Chanchadas en el baño:
Acababa de salir del Alto Palermo de comprarme una cartera. Estaba por cruzar Av Santa Fe para tomarme el 64 e ir para Once, cuando se me acerca un señor.
-Te puedo robar unos minutos; es para pedirte una opinión para comprar unos aritos, me dijo señalando a uno de los manteros que vendía bijouteri sobre la vereda.
Obvio muy amable le dije que sí, y nos pusimos a charlar:
-Son para mi sobrina, me dijo, pero hay tantos que no se cual elegir. Además estoy seguro que si lo elijo yo no le va a gustar, bromeo.
-¿Y qué edad tiene tu sobrina?
-16
-Mmmm es difícil elegir algo para alguien sin conocerlo. ¿Cómo es masomenos?
-Pufff...que pregunta, es una adolescente.
-Sí, yo también pase esa edad jajaja me reí sola recordando alguna travesura.
Mire la manta llena de aritos y collares y después de unos momentos de indecisión le indique:
-Estoy entre dos. Aquel plateado y este otro con piedritas
-Y llévele los dos Don, no sea malo, salto el vendedor simpático uniéndose a la charla.
-Está bien dame los dos, dijo rápidamente el señor. Me llamo la atención el poder de convencimiento que tuvo el vendedor. Ojala me fuese igual a mí con la venta de electrodomésticos pensé dentro mío y me reí sola.
-Bueno, chau suerte, espero que le gusten, dije y me estaba yendo mientras el pagaba.
-Para para, no te vayas tan rápido. Uno para mi sobrina y uno para vos, me dijo dándome una bolsita con unos aritos.
-¿Qué? Pregunte sorprendida. No está bien gracias.
-Insisto. De enserio, sin conocerme te tomaste la molestia de ayudarme. Te los ganaste.
-Bueno, gracias.
- ¿Que decís si te invito un café?
No sé porque no le dije no de una, apenas me salió un tibio -No sé, tendría que irme a casa.
A lo cual el enseguida volvió a la carga:
-Dale, son 10 minutos, un cafecito en el Starbucks y no te molesto más.
Ya me había convencido
-Bueno, dale, pero rapidito eh, le sonriendo tratando de no sonar regalada.
-Vamos. Queda acá a la vuelta, me dijo, y enseguida empezó a caminar. Yo lo seguía a la par bien de cerquita y de paso aprovechaba para analizarlo. Era apenas un poquito más alto que yo, morocho, raya al medio, pelo hasta apenas por debajo de la oreja, calculo de rondaría los treinta y tantos, tirando a los cuarenta años, aunque se vestía como un pendejo cheto. Jean chupín, camperita de cuero, unos burcegos tipo militares. Tenía su onda. En definitiva me gusto.
Doblamos en Coronel Diaz hicimos media cuadra y ahí estaba el Starbucks
-¿Que vas a pedir? me pregunto cuando entramos
-Un capuchino, conteste.
-Yo pido siempre lo mismo, un frapuccino. Es mi preferido. ¿Lo probaste?
-No, nunca.
-Deberías, esta buenísimo. ¿Y para comer que queres?
-No sé, pedime algo vos.
-Te sorprendo entonces, dijo riéndose. Sentate que yo te lo llevo.
No tardo ni cinco minutos y ya estaba en la mesa.
-Traje unas muffis con pepitos de chocolate que están bárbaros. Acá esta tu capu y acá mi frapu. Te jode si te pregunto tu nombre, bromeo, tanto tiempo juntos y todavía no nos presentamos. Yo soy Manuel.
-Yo Luna.
-Que lindo nombre Luna
-Gracias.
-No te pregunto qué andabas haciendo porque por la bolsa me doy cuenta que estabas de compras.
-Si, jajaja. Me compre una cartera.
-Y si, sino no serias una mujer jajaja. Es increíble lo que tienen ustedes con las carteras.
-Algo como lo que tienen ustedes con el futbol, le respondí.
-No generalices. A mí por ejemplo no me gusta el futbol.
-¿Estás seguro que sos hombre? Le dije en joda.
-Que graciosa. Si no fuese hombre no te hubiese invitado a tomar un café.
-¿Y porque me invitaste?
-Porque me pareces una chica muy linda.
-Yo pensé que era para agradecerme que te ayude a elegir los aritos.
