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Mi caliente estudiante

Mi caliente estudiante


Soy profesor en un colegio de enseñanza por ciclos, algo así como una segunda oportunidad para los que no pudieron seguir en educación regular, en este tipo de instituciones los estudiantes son mas grandes que los de otros colegios, es común encontrar jóvenes de 18 y 19 años.

Bueno, en esta ocasión entraba a estudiar una nena para el último grado de secundaria, desde que entró a mi clase el primer día me había encantado, es una rubia delgada, no muy alta, de cabellos largos, sonrisa amplia y un cuerpazo muy bien formado, un culo redondito y parado, y un par de senos que sobresalían de su blusa. De primera impresión sabía que era mayorcita y algo coqueta.

Con el transcurrir de los días fui averiguando un poco de su vida a través de sus compañeras y por ella misma y me encontré con la sorpresa que a esta nena le gustaban los hombres mayores. Fuimos entablando una confianza que iba mas allá de lo escolar, ella percibía que me agradaba más de lo normal.

Un día en clase estaban organizados en filas y había poco espacio para caminar entre ellos y accidentalmente rocé mi bulto con el brazo de mi estudiante, yo me sonrojé sabiendo que ella lo había sentido y cuando voltee a mirarla me lanzó una sonrisa de picardía haciéndome saber que le había gustado. Pasando los días noté que ella empezaba a hacer lo mismo frotándome los pechos, acercándose insinuantemente en mi cuerpo, incluso hubo una ocasión en el que su mano rozó mi entrepierna.

Ya terminando uno de los semestres los estudiantes debían presentar un proyecto para aprobar el curso, esto iba incluido con una sustentación personal por cada joven. Mi querida estudiante se había atrasado en la entrega de dicho proyecto, la cual le dí un plazo más, quedé en recibirlo después de clase en la sala de profesores, aunque no tenía planes concretos mi mente se imaginaba una situación propicia para un encuentro sexual.

Esa tarde llegó vestida como si tuviera algo en mente, traía una lycra negra bien ajustada que dejaba ver su perfecto culo redondo y marcaba su conchita invitándome a una erección, traía una blusa corta de tiras con los hombros descubiertos con un escote que dejaba ver el busto de una colegiala caliente. Traía el cabello sujetado por una moña con una cola de caballo.

Al abrirle la puerta y dejarla entrar no pude evitar mirarla con deseo y lujuria, con ganas de comérmela esa misma tarde calurosa, nos sentamos y empecé a recibirle el trabajo, aunque en varias ocasiones mi vista se centraba en su escote o en su panocha, me le fui acercando cada vez mas y mi mano empezó a tocar su pierna, ella permitía y fomentaba esa situación, bajaba cada vez más su escote, mojaba sus labios cuando me veía, su respiración empezó agitarse y mi verga empezaba a ponerse dura, en esa exaltación mi mano se acercó a su entrepierna que estaba calientica, ella movió su cadera acercándose a mi mano para que la agarrara completa, a penas sentí su cuca ella ya me tenía agarrado mi bulto que estaba a punto de romper mi pantalón, comencé a acariciar su conchita con movimientos circulares en el área del clítoris, mientras ella sobaba a lo largo mi tranca.

No aguantaba más, dejé de tocarla solo para desabrochar mi pantalón y sacar mi verga, en el instante que la vio hizo una expresión de sorpresa que ya había visto en otras mujeres, tal ves por lo desproporcionado del tamaño de mi pija, yo no soy muy alto y tal vez las mujeres esperan ver algo pequeño o acorde a mi estatura, pero al contrario tengo una pedazo de cuerpo más grande de lo esperado.

Ya con mi verga desenfundada y lista para la acción sabía que esto no iba marcha atrás, me levanté para asegurar la puerta y me paré frente a ella para que empezara su trabajo oral, sin decirle nada tomó mi pija y le dio unos lengüetazos por todo lo largo y ancho, me masturbaba lentamente mientras introducía una parte de mi pene en boquita, la tomé de su cabello empujándola hacia mi, intentaba que se la metiera completa pero el reflejo de vómito lo impedía aunque no dejaba de intentarlo.

Mientras ella estaba dándome una mamada como toda una profesional le fui bajando las tiras a su blusa exponiendo sus pechos, al igual le bajé el brasier para ver sus pezones que ya estaban duros y firmes. En momentos tomaba mi verga y la abofeteaba haciendo sonar mi pene con su mejilla, parece que le encantaba porque lo empezó a hacer por si sola.

Cuando casi me sentía venir la ayudé a levantar de la silla en la que aún estaba sentada desde que había llegado, le bajé la lycra seguido de sus pantis, que detallé muy poco, solo sé que eran negros estilo cacheteros. Le dí la vuelta quedando de espaldas a mi y la apoyé en un escritorio cuando me dijo

- métemela completica
- Ya la vas a sentir

Humedecí con saliva la punta de mi pene y empecé a introducirla lentamente, cuando entró la cabeza apretó los ojos y abriendo toda la boca

- AAhhhhhhh siiii profe

La introduje lentamente para que sintiera cada centímetro de mi verga, cuando estuvo totalmente ensartada dijo

- Que pedazote tan ricooooooo

Los movimientos que empezaron lento se fueron haciendo cada vez más rápidos embistiendo con más fuerza. La tomaba de su cabello jalándola hacia mi, con mi otra mano apretaba su culo que azotaba con fuerza

- profe usted culea muy rico
- ¿quien es mi estudiante zorrita?
- yo soy tu zorrita profe

Después de un instante cambiamos de rol, yo me senté en la silla para que ella cabalgara y tomara las riendas de la follada.

Ella se sentó mirándonos frente a frente, con mi verga empalmada empezó a introducirla en un angulo cómodo para ambos, cuando la tenía totalmente adentro comenzó a mover las caderas hacia adelante y atrás y en círculos, mis manos estaban libres para acariciar sus nalgas y sus pechos que me entretuve chupándolos.

De un momento a otro cambia de ritmo y emprende una cabalgata sobre mi verga, saltaba con rapidez sintiendo todo el trayecto de la penetración.

- Aahhhhh me vengo profeeee me voy a correr

La tomé de las nalgas y coordinamos una embestida soberbia, en unos segundos después lanzó un suspiro profundo y sus piernas empezaron a temblar... sabía que había llegado a un orgasmo y no se había contenido.

- mi profe me hizo sentir en el cielo
- si te gustó deberíamos repetirlo
- pero usted no ha llegado todavía
- déjame correme en tu boca
- mmmmm dale que me gusta la lechita

Me levanté y ella se arrodilló para recibir una descarga de leche caliente, me masturbé por unos instantes hasta llegar al clímax, la tomé de la nuca y con la boca totalmente abierta me vine dentro de su garganta, llevaba un largo tiempo sin eyacular por lo que esa corrida fue de grandes cantidades, se le desbordó la boca con mi leche dejándola caer en sus tetas, la que quedó adentro se la tragó con agrado. Terminó de limpiarse y se vistió enseguida.

- Pasé el examen profe?
- es el primero de muchos que tengo que hacerte
- pero necesito alguien que me ayude porque yo sola no se si podré con tanta carga
- Bueno trae una amiga y les hago el examen en grupo


Pero eso será de otra historia


@Profesexxx

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