Jugando con Sade

Buenas noches como están?
Les traigo mi nuevo relato contándoles un poquito como comenzó todo esto a hacerse realidad.

Espero lo disfruten...




Jugando con Sade

Comenzaba a dar mis primeros pasos por ese mundillo, totalmente nuevo, con muchos temores, incertidumbre, asombro e intriga.

Las preguntas no dejaban de rondar por mi cabeza, las dudas y el temor también, pero me hablaste tan dulce y con tanto respeto que me anime a responderte ese mensaje privado.

Las charlas fluyeron día a día y dejaron de ser nocturnas para “visitarnos” durante el día y nos animamos a escucharnos la voz, por lo que las ganas y el deseo de vernos no tardaron en llegar.

Hacía mucho calor ese miércoles, uno de los más calurosos de enero, te conectaste al chat y charlamos un ratito hasta que me ordenaste que te llamara por teléfono. Sabías que ese jueguito me encantaba y más jugar a ser tu puta. Procedí a llamarte, tu voz me excitó en demasía por lo que ese “Hola bebé” me puso a mil a las 10 de la mañana…

- ¿Cómo estas hermosa? Que calor que hace, me encantaría tenerte desnudita en mi cama y sólo calmar mi sed con la transpiración de tu cuerpo, de solo imaginarlo se me pone dura la pija pendeja- me dijiste al oído, yo no podía creer lo que escuchaba y no podía manejar mucho la reacción de mi cuerpo.
- ¿Ah sí que queres verme? ¿Cuándo?- pregunte
- Ahora, dame cam ya-.

Cumplí la orden y encendí la web cam, estaba en la oficina, sola y tranquila porque la mayoría de mis compañeras de laburo estaban de vacaciones, por lo que podía jugar a lo que yo quisiera sin inconvenientes de que me pescaran con las manos en la masa 😉

Era la primera vez que nos veíamos, debo decir que me sorprendió lo buen mozo que sos y tu voz acompaña esa actitud.
- ¿Cómo está mi sumi muy putita y obediente?- preguntaste.
- Muy bien Señor- respondí, sorprendida de como las palabras salían solas de mi boca con una leve sonrisa en mis labios.

Nos mirábamos fijo, la charla navegaba entre temas laborales, cosas cotidianas y fuimos elevando aún más la temperatura de ésta:
- Me calentas mucho pendeja, mira como me tenés…- dijiste mientras metías tu mano libre dentro del bóxer y te masajeabas sin parar. Podía ver, a través del monitor, como iba creciendo tu lujuria al verme tocarme las tetas delante tuyo.

Jugaba, estaba muy juguetona, divertida, me sentía cómoda pero estaba alerta a cualquier ruido por si alguien venia, lo que hacia la situación aún más deliciosa, lugar prohibido…

Te tenía en mi oído y veía en mi pantalla que sacabas tu pija ya erecta y comenzabas a susurrarme cositas chanchas al oído mientras yo me sacaba la remera, me quedaba en corpiño y bajaba una de mis manos a mi entrepierna; quería sentirte, me calentabas mucho y más el comenzar a oírte gemir.

Me incentivabas a ir por más, metí mi mano por dentro de mis calzas y corrí mi tanga a un costado para comenzar a jugar con los labios de mi conchita ya muy húmeda y caliente, veías que estaba muy excitada y vos también querías cogerme, me lo decías, me lo susurrabas:
- Te quiero coger pendeja, sos el estilo de mujer que me calienta, que me gusta, sos una putita muy rica sabias? Pero quiero ver que me das en persona, ahora quiero que acabes mirándome a los ojos-.

No daba más de excitación, mi mano introducía uno, luego dos, de mis dedos totalmente mojados en mis jugos; entraban y salían despacio y muy profundo, una vez… dos veces…. tres veces, gemía despacio…. cuatro, cinco, un cosquilleo comenzaba a rondar por mi pelvis al son que movía mis caderas sentada en la silla frente a vos, a la pantalla y te miraba fijo… seis, siete, movías tu mano en tu pija cada vez más fuerte, gemías cada vez más… ocho, nueve “¡Acaba ya puta!” dijiste y acabe como me ordenaste, junto a vos.

- Mira como sos, me sacaste leche puta sin tocarme, me encantó -
- A mí también, es la primera vez que hago esto en la oficina- dije con carita picarona, divertida y de relax.
- Bueno pero sabes qué? Ahora quiero cogerte, a qué hora salís?
- A las 18 hs.-
- Quiero que vengas a mi casa y antes de salir, te saques la tanga esa toda mojada que tenés y vengas con ella en la cartera y te ates el pelo, quiero una cola bien alta y tirante, me oíste?
- Si Señor- respondí divertida.
- Ahora me voy a almorzar, te paso la dirección de donde quiero verte por sms, te espero nena- y te desconectaste.

No pasaban más las horas, la tarde fue interminable, continuaba mojada, caliente, excitada, asombrada, divertida.

Se hicieron las 17:30hs, fui al baño y procedí a sacarme la tanga, como me había ordenado, que delicioso aroma a sexo que tenía ella y todo mi cuerpo. Metí la bombachita en la cartera, me ate el pelo, salí de la oficina y me dirigí a la dirección que me había enviado por sms.

Toque el timbre, bajaste a abrirme. Al tenerme enfrente no emitiste palabra alguna, solamente me agarraste de la base de la cola bien alta de pelo que me habías solicitado y me cogiste la boca con tu lengua, nos metimos en el ascensor, llegamos a tu piso y abriste la puerta de aquel departamento sin soltarme jamás del pelo….

Entramos….

Pero esa es otra historia…



Mx.