Las vacaciones familiares me habían llevado a una distancia de mis deseos. Aunque seguía caliente, los paseos diarios con mis hijas me distrajeron, sobretodo los primeros días.
Cada noche, cansada de la playa y las caminatas, me daba mi baño y era el momento en que volvía mi libido a inquietarse.
Una patoja y conciliaba el sueño rápido.
La rutina seguía, pero cada día, la calentura iba ganando espacio en mis pensamientos. Ya no era solo en la ducha, mirando mi cuerpo desnudo. En la playa, en bikini, mis hijas y yo, con el sol calentándome la piel, volvían rápidamente las revoluciones.
No podía dar mucha rienda a mis fantasías, porque tampoco podría calmarlas mucho y la compañía familiar tampoco era el sitio adecuado.
Aunque ese era mi consiente, mi inconsciente iba revelándose. La paja nocturna se convirtió en dos pajas y los sueños, era solamente apoyar la cabeza en la almohada y soñar guarradas toda la noche.
Yo supongo que no hablo dormida ni libero suspiros, pero de ser así, mis hijas deben estar durmiendo con alguna preocupación de su madre.
Esa mañana, tuve que arrancar con una paja, para calmar lo excitada que me dejaron mi sueños. Me puse la mini bikini, que hasta ahora no me había animado, y desayunamos las tres juntas. La agitación en la respiración me duro un largo rato.
El calor en la playa era mortal, y nos fuimos a un bar de playa, donde solo tomamos unas cervezas, era temprano aun para almorzar, pero el bar estaba repleto de turistas. Y aunque no podíamos comer, arrancamos con unas cervezas.
Solo mi hija mas grande y yo tomamos.
Sin mucha comida en el estomago, la segunda cerveza me pego como si fuera un litro de gin. Sentía un mareo que me daba como impunidad.
La sensación tornó en calentura, y el calor me subió por la espalda, que al cubrirse de transpiración repentina, llevó alivio y refresco al día mas caluroso desde que estamos en el Adriático.
No tenia manera de entender el idioma que se hablaba a mi alrededor. Aunque ya reconozco algunas palabras, parecidas al alemán o al ingles, no se entiende nada lo que dicen.
Detrás nuestro en el bar, todos parados, había cuatro tipos, alguno mas joven, otro grande. No se entendía la relación entre ellos. Tal vez eran compañeros de oficina. Al ser fin de semana, seguramente bajaban de todas la ciudades a estas playas.
Noto que dos de los cuatro, los que estaban en posibilidad de mirarme, me clavaban sus ojos, y hacían comentarios. Yo con mi calentura, pensé que eran comentarios calientes. Aunque nada lo hacia entender. Solo mi calentura.
La insistencia de las miradas, me llevo a entender que pasaba. Era la única en todo el bar, que estaba en bikini. Casi una tanga, pero muy poco le faltaba.
Había gente vestida, algunos con short, pero habrá sido el pedo o la calentura, no me di cuanta que estaba medio desubicada. Eso en lugar de avergonzarme, me encendió. En realidad me avergonzó, pero la calentura supero la vergüenza.
Aunque estaba mas necesitada que de una simple calentura, por lo menos esto entretenía las ganas, cada día mas desatadas.
Me tomer mi tercer cerveza, y mi hija me acompaño, aunque quise decirle que era mucho para ella, como se lo impedia.
El chabon que estaba casi tocando mi espalda, me ayudo con la moza, y el en su idioma le pidió a la moza.
Nos trajeron las cervezas, y la moza en un horrible ingles, me dijo que era invitación de los pibes. Me halagó la situación, pero al mismo tiempo me preocupo por mi hija que estaba ahi. No tenia manera de rechazar la invitación, ni de agradecerla tampoco.
Solo se le ocurrió a mi hija, brindar con las casi jarras de cerveza que nos trajeron. Primero brindamos nosotras, y estos irrumpieron a los empujones, brindando torpemente con cada una de nosotras.