-También por eso, pero queres que te diga la verdad, pedirte ayuda fue una excusa para acercarme jajaja.
-A mira vos, no me había dado cuenta, le dije en tono sarcástico.
-Así que te diste cuenta. ¿Tan obvio fue?
-Un poco.
-O sea que te guste.
-¿Qué? No, dije enseguida.
-Si aceptaste tomar un café conmigo sabiendo que te quería levantar algo te gusto de mi.
-Me quería divertir un rato solamente le dije.
-Me gusto. Nos podemos divertir juntos. ¿Qué decís?
-No sé, ¿vos que propones?
-Mira yo tengo un departamento en Las Heras y Agüero, nos tomamos un taxi y vemos que sale. ¿Qué decís? Tiro medio en joda medio en serio.
-Que aburrido le dije. Tenes poca creatividad.
-Haber ya que no tengo creatividad propone algo vos, me dijo algo enojado.
-Nunca tuve sexo en el baño de un bar, dije casi al pasar dejándolo mudo.
-¿Vos me hablas en serio o me estas cargando? Pregunto después de unos segundos
Me hice la tonta, no le conteste y seguí con mi café.
Los dos nos mantuvimos en silencio por un rato. Creo que él seguía sin entender mi propuesta. Así que fui buena y le di otra oportunidad.
-Voy al baño le dije guiñándole el ojo.
Me pare y fui caminando rápido. Una vez que entre me mire en el espejo, me acomode un poco el pelo y me dispuse a esperar que entrara en cualquier momento. Pero eso no paso. Después de esperar en vano como diez minutos, entro una señora al baño, así que aproveche y sali. Manuel seguía sentado como si nada.
-¿Qué te paso? Le pregunte, te espere en el baño.
-Acá no puedo, vengo siempre. Veni al departamento, lo hacemos en el baño, ¿queres?
-No, dije acomodándome la campera como para irme.
Creo que esto lo hizo darse cuenta que se perdía la oportunidad.
-En el baño del shopping entonces. ¿Qué decís? Tiro como un último manotazo de ahogado.
Y la verdad me gusto. Y se lo hice saber con una sonrisa.
-¿Vamos entonces? Pregunto algo incrédulo.
Asentí con la cabeza. Enseguida se levanto y salimos del Starbucks para meternos en el shopping.
-Vamos a los baños del medio que están siempre vacios me dijo, mientras me llevaba casi a la rastra de la mano.
-Ahí están. ¿A cuál vamos? ¿Mujeres u hombres?
-Pruebo en el de mujeres dije y rápido me mande al baño; para mala suerte estaba ocupado y no solo eso, había dos mujeres esperando para entrar cuando se desocupen. Salí resignada.
-Esta todo lleno, le dije.
-¿Queres que me fije en el de hombres? Me pregunto y sin esperar mi respuesta entro.
No pasaron ni dos segundos cuando entreabrió la puerta y me metió de un tirón que casi me arranca el brazo. Ni tiempo de mirar para los costados haber si alguien me veía entrar.
-No hay na…no me dejo terminar la frase y me comió la boca. Me sorprendió que fuese tan directo. Abrí mis labios y recibí su lengua dentro de mi boca. Nos empezamos a matar a besos. Sus manos que acariciaban mi espalda bajaron unos centímetros hasta apretar mi cola. Podía notar como con cada una de sus manos estrujaba mis nalgas, apretándome más y mas hacia él, con lo que me hacía sentir como su pija empezaba a ponerse dura dentro de sus pantalones.
Como pude lo fui empujando hasta entrar en un cubículo para que no nos viera nadie que entrara al baño. Entramos súper apretados, cerré la puerta y le puse el cerrojo. Apoye mi bolsa y mi cartera en un costado. Nuevamente volvió a besarme con ansia, bajo a mi cuello, me toco las tetas por sobre la ropa. Me fue empujando hacia la puerta presionando mi cuerpo con el suyo y otra vez llevo sus manos a mi cola. Yo ya sentía la tanga empapada. Estaba supercaliente. En un movimiento rápido baje la tapa del inodoro y me senté, quedando de frente a su bulto. Su pija pedía a gritos salir de sus pantalones. Lleve mis manos hacia su paquete y con su ayuda le desabroche el pantalón. Se bajo el jean hasta las rodillas quedándose en slip. Por Dios hace cuanto no veía un slip. Igual no le duro mucho tiempo puesto porque rápido se lo baje. Ante mi vista apareció una linda pija. Normal, no piensen nada del otro mundo. Calculo que andaría por los 15 centímetros (con suerte jajaja, y sí, soy mala). Igual lo que me gusto fue que estaba depiladita y bien prolijita. Me causo ternura. Por eso empecé con unos besitos. Arranque por los huevos. Con cada beso su pija adquiría mayor proporción y dureza. Luego seguí dándole lamidas de abajo hacia arriba. Rodie su miembro con mi mano derecha, deje caer saliva sobre su pija y comencé a masturbarlo. Finalmente la envolví con mis labios y empecé a chuparla. Con poco esfuerzo me la pude comer toda; acto seguido me retire lentamente apretando los labios para aumentar la succión. Todo esto sin dejar de mirarlo a los ojos.
