Cena en lo de los Gomez (con postre incluido)

Conocí a Miguel Gomez en el Concejo Escolar, el es profe de matemáticas y si bien no trabajamos en la misma escuela uno se va conociendo y nos hicimos amigos, bueno, no amigos en el más profundo sentido de la palabra sino que podríamos decir que muy buenos compañeros de actividad.
Hago aquí una aclaración, aunque creo que es evidente, todos los nombres son ficticios ya que los hechos transcurridos son totalmente verídicos, así que no busquen a Miguel Gomez en ninguna escuela de la zona porque no lo van a encontrar con ese nombre, jaja.
Le cuento que Miguel estaba muy bueno , pelo castaño corto, cuerpo bastante atlético, iba seguido al gimnasio y le gustaba cuidarse.Medio babosón para mi gusto, al menos con migo, y yo tenia muchas ganas de darle, pero como les conté en otros relatos, no me gusta mezclar mi profesión de maestra con mi vida de putita que tengo afuera.
Miguel siempre me tiraba onda, yo me hacía la boluda pero por adentro tenía muchas ganas de comérmelo entero.
Pero tenía miedo de lo que pudiera pasar si eso trascendía, en este ambiente esas cosas se saben y estando los chicos de por medio no quería pasar ese limite, pero estaba tan bueno el guacho!!!!!
Un día nos encontramos haciendo tramites como de costumbre, estaba atrás mio y lo descubrí embelesado con mi culo, era muy evidente que me tenía ganas, al acercarme a saludarlo pude notar su bulto, no me aguanté y fui muy cariñosa con el saludo, estaba entregadisimo.
Cuando terminamos el trámite me invitó a tomar un café. No debía haber aceptado pero accedí. Yo también estaba entregada.
Lo que pasó en el café me dejo consternada, no solo no me pidió que nos matemos en un telo, si no que me habló de amistad y me invitó a cenar a su casa para conocer a su mujer.
-Me gustaría que se hagan amigas -me dijo- está muy absorbida por el trabajo y necesita un poco de distracción, vení por favor.
Por la curiosidad y la manera que me lo pidió no me pude negar, pero la verdad es que no me esperaba una cosa así.
Llegó el sábado y allí fui.
Me recibió él y su pinta y su perfume me desarmaron, bajé la guardia pese a estar en su casa y a punto de conocer a su mujer.
Y allí estaba ella, Nancy, una terrible yegua que no me esperaba, no me la había imaginado así, no se por que.
y como también me gustan las nenas estaba como loca, caliente por él y calentándome por ella, pero habíamos hablado de amistad y en eso no entraba el sexo.
Me acerqué a saludarla, de sus firmes tetas que asomaban por el escote de su camisa blanca abierta hasta el tercer botón, emanaba un embriagador perfume muy sensual ( pero donde compra perfumes esta gente??) que me dio ganas de zambullirme entre esas tetas y quedarme toda la velada ahí.
Sus tetas firmes, duras, de seguro hechas, apenas se contenían en esa camisa entallada y no tenía corpiño, su cola, no tan grande como la mía estaba enfundada en una pollera a media pierna, medias negras cubrían sus hermosas piernas.
Yo me había ido toda de negro, camisita, minifalda, tanguita y corpiño, porque si bien mis tetas no tienen nada que envidiarle a las de Nancy, no son tan firmes y un corpiñito de encaje les da buen realce.
Tomamos una copa de vino, brindando por el encuentro y noté que Miguel no me sacaba los ojos de encima, pero estábamos en su casa y con su mujer, me tenía que portar bien.
En un descuido de Nancy, Miguel se me acercó y me dijo por lo bajo: -Que perra que te viniste!! me tenes enloquecido...
Me tenía que portar bien??
Cuando Miguel se distraía, Nancy me miraba como perra en celo en búsqueda de una presa....me tenía que portar bien??
El vino me había desinhibido y yo solo pensaba con cual iba a transar y en que momento que el otro no se enterara.
Ya estaban por servir la cena y Nancy fue hasta el baño, Miguel aprovechó y se me vino al humo, cuando se me acercó a decirme algo le partí la boca de un beso y el me tomó de la cintura para mandar sus manos directo a mi cola y apretarme contra su ya muy dura pija, una ola de placer recorrió mi cuerpo y corriéndome un poquito se la manoteé por arriba del pantalón mientras él con su mano se metía debajo de mi pollera derechito a mi mojadisima concha, nuestras lenguas seguían en ardiente lucha cuando sentimos ruido en el baño y nos separamos rapidamente, volví rápido al sillón mientras que el muy turro se chupaba los dedos saboreando mis jugos.
Fuimos a cenar, primero pase al baño, mi concha chorreaba sus jugos por mis piernas y debía ir a secarme, mi tanga estaba empapada, la sequé un poco, me sequé las piernas y cuando fui a mi concha no pude hacer otra cosa que tocarme.
