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Sol, mi primita misionera (2)

Primero que nada gracias a los que dejaron puntos, agregaron a favoritos, leyeron el post.
Segundo el link al primer post donde comienza la historia con mi primita:
http://www.poringa.net/posts/relatos/2407647/Sol-mi-primita-misionera-1.html


Comenzó el viernes con ambos dormidos abrazados en el sillón, primero me desperté yo y me quedé mirándola trantando de entender como llegué a la situación de estar con mi prima de 10 años menor viviendo en mi casa , habiéndomela transado y con unas ganas increíbles de iniciarla en la vida sexual, realmente no lo podía creer por muchas cosas:
Es mi prima, tiene 19 años, yo 29, está re buena y ES MI PRIMA!!!
Sacudí un poco la cabeza para entrar en el día, agarré el celular para ver la hora, estaba apagado, sin batería, prendí la tele, estaba empezando el noticiero del medio día.
Mierda! Tenía que hacer cosas, pero nada impostergable, me levanté, enchufé el celular y lo prendí. Desperté a Sol para ver que quería desayunar, como que ella tardó unos minutos en caer en lo que había pasado. Para mí me había apretado a una pendeja rubia re buena, que además es mi prima y se iba a quedar en casa por algún tiempo, para ella agregarle el condimento que había sido su primer beso y que era una mina de un pueblito de Misiones en su primer día de Buenos Aires.
Estaba haciendo café y unas tostadas cuando mi primita me abrazó de atrás, giré el rostro y me dio un beso en la boca.
-Gracias primito.
-Por qué?
-Por enseñarme, me gustó, la pasé bien.
-Yo también Sol, es medio raro, pero me gusta. –Le dije dándole otro beso.

Desayunamos, me cambié y me fui a supervisar el avance de un par de obras de la constructora para la que trabajo dejándola a ella sola en casa. La primera iba genial y a tiempo (cosa rara, los que trabajan en construcción lo saben), la otra normal (que es un poco atrasada), pasé por la oficina a darle las novedades a mis jefes y volví a casa. Era un día de calor, llegué y estaba Sol con su notebook en el sillón supuestamente mandando curriculums (realmente en Facebook) vestida con una remerita musculosa negra al cuerpo y una pollerita de jean. La saludé con un beso en la boca.
-Como te fue Santi?
-Bien, todo tranqui, vos como estuviste?
-Bien, creo que mandé como 100 curriculums
-Desde Facebook?
-No! Mirá la otra ventana! En la constructora en la que trabajas no necesitan a nadie?
-Sabes colocar Durlock? –Le dije riéndome
-No, de construcción nada, solo ayudé con presupuestos al tío Adolfo, viste que se dedica a remodelación de locales comerciales en Posadas y para los números es un nabo.
-La verdad no sabía ni de que trabaja, pero ya que estamos con esto cuando necesite armar algún presupuesto te voy a pedir ayuda así de algún modo me cobro un alquiler. –Le guiñé un ojo y sonreí.
-Cuando quieras, mirá, te muestro lo que armaba con él, tengo unos Excel acá en la compu.

Realmente me gustó como los armaba, prolijos y fáciles de entender, pero obviamente con la remodelación de un local es mucho más fácil que con una casa de 2 pisos con pileta, la llevé a mi “estudio” y le mostré como los armaba yo, sacando la cantidad de ítems no era muy diferente. Ya que estaba le mostré donde tenía la agenda de teléfonos, mi laburo independiente es simple, escucho que quiere el cliente, diseño y le paso el trabajo a gente de confianza.

-Dale, cuando quieras que te de una mano no hay problema, así no me voy a sentir un parásito completo y de paso vos tenés un poco más de tiempo libre. –Me dijo, me miró y me dio un beso.

Nos empezamos a besar y a calentarnos, yo no quería avanzar de más para no incomodarla, pero mi temperatura subía hasta niveles inimaginados. Estaba en mi casa apretando contra una pared a una pendeja rubia, de ojos claros, con un cuerpazo y aparentemente quería aprender sobre sexo conmigo.
Lentamente fui bajando mi mano de su cintura a su culo, rendondito y durito, se sentía espectacular sobre su pollera, con mi otra mano la tenía de la nuca y la apretaba contra mi boca.
Ella empezó a mover sus manos y también me agarró del culo, pero con ambas manos y me apretaba contra su cuerpo y mi pija quería clavarse en su cuerpo, ella la sentía en su ingle y le gustaba, yo le empecé a besar y morder el cuello, Sol empezaba a gemir suavemente y eso me excitaba más, fui deslizando mis manos a su cintura, por debajo de la remera, levantándosela de a poco y ella hizo lo mismo y empecé a sentir su hermosa pancita, de piel suave, con un ombligo perfecto que me llamaba a besarlo, la levanté en el aire y la recosté sobre el futón. Le levanté más la remera y arrodilladlo en el suelo comencé a besarle alrededor del ombligo, subí hasta el corpiño y le saqué la remera. La miré a los ojos y volví a lo que estaba haciendo, pero fui para abajo, hasta la pollerita, le metí las 2 manos por debajo de la pollera y le agarré el culo, hermoso, me estaba volviendo loco.
Me recosté sobre ella y volví a besarla en la boca, rápidamente me sacó la remera, de a poco le fui subiendo la pollera y me desabroché el pantalón para apoyarle la punta de mi pija en su concha. Mi primita empezó a gemir más fuerte, estaba hecha una trolita hermosa.

