Luego de lo acontecido con nuestro sobrino, la reacción de Felina mi hija, con su hermano Leo fue de alguna manera emocional, es decir, tomarse revancha desde su orgullo, por el mal momento que le hizo vivir y lo escrachada que quedó dentro de la familia desde ese día. Tal vez eso hizo que Felina tiempo más tarde se descontrolara. Y como para no dejarle pasar la reacción a su hermano. En otras palabras, que a cada acción respondería con una reacción, una especie de Ley del Talión "ojo por ojo, diente por diente". Aunque a mi parecer algo inocente, ingenua. Hasta, graciosa.
Esperó la ida de las familias que nos visitaron, y además, que Leo entrara al dormitorio (el que compartían) para mear, su lado, su lugar, piyó la cortina que daba a un lado de su cama.
El hecho intentó ser una advertencia de su personalidad y carácter.
A Leo le gustó su actitud, eramos familia. El se mordió para no reírse a carcajadas, aunque eso no iba a llevar más que a generar mayores conflictos, cuando por el contrario, Leo buscaba acercarse a ella de manera carnal. Sólo guardó silencio, sin hacer comentarios se acostó y se durmió, esa jornada no daba para otra cosa.
El domingo amaneció nublado, y fue un día de transición para toda la familia, no hubieron temas relevantes como para mencionar.
Nos cruzamos con mi hijo, ya que él me reprochó la invitación de la familia, para Leo, todos absolutamente eran hipócritas. Mi hija me evitó durante todo el día. Ya a la noche, cuando nos fuimos a dormir, ellos dialogaron.
¿A vos te parece correcto lo que hiciste? Preguntó Leo, ya ambos acostados y con la luz apagada
¡Hay, cortala Leo! ¡No me hagas acordar lo forro que estuviste! Respondió Felina
¡Ah, yo estuve forro! ¡Y vos te estabas cojiendo a nuestro primo en la casa! Exclamé
¡Y que, querías cojértelo vos! ¡Porque lo que hiciste tuvo mucho de gay! ¡Jajajaja! Se burló
¡No te hagas la pelotuda! ¡Y ojo con que se repita! ¡La próxima vez se entera todo el barrio! Advirtió
¡No, si no sos forro, sos un hijo de puta! Aseguró ella
¿Pero qué le ves al cheto ese? Preguntó ofendido él
¡Nada, igual feo chico no es! ¿Qué querés, qué lo haga con algún amigo tuyo? Ironizó
¡Te mato a palos! ¡Si se te ocurre meterte con algún amigo mio, algún compañero de colegio, algún vecino, te juro, que te vas arrepentir para el resto de tu vida! Amenazó Leo
¡Eeuuh, qué te pasa nene! ¡Estás loquito! ¡Estás enfermito! ¿Querés que me haga lesbiana? Preguntó ella
Leo hizo silencio, y ella notó que no era sólo una bravuconada, que le afectaba ¿Estás celoso? Le preguntó
Luego de un largo silencio, tratando de encontrar la mejor excusa o respuesta dijo ¡Si!
¿Y por qué? ¿Acaso no es normal? ¿Qué te pasa? Cuestionó Felina
Recién allí, le cayeron un montón de fichas, le aparecieron, momentos, impresiones, hechos, pensamientos, actitudes, que no las había reparado con anterioridad.
Recordó los juegos con su hermanita, en la cama de pequeños, las luchas cuerpo a cuerpo, los baños juntos, toda una serie de eventos, que hasta allí no tenían connotación sexual, pero ahora repensándolos, le parecían que si. Y si él los recordaba, ella también los debería tener presente.
¡Sabés que no se que me pasa! ¡Hace unas semanas te vi de pronto de otra manera! Aseguró el hermano
¡Jajajaja, si, desde que te conté la ida al ginecólogo! Acertó la hermana
¡Si, tal vez, pero eso me hizo tomar conciencia de otros tantos encuentros, juegos, incidentes entre ambos, que seguro a vos también te hicieron ruido! ¿No? Confesó Leo
¡Si! Dijo ella ¿Pero sabés qué? Pregunto ¡No! Respondió su hermano
¡Es que cada vez tengo más ganas! ¡No se si a vos te pasa! ¿Y qué, lo voy hacer con algún boludo para que se lo cuente a todo el mundo? ¡Si lo hacía con el primo Hector, iba a ser un secreto, aunque sea por un tiempo! ¡Porque es algo prohibido, intrafamiliar! Explicó ella
¡Tenés razón! Dijo Leo, luego de permanecer un tiempo en silencio, analizando esas palabras.
Y allí se se encendió la lamparita ¿Pero, sabés cuál es la solución? Preguntó como si hubiera descubierto América, la pólvora y todo lo que imaginen.
¡No! Respondió ella
¡Pensá, vos me diste la idea, y la claridad! La invitó a reflexionar juntos, el problema es tal como lo decís, cualquier amigo, compañero, vecino, va terminar tocando pito. Más aún, hasta nuestros primos lo harían, pero ¿Quién jamás lo haría? Preguntó
¡No se, no, no se! Respondió confundida Felina
¡Alguien de esta familia! ¡Por ejemplo yo! Afirmó él
¡Pero que decís, eso está muy mal! Aclaró ella
¿Por qué? ¿Quién dice? Preguntó el joven
¡Todos! ¡La ley, la justicia, la sociedad, la cultura! Aseguró ella
¡Ahí está, ahí tenés! Dijo Leo, encontrando otro argumento
¿Qué cosa? Pregunto ella
¡La cultura, es eso, algo cultural! ¡Porque en la antigüedad no era así, los Incas.los egipcios, y en la biblia hay datos que el incesto no estaba prohibido! Afirmó seguro de haberlo leído en algún lado
Se levantó y buscó en unos libros de textos, históricos y hasta en el antiguo testamento, lo que le decía.
¿Es verdad? Le preguntó Felina al terminar de leerlos
¡Si, es verdad! Le dijo mientras se abalanzaba sobre ella queriéndola manosear
Ella en un primer momento fue reacia, pero al rato de luchar, se dejó llevar.
Luego de unos besos, unos abrazos, unas caricias, unos mimos, unas tocadas, le dijo ¡Por ahora no habrá penetración de ningún tipo! Aceptó Leo inmediatamente
Se pasaron toda la noche en su cama, tocándose, besándose, manoseándose, hasta que Leo fue por más, quería cojerla y le dijo ¡Máximo, por ahora, una paja! Y compró gustoso su hermano.
Queda el link como testimonio de aquello, para que vean la masturbación que la hermanita le propinó a Leo.
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33 comentarios - Mi hija con su hermano 8ª