Sentada en el inodoro, con las piernas bien abiertas, echada hacia atrás, mis dedos frotaron mi clítoris hasta que exploté en un buen orgasmo. Lo necesitaba pero no me calmó, seguía en llamas, pero un poco mas tranquila.
Me recompuse un poco y fui directo al comedor disculpándome por la demora.
Cenamos muy tranquilamente, charlamos de todo, la verdad era que Nancy era una mina muy copada y daba gusto charlar con ella, creo que seríamos buenas amigas.
Al terminar la cena Nancy le pidió a Miguel que vaya a buscar helado porque no había tenido tiempo de preparar un postre, nos fuimos para el living a esperarlo.
Mientras hablábamos de banalidades se me acercó, me acariciaba el pelo, yo estaba que explotaba, Miguel me había dejado a full y ahora Nancy encendía otra vez la pólvora....y yo que tengo la mecha corta no aguanté mas y exploté, me le fui al humo comiéndole la boca ahora a ella. Lejos de sorprenderse, Nancy redobló la apuesta acariciándome las tetas por encima de mi camisa, yo hice lo mismo y me prendí de sus hermosas tetazas, desabrochando la camisa y por fin hundiendo mi cabeza entre ellas...
Ella se recostó y me dejo hacer, sus pezones eran duros y grandes y era un placer mordisquearselos.
Desabroché la camisa y se la saqué, besé su piel suave y blanca, ese perfume perturbador me incentivaba, seguí bajando hasta deshacerme de su pollera y su tanga. Me zambullí en su carnosa concha, mordisquee sus labios, lamí su néctar, y me tomé todo el hermoso orgasmo que me regaló en mi cara.
Sin esperar me dio vuelta y fue directo a mi concha, cerré los ojos y la dejé hacer, esa lengua sabía muy bien como tratar una concha y yo ya había perdido la noción del tiempo y del espacio.
Los espasmos de mi orgasmo sacudieron el sofá y solo lograron incentivar en su tarea a Nancy que siguió haciéndome delirar.
Estábamos en eso cuando entró Miguel, yo no podía reaccionar y Nancy siguió en lo suyo sin darle importancia.
Fue a la cocina, dejó el helado en el freezer y volvió al living sacándose la ropa por el camino.
Con su pija en la mano se acercó a mi y me la arrimó a la boca, gran pija, robusta y cabezona, me la empecé a devorar sacandole hermosos suspiros.
Me agarró de la cabeza y empezó a cogerme la boca haciéndome atragantar y largandole litros de saliva en su lustrosa poronga.
Cuando la tenía bien llena de saliva fue donde su mujer, se la plantó en el culo y sin mas se la metió hasta los huevos
Nancy me la seguía lamiendo entre gemidos de placer por la hermosa cogida que le estaba pegando su marido, yo exploté en mi segundo orgasmo y Nancy no me soltaba.
En un momento le sacó la pija del culo y la dio vuelta acabandole en las tetas y en la panza, a Nancy le encantaba eso y yo me le abalancé lamiendo esa leche de sus tetas y llevándosela a la boca con hermosos besos de lengua.
Nos quedamos un momento tirados en el sofá, reponiendonos y ahí me confesaron que este encuentro lo habían preparado ellos, que le gustaban los tríos y que hacía rato que no tenían uno. Alguien, que no me quisieron decir quien, les contó de mis gustos y fue así que me hicieron la trampita.
La verdad es que mi éxtasis era tal que no me importó, solo les pedí discreción ( la misma que tengo hoy yo ocultando sus nombres).
Mientras charlábamos Nancy acariciaba la verga de su marido y cuando vio que estaba dura comenzó a chupársela suavemente, luego ordeno:- vamos a la cama, ahí vamos a esta mas cómodos.
Miguel se tiró sobre la cama y Nancy me invitó a montarlo, cosa que hice al instante.
Que placer hermoso sentir esa gran verga adentro mio, caliente y dura al extremo. Nancy se subió a su cara y dejó que él trabaje con su lengua mientras ella se prendía de mis tetas sacándome suspiros.
Estuvimos así un buen rato, hasta que Miguel se incorporó y e puso en cuatro, enseguida me la volvió a meter en la concha pero yo sabía muy bien que era lo que quería.
Con sus dedos fue llevando mis fluidos hasta mi culo metiendo un dedo y empezando el trabajo de dilatación.
Cuando ya tenía tres dedos adentro, los sacó y me puso su pija de un golpe hasta el fondo..
Suspiré de placer, Nancy se fue corriendo por abajo hasta llegar a mi concha con su lengua y como la suya quedó al alcance de mi boca se la comencé a lamer.
Mientras la pija de Miguel iba taladrándome el culo, la lengua de Nancy iba sacándome varios orgasmos y yo haciendo lo mismo con ella.
En un momento Miguel me sacó la pija del culo y dándome vuelta me la puso en la boca llenándola de su tibia leche. Obviamente la compartí con Nancy, lengua a lengua, como debe ser.
Quedamos tirado en la cama , inmóviles, reponiendonos, hasta que Miguel preguntó: -Chicas, quieren helado?