Tarde de calor espantoso, venia del trabajo, cansado, transpirado y con sueño. O sea hecho una piltrafa. Venía en el bondi, en último asiento al fondo del lado de la ventanilla, y el colectivo lleno de gente. Era un viaje de 45 minutos hasta mi casa.
Cuando en una de las paradas, sube una gordita, que nunca hubiera mirado sino fuera porque tenía unas tetas descomunales. Parecidas a las tetas de la “Coca Sarli” que admire cuando era chico. No podía sacarle los ojos de las tetas, se ve que se dio cuenta, la gordita se vino, y se paro a 2 metros de donde estaba.
Seguí con la vista en la ventanilla olvidándome del asunto y en la parada siguiente, se baja el tipo que tenía al lado y se sienta la gordita. Me dije “bueno, mejor así no me tiento con esas tetotas”.
De repente siento en el pie derecho el roce de un zapato, me dije “voy a correr el pie, a ver si se pudre todo”. Corro el pie bien lejos y otra vez otro roce en el pie derecho, miro era el pie de la gordita. La miro, era la primera vez que le veía la cara. Linda mina pelo corto castaño, ojos negros, remera azul que aguantaba como podía esas tetas, minifalda y piernas gorditas.
Claudia, ese era su nombre, me sonríe y empezamos a hablar, Bajaba 3 o 4 paradas antes que yo, le mentí y le dije que yo bajaba ahí también. Volvía del laburo, iba para su casa, bajamos y le dije la verdad, “mira no tengo guita ni para una cerveza, que me gustaría invitarte” y me dice “no hace falta, tomamos algo frio en mi casa”.
Vivía en un depto. de un ambiente con una amiga, subimos y quería meterle mano, pero como había dicho lo de la amiga, me decidí a esperar un poco. Llegamos toca timbre y no sale nadie. Abre, prende la luz y me dice que me acomode. Llama a la amiga y la despacho, la amiga le dijo que tenía laburo atrasado que iba a volver tarde, bueno todo arreglado. Mientras hablaba la agarre por atrás, y con cada mano le agarraba las tetotas mientras le besaba el cuello.
Corta , se da vuelta, me manotea la pija y me dice “¿nos pegamos una ducha?”. Le digo que sí. El baño era tan chiquito que no entraban 2 personas, me dice “bañate vos, después voy yo”. Me saque la remera y el jean. Me meto en la ducha, salgo de la ducha, y abrí la puerta, para que se vaya el vapor, no había toalla.
Le pido una, me la trae, ya estaba sin remera, sin soutien y en bombacha. Me dice “yo te seco”, empezó por la cabeza, fue a la espalda, me seco el culo con una mano y con la otra atrás de los huevos, bajo hasta las piernas y subió hasta mi pecho, fue bajando hasta la pija y me pregunta “¿la puedo saludar?”, le digo “hace con ella lo que quieras”. Me pasa la lengua por la cabeza y se la empieza a tragar toda, me da otro beso en la cabeza de la pija, me termina de secar los huevos y me dice “Ahí deje bebida fría en la cama, esperame”.
Se mete en la ducha y me agarran unas ganas de mear, me mando al bañito y me pongo a mear, le miro esa conchita negra, mojadita, una tentación. Me mira y me dice “aguanta ya casi es tuya” y se la abre con dos dedos mostrándome ese clítoris rojo furioso. Mientras cierra la ducha, me dice “mea tranquilo, yo te la tengo”, saca una mano y se pone al lado mío, agarra la pija con toda la mano, mientras apunta al inodoro. “Dejame las ultimas gotitas”, me dice. Termino de mear, se agacha y saca las ultimas gotitas con la lengua, me la chupa un par de veces, me agarra de la pija y me lleva a la cama. Se pega una secada rápida, nos sentamos y empezamos a besarnos.
