Mi amigo Nico y yo no nos veíamos hacía casi un año, así que lo invité a tomar unas cervezas por Palermo. Y me mensajeó un rato antes de vernos "vas a conocer a mi novia!!".
Al principio me cayó medio mal la idea, más que nada porque quería hablar con él y charlar de nuestras cosas, y ya la presencia de una novia me daba a que estaba hecho un pollerudo de esos que no hacen nada si no es con su pareja. Pero traté de ponerle buena cara igual.
Para sorpresa, cuando nos encontramos, Nico me esperaba solo. Nos dimos un fuerte abrazo.
-Qué haces loco!!
-Cómo andas Nico??? eh??? Tanto tiempo boludo!
-Sí la verdad que sí. Todo bien yo por suerte, y vos?
-Bien!! Tranquilo... Con ganas de verte amigo. Y tu novia? Dónde está?
-No... viene más tarde... quería estar un rato así, vos y yo, le dije que venga en unas horas.
Me acomodé, pedimos unas cervezas y nos pusimos a charlar. Me contó que conoció a su novia hacía dos meses en una fiesta, y yo por mi parte le conté que seguía soltero pero nunca solo. Entre charlas y cerveza, luego de un rato, le sonó el celular.
-Ahí está viniendo mi chica
-Buenísimo, vamos pidiendo otra cerveza?
-Dale
Pedimos otra y nos quedamos en silencio unos segundos.
-Loco, vas a ver lo que es. Un camión la hija de puta, me vuelve loco. -me decía Nico con los cachetes ya un poco colorados-
-Jajajaja bueno...
-Y aparte no sabes lo que coge... es una atrevida... hace todo!
Me di cuenta de que Nico ya estaba algo alcoholizado por su sinceridad
-Esta bien Nico!! cosas de ustedes amigo!! jajaja no quiero saber tanto
En eso miré a la puerta y vi entrar una pendeja castaña que rompía la tierra. Como era de suponer, justo esa perra tenía que ser la novia de mi amigo.
-Buenas...- dijo Lucía acercándose a la mesa y mostrando una sonrisa perfecta-
-Hola mi amor- Nico-
-Hola- dije yo
Lucía se acercó a saludar. Hasta su perfume calentaba. Castaña, con unas tetas perfectas, no grandes pero como dos pomelos bien puestos, una cara de bebota que mataba y por el vestido corto apenas le mire las piernas me di cuenta de que ALGO hacia con su cuerpo, gimnasia, baile, bicicleta, lo que sea, porque eran piernas de yegua.
Le hicimos lugar y justo trajeron la cerveza. Nos pusimos a hablar, más que nada ella y yo, porque eramos los que menos se conocían y Nico obviamente quería que su novia y su amigo se lleven bien. Me contó que, efectivamente, hacía gimnasio toda la semana y trabajaba en una casa de ropa cerca de ahí.
Lo que me llamó terriblemente la atención, eran las miradas que me tiraba. Me miraba como garchandome con los ojos. Le saqué la ficha enseguida. Era terriblemente fácil la pendeja. Sabía que estaba bárbara y se sentía capaz de calentar a cualquiera que se le cruzara en el camino y eso le encantaba.
Nico me miraba y sonreía, orgulloso de presentarme ese camión, pero también estaba muy ebrio y por eso no hablaba nada, se perdía. Intenté unirlo a la charla pero estaba perdido. Lucía se le reía y lo gastaba.
-Jajaja querés que te pida otra cerveza mi amor??- le decía - Con tanta sed no se te va a parar hoy!
-Que no se me va a parar... no tenes idea la cogida que te pego hoy ni bien llegamos a casa-
Yo sonreía incomodo y miraba para otro lado. A Nico se le perdían los límites y Lucía en cuanto podía me tiraba miradas asesinas. En eso, mi amigo se levantó para ir al baño y me la vi venir.
Me quedé sólo con Lucía en la mesa.
-Este pibe... se pone borrachito fácil
-Jaja Es que arrancamos temprano...