-Qué lindo como chupas, me dijo.
Iba a decirle algo, pero ni bien me saque su pija de la boca me agarro de la parte posterior de mi cabeza y me guio de nuevo hacia su verga. Así que seguí chupando. Así estuve algunos minutos más, pero como sabía que no teníamos mucho tiempo y estábamos contrarreloj me frene. No quería hacerlo acabar y quedarme con las ganas de coger. Así que no resistí mas, me saque la pija de la boca y casi le suplique.
-Cógeme.
Manotie mi cartera, que estaba al lado mío y saque una cajita de preservativos que siempre tengo por si acaso Y le di uno.
Con mucha incomodidad por el reducido espacio, me pare y el ocupo mi lugar sentándose en el inodoro. Como pude empecé a sacarme la ropa. Me saque la campera y la tire a un costado, lo mismo hice con mi blusa quedando en corpiño. Cuando llego la hora del jean se complico. Me lo desabroche, me gire y me lo fui bajando con una mano agarrándome con la otra de la puerta para no caerme. Manuel lejos de ayudarme me había rodeado con sus brazos y me besaba la cola.
-Que linda colita tenes, me decía e inmediatamente volvía a hundir su cara en mi cola. Me quede unos instantes así, con las manos apoyadas en la puerta y el jean hasta las rodillas, disfrutando de los besos y mimos que me hacía.
En un momento aparto a un lado mi tanga y llevo un dedo a mi conchita, que entro con facilidad de lo mojadita que estaba. Eso me hizo explotar. Ya habíamos jugado suficiente, quería coger ya. Así que me di vuelta y me saque el jean quedando solo en ropa interior.
-No podes estar tan buena, me dijo Manu, haber dame una vueltita.
Le hice caso y di, no una sino dos vueltitas bien despacito para que me vea bien
-¿Y qué te parezco? pregunte.
-Sos un infierno nena.
Me saque la tanguita y me le senté encima mirándolo de frente. Le di otro beso y en eso se siente que entra gente al baño. Con Manu nos miramos. Hablaban muy fuerte por suerte y ni se percataron que estábamos ahí. Al minutito se fueron y nosotros seguimos en la nuestra. Pero ya sabiendo que no había tiempo que perder, me incline un poco hacia adelante y acomode con una mano la pija en la entrada de mi conchita hambrienta y palpitante, y lentamente me fui sentando. Quede de tal forma que mis pies quedaban colgando en el aire. Cruce mis brazos por detrás de su nuca y comencé a hamacarme. Me movía hacia adelante y hacia atrás procurando menear al máximo mi cintura. Sentía la pija bien adentro casi moverse conmigo. En el baño retumbaban los gemidos, suspiros y gritos débiles, que aunque los tratábamos de ahogar resultaban imposibles. Cabalgue así unos minutos hasta que sentí que se aproximaba un orgasmo, así que acelere el ritmo. Nuestros cuerpos se fundieron en un abrazo y casi en simultaneo nos vinimos los dos juntos. Totalmente exhaustos nos quedamos unos minutos en esa posición. Sentí como su pija se iba desinflando dentro mío. Nos miramos y nos besamos de nuevo.
-¿Ahora como hacemos? Le pregunte con una sonrisa.
-Por mi nos quedamos a vivir acá, me dijo el boludo.
Al ver mi cara se dio cuenta que hablaba de en serio -Mira yo salgo, vestite y te digo si hay alguien, se corrigió en seguida.
-Dale, dije.