Nosotras correspondimos el brindis de estos desconocidos, y empinamos muy alto la jarrita. Ellos no lo hicieron, y parece ser que lo educado era que tomemos nosotras primero, porque se quedaron los cuatro mirándonos como tragábamos.
Sentía sus miradas en mi garganta, pechos, bikini y hasta las piernas !
Me calentó mucho, aunque me preocupo que estaban haciendo lo mismo con mi hija.
Bajamos las cervezas y volvieron a brindar, ahí solo bebieron ellos y nos quedamos las dos mirando los cuerpos bronceados, aunque no muy atléticos, si se veía que pasaban mucho rato en estas playas.
Lo que mas me calentó fue la carita de alzada de mi hija. No solo era yo la calentona. Ella también estaba pasando necesidades.
Ella termino su cerveza, bebiendo como una vikinga, y sin tener ningún aspecto de borrachera, charlo animadamente con el que tenia mas cerca. Quedamos en ese momento solo las dos rodeadas, casi apretadas de estos cuatro valcanicos.
Yo estaba tan mareada, que no me daba cuenta en que idioma hablaban, ni podia lograr que me importe.
Tenia mi cuerpo reclinado hace un rato hacia atras, pensando que era una barra o algo, pero me percate que se trataba de uno de los chabones. Sin darme cuenta estaba comodamente recostada son el pibe mas gordo.
Me incorpore como pude, sin mucho exito. El pibe devolvio una sonrisa, que acompaño con un ademan. La cara se le puso roja de caliente al gordo. Aunque no era sexy, me calento tenerlo a mi merced. Me transpiraba la espalda con espasmos de sudor, el tenerlo a mi disposicion.
El gordo me miraba descaradamente mis pechos, panza y piernas. Yo le brindaba con la cerveza en el aire y bajaba la mirada hacia donde seguramente tenia su verga morcillona, por lo que dejaba ver el shorcito.
Me propuse hacerlo explotar. Aunque con mi hija delante, me calento mucho hacerme la putita.
Le hice la mueca de que me inviten otro trago, en oficio mudo. Los tres que me rodeaban quedaron boquiabiertos, porque el ademan se parecio mas a una chupada de pija que a un trago de cerveza. Nos reimos a carcajadas y el gordo estallo en un abrazo.
Con toda maldad lo esquive, en la intecion aparente de escapar, pero dejando mi culo en su microbikini, apoyado en su bulto. Hasta pare desinibida, la cola contra la pija, para tantear que tan duro se iba poniendo.
Quede de frente a mi hija, y pretendi ignorarlos a los que tenia detras. Solo escuchaba su extrañaconversacion en un incomprensible idioma. En un momento crei entender que se trataba de albaneses. Me dio cagaso, por la fama de mafiosos, pero ese miedo solo puso mi calentura a tope.
Le comente algo a mi hija, y no tuve mas respuesta que un Maamaa estas en pepe..? Aun no se que le dije.
Mi intencion era calentarlos a los tres y en el momento mas inoportunos, dejarlos con las vergas mojadas. Solo tenia en mi mente flashes de escenas sexies. Y mi cuerpo cubierto de una tenue transpiracion, que el calor evaporaba rapidamente.
El que estaba cerca del gordo, forcejeo un poco y logro ponerse del otro lado mio.
Movia mis caderas y sentia un bulto a cada lado. Fingi bailotear, para franelaerlos y senti como ambos bultos se convertian en claras vergas paradas.
El de mi lado me aferro de la cintura, y no pude escaparme, me sujeto con tanta fuerza que solo con un escandalo podia soltarme. En la intencion de no alarmar a mi hija que hablaba de lo mas civilizadamente, me aguante la brutalidad, pero ni siquiera pude sacarle la amno. Lo intente pero me tenia con fiereza.