-Pero vos estás perfecto! - con mirada asesina-
-Jajaja no te creas, mantengo la apariencia nomás
-Este es un zafado... encima me dice cualquier cosa viste...- Mientras lo decía se despeinaba el pelo con la mano... terrible-
-Y bue... entendelo!-
-Jajajaja y si, está borracho-
-Está borracho y vos te partís sola-
-Jajaja vos tampoco tenes filtro parece-
-Tengo mucho filtro, ahora mismo está funcionando a full, creeme...- Se me estaba yendo la mano, pero con sus miradas me estaba haciendo parar la pija sin tocarme-
-Ah bue... sos un zarpado nene! sos amigo de Nico vos???-
-Disculpa tenes razon, fue un chiste-
Lucía me sonrió pícara y nos quedamos callados, al parecer no le había molestado en serio mi chiste, por suerte!. Apareció Nico, ebrio, se sentó y empezó a hablar de que había un tipo en el baño y que no se qué problemas hubo, que casi se van a las manos y se metieron varias personas. En eso, Lucía por debajo de la mesa me apoyó la mano en el muslo. Lo primero que pensé fue que se equivocó de hombre y quería tocar el muslo de mi amigo, pero la realidad es que no tenía lógica, Nico estaba sentado del otro lado de la mesa y no había forma de confundirse. Mi amigo con cara seria miraba al baño y buscaba al otro tipo. Yo dejé la mano de Lucía en mi muslo sin decir nada.
-Y bue...-dijo ella mirándome-
Nico estaba ido.
-Hablando de no tener filtro...- le dije yo y le señalé su mano con la cabeza
-Te molesta?-
-Para nada, es mas, pensaba hacer lo mismo-
-Qué cosa?
Puse mi mano en la pierna de Lucía. A diferencia de mi, ella tenia vestido corto y mi mano estaba directamente encima de su piel. Nico nos miró a la cara y balbuceó unos insultos hacia el tipo con el que se había peleado. Se le iban cerrando los ojos como dos persianas.
-Acercate un cachito... se nota mucho la mano así- le dije en voz bajita a ella, que con carpa acercó la silla hacia mi lado-
Su mano me empezó a acariciar el muslo. Yo fui un poco más allá y muy despacio fui metiendo mi mano abajo de su vestido, mientras miraba que mi amigo no se rescatara de la situación. Ella no decía nada, sólamente me miraba fijo a los ojos, seria, caliente. Estaba llegando a su bombacha con mis dedos.
-Acercate un poco más- le volví a decir en voz muy bajita, casi gesticulando. Cuando se acercó, le puse los dedos en la bombacha, por encima de la conchita, y sentí como estaba toda mojada y caliente.
Bien sigiloso, le corrí la prenda y empecé a tocarle el clítoris. Lo increíble era que sin dejar de mirarme a los ojos, no me ponía frenos de ningún tipo.
-Hasta donde vas a seguir?- me dijo susurrandome
-Se me rompió el filtro parece...- le contesté
Lucía sin sacarme los ojos de encima, se perfiló bien frontal a mi, y sentada en su silla abrió las piernas. Su gesto en la cara, con los ojos serios y la boca entreabierta, sumado a la soltura que tenía de haberme tomado varias cervezas, me tenían descontrolado.
-Quiero ver cómo se te rompió el filtro, a ver... hasta dónde se rompió...-me dijo-
Acerqué ya a tope mi silla a la suya para que nadie de otra mesa pudiera vernos. Con la mano adentro de su bombacha, le metí dos dedos en la concha, enteros adentro, se los saqué empapados, y me los metí en la boca.
Lucía me miraba y se pasaba la lengua por los labios mientras que con la mano se corría todo lo que podía la bombacha, haciéndola bien a un costado. Volví a meterle los dos dedos adentro y cuando se los saqué otra vez empapados, ella me agarró la mano y se los llevó a su boca, comiéndolos delante de todo el bar.