En un santiamén se vistió y salió. (Perdón por la palabra de viejo, mi abuela la dice siempre y la quería usar jajaja)
Lo más rápido que pude hice lo mismo, agarre mi cartera y mi bolsa. Sentí unos golpecitos en la puerta y la voz de Manu:
-Ahora.
Salí. Me mire en el espejo. Estaba hecha un desastre, me acomode un poco el pelo y sali de nuevo hacia el shopping. La sensación de adrenalina por haber hecho algo prohibido todavía me duraba. Camine algunos metros al lado de Manu sin decir nada.
-Ya esta dije, todavía con un poquito de miedo.
-Sí, ya esta respondió el mientras sacaba el celular de un bolsillo. Uh es tardísimo Me tengo que ir. Me pasas tu numero así hablamos por Whatapps me dijo.
A ver si adivinan que hice. No, esta vez no pase el número de ninguna amiga, mi excusa fue que había perdido el celu y que iba a cambiar el número.
-Te dejo mi tarjetita entonces, me dijo dándome un cartoncito que saco nuevamente del bolsillo. Ahí tenes mi celular.
-Ok, dale, gracias.
Nos despedimos con un beso en la mejilla y antes de irse me hizo prometerle que lo llamaría. Obvio que le dije que si…y obvio también que cruce los dedos...jajaja
Mientras salía del shopping leí su tarjeta. Abogado Manuel Ricardo M…
Pensaba tirar la tarjetita pero decidí guardarla. Siempre es bueno tener un abogado de confianza…
Acababa de salir del Alto Palermo de comprarme una cartera. Estaba por cruzar Av Santa Fe para tomarme el 64 e ir para Once, cuando se me acerca un señor.
-Te puedo robar unos minutos; es para pedirte una opinión para comprar unos aritos, me dijo señalando a uno de los manteros que vendía bijouteri sobre la vereda.
Obvio muy amable le dije que sí, y nos pusimos a charlar:
-Son para mi sobrina, me dijo, pero hay tantos que no se cual elegir. Además estoy seguro que si lo elijo yo no le va a gustar, bromeo.
-¿Y qué edad tiene tu sobrina?
-16
-Mmmm es difícil elegir algo para alguien sin conocerlo. ¿Cómo es masomenos?
-Pufff...que pregunta, es una adolescente.
-Sí, yo también pase esa edad jajaja me reí sola recordando alguna travesura.
Mire la manta llena de aritos y collares y después de unos momentos de indecisión le indique:
-Estoy entre dos. Aquel plateado y este otro con piedritas
-Y llévele los dos Don, no sea malo, salto el vendedor simpático uniéndose a la charla.
-Está bien dame los dos, dijo rápidamente el señor. Me llamo la atención el poder de convencimiento que tuvo el vendedor. Ojala me fuese igual a mí con la venta de electrodomésticos pensé dentro mío y me reí sola.
-Bueno, chau suerte, espero que le gusten, dije y me estaba yendo mientras el pagaba.
-Para para, no te vayas tan rápido. Uno para mi sobrina y uno para vos, me dijo dándome una bolsita con unos aritos.
-¿Qué? Pregunte sorprendida. No está bien gracias.
-Insisto. De enserio, sin conocerme te tomaste la molestia de ayudarme. Te los ganaste.
-Bueno, gracias.
- ¿Que decís si te invito un café?
No sé porque no le dije no de una, apenas me salió un tibio -No sé, tendría que irme a casa.
A lo cual el enseguida volvió a la carga:
-Dale, son 10 minutos, un cafecito en el Starbucks y no te molesto más.
Ya me había convencido
-Bueno, dale, pero rapidito eh, le sonriendo tratando de no sonar regalada.
-Vamos. Queda acá a la vuelta, me dijo, y enseguida empezó a caminar. Yo lo seguía a la par bien de cerquita y de paso aprovechaba para analizarlo. Era apenas un poquito más alto que yo, morocho, raya al medio, pelo hasta apenas por debajo de la oreja, calculo de rondaría los treinta y tantos, tirando a los cuarenta años, aunque se vestía como un pendejo cheto. Jean chupín, camperita de cuero, unos burcegos tipo militares. Tenía su onda. En definitiva me gusto.
Doblamos en Coronel Diaz hicimos media cuadra y ahí estaba el Starbucks
-¿Que vas a pedir? me pregunto cuando entramos
-Un capuchino, conteste.
