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la mañana que me masturbe

Mi nombre es Alejandra tengo 19 años, mi piel es blanca. mi cabello castaño a chocolatado, mis piernas son largas y muy tentadoras, mi cintura es delgada perfectamente te puedes perder en mis curvas, mis senos son mediados. redondos y firmes. mis ojos son cafés claro y ante el sol brillan con gran intensidad. mis labios son pequeños. muy gruesos, mis dientes firmes como regla y brillantes de un blanco intenso que los hacen ver aun mas deseables cuando sonrió

Pero lo que realmente importa es lo siguiente: mi Papá es dueño de una de las inmobiliarias mas prestigiosas de la cuidad y su secretaria, una mujer de cabello oscuro. largo hasta cintura, de estatura alta, de hecho demasiado alta ya que estando de pie frente ella, mi mirada queda justo en esos grandes, firmes y suaves senos en los cuales me encantaría estar acostada uff, tiene un cuerpo que hasta el mismísimo diablo desearía penetrar, una cintura con unas curvas impresionantes, sus glúteos son grandes pero sin llegar a los extremos, son redondos y firmes y cada ves que camina se mueven con elegancia invitándote a pecar, a pasar tu lengua entre ellos, sus labios son pequeños delgados y muy rosados, son unos que con tan solo mirar te imaginas besar, su piel morena clara es perfecta ante cual quier mirada, pues si te acercas un poco a ella puedes respirar el dulce olor que desprende

¡dios estoy segura que en estos momentos si eres hombre una fuerte erección se hace presente entre tus piernas, y si eres mujer te apuesto que te encuentras oprimiendo los muslos con fuerza ante las ganas que tienes de tocarte, estoy segura que comienzas a humedecerte! ..... ¡PERO ESPERA! .... esto apenas comienza


La mañana a llegado. por fortuna no tuve clases en la universidad. me desperté a las 10 : 30 de la mañana con ganas de tocarme, de sentir mi sexo en entre mis dedos, y mis dedos dentro de mi sexo, me mordí el labio inferior con fuerza, mire hacia la puerta cerciorandome de que tuviera el seguro, la suerte estaba de mi lado, aquel objeto de madera era mi cómplice, duermo con un pequeño camisón blanco de lino y por fortuna sin ropa interior, mis largos y delgados dedos acariciaron mi frente deslizándose con cuido por mi nariz hasta llegar a mi mentón donde mis dedos se detuvieron y mi lengua los acaricio humedeciéndolos, aquella traviesa mano continuo su camino por mi cuello, mi pecho y entre senos se detuvo quedando custodiada por ellos, la saliva en mis dedos comenzaba a calentarse por el calor de mi cuerpo, me mordí una ves mas el labio inferior con fuerza y acto seguido toque mi seno derecho con fuerza y con la yema de los dedos apreté mi pezón una tras otra ves hasta que este se puso erecto. una corriente atravesó mi cuerpo, mi sexo se humedeció. tras esto repetí la acción con el otro seno, una ves mas aquella corriente me invadió, ¡dios esto es perfecto! grito mi subconsciente, mis pezones ahora estaban firmes y esto se notaba a través de mi camisón,.... mi mano continuo con el camino recorrió mi abdomen y con la uña del dedo indice formo un circulo alrededor de mi ombligo, continuo su camino hasta el inicio de mi bello púbico, sentir aquella parte sin ningún rastro de bello era perfecto, era tan suave, tan sensible a mi tacto, vuelvo a morderme el labio inferior con fuerza y un gemido sale a través de garganta

Mi mano a cobrado vida. mi cuerpo se deja llevar por el calor que le invade, mi mente comienza a viajar por las nubes, esto es tan delicioso, ¡quiero un orgasmo! ¡quiero sentir mis dedos dentro de mi!

