Mi esposa, yo y un pasante en mi casa.

Era otro día mas en el trabajo, mucha gente con sus respectivos problemas. llegado el final de la jornada me dispuse a cerrar mi oficina, pero una vos me pidió un poco mas de tiempo, lo extraño de esto era que no lo hizo en español si no en un ingles un poco torpe. un muchacho extranjero, desesperado para realizar un tramite que lo mandaría de regreso a su país. lamentablemente no lo pudimos ayudar. el joven se debería quedar todo el finde largo en Argentina hasta el día hábil. entre todas sus suplicas lo que pude entender era que no tenia donde ir y que no conocía a nadie en la ciudad y que su efectivo se había agotado. eso me hizo sentir muy mal, con mucha culpa. en ese preciso momento se me cruzo una imagen muy caliente. con mi esposa nos ratoneabamos con la idea de tener un tercero en nuestra relación caliente. pero los celos me invadían, este joven era de mi edad, (unos 30 años) un poco mas alto con un cuerpo bien atlético, un estereotipo de Australia. Seguro bajo esos pantalones se escondería un miembro de muy buenas proporciones. lo pensé pero no me anime a pedirle que se quede en nuestra casa.

fin del día laboral a casa con mi esposa a planear el finde largo que se venia gracias a los feriados nuevos. pero en el primer semáforo pude divisar a una persona sentada con cara de desolacion, era el extranjero, mis remordimientos pudieron mas que mis celos y le pregunte si quería venir a casa a pasar la tarde y después veríamos que hacíamos. le mande un mensaje a Natasha (mi esposa) contándole brevemente la situación, llegamos y ella nos esperaba con la comidita lista,, luego de una charla en ingles vimos que era una persona bastante agradable y abierta de pensamiento, estaba seguro de que Natasha se hacia la cabeza como yo de lo que podría llegar a pasar si se nos unía. Salimos toda la tarde a hacer un mini-tur para que conozca la ciudad. y llego la noche, vimos una película, sentados en un sillón de tres cuerpos los tres. yo, mi esposa en el medio y el extranjero. se podía oler en el aire la conchita de Natasha pidiendo a gritos ser tocada, mi pene no disimulaba nada, duro pero bien escondido. no se que reacción tendría este muchacho pero como estaba vestida mi mujer seguro que la había desnudado completita mentalmente. con un vestidito semi ajustado se le pronunciaban mucho mas sus enormes tetas, tenia esa tela con caída hacia la cadera que con leves movimientos rozaba su cola y la marcaba para no dejar nada a la imaginación, se paseaba de acá para allá con cualquier excusa,el agua, la pizza se enfría, la cortina se corre, con el pasar de las horas se hacia mas difícil no rozarle con mis manos y mirar como las seguían los ojos del tipo  que ya no disimulaban nada. parce que había captado el mensaje. Lo vi en su mirada, entonces cedí terreno. me pare, mire a mi mujer levante los platos y me fui a la cocina. desde allí podía espiar un poco lo que pasaba. ella no se alejo como seria lo habitual, se quedaron sentaditos muy juntos se notaba lo tenso de la situación. la incógnita de qué hacer, tocarse, mirarse. era correcto? era lo que queríamos? Entonces note que un empujoncito no vendría nada mal. me senté, abrace a natasha, y empece a besarla, la calentura se nos notaba, estallaban las lenguas, ella ni lenta ni perezosa se acomodo dejandole toda su cola redondita al extranjero, libre para que le hiciera lo que se le ocurra. mientras sus manos manoseaban mi pene duro, podía ver como el joven tocaba firme pero tímidamente la cola parada de mi mujer que ya en celo puro me pajeaba con fuerza. si mis ojos no me fallaban podía observar el gran bulto que emergía del pantalón del australiano, me preocupe pero mi calentura pudo mas. automáticamente invertí la situación, ella ahora sobre las piernas de el, mientras buscaba dentro del vestido la conchita empapada, lami con fuerza, meti mi lengua lo mas profundo que pude, mientras de apoco natasha empezó a desabrochar el pantalón del extranjero, mis ojos no me habían engañado, un enorme pene grueso asomo, con sus dos manos, natasha empezó a pajearlo, mientras que media su boca y se daba cuenta de que no le iba a entrar ni la cabeza. con su lengua trabajo como una profesional, se esforzaba para abrir la boca pero no había forma, era un pene de enormes proporciones, tal como a ella le gustaba. largo y gordo, con la cabeza bien grande y un poco torcido. hirviendo de calentura, le corrí la tanguita y penetre una conchita empapada, se notaba que había acabado con solo pajear el porongo descomunal. mis bombeos se hacían mas y mas rápidos, los gemidos de mi señora se acallaban con el tronco del pene ajeno en la boca de una mujer en éxtasis total. llego el momento, la deje ir, se acomodo sobre el sillon, abrio sus piernas completas, dejo que el muchacho trabaje y coloque toda esa carne dentro de su conchita bien rota. no fue nada difícil que entrara la cabeza por lo mojada que estaba, pero empezar a bombear le costo mucho, si bien la calentura podía mas era una situación muy apretada. gritos desgarradores de mi mujer, me decían que acababa con cada empujón, para que no se enteren los vecinos decidí ponerle mi verga llena de leche en la boca, y el estallido del joven no se hizo esperar, una acabada impresionante lleno la conchita abierta y desbordo a los costados, gritos de placer salieron, el rendido, ella destruida pero con energía para hacerme acabar, me lo succionaba y lo pajeaba, mientras le sacaban de a poco el pene grueso. entonces note como salia gran cantidad de leche de la sorrita destruida, me hizo estremecer de calentura y solté la mía, toda en la boca de natasha, que siguió acabando una y otra vez. 

Se nos dio, una de las fantasías mas deseadas, esa noche mas no pudimos hacer, el pene era muy grande y meritaba que mi esposa descansara unas horas, pero el finde fue largo y al extranjero lo teníamos para nosotros y nuestra perversas ideas de una pareja dispuesta a todo.