-Yo pido siempre lo mismo, un frapuccino. Es mi preferido. ¿Lo probaste?
-No, nunca.
-Deberías, esta buenísimo. ¿Y para comer que queres?
-No sé, pedime algo vos.
-Te sorprendo entonces, dijo riéndose. Sentate que yo te lo llevo.
No tardo ni cinco minutos y ya estaba en la mesa.
-Traje unas muffis con pepitos de chocolate que están bárbaros. Acá esta tu capu y acá mi frapu. Te jode si te pregunto tu nombre, bromeo, tanto tiempo juntos y todavía no nos presentamos. Yo soy Manuel.
-Yo Luna.
-Que lindo nombre Luna
-Gracias.
-No te pregunto qué andabas haciendo porque por la bolsa me doy cuenta que estabas de compras.
-Si, jajaja. Me compre una cartera.
-Y si, sino no serias una mujer jajaja. Es increíble lo que tienen ustedes con las carteras.
-Algo como lo que tienen ustedes con el futbol, le respondí.
-No generalices. A mí por ejemplo no me gusta el futbol.
-¿Estás seguro que sos hombre? Le dije en joda.
-Que graciosa. Si no fuese hombre no te hubiese invitado a tomar un café.
-¿Y porque me invitaste?
-Porque me pareces una chica muy linda.
-Yo pensé que era para agradecerme que te ayude a elegir los aritos.
-También por eso, pero queres que te diga la verdad, pedirte ayuda fue una excusa para acercarme jajaja.
-A mira vos, no me había dado cuenta, le dije en tono sarcástico.
-Así que te diste cuenta. ¿Tan obvio fue?
-Un poco.
-O sea que te guste.
-¿Qué? No, dije enseguida.
-Si aceptaste tomar un café conmigo sabiendo que te quería levantar algo te gusto de mi.
-Me quería divertir un rato solamente le dije.
-Me gusto. Nos podemos divertir juntos. ¿Qué decís?
-No sé, ¿vos que propones?
-Mira yo tengo un departamento en Las Heras y Agüero, nos tomamos un taxi y vemos que sale. ¿Qué decís? Tiro medio en joda medio en serio.
-Que aburrido le dije. Tenes poca creatividad.
-Haber ya que no tengo creatividad propone algo vos, me dijo algo enojado.
-Nunca tuve sexo en el baño de un bar, dije casi al pasar dejándolo mudo.
-¿Vos me hablas en serio o me estas cargando? Pregunto después de unos segundos
Me hice la tonta, no le conteste y seguí con mi café.
Los dos nos mantuvimos en silencio por un rato. Creo que él seguía sin entender mi propuesta. Así que fui buena y le di otra oportunidad.
-Voy al baño le dije guiñándole el ojo.
Me pare y fui caminando rápido. Una vez que entre me mire en el espejo, me acomode un poco el pelo y me dispuse a esperar que entrara en cualquier momento. Pero eso no paso. Después de esperar en vano como diez minutos, entro una señora al baño, así que aproveche y sali. Manuel seguía sentado como si nada.
-¿Qué te paso? Le pregunte, te espere en el baño.
-Acá no puedo, vengo siempre. Veni al departamento, lo hacemos en el baño, ¿queres?
-No, dije acomodándome la campera como para irme.
Creo que esto lo hizo darse cuenta que se perdía la oportunidad.
-En el baño del shopping entonces. ¿Qué decís? Tiro como un último manotazo de ahogado.
Y la verdad me gusto. Y se lo hice saber con una sonrisa.
-¿Vamos entonces? Pregunto algo incrédulo.
Asentí con la cabeza. Enseguida se levanto y salimos del Starbucks para meternos en el shopping.
-Vamos a los baños del medio que están siempre vacios me dijo, mientras me llevaba casi a la rastra de la mano.
-Ahí están. ¿A cuál vamos? ¿Mujeres u hombres?
-Pruebo en el de mujeres dije y rápido me mande al baño; para mala suerte estaba ocupado y no solo eso, había dos mujeres esperando para entrar cuando se desocupen. Salí resignada.
-Esta todo lleno, le dije.
-¿Queres que me fije en el de hombres? Me pregunto y sin esperar mi respuesta entro.
No pasaron ni dos segundos cuando entreabrió la puerta y me metió de un tirón que casi me arranca el brazo. Ni tiempo de mirar para los costados haber si alguien me veía entrar.