-Vamos al baño pibe, vamos ya, al baño, seguime-
Sin ningún cuidado, se levantó de la silla, se metió mis dedos mojados en la boca nuevamente, me chupo toda la mano, y se fue al baño. Yo la seguí unos pasos mas atrás esperando ver qué hacía. Sin cuidado, se metió al baño de los hombres. La naturalidad con la que lo hizo permitió que nadie se fijara en lo que había pasado. Yo me metí atrás.
Cuando entré, me sorprendí al ver un tipo en el lavamanos mirando para adentro de uno de los baños individuales. Claro, había visto entrar a Lucía como si nada y se había quedado sorprendido.
-Disculpá- le dije al tipo - no digas nada che -
El tipo sin decir nada se secó las manos y la cara, y salió del baño. Yo me metí adentro del individual con Lucía y ella ya estaba apoyada contra la pared.
-Bajame la bombacha vos - me dijo
Le obedecí. Su cara caliente y seria al mismo tiempo, cara de perra mala y atrevida, me tenía ciego. Le bajé la bombacha hasta los zapatos y se la saqué. La agarró y me la metió en la boca.
-Con mi bombacha en la boca cogeme ahora pibe -
Recién ahora, hablandome tan cerca de la cara, alcancé a sentirle el aliento a cerveza y supuse que ella estaba algo entonada, no como yo, pero seguro desinhibida. Me saqué la bombacha de la boca.
-No tengo forros-
-Qué me importa...-
Al decirme eso me explotó una bomba en la cabeza. Fue la gota que rebalsó el vaso. Mucha era la calentura que tenía como para que se pusiera tan desinteresada. Para colmo, volvió a agarrar su bombacha negra, toda mojada y llena de olor a concha, y me la volvió a meter de mordaza entre los dientes.
Así como estaba, me bajé el pantalón y le metí la pija entera adentro.
-Ahhh pibe que flor de poronga que tenés...-
Yo no podía hablar. Amordazado y ciego de calentura, lo único que entendía era que la temperatura de su cajeta, el olor a concha de su bombacha negra, y estar garchando en el baño de hombres, me estaba volviendo loco.
Se la saqué entera, y se la volví a meter a fondo otra vez, y a partir de ahí comencé a cogerla con toda la fuerza, lento pero hasta el fondo y con fuerza en cada embestida. Lucía se colgó de mi espalda, subió una pierna al inodoro, se apoyó bien contra la pared y puso su cabeza en mi hombro. Yo le levantaba el vestido para agarrarle el culo mientras me ensartaba a esa tremenda perra contra la pared.
-No parés de metermela pibe.... ayyyy que poronga que tenés... damela, damela toda! dale!! Dale!!!!- gemía como loca mientras yo la embestía una y otra vez a ritmo lento pero muy intenso.
Me empezó a arañar la espalda y me di cuenta de que estaba acabando.
-Ahh..ahhh... ay, no pares, no pares, dale, dale... ay!!! así!!!! dale así no pares por favor!!-me decía y yo como un animal no dejaba de enterrarla apretándola cada vez más contra la pared y agarrándole fuerte el culo.
-Te estoy acabando toda la pija me oís??- me decía la muy puta- Te acabo toda la pija, mirá, toda mojada tu chota por mi-
Se me desorbitaban los ojos. Escupí la bombacha y la tiré al piso.
-Como podes ser tan puta-
-Recien empiezo... no te creas que va a ser la ultima vez que me vas a garchar-
-Estoy por acabar pendeja , decime YA si te acabo afuera o adentro -
-En la cara, pibe, tirame toda la leche en la carita! -
Se la saqué de un tirón y se agachó como pudo en ese pequeño lugar. Pajeándome fuerte y rápido con una mano y cazándola a ella del pelo con la otra, puse la cabeza de mi pija en su pera y empecé a acabar. Le llené la cara de lechita y ella gimió mientras le acababa encima. Apenas terminamos de hacerlo, y nos empezamos a vestir, entró un tipo al baño.
Terminamos de vestirnos, ella se secó la cara con la parte de adentro del vestido, y salió como si nada. El tipo la vio, yo salí atrás de ella y no nos importó un carajo. Nos fuimos a sentar, nos pasamos los numeros de celular, despertamos a Nico, yo pagué todo y nos despedimos en la puerta.