Ella me hacia la paja y yo le metía los dedos en la concha, primero uno, después 2 y el pulgar sobre el clítoris, estuvimos así un buen rato. Me dice “ponemela”, se sienta sobre mí, le acomodo la pija y empezamos a cabalgar. La pongo de costado sin sacársela, le levanto una pierna y me la pongo en el hombro y empecé a bombearla fuerte, mis pelotas pegaban contra la otra pierna de ella, Le baje la pierna y la seguí bombeando, con una mano le agarraba las tetas y con la otra le metí dos dedos en el orto, con la lengua le chupaba la nuca y el cuello.
La puse en 4 patitas, la saque de la concha, y empecé a metérsela en el orto. Abrió bien las piernas y el culo con sus manos. Mientras ponía su pera en el colchón y levantaba bien el culo. Tenía unos cachetes gordos, gloriosos. Sigo empujando y seguía entrando cuando llegue al fondo, la agarre de la cintura y me la traje contra el pecho. Me dijo “¿entro amor?”, le digo “toda, hasta las bolas”. Entre a cogerla duro, ese orto sonaba como una sopapa. Estábamos los dos empapados de transpiración.
Le digo “te quiero coger las tetas”, se da vuelta y se la pongo entre las tetas, las aprieta con sus manos y cuando los huevos llegaban a las tetas, abría la boca y me chupaba la cabeza. “Avisame antes de acabar” me dice, le aviso y se sienta, me la empieza a chupar y con una mano me masajeaba los huevos, con la otra mano me puso un dedo en el orto, me volvió loco.
Acabo y le pego el primer lechazo adentro de la garganta, el segundo en la lengua y los demás en las tetas. Se pasaba la lengua por los labios y por los pezones grandotes y duros, me saca lo último de leche que me queda, se me cuelga del cuello y me da un beso de lengua. Terminamos los dos bañados en leche, las lenguas iban y venían, orejas, lóbulos, cuellos, bocas, narices. Me saca el dedo del orto, y nos quedamos abrazados un largo rato.
Pidió una pizza, comimos en la cama y con la última porción hizo algo que nunca olvidare, saco la mozzarella, me agarro la pija, que ya se me había parado de nuevo y envolvió la mozzarella en toda la pija, estaba tibia y empezó a comerse toda la mozzarella junto con la pija. Me la dejo limpita y aceitosa, el resto imagínense.
Cuando en una de las paradas, sube una gordita, que nunca hubiera mirado sino fuera porque tenía unas tetas descomunales. Parecidas a las tetas de la “Coca Sarli” que admire cuando era chico. No podía sacarle los ojos de las tetas, se ve que se dio cuenta, la gordita se vino, y se paro a 2 metros de donde estaba.
Seguí con la vista en la ventanilla olvidándome del asunto y en la parada siguiente, se baja el tipo que tenía al lado y se sienta la gordita. Me dije “bueno, mejor así no me tiento con esas tetotas”.
De repente siento en el pie derecho el roce de un zapato, me dije “voy a correr el pie, a ver si se pudre todo”. Corro el pie bien lejos y otra vez otro roce en el pie derecho, miro era el pie de la gordita. La miro, era la primera vez que le veía la cara. Linda mina pelo corto castaño, ojos negros, remera azul que aguantaba como podía esas tetas, minifalda y piernas gorditas.
Claudia, ese era su nombre, me sonríe y empezamos a hablar, Bajaba 3 o 4 paradas antes que yo, le mentí y le dije que yo bajaba ahí también. Volvía del laburo, iba para su casa, bajamos y le dije la verdad, “mira no tengo guita ni para una cerveza, que me gustaría invitarte” y me dice “no hace falta, tomamos algo frio en mi casa”.
Vivía en un depto. de un ambiente con una amiga, subimos y quería meterle mano, pero como había dicho lo de la amiga, me decidí a esperar un poco. Llegamos toca timbre y no sale nadie. Abre, prende la luz y me dice que me acomode. Llama a la amiga y la despacho, la amiga le dijo que tenía laburo atrasado que iba a volver tarde, bueno todo arreglado. Mientras hablaba la agarre por atrás, y con cada mano le agarraba las tetotas mientras le besaba el cuello.