-No hay na…no me dejo terminar la frase y me comió la boca. Me sorprendió que fuese tan directo. Abrí mis labios y recibí su lengua dentro de mi boca. Nos empezamos a matar a besos. Sus manos que acariciaban mi espalda bajaron unos centímetros hasta apretar mi cola. Podía notar como con cada una de sus manos estrujaba mis nalgas, apretándome más y mas hacia él, con lo que me hacía sentir como su pija empezaba a ponerse dura dentro de sus pantalones.
Como pude lo fui empujando hasta entrar en un cubículo para que no nos viera nadie que entrara al baño. Entramos súper apretados, cerré la puerta y le puse el cerrojo. Apoye mi bolsa y mi cartera en un costado. Nuevamente volvió a besarme con ansia, bajo a mi cuello, me toco las tetas por sobre la ropa. Me fue empujando hacia la puerta presionando mi cuerpo con el suyo y otra vez llevo sus manos a mi cola. Yo ya sentía la tanga empapada. Estaba supercaliente. En un movimiento rápido baje la tapa del inodoro y me senté, quedando de frente a su bulto. Su pija pedía a gritos salir de sus pantalones. Lleve mis manos hacia su paquete y con su ayuda le desabroche el pantalón. Se bajo el jean hasta las rodillas quedándose en slip. Por Dios hace cuanto no veía un slip. Igual no le duro mucho tiempo puesto porque rápido se lo baje. Ante mi vista apareció una linda pija. Normal, no piensen nada del otro mundo. Calculo que andaría por los 15 centímetros (con suerte jajaja, y sí, soy mala). Igual lo que me gusto fue que estaba depiladita y bien prolijita. Me causo ternura. Por eso empecé con unos besitos. Arranque por los huevos. Con cada beso su pija adquiría mayor proporción y dureza. Luego seguí dándole lamidas de abajo hacia arriba. Rodie su miembro con mi mano derecha, deje caer saliva sobre su pija y comencé a masturbarlo. Finalmente la envolví con mis labios y empecé a chuparla. Con poco esfuerzo me la pude comer toda; acto seguido me retire lentamente apretando los labios para aumentar la succión. Todo esto sin dejar de mirarlo a los ojos.
-Qué lindo como chupas, me dijo.
Iba a decirle algo, pero ni bien me saque su pija de la boca me agarro de la parte posterior de mi cabeza y me guio de nuevo hacia su verga. Así que seguí chupando. Así estuve algunos minutos más, pero como sabía que no teníamos mucho tiempo y estábamos contrarreloj me frene. No quería hacerlo acabar y quedarme con las ganas de coger. Así que no resistí mas, me saque la pija de la boca y casi le suplique.
-Cógeme.
Manotie mi cartera, que estaba al lado mío y saque una cajita de preservativos que siempre tengo por si acaso Y le di uno.
Con mucha incomodidad por el reducido espacio, me pare y el ocupo mi lugar sentándose en el inodoro. Como pude empecé a sacarme la ropa. Me saque la campera y la tire a un costado, lo mismo hice con mi blusa quedando en corpiño. Cuando llego la hora del jean se complico. Me lo desabroche, me gire y me lo fui bajando con una mano agarrándome con la otra de la puerta para no caerme. Manuel lejos de ayudarme me había rodeado con sus brazos y me besaba la cola.
-Que linda colita tenes, me decía e inmediatamente volvía a hundir su cara en mi cola. Me quede unos instantes así, con las manos apoyadas en la puerta y el jean hasta las rodillas, disfrutando de los besos y mimos que me hacía.
En un momento aparto a un lado mi tanga y llevo un dedo a mi conchita, que entro con facilidad de lo mojadita que estaba. Eso me hizo explotar. Ya habíamos jugado suficiente, quería coger ya. Así que me di vuelta y me saque el jean quedando solo en ropa interior.
-No podes estar tan buena, me dijo Manu, haber dame una vueltita.
Le hice caso y di, no una sino dos vueltitas bien despacito para que me vea bien
-¿Y qué te parezco? pregunte.
-Sos un infierno nena.
