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La lujuria se apodero de mi

El día comenzaba como todos los días, después de recoger la casa me disponía a salir al pueblo a realizar las compras del día.

Me fui a la cafetería a esperar a mi marido que saliera del trabajo a desayunar como todos los días, pero llegando a la cafetería me llamo diciéndome que hoy no podía salir, que se quedaba a desayunar en el trabajo.

Mientras desayunaba, Carlos me comenzó a mandar whatsapp, ¡y cómo no! empezó la conversación a subir de tono, calentándome cada vez mas. Carlos es muy vicioso y siempre está pensando en sexo. Me pregunto qué ropa interior llevaba y ahora me tocaba calentarlo. Busque en internet fotos de tías sin bragas y le dije:

E había salido de casa sin bragas ya que antes de salir he estado tocándome el coño y metiendo los dedos y lo tenía muy caliente, por lo que no me puse bragas, para que se enfriara.

¡Sabía que le gustaba! rápidamente comenzó a mandarme iconos. Yo me reía, pero un cosquilleo comenzaba a recorrerme el cuerpo. Le mande la foto de internet y coló, parecía que era mi coño el de la foto. Me dijo que tenía la polla durísima. El seguía diciéndome cosas que cada vez me calentaban más y acompañaba mandándome fotos de pollas corriéndose en tetas, en el coño y en la boca. Mientras mandaba todas las fotos comencé a notar como mi coño se empezaba a humedecer, estaba súper caliente,………………….. Ya mi cabeza no estaba en la cafetería.

Me desabroche dos botones de la camisa y me hice una foto en las tetas para calentarlo más. Levante la vista y desperté de ese trance que tenia. Dos mesas delante mía había un hombre que me miraba fijamente. Rápidamente abroche los dos botones de la camisa, aunque ya era tarde. El tipo no dejaba de mirarme, nos mirábamos de reojo un rato, pidió la cuenta y se fue.

Me despedí de Carlos, no sin antes decirle que lo esperaba en casa como le había enseñado en las fotos.

En el súper pensé que se me pasaría el calentón que llevaba, pero al entrar en la fruta, y ver las bananas, y unos pepinos holandeses, mi cabeza comenzó a pensar en lo morboso que sería jugar con ellos.

¡Tenía que probarlo!

La lujuria se apodero de mí. Mi coño me daba pequeños impulsos y las bragas la tenia chorreando. Así que cogí uno de cada, compre lo que me faltaba y me fui volando a mi casa.

Llegando a mi calle, justo al girar una curva me lleve un gran susto.

Yo iba andando por la acera con mis bolsas de la compra, cuando veo que un hombre está sentado en la acera, al principio pensé que sería un obrero, ya que estaban construyendo casas enfrente. Yo seguía pensando en mis cosas y justo cuando lo tenía encima y me bajaba de la acera para poder seguir, lo mire para darle los buenos días, y me que sin palabras.

¡Se estaba masturbando!!!!

Tenía la polla dura y no paraba de meneársela. Tropecé y se me cayeron las bolsas al suelo. No me lo podía creer. No se inmuto, seguía meneándose la polla mientras recogía las cosas mías. Fue unos segundos, pero se hicieron eternos. Era como si el tiempo se hubiera parado. No dejaba de mirarle de reojo como se meneaba la polla, y me miraba.

Ninguno de los dos decíamos nada, pero él con su mirada lo decía todo, se saco los huevos y comenzó a magrearselos también. Pase de tener miedo, vergüenza, y de todo, a sentir un morbo que me volvía a recorrer el cuerpo. Cada vez me fui acercando mas a él y al verle la cara mejor vi que era el tipo de la cafetería que me había visto echarme la foto en las tetas.

Desabroche de nuevo los dos botones, pero esta vez al estas en cuclillas el escote era mayor. Mis tetas, intentaban salirse de la blusa, por el gran tamaño que tienen. Eso lo puso más caliente y con la mirada me invitaba a menearle la polla.

¿O era yo quien quería agarrar esa polla y menearla? De nuevo me podía la lujuria.

Lo que sé es que así fue.

Quito sus manos y quedo su polla tiesa dando pequeños movimientos. Acerque mi mano y comencé a meneársela despacio. Era la segunda polla que tenía en mis manos, pero parecía que era la primera. Estaba durísima pero la piel era muy suave, no paraba de expulsar liquido pre seminal, lo que mi mano subía y bajaba más suave aun.

Él acerco sus manos y me desabrochó un botón más de la blusa, lo que provocó que mis tetas salieran por completo, acompañadas de un sostén, con encaje por los bordes, y transparente, dejando ver mis pezones duros. Note como su polla daba cada vez más impulsos y no era para menos.

Comenzó a acariciarme la teta muy suave parándose en cada pezón y apretándolo. Notaba mis pezones que me iban a estallar de lo duros que los tenía y eso me ponía más cachonda.

De repente me miro y me dijo:

Chúpamela, me voy a correr ¡!!!!!!!!

Note como la polla se ensanchaba más y de la punta saltaron tres corros de semen impresionantes. Nunca había sentido tanta cantidad de semen. Aunque Carlos no se queda atrás, pero esto era lo mas.

El primer chorro me llego al cuello, y el segundo fue directo a mis tetas, quedando llenas con esos dos lechazos, y el tercero cayó sobre mi mano, restregándosela por toda la polla, mientras no paraban de salir gotitas de semen.

Como pude saque un pañuelo, para limpiarme la mano y las tetas, pero el semen ya recorría mi barriga. Me abroche la blusa y al levantarnos le sonó el teléfono a él.

Dígame? Un momento por favor!

Soy Jose, llámame ¡

Me dio un papel con su número de teléfono y se marcho hablando.

Cogí mis bolsas, entre en mi casa, me senté en la cocina,………….me temblaban las manos. Me quite la blusa, el sostén y vi como estaba empapada de semen, ya me llegaba al ombligo. Comencé a tocarme las tetas. Estaban resbaladizas, parecía que tenia aceite. Mis pezones seguían duros y mi coño me dolía. Cogí el pepino y sin pensármelo lo puse en la entrada de mi coño y me lo fui clavando poco a poco. Basto un par de mete saca para arrancarme un orgasmo que me recorrió por todo el cuerpo.

Ya más relajada me di una ducha y pensé en la locura que había cometido, pero no sé por qué ese tipo me daba confianza.

Se acercaba el cumple de mi marido y con el número de teléfono en la mano de Jose ……………………comencé a planearle el regalo de cumpleaños.

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