Al principio me cayó medio mal la idea, más que nada porque quería hablar con él y charlar de nuestras cosas, y ya la presencia de una novia me daba a que estaba hecho un pollerudo de esos que no hacen nada si no es con su pareja. Pero traté de ponerle buena cara igual.
Para sorpresa, cuando nos encontramos, Nico me esperaba solo. Nos dimos un fuerte abrazo.
-Qué haces loco!!
-Cómo andas Nico??? eh??? Tanto tiempo boludo!
-Sí la verdad que sí. Todo bien yo por suerte, y vos?
-Bien!! Tranquilo... Con ganas de verte amigo. Y tu novia? Dónde está?
-No... viene más tarde... quería estar un rato así, vos y yo, le dije que venga en unas horas.
Me acomodé, pedimos unas cervezas y nos pusimos a charlar. Me contó que conoció a su novia hacía dos meses en una fiesta, y yo por mi parte le conté que seguía soltero pero nunca solo. Entre charlas y cerveza, luego de un rato, le sonó el celular.
-Ahí está viniendo mi chica
-Buenísimo, vamos pidiendo otra cerveza?
-Dale
Pedimos otra y nos quedamos en silencio unos segundos.
-Loco, vas a ver lo que es. Un camión la hija de puta, me vuelve loco. -me decía Nico con los cachetes ya un poco colorados-
-Jajajaja bueno...
-Y aparte no sabes lo que coge... es una atrevida... hace todo!
Me di cuenta de que Nico ya estaba algo alcoholizado por su sinceridad
-Esta bien Nico!! cosas de ustedes amigo!! jajaja no quiero saber tanto
En eso miré a la puerta y vi entrar una pendeja castaña que rompía la tierra. Como era de suponer, justo esa perra tenía que ser la novia de mi amigo.
-Buenas...- dijo Lucía acercándose a la mesa y mostrando una sonrisa perfecta-
-Hola mi amor- Nico-
-Hola- dije yo
Lucía se acercó a saludar. Hasta su perfume calentaba. Castaña, con unas tetas perfectas, no grandes pero como dos pomelos bien puestos, una cara de bebota que mataba y por el vestido corto apenas le mire las piernas me di cuenta de que ALGO hacia con su cuerpo, gimnasia, baile, bicicleta, lo que sea, porque eran piernas de yegua.
Le hicimos lugar y justo trajeron la cerveza. Nos pusimos a hablar, más que nada ella y yo, porque eramos los que menos se conocían y Nico obviamente quería que su novia y su amigo se lleven bien. Me contó que, efectivamente, hacía gimnasio toda la semana y trabajaba en una casa de ropa cerca de ahí.
Lo que me llamó terriblemente la atención, eran las miradas que me tiraba. Me miraba como garchandome con los ojos. Le saqué la ficha enseguida. Era terriblemente fácil la pendeja. Sabía que estaba bárbara y se sentía capaz de calentar a cualquiera que se le cruzara en el camino y eso le encantaba.
Nico me miraba y sonreía, orgulloso de presentarme ese camión, pero también estaba muy ebrio y por eso no hablaba nada, se perdía. Intenté unirlo a la charla pero estaba perdido. Lucía se le reía y lo gastaba.
-Jajaja querés que te pida otra cerveza mi amor??- le decía - Con tanta sed no se te va a parar hoy!
-Que no se me va a parar... no tenes idea la cogida que te pego hoy ni bien llegamos a casa-
Yo sonreía incomodo y miraba para otro lado. A Nico se le perdían los límites y Lucía en cuanto podía me tiraba miradas asesinas. En eso, mi amigo se levantó para ir al baño y me la vi venir.
Me quedé sólo con Lucía en la mesa.
-Este pibe... se pone borrachito fácil
-Jaja Es que arrancamos temprano...
