El verano, mi primo y yo.

Esta historia que contare a continuación, fue 100% real y paso un dia de verano, cuando yo tenia 19 años recien cumplidos.
Mi primo y quien les habla siempre fuimos muy unidos, desde chicos, es decir, jugabamos al futbol juntos, salimos con amigos, en pocas palabras fuimos mas que primos.
A pesar de ser hetero, yo siempre fui muy curioso sexualmente hablando y me gustaba explorar cosas, desde joven.
Si bien nunca nos miramos con morbo, o con otros “fines” que no sean el de amistad y primos, un dia, y de repente, se me desperto la libido para con el.
Recuerdo que era un dia muy caluroso, de verano, y habiamos terminado de jugar a la pelota en la plaza de cerca de mi casa.
Al terminar, le propuse a mi primo ir a mi casa, que estaba sola, como de costumbre lo haciamos, ya que aca podiamos jugar a la play, ver pelis o boludear con la computadora en Internet.
El me dijo que si que no habia drama y vinimos caminando hacia casa.
Una vez que entramos, obviamente, yo puse la excusa de jugar a algo como la play o la pc.
Hubo silencios en el medio, y ahí fue cuando aproveche para decirle: “y si vamos a mi pieza a boludear?”.
A lo que el me respondio, “dale vamos”, y nos dirijimos, solos a mi pieza que se subia por una escalera.
Apenas llegamos a mi pieza, quedamos mirandonos y le pregunto: “nos sacamos la ropa para vernos”?.
No hubo respuestas, y ahí fue cuando me atrevi, y le baje los pantaloncitos cortos de futbol que llevaba puestos, conjuntamente con su calzoncillo.
Y realmente quede asombrado por lo que vi, no solamente por el tamaño, sino porque era el primer pene que veia en vivo y en directo en mi vida.
No sabia que hacer ni como actuar, solo atine a seguir mirando esas terribles bolas que le colgaban, y luego, me lanze y anime a tocarsela un poco con mi mano derecha.
Y ahí fue cuando el se solto y me dijo, “chupamela”, asi de una.
Por lo cual, yo ya estaba re duro, y me agache y quedo mi cara enfrente de ese enorme pene gordo y con su olorcito a hombre y a bolas grandes.
Pero, en ese momento, solo me anime a chuparle sus huevos…una y otra vez con mi lengua…pero nada mas que eso. No se porque, pero no me anime a mas.
A pesar de eso, a el le re gusto lo que hize, a tal punto que se termino pajeando en la terraza de mi pieza y sintiendo mi lengua en sus bolas.
Al dia de hoy, a pesar de no haberlo visto nunca mas luego, sigo recordando como salia ese terrible pene de su pantalón y como le colgaban esas bolas…fue una imagen que me quedo grabado para siempre y con la cual me motivo de vez en cuando a la hora de tocarme.
Esta fue otra de mis historias reales, esta vez, con un primo que era casi mi hermano…