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Un buen pedazo de carne

Cada vez me engancho más con Vicente. Sé lo peligroso que es esto, pero no puedo evitarlo. Jamás me había pasado, he tenido amantes que podrían llamarse “fijos”, pero con ninguno fue como con Vicente. Imagínense que ya ni tengo ganas de coger con otros, no me interesan otros hombres ni otras pijas, solo él y esa verga deliciosa que, pese a no ser la más grande y dotada que haya probado, me complace plenamente. Para muestra basta un botón. Esto fue el jueves pasado. Hacía un par de días que no lo veía y ya estaba desesperada. El Ro estuvo medio enfermito, por lo que salía de la oficina y me iba corriendo a casa. No podía pasar ni diez minutos por la pensión para tomarme uno de esos mates que con tanto esmero me prepara… mates de leche, claro está, jaja. Así que ya desde el colectivo empecé a mandarle mensajes, preguntándole como estaba. Por supuesto que al volver a casa suelo borrar todos los mensajes y llamados del día, mi marido no es de revisarme el celular, pero como bien se dice: “mujer prevenida vale por dos”, bueno, el refrán se refiere a los hombres, pero creo que se aplica también a nosotras, las “piratas”, ¿o no?
Ya en la oficina no aguante más y lo llame, necesitaba escuchar su voz, me fui al baño y marque su número.
-¿Y cómo sigue tu día?- fue lo primero que le pregunté.
-Con un tráfico de locos-
-¿Por donde andás?-
-Por Villa Luro, voy a buscar un pasajero a Liniers para llevarlo hasta Ezeiza-
-¿Me extrañaste estos días?-
-Como loco, ¿Cómo sigue tu bebé?-
-Mejor, no es nada grave pero hay que atenderlo-
-Entiendo, así es la vida de una madre-
-Sí, pero por más madre que sea muero por cogerte-
-Jaja, yo también, extraño esas gomas de vedette que tenés-
-¿Solo las gomas extrañas de mí?-
-Extraño todo, pero tus gomas, mmmm…-
-¿Te gusta chupármelas?-
-¡Me encanta!-
-A mí me encanta chuparte la pija, ¿sabías?-
-Sí, me di cuenta, jaja-
-Viviría con tu pija de chupete-
-Jaja, sos terrible-
-Pero te gusta que sea así, ¿no?-
-Obvio, me encanta que seas así de…-
-¿Puta?-
-¡Muy puta!-
-Soy tu puta, solo tuya-
-Y de tu marido-
-¡No!, de él soy la esposa, soy puta solo con vos, muy puta, recontra puta-
-Bien putaza, jaja-
-Tu puta reventada, la que te chupa la pija como nadie-
-Me la estás haciendo parar, eh-
-¿Sí?... mmm… ¡Que rico!-
-Bueno, te dejo porque sino no voy a pasar nunca por el pasajero, te mando un beso-
-Otro para vos… en la puntita, jaja-
Guarde el celular entre mis pechos, a lo Larissa Riquelme y me seque la concha, ya que debido a la charlita hot que habíamos tenido, se me había humedecido toda. Puede resultar extraño, pero con él puedo mostrarme tal cuál soy, expresarme de la forma en que me siento, ni me imagino diciéndole a mi marido que me gustaría chuparle la pija, es algo que ni se me cruza por la cabeza, en cambio con Vicente, me siento casi obligada a decírselo.
Cerca del mediodía me devuelve el llamado.
-Ya estoy de vuelta, ¿en que estábamos?-
Me voy corriendo de nuevo al baño y le contesto:
-En que muero por chupártela-
-Mira que estoy cerca, eh, y todavía la tengo parada-
-¿Por dónde estás?-
-Por Flores-
-Puedo salir a almorzar-
-¿Y que tenés ganas de almorzar?-
-Tu pija-
-Jaja, hecho, ¿por dónde te paso a buscar?-
-Por… y…, avisame cuando estés cerca-
-Dale-
Al rato recibo su tan esperado mensaje: “Estoy a 5”. Les dije a las chicas que me tomaba un poco más temprano mi hora de almuerzo, y agarrando mi bolso salí de la oficina. Todas me decían que estaba un poco loca por ir a la plaza con este frío, como suelo hacer, pero no les hice caso, ya que a la plaza sí iba, pero no a quedarme.
Cuando llegue a la esquina pactada, Vicente ya me estaba esperando. Ni bien subí a su taxi, pude notar el pronunciado abultamiento que ostentaba en su entrepierna. Revoleé el bolso al asiento trasero y me colgué de su cuello, besándolo efusivamente, a la vez que le acariciaba ese endurecimiento por el cual mi corazón palpitaba a mil por hora.
Apenas se desprendieron nuestros labios, puso primera y aceleró. Fuimos a un telo de por ahí, nada especial, el lujo y las comodidades eran lo de menos. Lo único que queríamos era estar juntos para recuperar de una vez por todas esos días que estuvimos separados. Ya en la habitación ni lo deje sacarse la campera, tras otra andanada de efusivos y voraces chupones, lo empuje hacia atrás y haciéndolo caer sentado en el borde de la cama, me acomode de rodillas entre sus piernas. Y aquí vino lo que más me gusta, el momento previo a la Gran Revelación.