El tercero que miraba solamente, me dijo algo, me acerco la cara un poco, tomandome por la nuca exprimio una rodaja de limon en mi boca y me ofrecio de su Corona que aun quedaba en la botellita. No pude rechazarme porque efectivamente me estaban forzando.
Yo puse mi mejor sonrisa para intentar zafar elegantemente. Mi pedo tampoco me ayuda mucho.
Mi hija me miro a los ojos fijo, y me puso cara de Mamaaa paraaa. La verdad era que se me habia ido de las manos la situacion y no podia demostrarle a mi hija lo imprudente que era , sobretodo en un sitio tan lejos de casa.
Logre, no sin esfuerzo, con la ayuda de una moza que pasaba, retirarme un poco y escapar de los tres alzados. A varios metros de mi hija no sabia que hacer.
Mi corazon se me salia del pecho, de caliente y de miedo.
MI hija seguia su charla, parece que el pibe la habia encantado, pero no se percato el peligro que corria yo.Cuando intente comunicarselo, senti una mano que me tomaba de mi mano izquierda y me lleva en direccion opueta.
El pibe del limon, que tenia la cara mas intimidante de los tres, me tironeo hasta el baño del bar, y a con mucha elegancia me llevaron los tres al baño de hombres. Me sorpredio que habia otras minas en el sitio. Algunos pibes meando en el mingitorio y una mina y un pibe apretando en un costado.
No sabia que hacer, gritar, correr, no tenia idea, y antes que imagine nada, me levanta el gordo por mi cintura y me sienta en la mesada. Me mira fijo y me abre las piernas, corre i bikini y me chupa primero con torpeza, los labios y la concha.
Yo quedo con la cara mirando alos otros dos, que esperaban su turno.
Entra un pibe a mera, me ve como lo mas normal, hace lu suyo y se va. El gordo segui atareado en su faena.
Yo le tiraba de los pelos para sacarlo, pero el gordo parecia ni sentirlo. Hasta que despues de unos minutos, no hice mas fuerza y le chorre toda la cara al gordo, que dio una carcajada ruidosa de placer.
El del limon, lo corrio al gordo sin dejar de mirarme, y se paso la rodaja por la pija parada. Me bajo y me arrodillo en el piso del baño. Tomo fuerte mi cabeza y le incrusto lapija en mi boca, con sabor a limon y a sudor. Me saco la pija solo para darme un trago de fria cerveza, cuando estaba al punto de dar una arcada.
Apuere el trago y me volvio a atravesar, sin parar, ritmicamente, me aferraba con precision y la leche no tardo en llenarme la boca. Aunque temblorosa de caliente, pude lamerle los huevos enlechados, al parecer nunca se lo habian hecho, porque dio unos gritos deplacer y sorpresa.
Me incorpore y me dispuse a enjuagarme la cara, abri la canilla y di varios chapuzones y enjuagues bucales, Me acomode el pelo, y al revisar mi cara en el espejo, veo que mi tercero estaba pajeandose furiosamente.
Mi espalda exudo traspiracion de un chorro que hasta senti como escurria por mi cola y refrescaba mi raya.
Parece que mi cara alzada fuera un invitacion, y el pibe corrio mi bikini, y sin mediar una cojida de concha, y con la sola ayuda de la transpiracion pasando por el culo, me clavo de una la verga en el orto.
Empujaba a lo bruto, los primeros pijazos no fueron perpendiculares y resultaron dolorosos, mis gritos confundidos con placer, hicieron enloquecer a los tres que atinaron a moverme en mi posicion y enfilarme su pija en la boca.
La clavaban como si fuera la vida en eso. Tanto el del culo como el de la boca. Las arcadas britales no le interrumpian sus brutalidad, y la leche parecio salirme por los ojos.
El del culo, al parecer tenia la intencion de terminarme dos veces,porque senti fuerte la acabada y la leche escurriendose en mi culo dilatado, pero seguia empeñeado en una nuava acabada, que finalmente no pudo. Esa fue mi unica victoria en una tarde donde perdi todo.