-Pero vos estás perfecto! - con mirada asesina-
-Jajaja no te creas, mantengo la apariencia nomás
-Este es un zafado... encima me dice cualquier cosa viste...- Mientras lo decía se despeinaba el pelo con la mano... terrible-
-Y bue... entendelo!-
-Jajajaja y si, está borracho-
-Está borracho y vos te partís sola-
-Jajaja vos tampoco tenes filtro parece-
-Tengo mucho filtro, ahora mismo está funcionando a full, creeme...- Se me estaba yendo la mano, pero con sus miradas me estaba haciendo parar la pija sin tocarme-
-Ah bue... sos un zarpado nene! sos amigo de Nico vos???-
-Disculpa tenes razon, fue un chiste-
Lucía me sonrió pícara y nos quedamos callados, al parecer no le había molestado en serio mi chiste, por suerte!. Apareció Nico, ebrio, se sentó y empezó a hablar de que había un tipo en el baño y que no se qué problemas hubo, que casi se van a las manos y se metieron varias personas. En eso, Lucía por debajo de la mesa me apoyó la mano en el muslo. Lo primero que pensé fue que se equivocó de hombre y quería tocar el muslo de mi amigo, pero la realidad es que no tenía lógica, Nico estaba sentado del otro lado de la mesa y no había forma de confundirse. Mi amigo con cara seria miraba al baño y buscaba al otro tipo. Yo dejé la mano de Lucía en mi muslo sin decir nada.
-Y bue...-dijo ella mirándome-
Nico estaba ido.
-Hablando de no tener filtro...- le dije yo y le señalé su mano con la cabeza
-Te molesta?-
-Para nada, es mas, pensaba hacer lo mismo-
-Qué cosa?
Puse mi mano en la pierna de Lucía. A diferencia de mi, ella tenia vestido corto y mi mano estaba directamente encima de su piel. Nico nos miró a la cara y balbuceó unos insultos hacia el tipo con el que se había peleado. Se le iban cerrando los ojos como dos persianas.
-Acercate un cachito... se nota mucho la mano así- le dije en voz bajita a ella, que con carpa acercó la silla hacia mi lado-
Su mano me empezó a acariciar el muslo. Yo fui un poco más allá y muy despacio fui metiendo mi mano abajo de su vestido, mientras miraba que mi amigo no se rescatara de la situación. Ella no decía nada, sólamente me miraba fijo a los ojos, seria, caliente. Estaba llegando a su bombacha con mis dedos.
-Acercate un poco más- le volví a decir en voz muy bajita, casi gesticulando. Cuando se acercó, le puse los dedos en la bombacha, por encima de la conchita, y sentí como estaba toda mojada y caliente.
Bien sigiloso, le corrí la prenda y empecé a tocarle el clítoris. Lo increíble era que sin dejar de mirarme a los ojos, no me ponía frenos de ningún tipo.
-Hasta donde vas a seguir?- me dijo susurrandome
-Se me rompió el filtro parece...- le contesté
Lucía sin sacarme los ojos de encima, se perfiló bien frontal a mi, y sentada en su silla abrió las piernas. Su gesto en la cara, con los ojos serios y la boca entreabierta, sumado a la soltura que tenía de haberme tomado varias cervezas, me tenían descontrolado.
-Quiero ver cómo se te rompió el filtro, a ver... hasta dónde se rompió...-me dijo-
Acerqué ya a tope mi silla a la suya para que nadie de otra mesa pudiera vernos. Con la mano adentro de su bombacha, le metí dos dedos en la concha, enteros adentro, se los saqué empapados, y me los metí en la boca.
Lucía me miraba y se pasaba la lengua por los labios mientras que con la mano se corría todo lo que podía la bombacha, haciéndola bien a un costado. Volví a meterle los dos dedos adentro y cuando se los saqué otra vez empapados, ella me agarró la mano y se los llevó a su boca, comiéndolos delante de todo el bar.
-Vamos al baño pibe, vamos ya, al baño, seguime-
Sin ningún cuidado, se levantó de la silla, se metió mis dedos mojados en la boca nuevamente, me chupo toda la mano, y se fue al baño. Yo la seguí unos pasos mas atrás esperando ver qué hacía. Sin cuidado, se metió al baño de los hombres. La naturalidad con la que lo hizo permitió que nadie se fijara en lo que había pasado. Yo me metí atrás.