Corta , se da vuelta, me manotea la pija y me dice “¿nos pegamos una ducha?”. Le digo que sí. El baño era tan chiquito que no entraban 2 personas, me dice “bañate vos, después voy yo”. Me saque la remera y el jean. Me meto en la ducha, salgo de la ducha, y abrí la puerta, para que se vaya el vapor, no había toalla.
Le pido una, me la trae, ya estaba sin remera, sin soutien y en bombacha. Me dice “yo te seco”, empezó por la cabeza, fue a la espalda, me seco el culo con una mano y con la otra atrás de los huevos, bajo hasta las piernas y subió hasta mi pecho, fue bajando hasta la pija y me pregunta “¿la puedo saludar?”, le digo “hace con ella lo que quieras”. Me pasa la lengua por la cabeza y se la empieza a tragar toda, me da otro beso en la cabeza de la pija, me termina de secar los huevos y me dice “Ahí deje bebida fría en la cama, esperame”.
Se mete en la ducha y me agarran unas ganas de mear, me mando al bañito y me pongo a mear, le miro esa conchita negra, mojadita, una tentación. Me mira y me dice “aguanta ya casi es tuya” y se la abre con dos dedos mostrándome ese clítoris rojo furioso. Mientras cierra la ducha, me dice “mea tranquilo, yo te la tengo”, saca una mano y se pone al lado mío, agarra la pija con toda la mano, mientras apunta al inodoro. “Dejame las ultimas gotitas”, me dice. Termino de mear, se agacha y saca las ultimas gotitas con la lengua, me la chupa un par de veces, me agarra de la pija y me lleva a la cama. Se pega una secada rápida, nos sentamos y empezamos a besarnos.
Ella me hacia la paja y yo le metía los dedos en la concha, primero uno, después 2 y el pulgar sobre el clítoris, estuvimos así un buen rato. Me dice “ponemela”, se sienta sobre mí, le acomodo la pija y empezamos a cabalgar. La pongo de costado sin sacársela, le levanto una pierna y me la pongo en el hombro y empecé a bombearla fuerte, mis pelotas pegaban contra la otra pierna de ella, Le baje la pierna y la seguí bombeando, con una mano le agarraba las tetas y con la otra le metí dos dedos en el orto, con la lengua le chupaba la nuca y el cuello.
La puse en 4 patitas, la saque de la concha, y empecé a metérsela en el orto. Abrió bien las piernas y el culo con sus manos. Mientras ponía su pera en el colchón y levantaba bien el culo. Tenía unos cachetes gordos, gloriosos. Sigo empujando y seguía entrando cuando llegue al fondo, la agarre de la cintura y me la traje contra el pecho. Me dijo “¿entro amor?”, le digo “toda, hasta las bolas”. Entre a cogerla duro, ese orto sonaba como una sopapa. Estábamos los dos empapados de transpiración.
Le digo “te quiero coger las tetas”, se da vuelta y se la pongo entre las tetas, las aprieta con sus manos y cuando los huevos llegaban a las tetas, abría la boca y me chupaba la cabeza. “Avisame antes de acabar” me dice, le aviso y se sienta, me la empieza a chupar y con una mano me masajeaba los huevos, con la otra mano me puso un dedo en el orto, me volvió loco.
Acabo y le pego el primer lechazo adentro de la garganta, el segundo en la lengua y los demás en las tetas. Se pasaba la lengua por los labios y por los pezones grandotes y duros, me saca lo último de leche que me queda, se me cuelga del cuello y me da un beso de lengua. Terminamos los dos bañados en leche, las lenguas iban y venían, orejas, lóbulos, cuellos, bocas, narices. Me saca el dedo del orto, y nos quedamos abrazados un largo rato.
Pidió una pizza, comimos en la cama y con la última porción hizo algo que nunca olvidare, saco la mozzarella, me agarro la pija, que ya se me había parado de nuevo y envolvió la mozzarella en toda la pija, estaba tibia y empezó a comerse toda la mozzarella junto con la pija. Me la dejo limpita y aceitosa, el resto imagínense.
4 comentarios - Una mirada casual, te mete en una cama extraña - Claudia
muy lindo y excitante tu relato
Gracias x compartir