Cada noche, cansada de la playa y las caminatas, me daba mi baño y era el momento en que volvía mi libido a inquietarse.
Una patoja y conciliaba el sueño rápido.
La rutina seguía, pero cada día, la calentura iba ganando espacio en mis pensamientos. Ya no era solo en la ducha, mirando mi cuerpo desnudo. En la playa, en bikini, mis hijas y yo, con el sol calentándome la piel, volvían rápidamente las revoluciones.
No podía dar mucha rienda a mis fantasías, porque tampoco podría calmarlas mucho y la compañía familiar tampoco era el sitio adecuado.
Aunque ese era mi consiente, mi inconsciente iba revelándose. La paja nocturna se convirtió en dos pajas y los sueños, era solamente apoyar la cabeza en la almohada y soñar guarradas toda la noche.
Yo supongo que no hablo dormida ni libero suspiros, pero de ser así, mis hijas deben estar durmiendo con alguna preocupación de su madre.
Esa mañana, tuve que arrancar con una paja, para calmar lo excitada que me dejaron mi sueños. Me puse la mini bikini, que hasta ahora no me había animado, y desayunamos las tres juntas. La agitación en la respiración me duro un largo rato.
El calor en la playa era mortal, y nos fuimos a un bar de playa, donde solo tomamos unas cervezas, era temprano aun para almorzar, pero el bar estaba repleto de turistas. Y aunque no podíamos comer, arrancamos con unas cervezas.
Solo mi hija mas grande y yo tomamos.
Sin mucha comida en el estomago, la segunda cerveza me pego como si fuera un litro de gin. Sentía un mareo que me daba como impunidad.
La sensación tornó en calentura, y el calor me subió por la espalda, que al cubrirse de transpiración repentina, llevó alivio y refresco al día mas caluroso desde que estamos en el Adriático.
No tenia manera de entender el idioma que se hablaba a mi alrededor. Aunque ya reconozco algunas palabras, parecidas al alemán o al ingles, no se entiende nada lo que dicen.
Detrás nuestro en el bar, todos parados, había cuatro tipos, alguno mas joven, otro grande. No se entendía la relación entre ellos. Tal vez eran compañeros de oficina. Al ser fin de semana, seguramente bajaban de todas la ciudades a estas playas.
Noto que dos de los cuatro, los que estaban en posibilidad de mirarme, me clavaban sus ojos, y hacían comentarios. Yo con mi calentura, pensé que eran comentarios calientes. Aunque nada lo hacia entender. Solo mi calentura.
La insistencia de las miradas, me llevo a entender que pasaba. Era la única en todo el bar, que estaba en bikini. Casi una tanga, pero muy poco le faltaba.
Había gente vestida, algunos con short, pero habrá sido el pedo o la calentura, no me di cuanta que estaba medio desubicada. Eso en lugar de avergonzarme, me encendió. En realidad me avergonzó, pero la calentura supero la vergüenza.
Aunque estaba mas necesitada que de una simple calentura, por lo menos esto entretenía las ganas, cada día mas desatadas.
Me tomer mi tercer cerveza, y mi hija me acompaño, aunque quise decirle que era mucho para ella, como se lo impedia.
El chabon que estaba casi tocando mi espalda, me ayudo con la moza, y el en su idioma le pidió a la moza.
Nos trajeron las cervezas, y la moza en un horrible ingles, me dijo que era invitación de los pibes. Me halagó la situación, pero al mismo tiempo me preocupo por mi hija que estaba ahi. No tenia manera de rechazar la invitación, ni de agradecerla tampoco.
Solo se le ocurrió a mi hija, brindar con las casi jarras de cerveza que nos trajeron. Primero brindamos nosotras, y estos irrumpieron a los empujones, brindando torpemente con cada una de nosotras.