Me encanta ser yo la que descubra el responsable de mis desvelos. Me gusta palpar toda esa zona, tocar, acariciar, apretar y sentir la prodigiosa dureza por debajo del pantalón, sentirlo latir y estremecerse con cada caricia., me gusta desabrocharle el cinturón y bajarle el cierre, y meter una mano adentro para sentir aún más nítidamente tan reverenciada erección. Todo ese proceso me enloquece, es como un ritual para mí, ritual al que me consagro por completo, sin escatimar ni un ápice de mi talento para tales menesteres. Cuando finalmente se la saco afuera, descubriéndola en todo su esplendor, dura, caliente, mojada, rebosante de vigor, se la agarro con las dos manos (una para el miembro principal, otra para los huevos) y empiezo a sobársela, sintiendo entre mis dedos ese poderío infernal que tanto me seduce.
Vicente podrá no tenerla demasiado grande, pero lo que le falta en tamaño lo compensa con virilidad.
Tengo tantas ganas de chupársela que la boca se me hace agua, por lo que enseguida empiezo a besarla y lamerla por los lados, en la punta, por debajo… ¡Dios!... ¡¡Como me gusta esa poronga!! Tiene el sabor perfecto, el que le cae tan bien a mi paladar. Vicente apoya la cabeza en sus manos y me observa embelesado, observa como abro la boca y me devoro una buena parte de su deliciosa pija, y yo observo como él, mientras empiezo a chupársela, pone los ojos en blando y echándose hacia atrás exhala un complaciente suspiro.
-¡Me encanta tu pija… me encanta chupártela!- le digo en un respiro, y para validar mis palabras, arremeto con más énfasis todavía, se la como toda, entera, hasta los pelos, succionando cada pedazo con frenesí, con furor, con gula, sintiéndome con ese pedazo atascado en la garganta más dichosa que nunca.
Viviría con tu pija de chupete, le había dicho, y era cierto, de alguna manera sentía que esa pija estaba hecha para mi boca, si formaba una “O” con mis labios, me entraba perfecto, sin tener que abrir o cerrar más de lo necesario.
Que nunca me falte, me decía a mí misma, mientras la disfrutaba a lo largo y a lo ancho, sin pausa ni respiro, a la vez que me preguntaba como había hecho para vivir hasta este momento sin aquello que Vicente tiene entre las piernas. Quizás esa haya sido la razón de haberme encamado con tantos machos, sin saberlo lo estaba buscando, a él, a quién sabe llenarme los agujeros en la forma justa y precisa. Ni mejor ni peor que otros, solo como a mí me cabe.
Luego de chupársela hasta sacarle lustre, me saque la pollera, la bombacha y me le subí encima, clavándomela hasta el upítele de una sola sentada. Al sentirla, arqueé la espalda, como si buscara que me entrara mucho más adentro todavía, y comencé a moverme, suspirando profusamente, sintiendo como con sus manos Vicente me agarraba de la cola y apretándome los cachetes me acompañaba en tan deliciosa cogida. Aunque me sentía llena, completa y complacida, quería más, mucho más, nunca tengo suficiente con él, pero aún así intento conseguirlo.
Me muevo en tal sentido, arriba y abajo, hacia los costados, mezclando mis gemidos con los suyos, sintiendo en todo momento esa voluptuosa emotividad que me sitúa, sin escalas previas, en los brazos mismos de la Gloria.
No sé en que momento lo hace, pero de repente me encuentro debajo de su cuerpo, ahora es él quién está arriba, cogiéndome con fuerza, lanzándose contra mí con un ímpetu brutal, desquiciante. Me entrego por completo a él, a su pija, a su libido, a su virilidad, soy suya en todo sentido y esa cogida que me está prodigando no hace más que refrendar lo que sentimos el uno por el otro.
De nuevo llegamos juntos…
-¡Ahhhhhh… como te siento…!- me estremezco al recibir una vez más su semen en mis entrañas.
Me dejo llenar hasta el último rincón, deshaciéndome en mil y un suspiros, entregándome en cuerpo y alma a ese hermoso disfrute del cuál no puedo sentirme en absoluto culpable. ¿Culpable de qué? ¿De gozar, de ser feliz?
-¡Te amo!- le confieso a Vicente, mirándolo a los ojos, sellando mis palabras con un beso igual de indómito y efusivo que el polvo que nos acabamos de echar.
En ese momento, antes de que él me responda, suena la alarma de mi celular. Tengo que volver al trabajo. De nuevo nos besamos y nos levantamos. Me encanta ese momento en que me levanto y siento su esencia íntima, su néctar, derramándose por entre mis piernas, buscando, gracias a la fuerza de gravedad, su cauce natural. No me ducho, quiero estar impregnada de él por lo que queda del día. Del telo Vicente me deja en la esquina de mi trabajo. Me duele despedirme de él, pero así es nuestra relación y así la aceptamos. Al entrar a la oficina, las chicas me preguntan que tal estuvo mi almuerzo.
-Insuperable- les digo con una sonrisa de oreja a oreja (sonrisa de bien cogida, claro) –Me comí un buen pedazo de carne-
Por suerte no me entendieron, ya que la carne a la que me refería es aquella que cuánto más dura, mejor sabe….

