Mi Tía está preocupada... (Mes 1, agosto)

Sí amigos, hace unas semanas recibí un mail en el que me explicaba que había conocido a un caballero en un viaje y que estaba muy "enamorada", que el señor era algo mayor y de muy buena clase social y que contaba con mi colaboración para que todo fuera bien entre ellos.

La última frase despertó mi sospecha y algo de enojo ya que sonaba amenazante, como si hubiera perdido la confianza en mí. Contesté rápidamente que no sabía cuáles eran sus temores y por qué no iba a ir todo bien entre ellos.

La respuesta no se hizo esperar. Argumentó que yo conocía algunos secretos de ella y que no deberían salir a la luz por nada del mundo. Se jugaba mucho en esto y finalmente había encontrado al hombre para compartir su vida.

Claro, pensé, la muy puta enganchó a un viejo con guita y lo quiere exprimir haciéndose la mujercita buena.

"Tïa, no te preocupes. Puedes confiar en tu sobri del alma. Él nunca sabrá lo que verdaderamente eres. Eso sí, me gustaría que pasaras por casa pronto, así charlamos y nos ponemos de acuerdo"

" Mañana por la mañana voy"

"Ok, te espero"

A la mañana, la esperé con un café negro para desayunar. Al entrar se la veía hermosa y nerviosa a la vez. Llevaba un vestido apretadísimo de lycra blanco, que la mostraba como la yegua puta que era, tacos altísimos y algunas joyas caras que nunca le había visto.

La recibí fumando en boxer y pasamos a la cocina. Apenas un frío beso en la mejilla como saludo me demostró que estaba realmente preocupada.

- Así que conociste a un señor de muy buena clase?- pregunté con sorna

-Sí, estamos muy enamorados.

- Qué edad tiene?

- Acaba de cumplir 73...- vaciló

Me costó aguantar la risa: - Mirá vos, un pibe...- murmuré con un sonrisa

- Mirá pendejo, la cosa es clara, lo nuestro se terminó, quiero empezar una vida de señora y por eso estoy acá.

- Ajá... entiendo, pero...- titubeé- supongo que el pasado no se puede borrar tan fácil no?- pregunté después de darle una calada a mi cigarrillo- fumás?

- Sí, dame uno- exigió nerviosa.

- Este... mirá Tía, yo no tengo problemas en portarme bien, ahora te digo una cosa... El silencio lo vas a tener que pagar- aseguré con firmeza y mirándo hacia abajo.

- Sabía que eras un hijo de puta!

-No, para nada. Vos sola te pisaste al decirme que querías que me portara bien, eso no se hace conmigo. Y otro error fue comentarme que el viejo tenía guita.

- Cuánto querés por tu silencio?

-Pará no te apures, tenemos tiempo... - aconsejé mientras me bajaba el boxer y dejaba ver mi pija totalmente hinchada. La situación estaba a mi favor plenamente.

- Mirá, mientras medito, vení, arrodilláte y metéte este nabo bien en la boca, como en los viejos tiempos.

- Pensé que con la guita me dejarías en paz- dijo mientras se iba arrodillando sumisa.

- No es todo tan sencillo Tía, nada es sencillo...- reflexioné en voz alta mientras con mi mano derecha empujaba su nuca clavándole hasta el fondo mi pija venosa. - Quedate así mientras pienso...- sugerí con el cigarrillo en la boca.

- En principio se me ocurre que nada te impide hacerme una visita al mes, no?- la pregunta fue reforzada con una estocada que atravezó su garganta y que la putona devolvió con una arcada.

- Digamos que una mensualidad no estaría nada mal..., mensualidad en guita y en carne, entendés?- otra estocada y las lágrimas cayendo, un poco por el ahogo y otro por el placer.

- Querés mi silencio? Lo tenés que comprar, con la guita del viejo y con tu cuerpo, ok?- frenéticamente empecé a cogerla por esa boca carnosa y llena de baba caliente.- Entendés?- grité...- Digamos 1000 dólares al mes para empezar...

- Gsihhhh! ahhhhggg! Sïhh...!- hijgo de pugtahh!!

-Ok, me alegro...! Hoy es un gran día Tía, hoy empieza una linda historia entre nosotros....- murmuré entre gemidos y desagotando mi pija directamente en su garganta mientras apretaba su nariz impidiéndole respirar...

(Continuará...)