Nosotras correspondimos el brindis de estos desconocidos, y empinamos muy alto la jarrita. Ellos no lo hicieron, y parece ser que lo educado era que tomemos nosotras primero, porque se quedaron los cuatro mirándonos como tragábamos.
Sentía sus miradas en mi garganta, pechos, bikini y hasta las piernas !
Me calentó mucho, aunque me preocupo que estaban haciendo lo mismo con mi hija.
Bajamos las cervezas y volvieron a brindar, ahí solo bebieron ellos y nos quedamos las dos mirando los cuerpos bronceados, aunque no muy atléticos, si se veía que pasaban mucho rato en estas playas.
Lo que mas me calentó fue la carita de alzada de mi hija. No solo era yo la calentona. Ella también estaba pasando necesidades.
Ella termino su cerveza, bebiendo como una vikinga, y sin tener ningún aspecto de borrachera, charlo animadamente con el que tenia mas cerca. Quedamos en ese momento solo las dos rodeadas, casi apretadas de estos cuatro valcanicos.
Yo estaba tan mareada, que no me daba cuenta en que idioma hablaban, ni podia lograr que me importe.
Tenia mi cuerpo reclinado hace un rato hacia atras, pensando que era una barra o algo, pero me percate que se trataba de uno de los chabones. Sin darme cuenta estaba comodamente recostada son el pibe mas gordo.
Me incorpore como pude, sin mucho exito. El pibe devolvio una sonrisa, que acompaño con un ademan. La cara se le puso roja de caliente al gordo. Aunque no era sexy, me calento tenerlo a mi merced. Me transpiraba la espalda con espasmos de sudor, el tenerlo a mi disposicion.
El gordo me miraba descaradamente mis pechos, panza y piernas. Yo le brindaba con la cerveza en el aire y bajaba la mirada hacia donde seguramente tenia su verga morcillona, por lo que dejaba ver el shorcito.
Me propuse hacerlo explotar. Aunque con mi hija delante, me calento mucho hacerme la putita.
Le hice la mueca de que me inviten otro trago, en oficio mudo. Los tres que me rodeaban quedaron boquiabiertos, porque el ademan se parecio mas a una chupada de pija que a un trago de cerveza. Nos reimos a carcajadas y el gordo estallo en un abrazo.
Con toda maldad lo esquive, en la intecion aparente de escapar, pero dejando mi culo en su microbikini, apoyado en su bulto. Hasta pare desinibida, la cola contra la pija, para tantear que tan duro se iba poniendo.
Quede de frente a mi hija, y pretendi ignorarlos a los que tenia detras. Solo escuchaba su extrañaconversacion en un incomprensible idioma. En un momento crei entender que se trataba de albaneses. Me dio cagaso, por la fama de mafiosos, pero ese miedo solo puso mi calentura a tope.
Le comente algo a mi hija, y no tuve mas respuesta que un Maamaa estas en pepe..? Aun no se que le dije.
Mi intencion era calentarlos a los tres y en el momento mas inoportunos, dejarlos con las vergas mojadas. Solo tenia en mi mente flashes de escenas sexies. Y mi cuerpo cubierto de una tenue transpiracion, que el calor evaporaba rapidamente.
El que estaba cerca del gordo, forcejeo un poco y logro ponerse del otro lado mio.
Movia mis caderas y sentia un bulto a cada lado. Fingi bailotear, para franelaerlos y senti como ambos bultos se convertian en claras vergas paradas.
El de mi lado me aferro de la cintura, y no pude escaparme, me sujeto con tanta fuerza que solo con un escandalo podia soltarme. En la intencion de no alarmar a mi hija que hablaba de lo mas civilizadamente, me aguante la brutalidad, pero ni siquiera pude sacarle la amno. Lo intente pero me tenia con fiereza.
El tercero que miraba solamente, me dijo algo, me acerco la cara un poco, tomandome por la nuca exprimio una rodaja de limon en mi boca y me ofrecio de su Corona que aun quedaba en la botellita. No pude rechazarme porque efectivamente me estaban forzando.