Me saque la tanguita y me le senté encima mirándolo de frente. Le di otro beso y en eso se siente que entra gente al baño. Con Manu nos miramos. Hablaban muy fuerte por suerte y ni se percataron que estábamos ahí. Al minutito se fueron y nosotros seguimos en la nuestra. Pero ya sabiendo que no había tiempo que perder, me incline un poco hacia adelante y acomode con una mano la pija en la entrada de mi conchita hambrienta y palpitante, y lentamente me fui sentando. Quede de tal forma que mis pies quedaban colgando en el aire. Cruce mis brazos por detrás de su nuca y comencé a hamacarme. Me movía hacia adelante y hacia atrás procurando menear al máximo mi cintura. Sentía la pija bien adentro casi moverse conmigo. En el baño retumbaban los gemidos, suspiros y gritos débiles, que aunque los tratábamos de ahogar resultaban imposibles. Cabalgue así unos minutos hasta que sentí que se aproximaba un orgasmo, así que acelere el ritmo. Nuestros cuerpos se fundieron en un abrazo y casi en simultaneo nos vinimos los dos juntos. Totalmente exhaustos nos quedamos unos minutos en esa posición. Sentí como su pija se iba desinflando dentro mío. Nos miramos y nos besamos de nuevo.
-¿Ahora como hacemos? Le pregunte con una sonrisa.
-Por mi nos quedamos a vivir acá, me dijo el boludo.
Al ver mi cara se dio cuenta que hablaba de en serio -Mira yo salgo, vestite y te digo si hay alguien, se corrigió en seguida.
-Dale, dije.
En un santiamén se vistió y salió. (Perdón por la palabra de viejo, mi abuela la dice siempre y la quería usar jajaja)
Lo más rápido que pude hice lo mismo, agarre mi cartera y mi bolsa. Sentí unos golpecitos en la puerta y la voz de Manu:
-Ahora.
Salí. Me mire en el espejo. Estaba hecha un desastre, me acomode un poco el pelo y sali de nuevo hacia el shopping. La sensación de adrenalina por haber hecho algo prohibido todavía me duraba. Camine algunos metros al lado de Manu sin decir nada.
-Ya esta dije, todavía con un poquito de miedo.
-Sí, ya esta respondió el mientras sacaba el celular de un bolsillo. Uh es tardísimo Me tengo que ir. Me pasas tu numero así hablamos por Whatapps me dijo.
A ver si adivinan que hice. No, esta vez no pase el número de ninguna amiga, mi excusa fue que había perdido el celu y que iba a cambiar el número.
-Te dejo mi tarjetita entonces, me dijo dándome un cartoncito que saco nuevamente del bolsillo. Ahí tenes mi celular.
-Ok, dale, gracias.
Nos despedimos con un beso en la mejilla y antes de irse me hizo prometerle que lo llamaría. Obvio que le dije que si…y obvio también que cruce los dedos...jajaja
Mientras salía del shopping leí su tarjeta. Abogado Manuel Ricardo M…
Pensaba tirar la tarjetita pero decidí guardarla. Siempre es bueno tener un abogado de confianza…
Comentarios Destacados
57 comentarios - Chanchadas en el baño
ya hubiera hecho algo como esto..
http://suitedguy.com/flash/?embed=3908543
hermoso relato...muy bien contadoooooo
graciassssss
muy bueno...felicitaciones
Muy bueno Luni 😉
Muuuy caliente!!
Gracias por compartir
Que buen relato 🤤 🤤 como siempre 😉
+10 te juro que si pudiera te daría más puntos...
Muy buen relato 👏 👏 👏 🌹
Excelenteeeeee 👏
Yo comenté tu post... ¿comentaste alguno de los míos?
El cuerpo de una mujer es un arma de seducción y es letal...vos tenés un arsenal...
IMPRESIONANTE!!! no hay forma de no calentarse imaginandote...
Pedazo de post!
IMPRESIONANTE LUNITA
ME DEJASTE AL RE PALO MIS 21CM DE VERGA
DEJO PUNTOS
OJALA ALGUN DIA PASE POR MIS ULTIMOS POST PRINCESA HERMOSA
🤤 🔥 🤤 🔥 🤤 🔥 🤤 🔥 🤤 🔥 🤤
Beso
Muy buen relato Luni! Una vez mas, calentas como vos sola sabes 😉
Beso!
Besos Misko
me encanta q seas tan putita,,,
Deci q somos como mil los que te queremos dar.. sino lo intentaría 😛
un beso hermosa 😃