Cuando entré, me sorprendí al ver un tipo en el lavamanos mirando para adentro de uno de los baños individuales. Claro, había visto entrar a Lucía como si nada y se había quedado sorprendido.
-Disculpá- le dije al tipo - no digas nada che -
El tipo sin decir nada se secó las manos y la cara, y salió del baño. Yo me metí adentro del individual con Lucía y ella ya estaba apoyada contra la pared.
-Bajame la bombacha vos - me dijo
Le obedecí. Su cara caliente y seria al mismo tiempo, cara de perra mala y atrevida, me tenía ciego. Le bajé la bombacha hasta los zapatos y se la saqué. La agarró y me la metió en la boca.
-Con mi bombacha en la boca cogeme ahora pibe -
Recién ahora, hablandome tan cerca de la cara, alcancé a sentirle el aliento a cerveza y supuse que ella estaba algo entonada, no como yo, pero seguro desinhibida. Me saqué la bombacha de la boca.
-No tengo forros-
-Qué me importa...-
Al decirme eso me explotó una bomba en la cabeza. Fue la gota que rebalsó el vaso. Mucha era la calentura que tenía como para que se pusiera tan desinteresada. Para colmo, volvió a agarrar su bombacha negra, toda mojada y llena de olor a concha, y me la volvió a meter de mordaza entre los dientes.
Así como estaba, me bajé el pantalón y le metí la pija entera adentro.
-Ahhh pibe que flor de poronga que tenés...-
Yo no podía hablar. Amordazado y ciego de calentura, lo único que entendía era que la temperatura de su cajeta, el olor a concha de su bombacha negra, y estar garchando en el baño de hombres, me estaba volviendo loco.
Se la saqué entera, y se la volví a meter a fondo otra vez, y a partir de ahí comencé a cogerla con toda la fuerza, lento pero hasta el fondo y con fuerza en cada embestida. Lucía se colgó de mi espalda, subió una pierna al inodoro, se apoyó bien contra la pared y puso su cabeza en mi hombro. Yo le levantaba el vestido para agarrarle el culo mientras me ensartaba a esa tremenda perra contra la pared.
-No parés de metermela pibe.... ayyyy que poronga que tenés... damela, damela toda! dale!! Dale!!!!- gemía como loca mientras yo la embestía una y otra vez a ritmo lento pero muy intenso.
Me empezó a arañar la espalda y me di cuenta de que estaba acabando.
-Ahh..ahhh... ay, no pares, no pares, dale, dale... ay!!! así!!!! dale así no pares por favor!!-me decía y yo como un animal no dejaba de enterrarla apretándola cada vez más contra la pared y agarrándole fuerte el culo.
-Te estoy acabando toda la pija me oís??- me decía la muy puta- Te acabo toda la pija, mirá, toda mojada tu chota por mi-
Se me desorbitaban los ojos. Escupí la bombacha y la tiré al piso.
-Como podes ser tan puta-
-Recien empiezo... no te creas que va a ser la ultima vez que me vas a garchar-
-Estoy por acabar pendeja , decime YA si te acabo afuera o adentro -
-En la cara, pibe, tirame toda la leche en la carita! -
Se la saqué de un tirón y se agachó como pudo en ese pequeño lugar. Pajeándome fuerte y rápido con una mano y cazándola a ella del pelo con la otra, puse la cabeza de mi pija en su pera y empecé a acabar. Le llené la cara de lechita y ella gimió mientras le acababa encima. Apenas terminamos de hacerlo, y nos empezamos a vestir, entró un tipo al baño.
Terminamos de vestirnos, ella se secó la cara con la parte de adentro del vestido, y salió como si nada. El tipo la vio, yo salí atrás de ella y no nos importó un carajo. Nos fuimos a sentar, nos pasamos los numeros de celular, despertamos a Nico, yo pagué todo y nos despedimos en la puerta.
6 comentarios - 1) Adentro del baño, mucho morbo
Bien calentito el relato...me gusto...
Te dejo puntitos y besitos...