mi mano continua su camino abriéndose paso a través de mis muslos que cierran la entrada a mi sexo, pero aun así esto no es ningún impedimento y mi mano accede ante mi sexo que esta húmedo, mas húmedo que la misma agua, las yemas de mis dedos sienten los pegajosos flujos que libera mi sexo ardiente, mis dedos tocan mis labios superiores, están calientes como nunca antes los había sentido, estas ganas de placer que tengo son superiores a otras, mi mano comienza a moverse de arriba hacia abajo lentamente mientras mis dedos resbalan con suavidad y cierta presión. mi dedo esta bañado en flujos y con facilidad se abre paso entrando en mi, entra y sale humedeciéndose ante los flujos que le cubren mi feminidad, mis dientes muerden mi labio, lo muerden como tanta fuerza que se vuelve placentera, mi respiración se acelera, mi cuerpo es cubierto por pequeñas gotas de sudor que comienzan a emanar, trago salva disfrutando del rose de mis dedos, mi feminidad arde ante ellos, arde con tanta intensidad que parecía estoy en la habitación de satanás, otro gemido se libera pero esta ves con una enorme intensidad, aquellas gotas de sudor sean convertido en algo mas grande pues comienzan a abrirse camino por mi pecho hasta morir a los lados de mi camisón, mi cabello castaño que cubre parte de mi pecho y mis hombros esta totalmente mojado como si acabara de salir de la regadera, dios mi respiración es cada ves mas rápida, trago saliva deseosa de sentir mas, y mas, de pronto mis piernas seden el camino completo abriéndose de par en par,

¡MALDITA SEA QUIERO MAS!

mis manos siguen con el control de mi mente y en un parpadeo me incorporo sin salir de la cama, lanzando las cobijas hacia un ludo y me libero del camisón, el escaso frió de la habitación choca contra mi húmeda y caliente piel, esto no me molesta por el contrario, es un placer del pecado, un placer de los dioses. me dejo caer hacia atrás. mis piernas continúan abiertas, mis manos acarician mi cuello, mis pecho, una ves mas. mis manos cubren mis senos oprimiéndolos con gran fuerza, mi sexo se humedece mas, mi rostro brilla ante las gotas de sudor, mi respiración se agita y mi cuerpo se estremece, un calor invade mis piernas, pongo los ojos en blanco por un momento, mis dedos aprietan mis senos y mis pezones... mostrando los diente un fuerte gemido sale de mi ser, me retuerzo como un gusano ante mi húmeda cama, el fantasma de un primer orgasmo me invade, mi piernas tiemblan como gelatina mientras me paso las manos sobre el cabello oprimiéndole con fuerza, al pasar aquel orgasmo abro los ojos, mis pestañas también se encuentran humectadas por el sudor, trago saliva con dificultad, recuperando poco a poco el aliento, mi pecho se levanta y se hunde hasta quedar calmado, mi sexo me arde ante el contacto intenso que mantuve durante el acto, me toco y froto mi parte intima, mis manos quedan viscosas ante los flujos que me limpio sobre mi pecho, mis senos y mi abdomen, repito esta acción hasta que mi parte queda limpia por completo, me miro las manos y estas brillan ante los fluidos, las pongo a un sentimetro de mi nariz y cerrando los ojos disfruto de mi olor, mis lengua humecta mi labio superior recorriéndole de un lado a otro y de pronto mi boca se abre dándole la invitación a mis dedos, el sabor de mi sexo es perfecto, tan dulce, tan salado y un poco amargo, me chupo los dedos hasta limpiarlos por completo, tras esto, el cansancio se hace presente y como la bella durmiente caigo en un profundo sueño quedando bajo la cama húmeda y con las piernas abiertas de par en par dejando mi sexo al aire triunfante de a ver ganado una batalla de placer

si quieren saber que pasa con la secretaria de mi padre, te invito a que me lo pidas en tus comentarios y en tu puntuación del relato y con gusto te contare aquella aventura de placer

2 comentarios - la mañana que me masturbe

sersh
Tremendo relato.. Me dejo realmente.. Caliente.. A mi y a mi sexo...