-Primito, sacate el pantalón, quiero sentirte mejor.
-Me calienta que me digas primito. –La miré a los ojos. –Primita.
-Me calienta que me digas primita.

Le hice caso y le saqué la pollera, estábamos los 2 en ropa interior, la miré, ella hermosa recostada sobre el futón, con la respiración agitada, medio despeinada con un conjuntito negro de encaje.
Aparte de tener un cuerpo precioso el hecho de que sea mi prima y su inocencia me tenía la cabeza a mil.
Volví a lo mio recostándome sobre ella, besándola en la boca, en el cuello. Apoyandole mi pija contra su conchita.
Una de mis manos buscó su pecho sobre el corpiño, luego metí la mano adentro para sentir su pezón. Sol gemía cada vez más, mi primita se ponía como loca y eso me ponía más caliente a mi, con la otra mano le desabroché el corpiño. Lo saqué.
La situación estaba completamente descontrolada y me encantaba.
Le pasé la cara por sus tetas, sus pequeños pezones rosados estaban duritos, los miré, luego miré a sus ojos y su mirada estaba pidiendo que le pase mi lengüita por sus tetas.
Comencé a lamerle un pecho, delicioso, durito. Sol estaba súper excitada, sentía la calentura y la humedad de su conchita en mi pija a través de ambas prendas.

-Primito, quiero que me cojas, quiero que me hagas mujer.
-Con todo gusto primita, pero tiempo al tiempo, primero quiero apoyarte el culito, vení, date vuelta.

La fui acomodando exactamente como yo la quería, arrodillada en el suelo con el pecho apoyado sobre el asiento del futón, podía verle el culito hermoso comiéndose la tanguita negra, una imagen digna de wallpaper.
Empecé a apoyarla y fui bajándome el bóxer para sentir su culito directamente con mi pija, una vez que me lo saqué hice lo mismo con su tanga. Sol tiene una conchita rosadita, hermosa, con una alfombra prolijita de bellos rubios. Mi pija sentía el calor y la humedad de su aún virginal tesoro que segundo a segundo me volvía más loco.
Al mejor estilo película de Hollywood la llevé sobre mis brazos hasta mi cama, la mudanza no solo era por la comodidad, más que nada por la falta de preservativos en esa habitación.
La recosté sobre mi cama boca arriba y me puse sobre ella, le besé la boca, el cuello, baje a sus pechos y seguí bajando hasta darle los primeros besos a esa conchita hermosa, Sol gemía sin parar, me apretaba la cabeza contra su entrepierna, yo le pasaba la lengua a su clítoris, se lo besaba hasta que en medio de los gemidos me dijo:

-Primo, no aguanto más, métemela.

Me puse un preservativo, misionero para estrenar a la misionera, acomodé mi pija en la entrada de su conchita, la besé.

-Sol, si te duele mucho avísame. –Algo de experiencia en primeras veces ya tenía, mi prima era la cuarta mujer que desvirgaba, pero son todas diferentes.
-Si primito, métemela despacio por las dudas.

Comencé a meter mi pija de a poco, ella ponía un poco de cara de dolor, pero también de placer, una vez que entró toda mi pija me quedé quieto un momento para que se acostumbre, su conchita estaba muy apretada.
De a poco empecé a moverme despacito, Sol fue cambiando su cara y cada vez le gustaba más.

-Metémela así primo, hasta el fondo.
-Querés la conchita bien llena?
-Si! Quiero que me la llenes con tu pija
-Como te gusta primita, me calienta que seas así de zorrita.
-Obvio! A vos te gusta también?
-Me encanta cogerte!
-Cogeme entonces, muchas veces!

Seguimos cogiendo, ella acabó (sé que es raro que acabe en su primera vez, pero así fue) y al sentir como su concha apretaba aun más mi pija dentro de ella no aguanté más y acabé.
Quedamos exhaustos, tendidos sobre la cama tratando de entender la situación. Yo pensando como iba a seguir esto de tener a mi prima en casa y cogermela.

Si vos querés saber como sigue la historia vas a tener que esperar unos días porque este relato
CONTINUARA….

5 comentarios - Sol, mi primita misionera (2)

maotandil
lendo relato che...ojala sea verdad...jajajja
maxpower271
la prox acompaña de foto de esa hermosa pendeja capo me encanto y calento mucho tu relato
seofilia
Me acabe una vez con cada parte. Espero la 3