizcándolas para que sintiera, no que cansaba aun y ella casi lloraba, decidí bajar mis manos hasta su conchita, y cuál fue mi sorpresa al sentir que se encontraba toda empapada! Los fluidos resbalaban por toda su conchita y por sus piernas, ella seguía suplicando que parara, pero le seguí con una velocidad impresionante, cuando casi me venía aumente aun más la velocidad de mis bombeos, estoy seguro de que si la hice llorar pero ella seguía gimiendo y gritando que me prendía a más no poder, cuando me vine me abalance sobre ella dejándole la verga bien adentro y quedándome quieto, ella temblaba y al sacarle la verga sus fluidos bajaron como cascada, le acaricie su conchita muy rojita, ella se encontraba demasiado roja de la cara, nos cambiamos y nos fuimos de nuevo a su casa.
Debo admitir que en esta cogida me quedaron ganas de coger así más seguido, lo cual lo pude hacer y muy bien, esperen mas historias pero comenten si les gusto o que me falto poner más, espero su apoyo y que les haya gustado esta historia anímenme a seguir escribiendo.
9 comentarios - Cogida en mi casa y todo por no ir a misa
Lindo relato che. <faltaria mas suspenso para hacerlo mas inquietante pero bien