18 comentarios - Un buen pedazo de carne

Guiyote07
Me estoy poniendo celoso de Vicente!!!!!!.....que suerte la del tachero.
bachamos
la suerte de vicente... 😉 gracias por la calentura nena!

Un buen pedazo de carne
morochadel84
Sos tremenda... Pero no veo la hora de que le seas infiel a Vicente también...

Besos!
Luni_91
Creo q despues de leer tus ultimos relatos varios se van a comprar un taxi...jajaja
Caliente como siempre Marita...me encanto...
Ademas veo q tenemos cosas en comun...
A mi tambien me vuelve loca un buen pedazo de carne...jajaja
Te dejo puntitos y besitos...
Pechocha_Sexy
Que buen relato... Me encantooo! te dejo puntos, besos
BigWomanNQN
Que nunca me falte, me decía a mí misma, yo pensé lo mismo, en la misma situación, y hoy me falta. Me llenaste de calentura y de tristeza...Te sigo, te recomiendo y a favoritos! Excelente lo tuyo! Besos
jhr2000
excelente, (como siempre) ❤️
AussieAG
Otro gran postazo, Marita.

puta
EL_PROFE25
Excelente!!!
Muuuy caliente!
Gracias por compartir
maxip_
EXCELENTE...
TE DEJA SIN PALABRAS...Y MUY CALIENTE...

FELICITACIONES!!!
ocippledamot
me encanta como lo contas, me dejas la pija dura como una roca!!!
james_hadley1
Genial, como siempre... Te dejo lo que me queda
KaluraCD
-¡Te amo!- le confieso a Vicente, mirándolo a los ojos, sellando mis palabras con un beso igual de indómito y efusivo que el polvo que nos acabamos de echar.


Mmmmm, "Te amo" le dijiste !!!
Wow, esto me está preocupando, pero sé que es la pija y como te coge. Como decia la Bersuit: "coger no es amor" 🙂
Terrible relato, estás desatada, me encanta.


La mejor forma de agradecer es comentando a quien te comenta.

petera
garrote2373
@maritainfiel, como siempre tus relatos me dejan la pija a pleno... te dejo unos puntos y... te dejo que tengo que hacer algo en el baño!!!!! 😉 😉