Yo puse mi mejor sonrisa para intentar zafar elegantemente. Mi pedo tampoco me ayuda mucho.
Mi hija me miro a los ojos fijo, y me puso cara de Mamaaa paraaa. La verdad era que se me habia ido de las manos la situacion y no podia demostrarle a mi hija lo imprudente que era , sobretodo en un sitio tan lejos de casa.
Logre, no sin esfuerzo, con la ayuda de una moza que pasaba, retirarme un poco y escapar de los tres alzados. A varios metros de mi hija no sabia que hacer.
Mi corazon se me salia del pecho, de caliente y de miedo.
MI hija seguia su charla, parece que el pibe la habia encantado, pero no se percato el peligro que corria yo.Cuando intente comunicarselo, senti una mano que me tomaba de mi mano izquierda y me lleva en direccion opueta.
El pibe del limon, que tenia la cara mas intimidante de los tres, me tironeo hasta el baño del bar, y a con mucha elegancia me llevaron los tres al baño de hombres. Me sorpredio que habia otras minas en el sitio. Algunos pibes meando en el mingitorio y una mina y un pibe apretando en un costado.
No sabia que hacer, gritar, correr, no tenia idea, y antes que imagine nada, me levanta el gordo por mi cintura y me sienta en la mesada. Me mira fijo y me abre las piernas, corre i bikini y me chupa primero con torpeza, los labios y la concha.
Yo quedo con la cara mirando alos otros dos, que esperaban su turno.
Entra un pibe a mera, me ve como lo mas normal, hace lu suyo y se va. El gordo segui atareado en su faena.
Yo le tiraba de los pelos para sacarlo, pero el gordo parecia ni sentirlo. Hasta que despues de unos minutos, no hice mas fuerza y le chorre toda la cara al gordo, que dio una carcajada ruidosa de placer.
El del limon, lo corrio al gordo sin dejar de mirarme, y se paso la rodaja por la pija parada. Me bajo y me arrodillo en el piso del baño. Tomo fuerte mi cabeza y le incrusto lapija en mi boca, con sabor a limon y a sudor. Me saco la pija solo para darme un trago de fria cerveza, cuando estaba al punto de dar una arcada.
Apuere el trago y me volvio a atravesar, sin parar, ritmicamente, me aferraba con precision y la leche no tardo en llenarme la boca. Aunque temblorosa de caliente, pude lamerle los huevos enlechados, al parecer nunca se lo habian hecho, porque dio unos gritos deplacer y sorpresa.
Me incorpore y me dispuse a enjuagarme la cara, abri la canilla y di varios chapuzones y enjuagues bucales, Me acomode el pelo, y al revisar mi cara en el espejo, veo que mi tercero estaba pajeandose furiosamente.
Mi espalda exudo traspiracion de un chorro que hasta senti como escurria por mi cola y refrescaba mi raya.
Parece que mi cara alzada fuera un invitacion, y el pibe corrio mi bikini, y sin mediar una cojida de concha, y con la sola ayuda de la transpiracion pasando por el culo, me clavo de una la verga en el orto.
Empujaba a lo bruto, los primeros pijazos no fueron perpendiculares y resultaron dolorosos, mis gritos confundidos con placer, hicieron enloquecer a los tres que atinaron a moverme en mi posicion y enfilarme su pija en la boca.
La clavaban como si fuera la vida en eso. Tanto el del culo como el de la boca. Las arcadas britales no le interrumpian sus brutalidad, y la leche parecio salirme por los ojos.
El del culo, al parecer tenia la intencion de terminarme dos veces,porque senti fuerte la acabada y la leche escurriendose en mi culo dilatado, pero seguia empeñeado en una nuava acabada, que finalmente no pudo. Esa fue mi unica victoria en una tarde donde perdi todo.
1 comentarios - Mar Adriatico